Testimonio
del Reverendo Sun Myung Moon en la Audiencia Sobre la Libertad de
Cultos
Subcomité
de la Constitución, Comité del
Poder Judicial, Senado de los Estados Unidos.
26 de Junio de 1984, Congreso de los Estados Unidos, Washington D. C.
Poder Judicial, Senado de los Estados Unidos.
26 de Junio de 1984, Congreso de los Estados Unidos, Washington D. C.
Honorable
Sr. Presidente, distinguidos miembros del Senado, damas y caballeros:
Me gustaría expresar mi sincero agradecimiento por haber sido
invitado a hablar ante esta audiencia del Senado sobre la libertad de
cultos. También quiero expresar mi gratitud sincera, Sr. Presidente,
por su apoyo en favor de mi apelación ante la Corte Suprema. Este
noble acto de sostener el principio de los derechos constitucionales
del individuo será por mucho tiempo admirado por millones de
americanos.
Desde
que la Corte Suprema rehusó revisar mi caso ha habido una muy fuerte
protesta por parte de muchos miembros de la comunidad religiosa. Más
de mil clérigos -judíos, cristianos e islámicos- han jurado
entregar una semana de sus vidas para estar en prisión conmigo en el
nombre de la libertad de cultos. Esto me conmueve profundamente.
Saludo a estos campeones de la libertad religiosa.
Siento
que esta ocasión es muy histórica. No sólo estoy hablando al
Congreso de los Estados Unidos. Estoy hablando ante la historia y
ante Dios.
Dios
ama a América. La grandeza de América no radica en sus vastos
recursos ni en su inmensa prosperidad. Radica en el espíritu mismo
con el que fue fundada esta nación. Ese es el espíritu de una
nación bajo Dios, con libertad y justicia para todos. Sin embargo,
la voluntad de Dios no es sólo esta nación bajo Dios, sino el mundo
bajo Dios. Todos somos lujos de Dios. Blancos, negros, amarillos y
rojos somos todos hermanos, una familia humana. Cuando reconocemos a
Dios como nuestro Padre, ese ideal puede hacerse realidad.
Sin
embargo, sin libertad de cultos Dios no puede cumplir Su ideal. Los
Padres Fundadores entendieron que si no hay libertad de cultos no hay
ninguna libertad. Y arriesgaron sus vidas mismas para asegurar la
libertad de cultos.
Ahora
esa libertad de cultos está en peligro. Hoy se encuentra un espíritu
oscuro de ateísmo e intolerancia religiosa en América, y esta vez
no hay otro -"Nuevo Mundo" para recibirnos como refugiados.
No tenemos otra elección que restaurar a América como la tierra de
la libertad religiosa. Si no, esta nación perecerá, y el mundo
perecerá.
En
1971 Dios me llamó para que viniera a América y guiara un
movimiento para revivir el fervor del cristianismo y restaurar el
espíritu fundador de la nación. Dios me ha enviado a América con
el rol de un médico, con el rol de un bombero. Me ha enviado para
producir un despertar espiritual conmovedor. La supervivencia del
mundo entero depende de que América cumpla su responsabilidad.
América es el último bastión de la libertad. Durante los últimos
12 años he dado mi corazón y mi alma y cada gota de mi sudor y
lágrimas por el bien de esta nación.
En
el proceso de cumplir esta misión me he hecho muy polémico, y, en
algunos ámbitos, impopular. Y he sido perseguido. Sin embargo, no
soy de ningún modo el primer líder religioso que ha experimentado
persecución. Muchas de las principales figuras religiosas de la
tradición judeo-cristiana han andado este camino de sufrimiento a
través de la persecución. Hoy me honra seguir la misma tradición.
Yo
creo que la esperanza de Dios es la libertad de la tierra, y la mayor
amenaza a la libertad es hoy el totalitarismo, particularmente en la
forma del comunismo, el cual se opone sistemáticamente a la libertad
de cultos. El comunismo ha dado muerte a más de 150 millones de
personas. Muchos de ellos eran personas religiosas. Yo mismo sufrí
casi hasta el punto de morir en un campo de concentración comunista.
El comunismo es la peor inhumanidad del mundo actual.
La
libertad ha estado retirándose durante la última década. En 1975
la libertad se retiró del Sudeste de Asia. Millones de personas
perecieron. Nación tras nación, en Africa y en América Latina, han
sido convertidas al comunismo. 1.500 millones de personas han caído
bajo la tiranía comunista. Ahora América Central, la antesala de
los Estados Unidos, es el frente de batalla. Sé que los enemigos de
la libertad no se detendrán hasta alcanzar su meta final: la
conquista de esta nación misma, los Estados Unidos de América.
Yo
apoyé a Ronald Reagan durante su candidatura porque esperaba que él
hiciera la voluntad de Dios en cuanto a detener la expansión del
comunismo y realmente traer esta nación de regreso a Dios y a su
espíritu fundador. Es decepcionante ver que bajo este hombre, que
fue electo con un tremendo apoyo de la comunidad religiosa, el estado
se está entrometiendo más que nunca en los asuntos de la iglesia.
Por primera vez se está poniendo en prisión a los ministros.
Verdaderamente la libertad de cultos está soportando un ataque
devastador.
En
los últimos 12 años he hecho todo lo que he podido por América. He
tenido sólo una meta en mente: fortalecer la fibra moral de América
y aumentar su capacidad de cumplir la voluntad de Dios.
A
través de proyectos como la Fundación Religiosa Internacional, la
Nueva Asociación de Investigación Ecuménica y la Conferencia sobre
Dios, yo he buscado reunir teólogos de todas las religiones para
mejorar el entendimiento mutuo.
He
trabajado para llevar la voluntad de Dios al mundo académico. La
Fundación Cultural Internacional patrocina conferencias anuales
sobre la ciencia y los valores absolutos, y reúne eruditos en
organizaciones tales como la Academia de Profesores para la Paz
Mundial, la Editorial Paragon House y el Instituto de Washington para
los Valores en el Orden Público.
En
el área de la expresión cultural me he dedicado a fortalecer el
tema de la reverencia a Dios. En la película "Inchon", por
ejemplo, traté de describir la importancia del General Douglas
MacArthur, un gran americano devoto de Dios y la humanidad. Es vital
que los jóvenes americanos tengan un héroe así.
Como
los ideales religiosos deben expresarse en servicio a la humanidad,
he iniciado el Consejo Nacional para la Iglesia y la Acción Social,
la Fundación Internacional de Asistencia y Amistad y el Proyecto
Voluntario.
Para
trabajar con miras a la liberación de toda la gente de las
ideologías totalitarias he establecido la Federación Internacional
para la Victoria sobre el Comunismo, la Asociación de Estudiantes
Universitarios para la Investigación de Principios y CAUSA
Internacional.
Para
establecer el standard de responsabilidad de los Medios he fundado la
Asociación Mundial de Medios de Comunicación y News World
Communications, que publica varios diarios. Uno de éstos, el
Washington Times, fue creado para presentar una opinión alternativa
en la capital de la nación. Este solo proyecto costó más de 100
millones de dólares a nuestro movimiento.
Estos
proyectos han demandado una gran cantidad de recursos financieros así
como el trabajo dedicado y el sacrificio amante de los miembros de la
iglesia. Varios cientos de millones de dólares se han derramado en
América, porque esta nación decidirá el destino del mundo. Estas
contribuciones vienen principalmente de afuera del país. En mi
movimiento, los Estados Unidos han sido el recipiente, nunca una
fuente de fondos. Yo he actuado basado en la firme creencia de que si
América se pierde, todo se pierde. No hay otro país hacia el cual
Dios Se pueda volver.
Cuando
entienden la magnitud de mi trabajo, ¿realmente pueden creer que he
venido a América para defraudar al gobierno de los Estados Unidos en
una cifra estimada en 25.000 dólares de impuestos?
Desde
el comienzo mismo éste no ha sido un caso de evasión de impuestos.
Ha sido una invasión del gobierno en los asuntos internos de la
religión. Eligieron la Iglesia de Unificación porque pensaron que
nadie saldría a defendernos. Sin embargo, allí fue donde se
equivocaron. La comunidad religiosa de América sabe que a menos que
todos estén seguros, nadie estará seguro. Cuando uno está
amenazado, todos están amenazados.
Cuando
el gobierno abusa de su poder, las consecuencias son temibles. Fue el
estado romano el que crucificó a Jesucristo. En este país, fue el
estado el que quemó las "brujas", persiguió a los
católicos, relegó a los judíos y prolongó la esclavitud de los
negros. Fue el estado el que permitió que José Smith, fundador de
la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, fuera
asesinado por una turba en la prisión. Es el estado el que me está
persiguiendo y, en el proceso, está violando la libertad religiosa
de todos. Debemos detener esta corriente ahora. Si no lo hacemos,
¿quién será el próximo?
En
la providencia de Dios el caso del Reverendo Moon se ha convertido en
el punto de reunión en pos de la libertad de cultos en los Estados
Unidos. He sido condenado por ninguna otra razón que no sea la de
mis creencias y prácticas religiosas. Voy a ser castigado por ser
quien soy. Esto ha golpeado y despertado la conciencia de América.
Muchos líderes religiosos y creyentes de todas las denominaciones se
han alzado con ira. Están registrando sus protestas. Y, lo que es
más importante, están unidos. Su unidad asegurará la supervivencia
de América.
El
mayor enfrentamiento del mundo actual no es el de los Estados Unidos
versus la Unión Soviética, el capitalismo versus el socialismo ni
la democracia contra el comunismo. Es la fe en Dios contra la
negación de Dios.
El
mundo comunista, basado en el ateísmo, ha fracasado en realizar el
sueño humano. El mundo libre, por el otro lado, se ha convertido en
materialista y ha olvidado a Dios, y está impotente frente a la
grave crisis mundial. El mundo está oscurecido por la confusión.
Una nueva visión debe surgir; una nueva cosmovisión centrada en
Dios. Estoy enseñando esa cosmovisión, basada en el corazón de
amor de Dios. Yo la llamo "Diosismo". Y proclama que este
ideal proporcionará una nueva solución al mundo.
El
Diosismo puede unir a todas las personas religiosas tanto como a la
gente de conciencia. Esta cosmovisión unirá a los enemigos y a las
naciones enemigas. Esto traerá libertad verdadera al espíritu
humano. Este ideal anunciará la realización del Reino de Dios en la
tierra.
Esta
cosmovisión, un sistema de pensamiento de alta dimensión, ha guiado
a muchos a tener experiencias personales con Dios. El efecto ha sido
tan grandioso que en algunos ámbitos se lo atribuyó al "lavado
de cerebro". Por esta razón he sido malentendido en algunos
círculos establecidos y por los medios de comunicación. Los
comunistas, que me consideran como su archienemigo, han explotado
este malentendido para su propósito de destruirme.
A
pesar de estas dificultades me siento honrado de poder dedicarme hoy
a preservar la libertad religiosa de este país. Si puedo alzar un
faro, advirtiendo a los americanos del peligro que hay delante, mi
sacrificio servirá a un gran propósito.
Hoy
el tema en cuestión es la supervivencia misma de América y del
Mundo Libre. Para asegurar esa supervivencia estoy dispuesto a sufrir
cualquier indignidad, ir a cualquier lugar, hacer cualquier trabajo y
llevar cualquier cruz. Incluso estoy dispuesto a dar mi vida, si eso
asegurará que la nación y el mundo sobrevivan y hagan la voluntad
de Dios.
Hoy
no guardo rencor en contra de nadie. Jesucristo mostró la tradición
del perdón cuando oró en la cruz por aquellos que lo habían
crucificado. Yo estoy sosteniendo esa tradición. He perdonado hace
tiempo a mis acusadores. No siento ninguna hostilidad hacia el
gobierno de los Estados Unidos.
En
lugar de eso rezo por esta nación. Le agradezco a Dios que me esté
usando como Su instrumento para guiar la lucha por la libertad de
cultos y encender el despertar espiritual de América en esta hora
más crucial de la historia humana.
Sr.
Presidente, una vez más, gracias por esta oportunidad. Me gustaría
concluir diciendo: Dios Bendiga a América.
Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario