domingo, 20 de noviembre de 2016

El Período de Esclavitud en Egipto y el Período de Persecución Bajo el imperio Romano - El Principio Divino


SECCION I

El Período de Esclavitud en Egipto y el Período de Persecución Bajo el imperio Romano

El período de 400 años desde Noé hasta Abraham fue invadido por Satanás a causa del fallo de Abraham en la ofrenda. Por lo tanto, durante el período de esclavitud en Egipto, para restaurar por indemnización este período de 400 años, la descendencia de Jacob fue miserablemente perseguida por los egipcios durante los 400 años desde que él y las setenta personas de su familia, centradas en sus doce hijos, entraron en Egipto. El período de la persecución bajo el Imperio Romano fue para restaurar este período por indemnización. Los doce apóstoles, los setenta discípulos y los cristianos, centrados en Jesús, tuvieron que sufrir una miserable persecución bajo el Imperio Romano durante 400 años con el fin de restaurar por indemnización el período de 400 años de preparación para la llegada del Mesías que había sido invadido por Satanás a causa de la crucifixión.
En el período de esclavitud en Egipto, el «Primer Israel», la nación escogida, se separó de Satanás, que los invadió a causa del fallo de Abraham en la ofrenda, mediante la circuncisión (Ex. 4:25), la ofrenda de sacrificios (Ex. 5:3) y guardando el Sábado (Ex. 16:23). Por consiguiente, durante el período de persecución por el Imperio Romano, el Segundo Israel, la nación escogida, tenía que separarse de Satanás cumpliendo con los Sacramentos de la Santa Comunión y el Bautismo, ofreciendo a los santos como sacrificios vivientes y guardando el Sábado.
Una vez que el período de 400 años de esclavitud en Egipto terminó, Moisés subyugó a Satanás mediante el poder de los tres grandes milagros y las diez plagas, y puso rumbo a la tierra de Canaán conduciendo fuera de Egipto al Primer Israel, la nación escogida. Del mismo modo, en el período de persecución bajo el Imperio Romano, después que terminaron los 400 años de persecución del Segundo Israel, Jesús influenció espiritualmente al emperador Constantino y lo indujo a reconocer públicamente al Cristianismo en el año 313, y finalmente hizo que Teodosio I declarase al Cristianismo como la religión nacional.
De este modo, los cristianos llegaron a estar restaurados espiritualmente en Canaán, fuera del mundo satánico. En la Era del Antiguo Testamento, en la cual Dios había realizado Su providencia por medio de condiciones externas de indemnización, según la ley, Dios subyugó al Faraón dándole a Moisés el poder de hacer milagros y señales. Pero ya que la Era del Nuevo Testamento es el período en el cual Dios realizó Su providencia con condiciones internas de indemnización, según la Palabra, Dios obró entonces por medio de la reforma espiritual.
Una vez terminado el período de esclavitud en Egipto, Moisés estableció el centro del Antiguo Testamento recibiendo los Diez Mandamientos y las palabras en el monte Sinaí. El Primer Israel, la nación escogida, llegó a establecer la voluntad para recibir al Mesías, recibiendo las tablas de piedra, el tabernáculo y el arca de la alianza. Del mismo modo, después del período de persecución bajo el Imperio Romano, el Segundo Israel, la nación escogida, canonizó el Nuevo Testamento reuniendo los relatos y las palabras de los apóstoles para cumplir espiritualmente los Diez Mandamientos y el ideal del templo de la Era del Antiguo Testamento. Así ampliaron el fundamento para recibir al Señor de la Segunda Llegada estableciendo iglesias centradas en las palabras. En el período que siguió a la llegada de Jesús, éste y el Espíritu Santo han estado guiando a los cristianos directamente, por lo tanto Dios no tuvo que establecer a ninguna otra persona como figura central de toda la providencia, que sustituyese a Dios, como lo había hecho en el período anterior de la providencia.

SECCION II

El Período de los Jueces y el Período de las Iglesias Cristianas bajo el Sistema Patriarcal

El período de los Jueces es el período de 400 años en el que los quince jueces, incluyendo a los doce que comienzan con Daniel y los tres siguientes (Sansón, Elí y Samuel), estuvieron guiando a los israelitas. Estos jueces cumplían múltiples funciones como profeta, sumo sacerdote y rey, que fueron compartidas por varios individuos en el siguiente período. Por consiguiente, la sociedad feudal del Judaísmo comenzó en aquel tiempo. En el período de las iglesias cristianas bajo el Sistema Patriarcal de la Era del Nuevo Testamento, los patriarcas tenían deberes correspondientes a los de los jueces, con respecto a la dirección de los cristianos.
En el período anterior a Jesús, los jueces estaban estableciendo el fundamento para recibir al Mesías, espiritual y físicamente, centrados en el Primer Israel. Por ello, la política, economía y religión de aquel tiempo estaban bajo la dirección de un solo líder. Sin embargo, en el curso después de Jesús, construían el reino espiritual centrados en Jesús, el Rey de Reyes espiritual, sobre el fundamento espiritual para recibir al Mesías ya establecido. Por lo tanto, el mundo o la sociedad cristiana como «Segundo Israel» es un reino espiritual sin tierra, cuyo rey era Jesús resucitado.
Ya que los patriarcas tenían la misma misión que los jueces en la construcción del reino espiritual, tenían que hacer las veces de profetas o de sumos sacerdotes o de reyes gobernando la feligresía. Como resultado, comenzó por este tiempo la sociedad feudal cristiana.
En el período de los jueces, después que los israelitas conducidos por Josué y Caleb entraron en el país bendecido de Canaán, formaron una nueva nación de los elegidos de Dios, centrados en los jueces, en la nueva tierra asignada a cada tribu. Así establecieron el fundamento de la sociedad feudal israelita. Del mismo modo, en el período de las iglesias cristianas bajo el Sistema Patriarcal, el Cristianismo, después de su liberación del Imperio Romano (el mundo satánico), extendió el evangelio a las tribus germánicas, que se habían trasladado a Europa Occidental por causa de la invasión de los Hunos en el siglo IV. Al establecer al pueblo germánico como el nuevo pueblo de los elegidos de Dios en la nueva tierra de Europa Occidental, se estableció el fundamento de la sociedad feudal cristiana.
Ya hemos visto en detalle, en la sección sobre la providencia de la restauración centrada en Moisés, que el pueblo de Israel, en el curso de la restauración de Canaán, estableció el tabernáculo como el símbolo del Mesías y al mismo tiempo, como el objeto condicional que sustituía a Abel para establecer el fundamento de substancia. Por lo tanto, la nación israelita en el período de los Jueces debería haber exaltado la voluntad del tabernáculo bajo el gobierno de los jueces. Pero al vivir entre las siete tribus de Canaán sin destruirlas, los israelitas llegaron a adorar sus ídolos y seguir sus malas costumbres, originando así un gran caos en su fe.
Del mismo modo, en el período de las iglesias cristianas bajo el Sistema Patriarcal, los cristianos deberían haber exaltado la voluntad de la iglesia como la entidad imagen del Mesías, y deberían haberla exaltado al mismo tiempo como el objeto condicional que sustituía a Abel, bajo la dirección de los patriarcas. Pero debido en parte a la influencia de las muchas religiones paganas del pueblo germánico, se originó una gran confusión en su fe.

SECCION III

El Período del Reino Unido y el Período del Reino Cristiano

Al entrar en el período del Reino Unido terminó el período en el cual los jueces conducían al Primer Israel. Los profetas, bajo el mandato directo de Dios, los sumos sacerdotes sirviendo al tabernáculo y al templo y el rey que gobernaba al pueblo estaban en una posición triangular, teniendo que cumplir cada uno con su misión directiva, centrados en el propósito de la providencia de la restauración. Por ello, en el período del Reino Cristiano, que restauró el período del Reino Unido por indemnización como la identidad de tiempo substancial, terminó el período de la dirección de los patriarcas en el Segundo Israel; los monasterios, correspondiéndose a los profetas, los papas, correspondiéndose a los sumos sacerdotes, y los reyes, gobernando al pueblo, tenían que conducir al Segundo Israel centrados en el propósito de la providencia de la restauración. El Cristianismo en aquel tiempo estaba dividido en las cinco grandes iglesias de Jerusalén, Antioquía, Alejandría, Constantinopla y Roma. El patriarca de Roma, teniendo una posición superior, supervisaba a las demás iglesias y fue designado con el título especial de «papa».
En el período del Reino Unido, el «ideal del tabernáculo» de Moisés apareció como el «ideal del templo» centrado en el rey, estableciéndose así un reino. Este fue el curso imagen que mostraba que en el futuro Jesús vendría como el templo substancial y construiría un reino como Rey de Reyes (Is. 9:6). Del mismo modo, en el período del Reino Cristiano, «la Ciudad de Dios» escrito por San Agustín, que era su ideal cristiano al tiempo de la liberación de los cristianos del Imperio Romano, fue realizado en este tiempo por el emperador Carlomagno en la forma del Reino Cristiano que fue el Reino de los Francos. Este fue el curso imagen que mostraba que en el futuro Cristo vendría de nuevo como Rey de Reyes y construiría un reino. Por consiguiente, en este período, el rey y el papa deberían haber realizado el ideal cristiano en perfecta unidad centrados en la voluntad de Dios. De este modo, el reino espiritual sin territorio, establecido con el papa como centro y el reino substancial centrado en el rey, deberían haber llegado a ser uno, centrados en el ideal cristiano. Así, en aquel tiempo, la religión, la política y la economía se habrían unido, y el fundamento para recibir al Mesías de la Segunda Llegada se habría realizado entonces.
La figura central para restaurar el fundamento de fe en el período del Reino Unido era el rey, quien tenía que realizar la Palabra de Dios, dada por medio de los profetas. Los profetas y los sumos sacerdotes, en la posición de sustitutos de la Palabra de Dios, estarían en su época en la posición de Abel. Sin embargo, en el curso de la providencia de la restauración tenían que restaurar el mundo substancial en la posición del arcángel, que representaba al mundo espiritual. Por consiguiente, después de haber ordenado a un rey sobre el fundamento espiritual por ellos establecido, tenían que situarse en la posición de Caín ante él. Por esto, el rey debía regir a la nación conforme a las palabras de los profetas y estos debían obedecer al rey en la posición de súbditos suyos. Por lo tanto, la figura central para restaurar el fundamento de fe en este período era el rey.
En realidad, en el año 800 después de Abraham el profeta Samuel ungió a Saúl por mandato de Dios, haciéndole el primer rey del Primer Israel, la nación escogida de Dios (1 Sam. 8:19-22, 10:1-24). Si el rey Saúl, situándose sobre el fundamento de 400 años del período de los Jueces, hubiese cumplido sus 40 años de reinado de un modo aceptable por Dios, podría haberse colocado en la posición de haber restaurado por indemnización el período de 400 años de esclavitud en Egipto y el período de 40 años de Moisés en el palacio del Faraón, pudiendo así establecer el fundamento de fe basándose en el fundamento de 40 días de separación de Satanás. Por lo tanto, si Saúl hubiese construido el templo como la imagen del Mesías sobre este fundamento y lo hubiera exaltado, podría haberse situado en la posición de Moisés habiendo tenido éxito en la primera restauración nacional de Canaán, construyendo finalmente el templo y exaltándolo. Si el pueblo escogido de Israel hubiera obedecido absolutamente al rey, exaltando al templo sobre el fundamento de fe centrado en el rey Saúl, podría haber establecido el fundamento de substancia, realizando así el fundamento para recibir al Mesías. Sin embargo, el rey Saúl, al rebelarse contra el mandamiento de Dios dado por medio del profeta Samuel (1 Sam. 15:1-23), fracasó en la construcción del templo. El rey Saúl, que quedó así en la posición de Moisés habiendo fracasado en la primera restauración nacional de Canaán.
De este modo, la providencia de la restauración centrada en el rey Saúl fue prolongada, a través del período de 40 años del rey David, hasta el período de 40 años del rey Salomón. Así como la voluntad para Abraham había sido realizada en tiempos de Jacob, después de pasar por Isaac, la voluntad de la construcción del templo por el rey Saúl, que estaba también en la posición de Abraham, fue realizada en tiempos del rey Salomón después del reinado del rey David. No obstante, ya que el rey Salomón dejó la posición de Abel para la ofrenda substancial cayendo en la lujuria, el fundamento de substancia fue un fracaso. Por consiguiente, el fundamento para recibir al Mesías, que tenía que ser establecido en el período del Reino Unido, fue también un fracaso.
En el período del Reino Cristiano tenían que ser restauradas por indemnización todas las condiciones pertenecientes al período del Reino Unido, como la identidad de tiempo substancial. Por lo tanto, la figura central para restaurar por indemnización el fundamento de fe de este período era el rey, que tenía que realizar el ideal cristiano del monasterio y del papa. El papa estaba en la posición de sumo sacerdote, quien había exaltado la voluntad de los profetas en el período del Reino Unido. Por consiguiente, después de haber ordenado al rey sobre el fundamento espiritual por él establecido con el fin de que el rey realizase el ideal cristiano, el papa tenía que obedecer al rey en la posición de súbdito suyo, mientras que el rey tenía que regir al pueblo exaltando el ideal del papa. En realidad, con este propósito providencial, el Papa León III ordenó y coronó al emperador Carlomagno en el año 800 d. C., haciéndole así el primer rey del Segundo Israel.
El emperador Carlomagno, que estaba situado sobre el fundamento de los 400 años del período de las iglesias cristianas bajo el Sistema Patriarcal, que había restaurado por indemnización el período de 400 años de los jueces como la identidad de tiempo substancial, estaba ahora sobre el fundamento de 40 días de separación de Satanás al igual que el rey Saúl. Por consiguiente, el fundamento de fe de este período tenía que ser establecido cuando el emperador Carlomagno llevara a la práctica el ideal cristiano, exaltando las palabras de Cristo sobre este fundamento. En realidad, el emperador Carlomagno pudo establecer este fundamento al llegar a ser rey, ordenado por el papa. Por consiguiente, si el Segundo Israel de aquel tiempo hubiese confiado absolutamente en el rey y le hubiera obedecido, manteniéndose en esta actitud, el fundamento de substancia podría haber sido establecido entonces, y el fundamento para recibir al Mesías de la Segunda Llegada también podría haber sido realizado. Al cumplirse esto, el reino espiritual que fue establecido con el papa como centro y el reino substancial centrado en el rey podrían haberse unido sobre el fundamento espiritual para recibir al Mesías, y el Señor podría haber venido de nuevo sobre este fundamento, estableciendo así el reino del Mesías. No obstante, el rey abandonó la posición de Abel para ofrecer el sacrificio substancial, fallando en exaltar la voluntad de Dios, y el fundamento de substancia no fue establecido. Por consiguiente, el fundamento para recibir al Mesías de la Segunda Llegada también fue un fracaso.

SECCION IV

El Período de los Reinos Divididos del Norte y Sur y el Período de los Reinos Divididos del Este y Oeste

El período del Reino Unido comenzó con el rey Saúl y continuó con los reyes David y Salomón. Pero debido a que este último adoró a los dioses gentiles que sus esposas adoraban (1 Re. 11:4-9), el reino fue dividido después de tres generaciones en el Reino Norte de Israel, centrado en las diez tribus en la posición de Caín, y el Reino Sur de Judá, centrado en las dos tribus en la posición de Abel. Así comenzó el período de los Reinos Divididos del Norte y del Sur.
Del mismo modo, el Reino Cristiano, establecido por el emperador Carlomagno, también fue dividido en tres partes, Franconia del Este, Franconia del Oeste e Italia, en la tercera generación, debido a que sus tres nietos se pelearon entre sí. Sin embargo, ya que Italia estaba bajo el dominio de Franconia del Este, fue dividido realmente en Este y Oeste. Entretanto, Franconia del Este, prosperando mucho bajo el rey Otón I, fue designado como el Sacro Imperio Romano. El Imperio gobernaba Europa Occidental en el nombre del emperador Romano, tratando de asegurar ambos poderes, el político y el religioso. Así Franconia del Este estaba en la posición de Abel con respecto a Franconia del Oeste.
El Reino Norte de Israel, centrado en Jeroboam, exilado del reino de Salomón, tuvo 19 reyes en 260 años. Las familias reales, matándose las unas a las otras, cambiaron nueve veces y ningún rey fue justo. Por consiguiente, Dios destruyó a 850 profetas de Baal y Aserá, haciendo descender fuego sobre el altar en el monte Carmelo por medio del profeta Elías, enviado desde el Reino Sur de Judá (I Re. 18:19-40). También envió a muchos otros profetas como Eliseo, Jonás, Oseas y Amós, haciéndoles evangelizar a riesgo de sus vidas. No obstante, el Reino Norte de Israel siguió adorando a otros dioses sin arrepentirse; entonces Dios los entregó en manos de los asirios para que fuesen destruidos. Quedaron completamente privados de la calificación de elegidos de Dios para siempre (2 Re. 17:17-23).
Entretanto, el Reino Sur de Judá, centrado en Roboam, hijo de Salomón, continuó desde el rey David hasta el rey Sedecías en una línea ortodoxa, y hubo muchos reyes justos de los veinte que gobernaron durante los 394 años. Después del rey Josías aparecieron en su sucesión muchos reyes injustos y, al caer en la adoración de ídolos influidos por el Reino del Norte, fueron llevados cautivos a Babilonia.
Siempre que el pueblo de Israel se ponía en una posición contraria al ideal del templo, Dios continuaba enviando profetas, cuatro mayores y doce menores en total, alentándolos a crear movimientos de reforma interna. Sin embargo, el pueblo no se arrepentía a pesar de las advertencias de los profetas, y Dios tuvo que llevar a cabo Su providencia del castigo externo entregándolos en manos de los gentiles como Caldea, Siria y Babilonia.
En el período de los Reinos Divididos del Este y del Oeste, que restauró este período por indemnización como la identidad de tiempo substancial, el Vaticano estaba corrompido; y renombrados monjes, como Santo Tomás de Aquino, San Bernardo y San Francisco, iniciaron a través de sus consejos el movimiento de reforma interna. Sin embargo, los líderes seguían tendiendo a caer y corromperse más, sin arrepentirse, y Dios llevó a cabo Su providencia del castigo externo entregándolos en manos de los gentiles. Esta fue la providencia de las Cruzadas. Mientras que la Tierra Santa de Jerusalén perteneció al Califa, los peregrinos cristianos fueron recibidos con hospitalidad. Pero después de la ocupación de Jerusalén por los turcos seljúcidas, a la caída del califato, fueron perseguidos, y los sucesivos reyes, enojados, organizaron las Cruzadas para restaurar la Tierra Santa. Las Cruzadas, que comenzaron en el año 1096, tuvieron siete expediciones en aproximadamente 200 años, pero fueron derrotadas una tras otra.
En el período de los Reinos Divididos del Norte y del Sur, los habitantes del Reino Norte de Israel y del Reino Sur de Judá fueron llevados cautivos por los gentiles. Así se hundió finalmente la sociedad autocrática de Israel. Del mismo modo, en el período de los Reinos Divididos del Este y del Oeste, el poder papal perdió completamente su autoridad y supremacía a raíz de la derrota de las Cruzadas, y el espíritu nacional perdió su centro. Además, debido a la muerte de muchos señores feudales y caballeros que mantenían la sociedad feudal, el pueblo perdió su base política. También la tremenda cantidad de gastos de guerra originados como resultado de las repetidas pérdidas de batallas los dejaron totalmente empobrecidos. A partir de este punto, la sociedad autocrática cristiana comenzó finalmente a hundirse.

SECCION V

El Período de Cautiverio y Regreso del Pueblo Judío y el Período de Cautiverio y Regreso Papal

El pueblo judío, al caer en la infidelidad sin arrepentirse, fracasó en restaurar el ideal del templo. Por consiguiente, con el fin de realizar de nuevo esta voluntad, Dios permitió que fuese llevado cautivo a Babilonia, el mundo satánico, para sufrir allí esclavitud, así como había conducido a los israelitas a Egipto, el mundo satánico, para sufrir esclavitud con el fin de restaurar por indemnización el fracaso de Abraham en su ofrenda.
Como ya hemos visto, Dios estableció el período del Reino Cristiano con el fin de construir el reino del Mesías. Este reino podía ser realizado estableciendo el fundamento para recibir al Mesías de la Segunda Llegada, centrado en el papa y el rey, y entregando luego el trono y el reino al Rey de Reyes que vendría de nuevo como el Mesías sobre este fundamento (Is. 9:6, Lc. 1:33). Pero los reyes y los papas que tenían que establecer el fundamento espiritual sobre el cual se establecería al rey como la figura central del fundamento de substancia, cayeron en la corrupción sin arrepentirse. Por consiguiente, fracasaron en establecer el fundamento para recibir al Mesías de la Segunda Llegada. Dios, con el fin de realizar de nuevo Su providencia de la restauración de este fundamento, permitió que el papa fuese llevado cautivo y sufriese esclavitud.
En el período de cautiverio y regreso de los judíos hubo un período de 70 años en el que el rey Joaquín, Daniel y otros miembros de la realeza, juntamente con los ministros del gobierno, oficiales, artesanos y mucha otra gente judía, fueron cautivos de Nabucodonosor, rey de Babilonia (Jer. 39:1-10, 2 Cro. 36:11-23, 2 Re. 24 y 25). También transcurrió el período de 140 años desde la liberación de los judíos por decreto real del rey Ciro, una vez que Persia conquistó Babilonia, hasta el tiempo en el que pudieron volver a su tierra por tercera vez para establecerse como una nación centrada en el profeta Malaquías preparándose para el Mesías. En el período de cautiverio y regreso papal, que restauró este período por indemnización como la identidad de tiempo substancial, se siguió un curso similar.
A causa de su inmoralidad, los papas y los sacerdotes perdieron gradualmente la confianza del pueblo. La derrota de las Cruzadas también trajo como resultado el hundimiento de la autoridad papal. Entretanto, después de las Cruzadas se hundió el sistema feudal y se estableció el estado moderno. Con la expansión gradual del poder real, el conflicto entre el papa y el rey se agravó. De este modo, el Papa Bonifacio VIII entró en conflicto con el rey francés Felipe IV y fue incluso encarcelado por él durante un tiempo. Una generación más tarde, Clemente V, que fue elegido como papa en 1305, trasladó el Vaticano de Roma a Avignon en el sur de Francia, en 1309. Allí vivieron como cautivos los sucesivos papas durante 70 largos años, bajo la custodia de los reyes franceses. Después de esto el Papa Gregorio XI volvió a Roma en 1377.
Después de su muerte, los cardenales eligieron como papa a Urbano VI, el arzobispo de Bari en Italia. Sin embargo, los cardenales, siendo la mayoría franceses, rechazaron rápidamente a Urbano VI y establecieron otro Vaticano en Avignon, eligiendo como papa a Clemente VII. Esta división continuó hasta el siglo próximo, cuando el concilio de reforma resolvió el problema. Los cardenales sostuvieron una conferencia en Pisa, Italia, en 1409, y destituyeron a ambos papas, designando a Alejandro V como papa legítimo. Sin embargo, los dos papas se opusieron a la destitución y por aquel entonces los tres papas permanecieron en sus posiciones de forma triangular. Más tarde se celebró el Concilio General de Constanza, con muchos miembros presentes como obispos y arzobispos, incluyendo teólogos, personajes de la realeza y enviados, y destituyeron a los tres papas a la vez eligiendo a Martín V como único papa.
De este modo los cardenales fueron privados de su derecho a elegir al papa, y fue transferido a esta conferencia, que insistió en mantener el poder soberano de la Iglesia Romana (1418). Esta conferencia se iba a celebrar más tarde en Basilea, Suiza, con el propósito de transformar la organización de la Iglesia de Roma en una monarquía constitucional. No obstante, al papa no le gustó la idea de que la congregación tuviese el control del poder. No sólo no estuvo presente en la conferencia, sino que incluso trató de suspenderla. A despecho de esto los miembros de la asamblea celebraron la reunión, que fue automáticamente descartada en 1449. De este modo, el plan de establecer la estructura de una monarquía constitucional en la Iglesia de Roma se anuló completamente y la monarquía absoluta papal, perdida desde 1309, restauró sus funciones.
Los líderes de las muchas conferencias celebradas en el siglo XIV intentaron cambiar a los papas y sacerdotes corrompidos estableciendo a seglares como representantes y dando a la conferencia el poder y autoridad supremos. Sin embargo, el poder papal reasumió los derechos anteriores al cautiverio de los papas y condenaron a la pena capital a todos los líderes de la Reforma, como Wycliffe y Huss. Fue desde este momento que comenzó a extenderse el movimiento Protestante de la Reforma Religiosa. Así, el período de aproximadamente 210 años desde el momento en el que el papa fue llevado cautivo a Avignon en 1309 d. C. hasta le Reforma Religiosa que tuvo lugar en 1517, centrada en Lutero, fue el período para restaurar por indemnización, como la identidad de tiempo substancial, el período de 210 años desde el cautiverio de los judíos en Babilonia hasta que tuvo lugar la reforma política y religiosa centrada en Malaquías.

SECCION VI

El Período de Preparación para la Llegada del Mesías y el Período de Preparación para la Segunda Llegada del Mesías

Los israelitas recibieron a Jesús después del período de 400 años de preparación para la llegada del Mesías, a partir de su vuelta a Jerusalén desde Babilonia. Por lo tanto, para restaurar esto por indemnización, los cristianos también podrán recibir al Señor de la Segunda Llegada después del período de 400 años de preparación para la Segunda Llegada del Mesías, que comenzó con la vuelta del papa a Roma de su vida de cautiverio en Avignon.
La condición vertical de indemnización de los 4.000 años de historia de la providencia de la restauración desde Adán, en los que la providencia para restaurar el fundamento de fe por medio del período de los 40 días de separación de Satanás se prolongó una y otra vez por la continua invasión de Satanás, tenía que ser restaurada horizontalmente por indemnización en este período final de la historia providencial. Esta es la razón del período de preparación para la llegada del Mesías. Por consiguiente, para restaurar este período por indemnización, como la identidad de tiempo substancial, debe haber un período de preparación para la Segunda Llegada del Mesías en el que se tiene que restaurar horizontalmente por indemnización, en este período final de la historia providencial, la condición vertical de indemnización de los 6.000 años de historia de la providencia de la restauración desde Adán. Los israelitas, que habían regresado de su cautiverio en Babilonia, restauraron el fundamento de fe construyendo el templo destruido por el rey Nabucodonosor y estudiando la ley, dando nacimiento así a un movimiento de reforma de su fe bajo la dirección del profeta Malaquías, en arrepentimiento de sus pecados de haber adorado otros dioses. Del mismo modo, los cristianos medievales después de la vuelta del papa a Roma, restauraron el fundamento de fe al dar nacimiento al movimiento de reforma religiosa centrada en Lutero y al explorar un nuevo camino de fe, conforme a la luz del evangelio, rompiendo la tenebrosidad de las oscuras épocas medievales.
El período de preparación para la llegada del Mesías fue el tiempo para restaurar por indemnización como la identidad de tiempo en imagen, el período de preparación de 40 años aproximadamente desde el regreso de Jacob de Jarán a Canaán hasta su entrada en Egipto. El período de preparación para la Segunda Llegada del Mesías es el período para restaurar este período por indemnización, como la identidad de tiempo substancial.
Por consiguiente, todos los cristianos de esta época tuvieron que seguir el camino de muchas penalidades y tribulaciones, como la familia de Jacob hasta que encontró a José en Egipto o como los israelitas hasta que se encontraron con Jesús. Ya que la era providencial de la restauración fue la era para establecer la fe en Dios mediante las condiciones externas de la Ley y las ofrendas, el Primer Israel, en el período de preparación para la llegada del Mesías, siguió el camino de la tribulación externa bajo el dominio de naciones gentiles como Persia, Grecia, Egipto, Siria y Roma. Sin embargo, ya que la era providencial de la prolongación de la restauración fue el período para establecer la fe en Dios por medio de las condiciones internas de oración y fe centradas en las palabras de Jesús, el Segundo Israel, en el período de preparación para la Segunda Llegada del Mesías, tuvo que seguir el camino de las tribulaciones internas. En este período, como consecuencia del humanismo, que fue la ideología principal del Renacimiento (que dio lugar a la ideología de la Ilustración), y de la libertad de fe propagada desde la Reforma Religiosa, la religión e ideologías experimentaron un gran caos. Los cristianos tuvieron que sufrir también inenarrables pruebas internas.
De este modo, con el fin de restaurar por indemnización, como la identidad de tiempo substancial, el período de 400 años de preparación para la llegada del Mesías, tuvo lugar el período de 400 años de preparación para la Segunda Llegada del Mesías. Estudiemos ahora cómo fue preparado el ambiente en cada uno de los dos períodos que eran de preparación para recibir al Mesías.
Al tiempo de la primera llegada del Mesías, Dios envió al profeta Malaquías a Su nación escogida 430 años antes, haciéndole profetizar la venida del Mesías. Reformó el Judaísmo, preparando a Israel como la nación escogida para recibir al Mesías. Mientras tanto, entre los gentiles, aproximadamente al mismo tiempo, Dios hizo que Gautama Buda en la India (565-485 a. C.) abriese el nuevo camino del Budismo, mejorando el Hinduismo, e hizo que Sócrates en Grecia (470-399 a. C.) diera paso al período de la Cultura Helénica. En el Oriente hizo que Confucio (552-479 a. C.) fundara la ética y la moralidad del Confucionismo, logrando establecer la cultura y religión apropiadas para cada lugar y pueblo con el fin de que se pudiera hacer la preparación espiritual necesaria para recibir al Mesías venidero. Jesús, que venía sobre esta base, pensaba unificar todas las regiones con sus diversas religiones y culturas en una sola esfera cultural cristiana, absorbiendo y conquistando al Judaísmo, Helenismo, Budismo, Confucionismo y al resto de las religiones.
El período del Renacimiento tuvo lugar con el fin de restaurar por indemnización como la identidad de tiempo substancial el período en el que se formó el ambiente dispuesto por Dios para preparar la llegada del Mesías, cuando su venida era inminente. Por consiguiente, el período del Renacimiento sirvió para establecer el ambiente para la Segunda Llegada del Mesías. Así, el rápido progreso en la política, economía, cultura, ciencia y todos los demás aspectos de los esfuerzos humanos que vemos hoy en día comenzaron precipitadamente en el período del Renacimiento. Este progreso desarrolló el ambiente de modo que podamos recibir hoy al Mesías. En los días de Jesús, el vasto territorio político formado alrededor del mar Mediterráneo por el crecimiento del Imperio Romano, con su facilidad de comunicación en cualquier dirección y el vasto territorio cultural que se formó centrado en el lenguaje helénico, establecieron el fundamento sobre el cual se podría extender rápidamente el ideal del Mesías que partiría desde Israel centrado en Cristo, y llegaría a Roma centrado en Israel y luego al mundo centrado en Roma.
Del mismo modo, por estar en los días de la Segunda Llegada, la esfera política democrática, basada en la libertad, está cubriendo cada rincón de la tierra con el crecimiento de las grandes potencias. La distancia entre Oriente y Occidente ha sido tremendamente acortada debido al rápido progreso en transportes y comunicaciones; y debido al libre intercambio de lenguas y culturas, la ideología de la Segunda Llegada del Mesías puede fluir libre y rápidamente en los corazones de toda la humanidad. Todo esto es el terreno perfectamente preparado por Dios. No hay lugar a dudas de que éste es el mejor fundamento sobre el cual se puede hacer conocer mundialmente la verdad e ideología del Mesías en el tiempo más breve posible, difundiéndola rápidamente cuando venga el Señor de la Segunda Llegada.

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