NEW AGE
FRONTIERS
NL 8
1 5 - 2 -63
Young Oon Kim
DIOS
ES NUESTRO PADRE
Hay once religiones
históricas en el mundo. Estas religiones transmiten diversas ideas
sobre Dios. Dos religiones niegan la existencia de un ser divino.
Otras son religiones que tienen varios dioses. Cuatro religiones
reconocen sólo a un Dios.
Al principio, el jainismo y
el budismo negaron la fe en un ser más alto. En el transcurso del
tiempo, empero, los fundadores de ambos sistemas fueron adorados.
En la filosofía de Confucio
se enseña la fe en un ser más alto, designado en forma personal
como "sumo soberano" o impersonalmente como "cielo".
Confucio usó estas palabras sólo cuatro veces en sus escrituras
para referirse al dominio o el orden del mundo. La doctrina general
de Confucio recomienda a la gente ordinaria adorar muchos seres
espirituales, a saber, desde espíritus de la naturaleza hasta las
almas de los antepasados.
En la doctrina de Zoroastro
destaca una potencia cósmica muy venerable: Ahura Mazda (Ormuz).
Pero este ser no es todopoderoso a causa de la existencia eterna de
una fuerza contraria, a saber Angra Mainyu (Ahriman), el espíritu
malo. Por consiguiente, en la religión de Zoroastro se enseña el
dualismo, es decir la doctrina que expone que el universo se halla
bajo la dominación de dos principios opuestos, el del bien y el del
mal. Además reconoce la doctrina de Zoroastro a muchos espíritus
que están en un nivel más bajo que Ahura Mazda pero, a pesar de
todo, merecen una adoración.
El hinduismo enseña la fe en
un ser divino omnipresente que se llama Brahma. Filosóficamente,
Brahma es considerado como el ser absoluto, infinito, eterno,
omnipresente, impersonal, indescriptible y neutro. Puede también ser
descrito como espíritu (Atman), un alma mundial con la cual todas
las almas humanas van a fundirse.
La idea central del taoísmo
es el "Tao", es decir el camino o la calle. Del concepto
original de "Camino" se han desarrollado por lo menos tres
significaciones distintas:
1) el orden mundial moral y
físico,
2) el camino de
entendimiento, verdad y principio, y
3) el camino de la perfecta
virtud o el verdadero camino de la vida que es reconocido y también
observado por el cielo.
En su significación técnica
más alta, "Tao" determina "lo absoluto" de la
filosofía, o "el ser más alto" de la religión.
En el hinduismo y el taoísmo
se cree en un ser más alto, impersonal, cósmico que se llama
respectivamente Brahma o Tao, sobre el cual se pone uno a meditar
pero que no es adorado propiamente. En ambas religiones existe la
idea de varios dioses que son adorados.
El monoteísmo, es decir la
creencia de todos los adeptos en sólo una fuerza cósmica más alta
y digna de adoración, lo encontramos solamente en cuatro religiones:
en el sikismo, el Islam, el judaísmo y el cristianismo.
El ser más alto del sikismo
tiene varios nombres. Ala, Kuda (el Hermoso), Brahma, Señor más
alto, El Amable o El Maestro. El nombre general para Dios en el
sikismo, empero, es "Sat Nam" (Verdadero Nombre). Este
nombre está aplicado en el misticismo como una fórmula eficaz. Dios
es absoluto e insondable. ''Hay sólo un Dios con el nombre "El
Verdadero", Creador, sin miedo y enemistad, inmortal, sin
nacimiento, que vive por sí mismo, grande y generoso. Esta doctrina
puede provenir del Corán o de las escrituras del hinduismo.
El punto primero y más
importante del Islam es la fe en sólo un Dios, el Creador
todopoderoso y benéfico, que es también completamente aceptado por
los judíos y los cristianos. Alá está alabado frecuentemente como
clemente y lleno de perdón para con los hombres que se colocan bajo
su dominio. Otros nombres mencionados en el Corán son: El Unico, El
Poderoso, El Rey, El Vengador, El Homicida, El Sostén, El Señor, El
Misericordioso. "Islam" significa sumisión a Dios.
"Moslem" es el nombre de los que se someten.
El judaísmo desarrolló el
verdadero concepto monoteístico de un Dios del mundo entero. El es
justo, santo, amante, un soberano razonable y el Redentor del mundo.
Pero los judíos no vivieron de acuerdo con las ideas más altas de
su religión. Su atención religiosa se dirigió ante todo a las
costumbres exteriores. Su insistencia en las ceremonias sirvió tal
vez como una especie de protección para el valioso núcleo de su
religión hasta el tiempo de Jesús. Sin embargo, su monoteísmo
ético hizo de los judíos los mejores maestros de su tiempo en el
mundo respecto a la ética y la religión. Ellos prepararon el camino
para el cristianismo.
Aunque estas cuatro
religiones coinciden en la enseñanza del único Dios, el
cristianismo es único con respecto al carácter moral de Dios. Ni el
judaísmo ni el Islam presentan a un Dios abnegado en su carácter,
deseoso de la redención del mundo, y que ha sido representado en la
historia humana a través de un hombre con el mismo carácter moral.
La enseñanza cristiana del monoteísmo tiene la substancia de la
moralidad más alta: un Padre celestial, santo, amante, que busca
activamente el bienestar, la obediencia, la colaboración, la dicha,
el amor y la adoración de todo el mundo.
Dios ha cuidado de tener
religiones en todas las partes del mundo con el fin de que la
humanidad le reconozca y abandone lo malo que El repugna. De este
modo Dios ha proporcionado a la humanidad Su gracia y Su luz, y ha
alcanzado un nivel más alto para la vida espiritual de los hombres
durante la historia.
En el mundo espiritual
existen leyes de la gravitación o de la atracción. Si un
pensamiento es enviado enérgica e intensivamente de la manera
correcta, entonces llega indudablemente al destinatario. Cuando el
corazón o el amor de un hombre está correctamente dirigido, y con
energía e intensidad, entonces atrae seguramente el objetivo en
cuestión. Si se trata de más de un objeto, o en el caso de algo
abstracto o indistinto, entonces es imposible enviar nuestros
pensamientos intensivamente. De la misma manera, no se puede amar a
objetos diversos con fe y confianza indivisas. Por eso, es lógico
decir que la religión monoteísta es superior al politeísmo.
La religión traída por
Jesús no sólo era monoteísta, sino que el concepto de él sobre el
ser más alto también era personal e íntimo. Para un hijo, la
persona más próxima es el propio padre, con el cual el hijo es
consanguíneo. La relación entre padre e hijo es superior a la
lógica y a la ley y se halla en la esfera del amor. En el
sentimiento oriental, ello es una esfera de escalofríos espirituales
y físicos, con una sensación arrolladora de la gratitud y del amor,
de apreciación y veneración. La expresión de este sentimiento en
hechos se llama "piedad filial", y es considerada en los
países orientales como la virtud más laudable. E1 padre siente que
su hijo es carne y sangre suyas. E1 hijo siente aprecio, veneración,
gratitud y amor hacia su padre.
Jesús de Nazaret se esforzó
a enseñar que el Creador es nuestro Padre que se halla tan cerca y
es tan personal que cuenta incluso nuestros cabellos, que se aflige
por su hijo pródigo y le anhela, que busca el cordero perdido y
deja los demás 99 en el desierto, que da la comida a los pájaros en
el aire y viste la hierba del campo, y, cosa más importante, que
sabe lo que necesitamos y que nos aprovisiona de todas las cosas.
El Padre del cielo nos ha
creado según Su imagen para darnos todo Su amor y recibir en cambio
nuestra correspondencia. E1 es el sujeto y nosotros somos el objeto.
Por consiguiente, tenemos en nuestro corazón añoranzas profundas de
Su amor, así como en nuestra individualidad espiritual aspiraciones
continuas a recibir Su sabiduría. Estas añoranzas y aspiraciones
que existen en la imagen del Padre (en el hombre) existen igualmente
en el corazón del Padre. Por eso, es posible un intercambio completo
de amor - dar y tomar. Sólo a través de esta acción pueden ser
realizados los deseos del Padre y de los hijos.
Aunque Jesús había enseñado
que Dios es nuestro Padre, no se halló en el caso de realizar este
concepto. Como consecuencia, las enseñanzas de Jesús quedaron en la
Biblia en forma de letras. No están grabadas todavía en los
corazones humanos, y Jesús no ha podido establecer un mundo nuevo de
acuerdo con sus enseñanzas.
La revelación de Dios
progresó durante la historia mediante varias manifestaciones de Su
sabiduría divina a través de distintas religiones mundiales. Su
personalidad infinita e invisible se ha vuelto siempre más clara, y,
ciertamente, a consecuencia del crecimiento de la vida espiritual de
los hombres y sus conceptos mediante revelaciones sucesivas.
Las cualidades de Dios han
sido manifestadas casi perfectamente por las enseñanzas de Jesús, y
Dios fue revelado como Padre amante que exige de los hombres, Sus
hijos, el amor más grande. La superioridad de las enseñanzas de
Jesús como religión se basa en este hecho. Por eso, la humanidad
está en deuda con Jesús por su importante descubrimiento para la
vida espiritual del hombre.
A través de la última
dispensa, las enseñanzas de Jesús no sólo serán realizadas en la
esfera espiritual sino también completamente en la física. La
dispensa divina en la nueva era significa el restablecimiento del
corazón humano, que entonces estará puesto en una unión y armonía
enteras con el divino corazón del Padre celestial.
En el nuevo cielo y en la
nueva tierra, los hombres no seguirán adorando a un Dios abstracto,
indistinto y lejano, sino a un padre amante. Todo esto es solamente
posible por la fuerza del amor en la esfera del corazón.
La humanidad, por
consiguiente, se halla por primera vez en el caso de enterarse de los
misterios y secretos de Dios, cuyo corazón sangra por los pesares y
aflicciones de Sus hijos e hijas. Nunca mostramos nuestros pesares y
penas del alma a un desconocido o a una persona que está lejos de
nuestro corazón, sino que compartimos todos nuestros problemas
interiores con personas íntimas. Dios no pudo revelar Su corazón
sangrante a aquellos que Le temen desde lejos y sólo se dirigen a
Dios en sus oraciones pidiendo ayuda sin considerar Su voluntad y Su
corazón.
Los hombres sufrieron como
huérfanos que se habían alejado de su padre. Para una gran parte de
la humanidad suena extraño oír hablar de las aflicciones y el amor
del Padre de manera personal. Es algo sumamente triste y
lamentable que los huérfanos no tengan ninguna idea de lo que es el
amor verdadero, y de que aspecto tiene su Padre. Necesitamos un
tratamiento para nuestros corazones y sentidos dañados, para que
podamos percibir rápidamente el verdadero amor de nuestro Padre cuyo
corazón echa sangre por nosotros y puede ser curado solamente
mediante nuestro amor, que procede del corazón. Sequemos Sus
lágrimas a través de la realización de Su deseo más grande con
nuestra máxima lealtad y fidelidad. Colaboremos a llevar
rápidamente al Padre Sus propios hijos.
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