Demos gracias a
Dios
29 de mayo de
1977
Reverendo Sun Myung Moon
¿Por
qué podemos estar agradecidos a Dios? Primero, porque se nos ha dado el poder
de estar en interacción y armonía con el cosmos. El deseo universal del hombre de
estar en armonía con otros no es originalmente su propio concepto, sino el de
Dios. Nosotros estamos en la posición objetiva, y Dios es el sujeto y tiene una
mente más grande que la nuestra, una mente que está en interacción con
nuestras pequeñas mentes y que nos influencia para relacionarnos unos con
otros. Intuitivamente nosotros queremos hacer ciertas cosas y lograr ciertos
resultados.
Es común que la gente piense:
"Gracias a Dios", cuando recibe alguna bendición o favor.
Habitualmente la mayoría de la gente sólo piensa en las recompensas materiales
pero, ¿ se han sentido agradecidos por esa naturaleza interior dotada por Dios
que los motiva a buscar la felicidad en una meta y propósito? ¿Han
pensado en este regalo intangible de Dios? Hombres y mujeres quieren encontrar
la felicidad uniéndose unos a otros, pero a menudo sólo sienten gratitud por
este deseo después de haber conocido a sus parejas.
Tienen amplias razones para estar
agradecidos a Dios desde mucho antes de su matrimonio, porque tienen la
naturaleza hermosa que busca progresar y unirse en armonía con todo lo demás.
No posterguen su agradecimiento hasta su casamiento; esta naturaleza que hay en
sus corazones y que busca la interacción es razón suficiente para dar gracias.
¿Alguna vez han estado agradecidos por ella?
Los adolescentes un poco mayores giran
automáticamente sus cabezas cuando pasa un joven buen mozo o una joven bella;
algún poder lleva sus ojos en esa dirección. ¿Alguna vez se dieron cuenta de la
importancia de esa energía que se mueve dentro de ustedes? A cierta edad las
mujeres comienzan a sentir cierta admiración por los hombres y a
prestarles más atención. ¿Han estado alguna vez agradecidos por esa energía
instintiva? Ustedes actúan de esa manera porque es su naturaleza ir de acuerdo
con el ritmo y la dirección del universo.
A cierta edad las mujeres sienten el
deseo de ir hacia los hombres y los hombres sienten el deseo de ir hacia las
mujeres, respondiendo a la energía universal que les da un propósito más
elevado para estar juntos. Cuando ambas partes se mueven hacia el punto de
armonía y unidad amándose una a otra, se libera un nuevo poder para crear y
nace una nueva vida. Cumpliendo así su posición como representante de Dios, el
hombre puede elevarse a la posición de Señor de la Creación.
Al dar a luz a hijos, hombres y mujeres
ejercen su poder m s precioso, el de crear. El rol supremo de una mujer es
el de poder tener hijos. No es una cosa común; el poder y la energía del
universo se enfocan en el cuerpo de ustedes para producir el suceso más grande
de sus vidas. Cuando conciben a sus hijos deben darse cuenta de que el universo
se está moviendo en sus vientres y haciendo una nueva vida. Al prepararse
para sus hijos pensarán verticalmente alto y horizontalmente ancho, conectando
al universo con la visión y sueño que tengan para el futuro. La mayoría de
ustedes no ha tenido esta experiencia, pero ya llegar su tiempo. Su edad
es la edad de los sueños.
Hombres y mujeres se unen a través de la
energía universal y, al tener lujos, sus sueños se hacen realidad. Cuando
hombres y mujeres están unidos en su ideal, su amor puede hacerse más profundo
y amplio a través de sus hijos. El amor de los jóvenes antes del matrimonio
está dirigido horizontalmente, pero cuando tienen hijos su amor se
hace más profundo para convertirse también en vertical, uniendo así a padres e
hijos.
Es el poder del amor lo que une a las
personas tanto horizontal como verticalmente. Un fenómeno alarmante en América
es el creciente índice de divorcios. Sin embargo, aún los padres que quieren
divorciarse pelean por la custodia de sus hijos. ¿Por qué no los abandonan
sencillamente? El amor horizontal puede romperse y terminar, pero la línea
vertical de amor es insubstituible y los padres no quieren perderla. Nadie
quiere separarse de Dios y, a través de su amor vertical con sus hijos, los
padres, consciente o inconscientemente, quieren mantenerse al alcance de Dios.
Dos esposos pueden llegar a despreciarse
y decidir separarse, pero ningún padre puede odiar a su hijo y querer terminar
la relación para siempre. La esposa puede convertirse en una mala mujer y el
esposo en un mal hombre, pero ninguno querrá maldecir a su propio hijo. ¿Por
qué la gente es así?
Hay una relación vertical entre el cielo
y la tierra y, en última instancia, nadie puede separarse de Dios. Todos,
consciente o inconscientemente, reconocen este anhelo vertical y quieren
asegurar el amor de Dios para sí mismos.
Muchas personas niegan el pasado y el
futuro, y desean vivir sólo por el placer carnal del presente. Sin embargo, si realmente moran en el amor eterno, su amor
tendrá el poder de armonizar el pasado, el presente y el futuro. En el
amor verdadero no existe el vivir sólo en el presente. No puede hablarse de
amor sólo en el momento. No existen dos esposos que puedan disfrutar de la vida
mientras sus hijos lloran, o hijos que están felices cuando sus padres sufren.
Los esposos de una familia destruida se aferrar n a su conexión vertical
con sus hijos porque saben que al final esa relación les dar vida o
salvación. La naturaleza interna del hombre le dice que tiene una esperanza de
salvación aferrándose al amor vertical que hay entre Dios, padres e
hijos.
¿Las mujeres están agradecidas porque al
llegar a cierta edad sus cuerpos se desarrollan para permitirles tener hijos?
Esa es la expresión del poder de Dios. Si están realmente agradecidas a Dios
porque les ha regalado sus cuerpos como Su templo, nunca vivirán la tragedia
del divorcio. ¿Para quién cambian sus cuerpos? Fundamentalmente ese
cambio ocurre para que puedan dar a luz a sus hijos. La estructura de sus
cuerpos cambia en dos áreas principales. Dios les dio caderas más grandes que a
los hombres para que puedan tener hijos, y pechos para que puedan alimentarlos.
¿Dios les dio esas características para ustedes mismas? Son para el propósito
último de la creación de sus hijos. Los regalos reales de Dios son sus hijos,
que son más importantes que sus cuerpos. ¿Cuántas mujeres piensan de esta
manera?
Sus padres son sus padres, punto. Es imposible
que alguien más se convierta en su padre. Aunque sus padres se divorcien y
ustedes se dirijan a su padrastro o madrastra como padre o madre, saben que no
son hijos de ellos, y su corazón está en otro lugar. ¿Hay alguien que
acepte con gozo a sus padrastros como padres reales? Una de mis propias hijas,
In Jin, nos contó de una compañera de colegio cuya madre se volvió a casar hace
poco. La chica dijo: "Nunca quiero decirle padre. Prefiero llamarlo sólo
por su nombre".
El amor vertical entre padres e hijos
está más cerca del amor de Dios. Quiero que se den cuenta de que tienen esta
misión y propósito. Es por esto que Dios les dio la belleza de ciertas
características, como las caderas y los pechos. Ellas ni siquiera son para sus
esposos y su mal uso por simple deseo carnal es completamente errado. Si
ustedes no se preocupan por su propio hijo y su futuro sino que sólo viven por
sus deseos carnales, creo que Dios no querría que tuvieran pechos, porque no
los merecerían. Entonces sí podrían tener el derecho de ignorar a sus bebés. Si
usan su amor sólo para aprovecharse de alguien y satisfacerse a ustedes mismas,
están en realidad violando la ley universal. La gente divorciada que escucha
estas cosas podría sentirse incómoda, pero debo decir la verdad.
Después de divorciarse, muchos hombres
se niegan a casarse otra vez, murmurando: "Sólo me voy a meter en líos
otra vez. Estoy cansado de eso. Basta ya". En América hay muchas mujeres
que sólo se han casado con un hombre para conseguir su dinero; la ley está
hecha de forma tal que favorece a las mujeres, y ellas pueden hacerse muy ricas
al divorciarse.
Todo lo que tienen, incluyendo sus
propios cuerpos, no es para ustedes mismos. Incluso su amor no es de ustedes
sino del universo. Cuando tienen una mente universal para abrazar un propósito
universal y abrazar a Dios, a medida que se convierten en adolescentes mayores
y se hacen más sensibles en relación a lo que los rodea, se ponen más
sentimentales y emocionales en su reacción hacia el universo. ¿Por qué están
hechos de esa manera? Es una señal de que están madurando en amor. Dios les dio
cierta sensibilidad que les permite relacionarse con el mundo con amor.
La fuente más grande de orgullo en el
universo para un hombre debería ser su esposa, y la de una mujer, su esposo.
Cuando están creciendo y alcanzando la madurez, ustedes no aprecian el amor
sacrificado de sus padres. Cuando chicos, ninguno de nosotros apreció realmente
el amor de nuestros padres. Hyo Jin, por ejemplo, está interesado en
tantas cosas que a veces no valora realmente nuestro tierno amor por él. Sin
embargo, está mostrando signos de madurez. A veces lo veo parado frente
al espejo sólo estudiando su cara. Es una ley natural que él quiera ser buen
mozo
y llamar la atención de las chicas.
Un hombre debe estar orgulloso de su
esposa por la eternidad, y una mujer debe estar orgullosa de su esposo. Ninguna
otra cosa importa en el universo excepto el amor; al final las cosas como
el conocimiento o el dinero no tiene importancia. Cuando tienen a alguien de
quien realmente pueden sentirse orgullosos y a quien pueden amar con toda
su energía, son personas felices.
Aunque la pobreza los golpee y no tengan
que comer ni más que un vaso de agua para beber, puede ser que uno en su
pareja, si lo entiende, se sienta orgulloso el uno del otro. Quizás deban
dormir bajo las estrellas por las noches, pero si tienen comprensión y orgullo
el uno por el otro, vivirán felices. Si le preguntaran a Dios qué es lo que más
lo enorgullece en el universo, El contestaría: "Lo que más orgullo me da
son los hombres y mujeres que están totalmente enamorados y completamente
orgullosos el uno del otro. Su amor es la cosa más hermosa de
contemplar". El amor es lo que puede hacer reír a todos, aún a todo el
universo.
Cada uno de ustedes está
trabajando por el día en que estarán orgullosos de su esposo o esposa y querrán
gritar al universo su alegría. El amor crea unidad horizontal y vertical.
Pueden conquistar y ocupar todo. Aún Dios estar indefenso frente al amor
de ustedes.
Cuando miran a la naturaleza deberían
darse cuenta de que todo es un regalo de Dios que pueden usar para expresar su
amor hacia su pareja. Dios ya sabía que ustedes querrían expresar su amor en la
forma de un regalo, por eso les proporcionó al universo entero como regalo. No
hay nada en el universo que no está en relación con ustedes. Cuando están
orgullosos de su cónyuge, todo el universo se convierte en el regalo como la
expresión tangible de su amor. Es por eso que existe este universo.
¿Alguna vez han estado agradecidos
porque pueden amarse unos a otros como una expresión de Dios y del universo?
Dos esposos juntos representan a todo el universo. Cuando una esposa entra al
lugar en el que está su esposo, no lo hace meramente como una esposa o como
una persona, sino como representante de todo el universo. La gente del mundo
nunca piensa realmente de esta manera.
Si un hombre y una mujer se dedican al
propósito universal y se reconoce a ellos mismos como seres universales, ¿qué
clase de hijos tendrán? Después de estar orgullosos el uno del otro, hombres y
mujeres pueden estar orgullosos de sus hijos. Tan pronto como tengan una
familia, su foco cambiar de estar orgullosos el uno del otro a estar
ambos orgullosos de sus hijos.
Dar su propio testimonio o escuchar el
testimonio de alguien acerca de qué maravilloso es su cónyuge siempre es
inspirador y todos quedan flotando en las nubes; nunca falla. Luego su orgullo
se centra en sus hijos. Tenemos que ser conscientes de esta básica naturaleza
humana cuando tratamos con padres: lo mejor para ganar la fe y la buena
voluntad de un padre es alabar a sus hijos. Aunque los padres sepan que sus
halagos son exagerados, sonreirán de oreja a oreja.
Después de estar orgullosos el uno del
otro y de sus hijos, hombres y mujeres están orgullosos de sus propios padres.
Después de tener a sus propios hijos, ustedes se dar n cuenta de pronto
del valor de sus propios padres y estar n orgullosos de ellos. No es
suficiente pensar que aman a sus padres; cuando tengan sus propios hijos
comenzarán verdaderamente a entender y apreciar a sus padres.
Por esto Dios hizo la vida del hombre
centrada en la familia. Dios sabía que por mucho que pensáramos que lo amábamos
y apreciábamos a El, nunca podríamos amarlo realmente hasta tener nuestros
propios hijos. Sólo creciendo primero como hijos, amando luego como esposos y
dando a luz a nuestros propios hijos podemos apreciar plenamente a Dios como
nuestro padre.
¿Piensan que Dios, como el padre
verdadero, se siente mal porque el cumplimiento de la posición de padres viene
en tercer lugar, realizándose primero la de esposos y luego la de hijo? A Dios
no le importa no ser completamente entendido hasta que el hombre alcance el
nivel de perfección. Dios no quiere convenir en aceptar cualquier cosa inmadura
o incompleta. El quiere que crezcamos atravesando las etapas de formación y
crecimiento y que luego vayamos delante de él como personalidades maduras.
Desde este punto de vista, por más que dos esposos estuvieran enamorados
durante mucho tiempo, aún estarían inmaduros e incompletos al no tener
hijos.
Después de recibir amor como hijos y de
experimentar el amor conyugal, llegarán finalmente a darse cuenta de que el
amor más completo, sacrificado y fundamental es el amor de padre. En una vida
ideal todos gozarán y experimentarán completamente estos tres amores.
Como la perfección del amor se encarna
en el amor paternal, los mayores deberían ser el centro del hogar. Si los
abuelos vivieran allí deberían ser el centro porque son los padres de los
padres. Ellos son los anfitriones del hogar y, cuando mueren, los padres de
ustedes se convierten en el centro.
¿Por qué los mayores deben ser las
personas centrales del universo? ¿Quién es la persona mayor del universo? Dios
es el mayor, y dado que El es el centro de todo, debemos seguir esa tradición.
Según este entendimiento, ¿qué tradición o cultura es la m s cercana a la
cultura universal centrada en Dios? ¿Ustedes, los americanos, se sienten bien
cuando escuchan que la cultura oriental está más cerca? Yo no he venido a
América a exportar cultura oriental. No es esa mi preocupación. Hay mucho que
apreciar en la cultura americana. Sin embargo, al hablar de la tradición y la
cultura de Dios, no es tradición oriental ni occidental lo que estoy enseñando,
sino la cultura de Dios.
Es triste ver hoy a la sociedad
americana con su cruel falta de consideración hacia los ancianos. Hace unos
días veía una gran cantidad de jubilados en el Central Park, todos sentados
inútilmente, mirando pasar los autos o con la mirada fija en los árboles.
Le pregunté‚ a uno de ellos: "¿Usted es feliz? ¿Dónde vive?". Me
contestó que vivía en un hogar de ancianos y era muy infeliz. Cuando le
pregunté‚ qué lo haría feliz me dijo que querría vivir y jugar con sus hijos y
nietos, pero que ellos no vivían en Nueva York.
¿A cuántos americanos les preocupan los
ancianos? Cuando los hijos llegan a cierta edad declaran: "Ahora soy
libre. Adiós. Es mi vida". Sin embargo, no sólo los ancianos son ignorados
en América. A menudo los padres están tan ocupados con algo que no tienen
tiempo para sus hijos o no les prestan ninguna atención. Estos hijos están
librados a su propia suerte y se sienten solos y abandonados.
Sin embargo, en la Iglesia de
Unificación vamos a cambiar todo eso. Mi preocupación es como traer cultura
celestial a la forma de vida americana. No estoy hablando sólo en
representación de los ancianos, sino en representación de los tres niveles:
padres, esposos e hijos. Toda la cultura americana necesita elevar su
perspectiva. Externamente esta nación ya ha logrado mucho y ha hecho tremendas
contribuciones al mundo; una vez que esta forma de vida se convierta en una
parte integral de la cultura americana, este país podrá ser como el
cielo.
¡Hay tantas cosas por las que dar
gracias a Dios! Estemos agradecidos por ser hombres y mujeres y por ser esposos
y esposas y por la bendición de tener hijos. Estemos agradecidos de ser
instrumentos de la energía creativa del universo. Si tenemos corazones
realmente agradecidos, ¿Dios va a ser infeliz al mirarnos? Cuando están
agradecidos por ser lo que son, el universo y toda la naturaleza les
responder n con felicidad.
En un sentido, nosotros somos los
directores del museo de Dios, el universo. Los hombres han construido grandes
museos, como el Archivo Nacional o el Museo de Historia Natural, pero éstos son
realmente triviales comparados con el Museo de Dios. Todos los museos del mundo
unidos no se pueden comparar con el misterio y la belleza de una hoja viva.
Dios creó un museo vivo, en crecimiento, no uno estático que se llena de polvo.
Si nosotros podemos crear en nuestras propias vidas la belleza del amor de
Dios, entonces nuestro museo ser verdaderamente hermoso.
Cuando recorro un museo veo mucha gente
que realmente pondera las cosas que hay y las aprecia, pero a menudo me
pregunto cuánta gente puede prestarle más atención a esas piedras que están
juntando polvo que al museo de Dios, que tiene tanta belleza y misterio. Si van
al río y levantan un solo grano de arena, ¿pueden decir cuántos años tiene o
cuál ha sido su trayectoria personal? Hay mucho misterio en un grano de arena;
nadie entiende la historia escondida de Dios que éste contiene.
Ustedes pueden decirle a Dios: "Soy
una pieza de Tu museo. Soy un microcosmos de todo el universo y estoy aquí como
una persona universal. ¿Estás orgulloso de mí?". Seguramente Dios dirá:
"Claro que sí. Y te envidio en cierto sentido. Yo soy invisible, pero tú
eres físico, y puedes mirarte a ti mismo como un ser universal. Esa es
exactamente la razón por la cual te creé‚".
¿De dónde vienen sus vidas? Sus propios
padres se "invirtieron" en ustedes, y también la naturaleza les dio
el alimento para hacer su carne, sangre y huesos. Si tuvieran que
devolverles a todos aquellos con quienes están endeudados, no les quedaría
nada. Además, también están endeudados con Dios, quien les dio originalmente la
vida. ¿Qué les queda, entonces? Dios, sus padres y la naturaleza invirtieron en
ustedes, y por lo tanto ustedes están sumergidos en deudas.
Lo importante es, ¿han estado
agradecidos por esa inversión? Una persona endeudada no puede dejar de sentir
gratitud. Dios, sus padres y la naturaleza les dirán: "No tienes que
devolver nada. Guárdalo para ti". ¿Qué maravilloso regalo es su vida! Es
razón suficiente para estar agradecidos mientras vivan. ¿Alguna vez han pensado
en esto?
Jesús contó una historia paralela a
ésta, acerca de un hombre cruel a quien se le había perdonado una deuda que no
podía pagar, pero que después mandó a la cárcel a alguien que estaba endeudado
con él. Su amo le hablé muy enojado porque fue tan cruel después de haber sido
tratado con misericordia. No tenemos nada que sea nuestro; Dios nos dio la vida
incondicionalmente, sin pedir que se firmara ningún contrato, sin intereses,
sin pedir que se le devuelva en cierta cantidad de años. La única forma en que
podemos devolverle o mostrarle nuestra gratitud es dando a otros.
Podemos decir que tenemos padres en tres
niveles: la naturaleza, nuestros padres físicos y Dios. Estamos en la posición
de estar agradecidos por todos estos padres y, como todo lo que tenemos en
realidad no nos pertenece, debemos estar dispuestos a darlo en cualquier
momento diciendo: "Naturaleza, esto es tuyo; padres, esto es de ustedes;
Dios, esto te pertenece".
En lugar de estar agradecida por todos
los regalos universales que Dios ha dado, la gente muchas veces es impaciente y
maldice a la naturaleza y al trabajo de Dios cuando algo interfiere en sus
deseos. Quejándonos acerca de la creación no sólo ofendemos a Dios, sino
también a todos esos grandes regalos. Primero de todo debemos dar gracias a
Dios; ese es el punto de partida de nuestras vidas. Luego podemos hablar de dar
gracias a nuestro propio cónyuge, hijos y padres. Sin Dios no podríamos existir
ni siquiera por un segundo. Este mundo está carente de agradecimiento a
Dios. Una vez que ensanchen su vida de agradecimiento a Dios, descubrirán que
pueden desarrollar una relación más amorosa con El.
Cuando viven agradecidos aquí en la
tierra pueden ir con amor a la Morada de Dios y vivir ahí en amor infinito por
la eternidad. Cuando se entrenen para vivir con gratitud, el universo los ayuda
a crecer hasta convertirlos en personalidades íntegras de amor para que
finalmente alcancen el nivel de la gloria de Dios. Este es el sueño de Dios.
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