Demos
Gracias a Dios
Reverendo
Sun Myung Moon
¿Por
qué podemos estar agradecidos a Dios? Primero, porque se nos ha dado
el poder de estar en interacción y armonía con el cosmos. El deseo
universal del hombre de estar en armonía con otros no es
originalmente su propio concepto, sino el de Dios. Nosotros estamos
en la posición objetiva, y Dios es el sujeto y tiene una mente más
grande que la nuestra, una mente que está en interacción con
nuestras pequeñas mentes y que nos influencia para relacionarnos
unos con otros. Intuitivamente nosotros queremos hacer ciertas cosas
y lograr ciertos resultados.
Es
común que la gente piense: "Gracias a Dios", cuando recibe
alguna bendición o favor. Habitualmente la mayoría de la gente sólo
piensa en las recompensas materiales, ¿pero alguna vez han estado
agradecidos por esa naturaleza interior dotada por Dios que los
motiva a buscar la felicidad en una meta y propósito? ¿Han pensado
en este regalo intangible de Dios? Hombres y mujeres quieren
encontrar la felicidad uniéndose unos a otros, pero a menudo sólo
sienten gratitud por este deseo después de haber conocido a sus
parejas.
Tienen
amplias razones para estar agradecidos a Dios desde mucho antes de su
matrimonio, porque tienen la naturaleza hermosa que busca progresar y
unirse en armonía con todo lo demás. No posterguen su
agradecimiento hasta su casamiento; esta naturaleza que hay en sus
corazones y que busca la interacción es razón suficiente para dar
gracias. ¿Alguna vez han estado agradecidos por ella?
Los
adolescentes un poco mayores giran automáticamente sus cabezas
cuando pasa un joven buen mozo o una joven bella; algún poder lleva
sus ojos en esa dirección. ¿Alguna vez se dieron cuenta de la
importancia de esa energía que se mueve dentro de ustedes? A cierta
edad las mujeres comienzan a sentir cierta admiración por los
hombres y a prestarles más atención. ¿Han estado alguna vez
agradecidos por esa energía instintiva? Ustedes actúan de esa
manera porque es su naturaleza ir de acuerdo con el ritmo y la
dirección del universo.
A
cierta edad las mujeres sienten el deseo de ir hacia los hombres y
los hombres sienten el deseo de ir hacia las mujeres, respondiendo a
la energía universal que les da un propósito más elevado para
estar juntos. Cuando ambas partes se mueven hacia el punto de armonía
y unidad amándose una a otra, se libera un nuevo poder para crear y
nace una nueva vida. Cumpliendo así su posición como representante
de Dios, el hombre puede elevarse a la posición de Señor de la
Creación.
Al
dar a luz a hijos, hombres y mujeres ejercen su poder más precioso,
el de crear. El rol supremo de una mujer es el de poder tener hijos.
No es una cosa común; el poder y la energía del universo se enfocan
en el cuerpo de ustedes para producir el suceso más grande de sus
vidas. Cuando conciben a sus hijos deben darse cuenta de que el
universo se está moviendo en sus vientres y haciendo una nueva vida.
Al prepararse para sus lujos pensarán verticalmente alto y
horizontalmente ancho, conectando al universo con la visión y sueño
que tengan para el futuro. La mayoría de ustedes no ha tenido esta
experiencia, pero ya llegará su tiempo. Su edad es la edad de los
sueños.
Hombres
y mujeres se unen a través de la energía universal y, al tener
lujos, sus sueños se hacen realidad. Cuando hombres y mujeres están
unidos en su ideal, su amor puede hacerse más profundo y amplio a
través de sus hijos. El amor de los jóvenes antes del matrimonio
está dirigido horizontalmente, pero cuando tienen hijos su amor se
hace más profundo para convertirse también en vertical, uniendo así
a padres e hijos.
Es
el poder del amor lo que une a las personas tanto horizontal como
verticalmente. Un fenómeno alarmante en América es el creciente
índice de divorcios. Sin embargo, aún los padres que quieren
divorciarse pelean por la custodia de sus hijos. ¿Por qué no los
abandonan sencillamente? El amor horizontal puede romperse y
terminar, pero la línea vertical de amor es insubstituíble y los
padres no quieren perderla. Nadie quiere separarse de Dios y, a
través de su amor vertical con sus hijos, los padres, consciente o
inconscientemente, quieren mantenerse al alcance de Dios.
Dos
esposos pueden llegar a despreciarse y decidir separarse, pero ningún
padre puede odiar a su hijo y querer terminar la relación para
siempre. La esposa puede convertirse en una mala mujer y el esposo en
un mal hombre, pero ninguno querrá maldecir a su propio hijo. ¿Por
qué la gente es así?
Hay
una relación vertical entre el cielo y la tierra y, en última
instancia, nadie puede separarse de Dios. Todos, consciente o
inconscientemente, reconocen este anhelo vertical y quieren asegurar
el amor de Dios para sí mismos.
Muchas
personas niegan el pasado y el futuro, y desean vivir sólo por el
placer carnal del presente. Sin embargo, si realmente moran en el
amor eterno, su amor tendrá el poder de armonizar el pasado, el
presente y el futuro. En el amor verdadero no existe el vivir sólo
en el presente. No puede hablarse de amor sólo en el momento. No
existen dos esposos que puedan disfrutar de la vida mientras sus
hijos lloran, o hijos que estén felices cuando sus padres sufren.
Los esposos de una familia destruida se aferrarán a su conexión
vertical con sus hijos porque saben que al final esa relación les
dará vida o salvación. La naturaleza interna del hombre le dice que
tiene una esperanza de salvación aferrándose al amor vertical que
hay entre Dios, padres e hijos.
¿Las
mujeres están agradecidas porque al llegar a cierta edad sus cuerpos
se desarrollan para permitirles tener hijos? Esa es la expresión del
poder de Dios. Si están realmente agradecidas a Dios porque les ha
regalado sus cuerpos como Su templo, nunca vivirán la tragedia del
divorcio. ¿Para quién cambian sus cuerpos? Fundamentalmente ese
cambio ocurre para que puedan dar a luz a sus hijos. La estructura de
sus cuerpos cambia en dos áreas principales. Dios les dio caderas
más grandes que a los hombres para que puedan tener hijos, y pechos
para que puedan alimentarlos. ¿Dios les dio esas características
para ustedes mismas? Son para el propósito último de la creación
de sus hijos. Los regalos reales de Dios son sus hijos, que son más
importantes que sus cuerpos. ¿Cuántas mujeres piensan de esta
manera?
Sus
padres son sus padres, punto. Es imposible que alguien más se
convierta en su padre. Aunque sus padres se divorcien y ustedes se
dirijan a su padrastro o madrastra como padre o madre, saben que no
son hijos de ellos, y su corazón está en otro lugar. ¿Hay alguien
que acepte con gozo a sus padrastros como padres reales? Una de mis
propias hijas, In Jin, nos contó de una compañera de colegio cuya
madre se volvió a casar hace poco. La chica dijo: "Nunca quiero
decirle padre. Prefiero llamarlo sólo por su nombre".
El
amor vertical entre padres e hijos está más cerca del amor de Dios.
Quiero que se den cuenta de que tienen esta misión y propósito. Es
por esto que Dios les dio la belleza de ciertas características,
como las caderas y los pechos. Ellas ni siquiera son para sus esposos
y su mal uso por simple deseo carnal es completamente errado. Si
ustedes no se preocupan por su propio hijo y su futuro sino que sólo
viven por sus deseos carnales, creo que Dios no querría que tuvieran
pechos, porque no los merecerían. Entonces sí podrían tener el
derecho de ignorar a sus bebés. Si usan su amor sólo para
aprovecharse de alguien y satisfacerse a ustedes mismas, están en
realidad violando la ley universal. La gente divorciada que escucha
estas cosas podría sentirse incómoda, pero yo debo decir la verdad.
Después
de divorciarse, muchos hombres se niegan a casarse otra vez,
murmurando: "Sólo me voy a meter en líos otra vez. Estoy
cansado de eso. Basta ya". En América hay muchas mujeres que
sólo se han casado con un hombre para conseguir su dinero; la ley
está hecha de forma tal que favorece a las mujeres, y ellas pueden
hacerse muy ricas al divorciarse.
Todo
lo que tienen, incluyendo sus propios cuerpos, no es para ustedes
mismos. Incluso su amor no es de ustedes sino del universo. Cuando
tienen una mente universal para abrazar un propósito universal y
abrazar a Dios, a medida que se convierten en adolescentes mayores y
se hacen más sensibles en relación a lo que los rodea, se ponen más
sentimentales y emocionales en su reacción hacia el universo. ¿Por
qué están hechos de esa manera? Es una señal de que están
madurando en amor. Dios les dio cierta sensibilidad que les permite
relacionarse con el mundo con amor.
La
fuente más grande de orgullo en el universo para un hombre debería
ser su esposa, y la de una mujer, su esposo. Cuando están creciendo
y alcanzando la madurez, ustedes no aprecian el amor sacrificado de
sus padres. Cuando chicos, ninguno de nosotros apreció realmente el
amor de nuestros padres. Hyo Jin, por ejemplo, está interesado en
tantas cosas que a veces no valora realmente nuestro tierno amor por
él. Sin embargo, está mostrando signos de madurez. A veces lo veo
parado frente al espejo sólo estudiando su cara. Es una ley natural
que él quiera ser buen mozo y llamar la atención de las chicas.
Un
hombre debe estar orgulloso de su esposa por la eternidad, y una
mujer debe estar orgullosa de su esposo. Ninguna otra cosa importa en
el universo excepto el amor; al final las cosas como el conocimiento
o el dinero no tienen importancia. Cuando tienen a alguien de quien
realmente pueden sentirse orgullosos y a quien pueden amar con toda
su energía, son personas felices.
Aunque
la pobreza los golpee y no tengan qué comer ni más que un vaso de
agua para beber, pueden ser uno con su pareja si realmente entienden
y están orgullosos el uno del otro. Quizás deban dormir bajo las
estrellas por las noches, pero si tienen comprensión y orgullo el
uno por el otro, vivirán felices. Si le preguntaran a Dios qué es
lo que más lo enorgullece en el universo, El contestaría: "Lo
que más orgullo me da son los hombres y mujeres que están
totalmente enamorados y completamente orgullosos el uno del otro. Su
amor es la cosa más hermosa de contemplar". El amor es lo que
puede hacer reír a todos, aún a todo el universo.
Cada
uno de ustedes está trabajando por el día en que estarán
orgullosos de su esposo o esposa y querrán gritar al universo su
alegría. El amor crea unidad horizontal y vertical. Pueden
conquistar y ocupar todo. Aún Dios estará indefenso frente al amor
de ustedes.
Cuando
miran a la naturaleza deberían darse cuenta de que todo es un regalo
de Dios que pueden usar para expresar su amor hacía su pareja. Dios
ya sabía que ustedes querrían expresar su amor en la forma de un
regalo, por eso les proporcionó al universo entero como regalo.
No
hay nada en el universo que no esté en relación con ustedes. Cuando
están orgullosos de su cónyuge, todo el universo se convierte en el
regalo como la expresión tangible de su amor. Es por eso que existe
este universo.
¿Alguna
vez han estado agradecidos porque pueden amarse unos a otros como una
expresión de Dios y del universo? Dos esposos juntos representan a
todo el universo. Cuando una esposa entra al lugar en el que está su
esposo, no lo hace meramente como una esposa o como una persona, sino
como representante de todo el universo. La gente del mundo nunca
piensa realmente de esta manera.
Si
un hombre y una mujer se dedican al propósito universal y se
reconoce a ellos mismos como seres universales, ¿qué clase de hijos
tendrán? Después de estar orgullosos el uno del otro, hombres y
mujeres pueden estar orgullosos de sus hijos. Tan pronto como tengan
una familia, su foco cambiará de estar orgullosos el uno del otro a
estar ambos orgullosos de sus hijos.
Dar
su propio testimonio o escuchar el testimonio de alguien acerca de
qué maravilloso es su cónyuge siempre es inspirador y todos quedan
flotando en las nubes; nunca falla. Luego su orgullo se centra en sus
hijos. Tenemos que ser conscientes de esta básica naturaleza humana
cuando tratamos con padres: lo mejor para ganar la fe y la buena
voluntad de un padre es alabar a sus hijos. Aunque los padres sepan
que sus halagos son exagerados, sonreirán de oreja a oreja.
Después
de estar orgullosos el uno del otro y de sus hijos, hombres y mujeres
están orgullosos de sus propios padres. Después de tener a sus
propios hijos, ustedes se darán cuenta de pronto del valor de sus
propios padres y estarán orgullosos de ellos. No es suficiente
pensar que aman a sus padres; cuando tengan sus propios hijos
comenzarán verdaderamente a entender y apreciar a sus padres.
Por
esto Dios hizo la vida del hombre centrada en la familia. Dios sabía
que por mucho que pensáramos que lo amábamos y apreciábamos a El,
nunca podríamos amarlo realmente hasta tener nuestros propios hijos.
Sólo creciendo primero como hijos, amando luego como esposos y dando
a luz a nuestros propios hijos podemos apreciar plenamente a Dios
como nuestro padre.
¿Piensan
que Dios, como el padre verdadero, se siente mal porque el
cumplimiento de la posición de padres viene en tercer lugar,
realizándose primero la de esposos y luego la de hijo? A Dios no le
importa no ser completamente entendido hasta que el hombre alcance el
nivel de perfección. Dios no quiere convenir en aceptar cualquier
cosa inmadura o incompleta. El quiere que crezcamos atravesando las
etapas de formación y crecimiento y que luego vayamos delante de él
como personalidades maduras. Desde este punto de vista, por más que
dos esposos estuvieran enamorados durante mucho tiempo, aún estarían
inmaduros e incompletos al no tener hijos.
Después
de recibir amor como hijos y de experimentar el amor conyugal,
llegarán finalmente a darse cuenta de que el amor más completo,
sacrificado y fundamental es el amor de padre. En una vida ideal
todos gozarán y experimentarán completamente estos tres amores.
Como
la perfección del amor se sustancializa como amor paternal, los
mayores deberían ser el centro del hogar. Si los abuelos vivieran
allí deberían ser el centro porque son los padres de los padres.
Ellos son los anfitriones del hogar y, cuando mueren, los padres de
ustedes se convierten en el centro.
¿Por
qué los mayores deben ser las personas centrales del universo?
¿Quién es la persona mayor del universo? Dios es el mayor, y dado
que El es el centro de todo, debemos seguir esa tradición. Según
este entendimiento, ¿qué tradición o cultura es la más cercana a
la cultura universal centrada en Dios? ¿Ustedes, los americanos, se
sienten bien cuando escuchan que la cultura oriental está más
cerca? Yo no he venido a América a exportar cultura oriental. No es
esa mi preocupación. Hay mucho que apreciar en la cultura americana.
Sin embargo, al hablar de la tradición y la cultura de Dios, no es
tradición oriental ni occidental lo que estoy enseñando, sino la
cultura de Dios.
Es
triste ver hoy a la sociedad americana con su cruel falta de
consideración hacia los ancianos. Hace unos días veía una gran
cantidad de jubilados en el Central Park, todos sentados inútilmente,
mirando pasar los autos o con la mirada fija en los árboles. Le
pregunté a uno de ellos: "¿Usted es feliz? ¿Dónde vive?".
Me contestó que vivía en un hogar de ancianos y era muy infeliz.
Cuando le pregunté qué lo haría feliz me dijo que querría vivir y
jugar con sus hijos y nietos, pero que ellos no vivían en Nueva
York.
¿A
cuántos americanos les preocupan los ancianos? Cuando los hijos
llegan a cierta edad declaran: "Ahora soy libre. Adiós. Es mi
vida". Sin embargo, no sólo los ancianos son ignorados en
América. A menudo los padres están tan ocupados con algo que no
tienen tiempo para sus hijos o no les prestan ninguna atención.
Estos hijos están librados a su propia suerte y se sienten solos y
abandonados.
Sin
embargo, en la Iglesia de Unificación vamos a cambiar todo eso. Mi
preocupación es cómo traer cultura celestial a la forma de vida
americana. No estoy hablando sólo en representación de los
ancianos, sino en representación de los tres niveles: padres,
esposos e hijos. Toda la cultura americana necesita elevar su
perspectiva. Externamente esta nación ya ha logrado mucho y ha hecho
tremendas contribuciones al mundo; una vez que esta forma de vida se
convierta en una parte integral de la cultura americana, este país
podrá ser como el cielo.
¡Hay
tantas cosas por las que dar gracias a Dios! Estemos agradecidos por
ser hombres y mujeres y por ser esposos y esposas y por la bendición
de tener hijos. Estemos agradecidos de ser instrumentos de la energía
creativa del universo. Si tenemos corazones realmente agradecidos,
¿Dios va a ser infeliz al mirarnos? Cuando estén agradecidos por
ser lo que son, el universo y toda la naturaleza les responderán con
felicidad.
En
un sentido, nosotros somos los directores del museo de Dios, el
universo. Los hombres han construido grandes museos, como el Archivo
Nacional o el Museo de Historia Natural, pero éstos son realmente
triviales comparados con el Museo de Dios. Todos los museos del mundo
unidos no se pueden comparar con el misterio y la belleza de una hoja
viva. Dios creó un museo vivo, en crecimiento, no uno estático que
se llena de polvo. Si nosotros podemos crear en nuestras propias
vidas la belleza del amor de Dios, entonces nuestro museo será
verdaderamente hermoso.
Cuando
recorro un museo veo mucha gente que realmente pondera las cosas que
hay y las aprecia, pero a menudo me pregunto cuánta gente puede
prestarle más atención a esas piedras que están juntando polvo que
al museo de Dios, que tiene tanta belleza y misterio. Si van al río
y levantan un solo grano de arena, ¿pueden decir cuántos años
tiene o cuál ha sido su trayectoria personal? Hay mucho misterio en
un grano de arena; nadie entiende la historia escondida de Dios que
éste contiene.
Ustedes
pueden decirle a Dios: "Soy una pieza de Tu museo. Soy un
microrocosmos de todo el universo y estoy aquí como una persona
universal. ¿Estás orgulloso de mí?". Seguramente Dios dirá:
"Claro que sí. Y te envidio en cierto sentido. Yo soy
invisible, pero tú eres físico, y puedes mirarte a tí mismo como
un ser universal. Esa es exactamente la razón por la cual te creé".
¿De
dónde vienen sus vidas? Sus propios padres se "invirtieron"
en ustedes, y también la naturaleza les dio el alimento para hacer
su carne, sangre y huesos. Si tuvieran que devolverles a todos
aquellos con quienes están endeudados, no les quedaría nada.
Además, también están endeudados con Dios, quien les dio
originalmente la vida. ¿Qué les queda, entonces? Dios, sus padres y
la naturaleza invirtieron en ustedes, y por lo tanto ustedes están
sumergidos en deudas.
Lo
importante es, ¿han estado agradecidos por esa inversión? Una
persona endeudada no puede dejar de sentir gratitud. Dios, sus padres
y la naturaleza les dirán: "No tienes que devolver nada.
Guárdalo para tí". ¡Qué maravilloso regalo es su vida! Es
razón suficiente para estar agradecidos mientras vivan. ¿Alguna vez
han pensado en esto?
Jesús
contó una historia paralela a ésta, acerca de un hombre cruel a
quien se le había perdonado una deuda que no podía pagar, pero que
después mandó a la cárcel a alguien que estaba endeudado con él.
Su amo le habló muy enojado porque fue tan cruel después de haber
sido tratado con misericordia. No tenemos nada que sea nuestro; Dios
nos dio la vida incondicionalmente, sin pedir que se firmara ningún
contrato, sin intereses, sin pedir que se le devuelva en cierta
cantidad de años. La única forma en que podemos devolverle o
mostrarle nuestra gratitud es dando a otros.
Podemos
decir que tenemos padres en tres niveles: la naturaleza, nuestros
padres físicos y Dios. Estamos en la posición de estar agradecidos
por todos estos padres y, como todo lo que tenemos en realidad no nos
pertenece, debemos estar dispuestos a darlo en cualquier momento
diciendo: "Naturaleza, esto es tuyo; padres, esto es de ustedes;
Dios, esto te pertenece".
En
lugar de estar agradecida por todos los regalos universales que Dios
ha dado, la gente muchas veces es impaciente y maldice a la
naturaleza y al trabajo de Dios cuando algo interfiere en sus deseos.
Quejándonos acerca de la creación no sólo ofendemos a Dios, sino
también a todos esos grandes regalos. Primero de todo debemos dar
gracias a Dios; ese es el punto de partida de nuestras vidas. Luego
podemos hablar de dar gracias a nuestro propio cónyuge, hijos y
padres. Sin Dios no podríamos existir ni siquiera por un segundo.
Este mundo está carente de agradecimiento a Dios. Una vez que
ensanchen su vida de agradecimiento a Dios, descubrirán que pueden
desarrollar una relación más amorosa con El.
Cuando
viven agradecidos aquí en la tierra pueden ir con amor a la morada
de Dios y vivir allí en amor infinito por la eternidad. Cuando se
entrenen para vivir con gratitud, el universo los ayudará a crecer
hasta convertirse en personalidades íntegras de amor para que
finalmente alcancen el nivel de la gloria de Dios. Este es el sueño
de Dios.
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