domingo, 15 de enero de 2017

EL MOVIMIENTO DE UNIFICACION Y EL URUGUAY

EL MOVIMIENTO DE UNIFICACION Y EL URUGUAY
La visión del Reverendo Moon sobre el papel de Uruguay en la Providencia de Dios

                                                                       Por Jorge Guldenzoph

Muchas personas, grupos y medios tanto dentro del Uruguay como en el exterior se han venido preguntando la razón por la cuál el Reverendo Moon (a quién llamaremos Padre) y su Movimiento han puesto tanto énfasis en el Uruguay. En una pequeña nación de América del Sur de apenas más de 3 millones de habitantes.

Las especulaciones y respuestas que se han dado a esa interrogante, estan, en la mayoría de los casos, basadas en la falta de una información apropiada, en prejuicios y preconceptos, y en otros casos, en un olvido o desvalorización de las propias palabras del Reverendo Moon acerca de cual es el propósito y el motor de sus acciones.

El Padre comenzó su obra pública como líder espiritual al finalizar la II Guerra Mundial y en 1954 se vio en la necesidad, en contra de lo que era su plan original, de crear su propio fundamento. El 1ro. de mayo nace así en Corea del Sur la Asociación del Espíritu Santo por la Unificación del Cristianismo Mundial, que llego a ser conocida como Iglesia de la Unificación. En los años sesenta sobre esa “raíz” creo el Movimiento de Unificación que incluye a obras y proyectos de muy diversa índole.

Es imprescindible para saber el por que del enfasis del Padre en Uruguay entender pues las raíces de su obra y actividad como líder y fundador de un movimiento de renovación espiritual y social.

En ese sentido el Padre es el renovador espiritual - con una misión profética y mesíanica -  que mayor éxito a podido lograr en su propia vida, habiendo creado un fundamento mundial. La constante histórica ha sido que los fundadores de las grandes religiones mundiales, los renovadores y los santos, han logrado ese reconocimiento y la expansión de su pensamiento y de su obra, después de su muerte física.

Sun Myung Moon nació en un ambiente de intensa búsqueda religiosa, en un país sometido al dolor de una ocupación extranjera cruel. A los 16 años según su testimonio y la fe de sus seguidores en el mundo, tuvo en una montaña, un encuentro espiritual con Jesús. En esta ocasión recibió de él, la misión de continuar con su obra en estos tiempos. Un encuentro y revelación de este tipo es algo íntimo y personal, y sólo puede apreciarse su veracidad por la presencia de un fuego interno inextingible que le alimenta y le lleva a realizar una obra grandiosa en beneficio de los demás. Esa es la historia de todos los grandes personajes de fé en las religiones del mundo.

Para quienes conocen al Padre saben que ese tipo de fuego interior y pasión por la verdad y por la misión que Dios le encomendo, es el motivo de su vida, aún hoy a sus incansables 82 años. Entonces en primer lugar, el Padre actua en función de esa misión.

En segundo lugar el Padre en los nueve años siguientes a ese encuentro tuvo una insesante búsqueda espiritual a través del estudio, la oración y contacto personal con la existencia del mundo espiritual en donde están los grandes santos y sabios de la historia. El resultado de esa búsqueda es la revelación del “Principio Divino”, que complementa a las expresiones de la verdad que Dios nos dio en el Antiguo y Nuevo Testamento. Entonces el Padre es un hombre de principio, que vive de acuerdo a esa verdad.

En tercer lugar, el Principio que el Padre sigue enseña que Dios busca la restauración del mundo actual, un mundo de maldad, llevandolo al mundo original de Dios, lo que conocemos como el Reino de los Cielos en la Tierra y en el Cielo. Esa restauración que es el esfuerzo central de lo que llamamos la Providencia de Dios, implica, restaurar al individuo, la familia, la sociedad, la nación y el mundo al dominio de Dios, sacandolo del dominio satánico.

Según el Principío, Dios necesita para concluir su esfuerzo en la historia, el restaurar una nación que puede vivir de acuerdo a su ideal centrado en Familias de Amor Verdadero.

En cuarto lugar, el Padre siempre supo que, en la Providencia de Dios, las Américas tenían un papel fundamental. Por ello en 1971 fue a los EEUU como la nación que representaba internamente al cristianismo mundial y acogía en su seno a todas las religiones, y externamente representaba, la “Roma” moderna. Y por ello también a partir de 1979 puso tanto esfuerzo personal, y el de su movimiento en la América Latina y en la unidad entre las dos Américas.

En quinto lugar, el Padre se ha guiado por la convicción que en ese plan divino para las Américas, el Uruguay tenía una papel importante como el punto de origen de una obra continental. Desde su punto de vista todo lo que él ha inspirado, guiado y apoyado realizar en Uruguay es para las Américas en su conjunto.

El Padre por sus convicciones y creencias religiosas sabe que Dios trabaja a través de un punto de apoyo desde el cuál expandir luego su obra a otras dimensiones mayores. Por ello pequeñas naciones han recibido en la historia de Providencia de Dios, grandes misiones redentoras.

Movido por esa visión el Padre envió en 1975 a grupos de 3 misioneros (un estadounidense, un alemán y un japones) a 120 naciones, entre ellas Uruguay. De esta forma desde esos años, existe, la Iglesia de la Unificación en nuestro país.

En 1980 comienza la obra de la Confederación de Asociaciones por la Unidad de las Sociedades Americanas (CAUSA) sigla que después dio paso solamente al nombre de CAUSA, nombre que representaba el ideal común y la Causa original de todos los seres humanos, Dios.

En 1981 la obra de CAUSA se funda en el Uruguay. En muchos ámbitos se tuvo y aún se tiene, la idea de que fue una obra política basada en el anticomunismo. Sin embargo basta ver el Manual de Enseñanzas de CAUSA como sus conferencias para apreciar lo equivocado de esa opinión. El Padre en un reportaje ofrecido a la prensa soviética durante la época de la perestroika y la glasnot enfatizo que su oposición al comunismo no era política sino espiritual por que el sabía que ninguna ideología que negará a Dios podría traer soluciones a los problemas del mundo.

El Padre en un discurso ofrecido en 1985 señalo sin lugar a equívocos que:
“La misión básica de CAUSA es declarar la existencia verdadera de Dios. Empezamos a partir del nivel filosófico y llegamos a concluir la innegable realidad de la existencia de Dios. Luego uno se sumerge en la relación entre el Dios viviente y el ser humano...”
y que
“Nuestro propósito es hacer de puente a la filosofía para establecer una relación original con Dios, o sea una relación cotidiana, no simplemente conceptual”.

Hacia fines de 1981 y durante 1982 el Movimiento de Unificación inicia dos proyectos empresariales en Uruguay. Por un lado esta la compra de Impresora Polo y la fundación del diario Ultimas Noticias todo lo que tenía como objetivo el crear una base gráfica continental y un medio de comunicación. Este vinculado a los que ya existían en esos años, como Noticias del Mundo en Nueva York, y otros que como el Washington Times fueron creados poco tiempo despúes, formarton una red de medios mundial.

Por otro lado esta la compra del Victoria Plaza Hotel y el inicio del proyecto del primer Hotel cinco estrellas del país. Un proyecto que el Uruguay tardó más de 10 años en aceptar. En una declaración oficial del Movimiento de Unificación en Uruguay emitida a fines de septiembre de 1998 se dice algo que parece digno de destacar:

“No fue necesario que ninguna delegación gubernamental o privada viajara a algún lugar del mundo para convencernos de confiar en esta nación e invertir en ella...esas inversiones se hicieron como fruto de una visión trascendente, de ideales claros, y de una fe y de una convicción espiritual fuerte. Se hicieron por una motivación espiritual y no por un cálculo financiero...Nuestra motivación central tiene que ver con la fe en Dios y con un pensamiento espiritual ...por lo tanto una motivación que no puede ni está limitada por factores económicos”.

Entre 1985 y 1990 las actividades educativas a través de los seminarios del Principio Divino en la Iglesia de la Unificación y los seminarios de CAUSA se intensificaron alcanzando a casi 10.000 uruguayos provenientes de 60 ciudades y localidades.

Se creo así un fundamento que permitió que en abril de 1991 el Padre y su esposa Hak Ha Jan Moon (la Madre) vinieron al Uruguay. Era un retorno a América Latina luego de casi treinta años de haberla visitado por primera vez en una gira para orar y conocer el continente. Volvía tras la victoria que significo su encuentro con Mijael Gorbachov en abril de 1990 en el Kremlin cuando aquel aún era el Presidente de la URSS. Un encuentro al cuál concurrió acompañado por decenas de ex presidentes y líderes lationoamericanos.

En Uruguay el Padre estuvo entre el 24 y 27 de abril de aquel año. Se encontro con el entonces Presidente de la República, Dr. Luis Alberto Lacalle. A ese momento el Padre  sólo había sido recibido por dos Presidentes en ejercicio, Richard Nixon de los EEUU y Mijael Gorbachov de los EEUU.

En un acto con 600 representantes de la sociedad uruguaya, el jueves 25 de abril, el Padre,  conociendo la inquietud de la gente uruguaya, dijo:

 “¿Por qué tengo tanto interés en este país, tan lejos de mi tierra natal de Corea, y ubicado exactamente en las antípodas? La razón es muy simple: es por su ubicación estratégica en Sudamérica. Además, esta nación ha preservado su cultura y su tradición...En cierto sentido Uruguay podría compararse a un oasis en el desierto, donde se puede encontrar no solo paz sino esperanza. Este país, aunque pequeño, tiene un extraordinario poder de influencia en todo el continente”.

Más adelante señalo que “una enseñanza de toda mi vida ha sido que hay que vivir por el bien de los demás. Vivir por otros produce paz y felicidad. Más aún, eso es lo que quiere Dios. Y es, a la vez, la única manera de asegurar la prosperidad de América Latina”.

Dos días después el sábado 27 de abril en el Cine Metro ante más de 1000 personas señalo:

En esta mi primera visita a vuestro maravilloso país, he recordado la primera vez que viajé a Latinoamérica, hace 26 años. Desde esa oportunidad, Latinoamérica ha permanecido continuamente mis pensamientos y en mi corazón. Por muchos años he sentido un hondo interés por el destino de esta parte del mundo, particularmente el destino espiritual del pueblo latinoamericano. Al acercarnos a los 500 años del descubrimiento de las Américas, nos encontramos en un momento especial de la historia, donde nos podemos reflejar profundamente en el origen de este continente, su situación actual y en lo que el futuro representa para toda América.

Yo no creo que sea por mera coincidencia que el Continente Americano fuera desconocido para el mundo occidental hasta el siglo XV. Yo creo que esto fue parte de una providencia especial de Dios.

Dios preparó esta parte del mundo para desarrollar y expandir Su providencia. La mayor parte de la gente que cruzó el Océano Atlántico para establecerse en estos países, era gente profundamente devota, que buscaba una tierra donde pudiera adorar a Dios libremente y traer el mensaje de Cristo a los nativos del Nuevo Mundo. El deseo de Dios fue que la unidad y la amistad pudieran florecer entre los nativos de las Américas y los colonizadores europeos. El Nuevo Mundo de América debió haber sido un modelo de armonía para toda la gente creada por Dios. Sin embargo, esto no ocurrió como Dios lo deseo. Junto con gente buena y devota, muchos egoístas vinieron al Nuevo Mundo. Abusaron de los nativos y tomaron su riqueza. Los problemas de la esclavitud y el racismo se sumaron a esta tragedia.

Como resultado de esta injusticia, la fundación de esta nueva cultura no pudo ser siempre bendecida por Dios. En algunos casos las naciones se establecieron sobre la base del resentimiento en vez de en el modelo del amor cristiano. Este desafortunado comienzo desarrolló una tradición de egoísmo y explotación que permanece aun hoy en día. Si Latinoamérica debe ser ejemplo de armonía y paz para el mundo, esta tendencia debe ser detenida y revertida”.

En los años posteriores la Madre visitó al Uruguay en el marco de una gira mundial proclamando el inicio de la Era del Completo Testamento. En ese marco en Uruguay ella recibió cartas de más de 80 senadores, diputados, intendentes y otras autoridades gubernamentales agradeciendo lo que ella, junto con su esposo y su Movimiento habían hecho por el Uruguay y por la causa de la paz mundial. Con su venida se inaugura las actividades de la Federación de Mujeres para la Paz Mundial en Uruguay.

El 10 de mayo de 1995 el Padre en una gira por América Latina llega al Uruguay y ofrece en un acto en el Carrasco Hotel ante 900 invitados el discurso “La Verdadera Familia y Yo”. Al día siguiente se entrevista con el entonces Presidente de la República, Dr. Julio María Sanguinetti.

A fines de 1995 el Padre se instala en forma casi permanente durante casi un año en Uruguay asumiendo la responsabilidad de guiar todas las actividades que usando nuestro país como eje,  se realizaron para todo el continente.

Durante los últimos días de ese año y las primeras semanas de 1996 el Padre hablando en distintos encuentros con líderes de su Movimiento en Uruguay dijo que Uruguay debía para cumplir su misión y prosperar realizar lo siguiente:
a)      -Establecer una columna ideológica para unir la nación, o sea una forma de pensamiento y un sistema de valores que trascendiera las barreras de derecha e izquierda;
b)      -Establecer un modelo de progreso económico basado en valores espirituales y éticos;
c)      -Establecer un modelo de nuevas comunidades donde los seres humanos pudieran aprovechar a la vez, los avances de la civilización con tener una relación más estrecha con la naturaleza lo que no sucede en las grandes ciudades;
d)     -Hacer de Uruguay un centro cultural (una nueva cultura basada en el corazón y los valores espirituales) para las Américas;
e)      -Formar un nuevo liderazgo educando a la juventud en los ideales y valores de una verdadera familia;
f)       -Crear un modelo de educación a distancia para la región para que toda la juventud de las Américas pudieran acceder a una educación especializadas;
g)      -Constituirse en el centro de la unificación cristiana, entre el cristianos del Norte (Protestantismo) y el cristianismo del Sur (Catolicismo).

La síntesis de esa misión era la de sustancializar una nación modelo, el país de Dios, y origen de otras naciones modelos en las Américas.

En ese contexto se realizan con su presencia en Uruguay decenas de seminarios y encuentros nacionales e internacionales.

En diciembre de 1995 se realiza un seminario organizado por la Federación Interreligiosa para la Paz Mundial con el objetivo de fomentar la unidad del cristianismo de las Américas. Entre enero y abril  de 1996, 350 líderes uruguayos concurren a tres seminarios organizados en Washington DC para conocer las enseñanzas del Movimiento de Unificación y saber sobre su obra. En enero de 1996, el Grupo Empresarial de la Unificación hace una exposoción de sus actividades en los campos de la informatica, la tecnología metalurgica, la pesca, entre otros, con el propósito de mostrar la disposición del Padre de ayudar al Uruguay con esos medios. En febrero de 1996 se funda la Federación de Universidades Mundiales. En esos meses 4.500 pastores, y miembros de iglesias cristianas de Brasil participan en Montevideo de seminarios.

El 28 de junio se realiza tal vez el acto más renombrado de la actividad pública del Padre  en Uruguay, cuando funda personalmente ante 4300 uruguayos la Nueva Federación para Salvar la Nación. Las palabras del Padre previas a su discurso oficial se pueden leer en nota aparte en esa misma página.

En septiembre se funda en Uruguay con un acto con 2.000 invitados el capítulo uruguayo de la Federación de Familias para la Paz y Unificación Mundial. Entre ese mes y el fin de año se realizan seminarios internacionales para líderes políticos y sociales; deportistas y mujeres. En total casi 10.000 líderes latinoamericanos de diversos campos vinieron a Uruguay a participar en seminarios de enseñanza del Principio Divino y el “Diosismo” organizados por el Movimiento de Unificación.

En noviembre Uruguay fue también epicentro de una campaña continental en promoción del Ideal y los Valores de Verdaderas Familias. Llegaron a Montevideo, 4200 voluntarias japonesas de la Federación de Familias para la Paz y la Unificación Mundial. Aquí hicieron una Ceremonia de Hermandad con casi 1000 mujeres uruguayas tras lo que, se distribuyeron en grupos de 120 para cada nación del continente.

Ante de retirarse de Uruguay en diciembre de ese año el Padre organiza una bendición del matrimonio especial para casi 100 parejas de uruguayos lo que fue la antesala de una serie de ceremonias similares que se han venido realizando a escala nacional en sintonía con las ceremonias internacionales.

Durante su permanencia en nuestro país aparte de las actividades públicas el Padre llevó a cabo lo que él denomina condiciones espirituales especiales por la salvación del Uruguay y el continente. Incluyendo la oración y la bastante conocida, aunque desconocida en cuanto a su significado y motivación, actividad de pescar en la playa con 33 cañas. Pescar durante  largas horas, y durante ininterrumplido de dos meses. Las 33 cañas representaban a los 33 países de las Américas que centrados en Uruguay podrían avanzar hacia la realización del ideal de Dios. Pescar era un símbolo para la salvación espiritual de las personas, familias y naciones del continente.

En 1999 la Madre  vino en mayo de gira hablando ante 1000 personas en acto realizado en el Radisson Montevideo Victoria Plaza Hotel. En mayo de 2002 vuelve con el mismo propósito y da primero en Montevideo un discurso ante 1.200 personas y luego en Maldonado ante 800 invitados. En el discurso titulado “El Camino de las Américas y de la Humanidad en los Ultimos Días” la Madre señalo:

“El tiempo ha llegado. Este es el momento en que las Américas y el mundo despierten una vez más. Es hora de que en el Uruguay se cree un nuevo movimiento que ayude a formar verdaderos padres y verdaderas familias, un verdadero país y un verdadero mundo en torno a Dios. De esta manera este país hará que Dios se quede aquí y éste sea su hogar.

Esta nación se convertirá en una sociedad que sirva a Dios, quién ha estado trabajando por miles de años para encontrar las naciones de Su providencia. Si El abandona este país, ¿dónde podrá ir?  Si el Uruguay sirve a Dios adecuadamente, todos nuestros problemas, ya sean familiares, morales, juveniles o raciales, desaparecerán.

Como lugar donde personas de todas las razas y nacionalidades pueden vivir juntas en armonía, el Uruguay se convertirá en un modelo para el Reino de los Cielos en la Tierra.

Es hora de que nos unamos y abramos un camino para toda la humanidad. Este hora de que el Uruguay, como nación en la posición de hijo menor, sirva a Dios y ayude a mostrar el camino.

América puede cumplir la misión de un piloto que guía otras naciones hacia Dios. Esta nación está en un posición importante para asistir a los Estados Unidos a cumplir su papel de nación en la posición de hermano mayor frente a Dios.

Compartiendo muchas de las mismas bendiciones y desafíos, Uruguay se erige como una nación tipo hermano menor. La ayuda de ustedes es necesaria para que los Estados Unidos tengan éxito como una nación de tipo hermano mayor en la Providencia de Dios.

Trabajando juntos, los Estados Unidos serán capaces de liderar nuevamente al mundo hacia el seno de Dios. Les pido que se unan a nosotros para cumplir con esa histórica labor”.

En la visión del Padre la unidad de las Américas no puede realizarse sobre el fundamento de la economía o la política por ello enfatiza que EEUU como la nación cristiana más importante debe vivir por el bien de sus hermanos menores y estos unirse con los EEUU para que pueda cumplir correctamente su misión providencial. De alguna forma el discurso de la Sra. Moon fue profético acerca de lo que sucedió después en las relaciones entre EEUU y Uruguay.

Finalmente el 30 de mayo de 2001 el Padre inaugura el Jardín Nacional de Uruguay en la ex Quinta de Berro, Monumento Histórico Nacional, ante el Presidente Batlle, y los ex Presidentes Sanguinetti y Lacalle. Luego en un discurso ante 500 embajadores y líderes de la sociedad uruguaya él ofreció un discurso titulado "Dios es Nuestro Rey y Verdadero Padre". En dicha pieza oratoria el Padre habló a los líderes presentes de mantener la pureza sexual (fidelidad dentro del matrimonio), de no malversar los fondos públicos y de no violar la dignidad del prójimo.

Conclusión


Durante más de veinte años el Padre ha mostrado por Uruguay una atención y un amor muy especial. Su representante personal en nuestro país, el Reverendo Jeong Og Yu, en una carta pública titulada “UN COMPROMISO MOTIVADO POR LA FE Y EL AMOR” señalo un año atrás que : “Durante más de dos décadas, el Reverendo Sun Myung Moon y su Movimiento han estado comprometidos seriamente con los destinos de Uruguay. Ese compromiso se ha manifestado en muy diversas formas y en muy distintas áreas de la sociedad”.

Agrego más adelante: “El amor del Reverendo Moon y su Señora hacia el Uruguay ha ido creciendo con el paso de los años y ha sido el motor de muchos emprendimientos que se han realizado en este país. Hay en ellos una esperanza  -que nunca decae- sobre un futuro luminoso para Uruguay. Ambos sienten en su corazón que es su deber ayudar a los uruguayos a construir ese futuro mejor”.

De alguna manera su sueño, que viene de su fe y convicciones más profundas, es que Uruguay sea la tierra de promoción que Dios ha buscado en este continente. En la declaración que el redacto para la fundación de la Nueva Federación para Salvar la Nación se dice claramente:

“Apuntamos a cumplir nuestro deber moral como hijos hacia la familia, como patriotas hacia la nación, como santos hacia el mundo y como hijos sagrados hacia Dios, logrando un mundo de libertad, paz, unidad y felicidad. Es un mundo cuya cultura estará basada en el corazón.

Fundamos hoy en Montevideo, Uruguay, esta Federación siguiendo la voluntad divina de construir ese país de bienestar que la humanidad entera ha anhelado largamente y que es al mismo tiempo el ideal eterno de Dios para sus hijos, un país del cual enorgullecernos frente al mundo”.

Durante el Día del Patrimonio Nacional dos señoras que visitaron al Jardín Nacional del Uruguay le preguntaron a uno de los responsables allí presentes: ¿por qué el Reverendo Moon tiene tanta fe y esperanza en el país, cuando los uruguayos mismos no la tenemos?

Pues bien la respuesta es una sola. El Padre se mueve por principios y metas inalterables a lo largo del tiempo. Por ellos ha estado allí aún cuando la gente pensaba superficialmente que su obra se “derrumbaba” en Uruguay. La declaración de su Movimiento de septiembre de 1998, ya citada, inspirada en su vida y palabras, decía:

“Seguiremos adelante para cumplir nuestros compromisos frente a Dios y este pueblo. El propio Reverendo Moon siente un fuerte compromiso de ayudar al Uruguay aún en tiempos de dificultades. Lo hace como lo ha dicho publicamente en varias oportunidades, porque tiene por este país y su pueblo un especial afecto y porque él le otorga al Uruguay un papel muy importante en el futuro de las Américas.

Con la misma fe y convicción con que hemos trabajado hasta ahora, seguiremos adelante para ayudar a que el Uruguay sea una nación de bienestar y un ejemplo para el resto de los países americanos”.

La fe y los principios que lo animan no tienen el límite del tiempo y ni del espacio. No están centrados en él mismo ni en su propio movimiento. Como lo dijo años atrás al iniciar un discurso ante miles de uruguayos

“Tal vez ustedes concurrieron a esta reunión para ver el rostro del Reverendo Moon, o tal vez llegaron aquí  con curiosidad acerca de lo que el Rev. Moon predica. Les digo que mi rostro pasará, pero quisiera trasmitirles algo más importante: una ideología.  Lo que les voy a trasmitir hoy no viene de mí sino de Dios”.







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