lunes, 23 de enero de 2017

Perseverad a riesgo de vuestra vida

Perseverad a riesgo de vuestra vida
8 de julio de 1973
Tokio, Japón
Reverendo Sun Myung Moon 

A lo largo de los próximos dos años Japón debe recibir el veredicto del juicio referente a su destino. Ya hemos desenfundado la espada y es demasiado tarde para enfundarlo de nuevo. Nos encontramos en un momento vertical crucial que decidirá nuestro futuro. O cortamos todos los obstáculos o seremos nosotros que lo cortados.
En el tiempo de la guerra Rusia-Japón (1904-1905) el general Nogi dio la orden a los jóvenes soldados de atacar el monte 203. Cavaron trincheras y pusieron explosivos. La batalla se gano cuando las minas explotaron pero entretanto su propio hijo fue matado en la batalla.  Nosotros sólo podemos andar este camino. No podemos retirarnos, debemos avanzar a riesgo de nuestras vidas.
A no ser que consigamos 50.000 miembros hasta 1974, nos veremos forzados a retroceder. Por tanto, como os dije en mí discurso cuando partí de Japón a los EEUU en noviembre de 1972, debemos avanzar en todas las áreas entre los años 1973 y 74. Ya han pasado seis meses de este año 1973. Hemos empezado un periodo crucial de tres años en 1972 durante la cual debemos hacer preparativos importantes para el futuro. Mitad de este tiempo ya ha pasado.
En este momento, nuestra lucha se centra en los EEUU. Desde allí tenemos que luchar contra el comunismo en el mundo. Si vemos la situación en Corea, Japón o China, o de hecho en el mundo en su conjunto, nos damos cuenta de que estamos destinados a toparnos con los comunistas. A menos que no haya esta división del bien y del mal, no puede haber ganadores o perdedores en el conflicto providencial. A lo largo de las épocas en la historia, Abel ha derramado su sangre, Noé ganó la victoria construyendo el arca, Jacob tuvo que pasar por un periodo de 21 años, y los israelitas sufrieron por 430 años en Egipto. Esto llevó a los 400 años de persecución de los cristianos en el Imperio Romano. El momento que hoy vivimos esta basado en el derramamiento de sangre de nuestros antepasados que pagaron indemnización. Los tres años que ahora estamos viviendo son un tiempo muy histórico y crucial.
Japón está en peligro
Lo que hace que los enemigos teman a un ejército es su entrenamiento y eficiencia. El entrenamiento no puede sustituirse. No dependáis de milagros para lograr la restauración. Necesitamos entrenamiento, no al azar, sino bien programado y práctica. Las palabras que a mí me gustan son perseverancia y a riesgo de la vida. ¿Qué ocurrirá si avanzamos con perseverancia dispuestos a arriesgar nuestras vidas por la meta?¿Cuál de las muchas creencias existentes en el mundo puede desempeñar el papel de David? ¿Qué religión puede jugar el papel de la primera línea? Después de consideraciones cuidadosas y dolorosas, he llegado a la conclusión de que sólo el movimiento de unificación puede cumplirlo. Si Dios pudiera deciros esto Él mismo, os confirmaría mi conclusión.
Veamos, por ejemplo, mí caso. Recibí de  muchas cartas de mis hijos que  dejé atrás  en Corea. Pero corté intencionalmente mis sentimientos personales hacia ellos. En el avión de vuelta a casa, contemplé por primera vez mis preocupaciones personales. Me sentía apenado por ellos, que tuvieron que sufrir por siete meses y veinte días mientras yo no estaba en casa. Pero tuve que cortar mis propios sentimientos. Cuando la madre les escribe con lágrimas, la dijo reiteradamente que sus lágrimas deben ser para Dios, no sólo para ellos. Pero en realidad cuando se trata de echar de menos a nuestros hijos y anhelarlos, no hay diferencia entre la madre y yo. Por eso, intento ver lo menos posible las fotos de nuestros hijos. Tenía que darlo todo en aquel tiempo para avanzar la providencia de Dios.
Pensé que haríais lo que os había dicho pero ahora, seis meses después, estoy decepcionado de escuchar vuestro informe. No podemos dejar las cosas como están. Debemos cambiar nuestra estrategia y dirección. Estamos frente a una emergencia, y debemos determinarnos de nuevo. Si no tenemos muchos miembros y estamos dispuestos a morir por la meta, Japón estará en peligro.  
La situación en Japón y en Asia es exactamente como os había predicho. Mientras pasa  el tiempo nos quedamos atrás. Los que no están preparados no pueden ser victoriosos. Por tanto, para estar listos deben superar el nivel de 50.000 miembros a lo largo de estos tres años de 1972 a 1974.
Nadie  puede conmigo cuando se trata de luchar por la Voluntad de Dios. Todavía estoy luchando en la primera línea. Estoy en medio de una campaña de 40 años. Basado en el Principio, planeé mí curso de batalla para Dios en tres etapas, el periodo de preparación hasta los cuarenta, el periodo de progreso en los cuarenta y el periodo de cumplimiento hasta que cumpla los sesenta.  Mí plan es que los años 1977 y 78 serán los del pináculo de influencia en los EEUU. Incluso si nadie me sigue seguiré adelante. Yo no dejaré de luchar aunque os vayáis o no podáis ayudarme.    
Los que hayan restaurado a un miembro por mes que por favor levanten las manos. Nadie. Habéis fallado. Debemos mantener la providencia de Dios con vida, aunque haya que sacrificar para ello individuos o naciones. Dios ha trabajado para seguir con Su providencia hasta el tiempo presente. Una semilla de fundamento familiar y tribal nos providencia nos pertenece y lo estoy protegiendo para que siga creciendo. Es una tarea muy seria, no puedo perder ni una sola hora. Una hora de pereza  de mí parte podría provocar una catástrofe en nuestro destino providencial que tomaría mil años en reconstruir.
Por eso, para mí, incluso una sola hora y cada momento es un tiempo de crisis. Si entendemos la situación miserable de  Dios podemos imaginarnos lo decepcionado que estaría si no somos dignos de confianza. Si Dios no puede confiar en la iglesia de unificación no habría esperanza de liberación para Él. Pero si adoptáis una actitud superficial que entorpezca la providencia, podéis estar seguros que no os escuchare.  Soy una persona que prefiero estar callado y ocupado en una misión. Pero debe hablar por Dios. Debe dar instrucciones aunque sé que algunos miembros lo van a rechazar, pasarlo por alto o incluso dejar la iglesia. Un buen líder debe dar instrucciones justas. Por tanto, como líder celestial no puedo evitar hacerlo.
Sólo duermo dos horas diarias
En los EEUU dormí solo dos horas por noche. Después de que otros se iban a la cama, estudiaba hasta las 3 y media o cuatro y media de la madrugada. Debido a que tengo tanto que hacer y poco tiempo para hacerlo, reduzco mis horas de sueño. No me permito ni un solo momento de relajación que me recuerde mí cansancio. Por muchos años no he dormido bien por la noche. ¿Cuántas horas dormís por la noche? Si ahora dormís seis horas, ¿por qué no reducís el tiempo y empleáis dos horas por la causa de Dios  a partir de ahora? Dios se sentirá atraído por semejante persona. Si trabajáis dentro de los límites de vuestras energías desbordantes, eso tendrá muy poco efecto en Dios. Puesto eso lo puede hacer cualquiera, no es condición alguna que pueda tocar Su corazón. Por tanto, en el futuro, los líderes que no tengan un poder espiritual verdadero desaparecerán y  serán obstáculos.
En el Principio, debemos pasar tres juicios, el de carácter, el de la verdad y el de corazón. Ya que esas tres esferas fueron invadidas y  perdidas por la caída, debemos restaurarlos. Os cuento estas cosas porque las he probado y he completado su restauración. Antes de enseñarse el camino de la restauración debe ser puesta en práctica. Si fuera posible enseñar el camino sin antes practicarlo ya se hubiese enseñado la verdad hace 6.000 años. ¿Por qué no ha sido así? Porque los padres originales, Adán y Eva, perdieron la fe y no supieron como practicarlo. Por tanto, padres conocedores de la verdad deben ser los pioneros de la senda. Debido a que los primeros padres no practicaron la verdad, unos nuevos padres deben emerger que lo practiquen.
Poniendo el entendimiento en práctica y progresando en ese curso, los padres aprender a conocer la verdad. Este es el Principio. Por ello, yo no puedo enseñar la verdad hasta que no lo haya puesto en práctica y lo haya cumplido yo mismo. Conforme a esto, debéis pasar la prueba del Principio y al hacerlo seréis libres del juicio del Principio. Entonces seréis las encarnaciones en sustancia del Principio y viviréis una vida de principios. Sin embargo, si aún os encontráis bajo la regla de la indemnización, no podéis ser restaurados como las encarnaciones sustanciales del Principio. Mientras que o que pendiente alguna condición e indemnización, Satán os reclamará. Para obtener el estándar de ser la encarnación sustancial del Principio, enfrentaos a Satán y ganad su reconocimiento.
Ochenta y cuatro como fundamento
Ahora tenemos un nivel tribal de 777 parejas en 10 naciones alrededor del mundo. Si alguno de ellos es perseguido en cualquier parte del mundo, nos uniremos a ellos y les ayudaremos. Nuestra tribu es más cuidadosa y unida que los discípulos de Jesús y sus familiares quienes le abandonaron en el momento de su arresto. Consecuentemente, hemos logro restaurar a los familiares de y la tribu de Jesús, que se habían perdido. La siguiente etapa es devolverle a Dios una nación. En el tiempo de Moisés. Había 12 tribus y 72 ancianos, en la nación de Israel. En la Biblia los números 72 y 70 aparecen, pero 72 es el número simbólico de la nación porque 12 veces seis hacen 72.
Para restaurar a la nación necesitamos 72 familias. Jesús no pudo establecer el reino de los cielos en la tierra porque sus 12 apóstoles y 72 discípulos no se unieron con él. Los 72 discípulos de Jesús le abandonaron, luego también los 12 apóstoles e incluso sus tres discípulos mayores. Fue abandonado y crucificado sólo. Le abandonaron sus familiares, el pueblo judío, y la nación entera, nadie realmente apreció los tres años serios de ministerio público. Por ello, si no recreamos y reorganizamos esos fundamentos perdidos de de 12 y 72, nunca podremos fundar el reino de los cielos en la tierra. Esto es la esencia del Principio
La etapa de formación es la restauración de la familia y la tribu, la etapa de crecimiento es la movilización de de la raza. Sin tener a 12 apóstoles y 72 discípulos no podemos movilizar la raza. La clave radica en restaurar a 12 apóstoles y 72 discípulos.
En la iglesia de unificación, tenemos a un Padre y a una Madre, y hermanos y hermanas. Vuestros hermanos en la fe deben ser más queridos que vuestros hermanos carnales. El reino de Dios trasciende nacionalidades. Por ello, si no adquirís un corazón que rompe las barreras nacionales, no os calificáis para el reino de los cielos.
Os instruí el año pasado que restauraseis un hijo espiritual cada mes. Os dije que era absolutamente necesario. ¡Cumplidlo como sea! No os digo esto casualmente. Es un estándar estricto, Jesús quiso restaurar el estándar espiritual y físico en tres años y medio, pero no fue completado. Andando nuestro propio curso de restauración debemos indemnizando el fundamento perdido de Jesús.  Para hacerlo, si no pasáis más de tres años de haciendo un fundamento espiritual y físico en le curso de la restauración, no podéis poner el fundamento victorioso para restaurar completamente tanto cuatro espíritu como vuestro cuerpo. Por eso, es necesario que recorráis siete anos para restaurar todas esas cosas. Debéis dedicaros al menos siete años para construir el reino de los cielos en la tierra.
¿Qué se supone que debéis hacer en esos siete años?  Debéis restaurar lo que Jesús perdió. Es decir., 12 apóstoles y 72 discípulos. Cuando los restauramos centrados en la familia, y los expandimos de la etapa de formación a la de crecimiento,  podemos instaurar el reino de los cielos en la tierra.
Si sumáis 12 y 72 hacen 84. Además, multiplicando a 12 personas por siete años también obtenemos 84. A menos que no nos conectemos a nuestros propios 12 apóstoles y 72 discípulos no podemos construir el puente al reino d los cielos en la tierra, que Jesús intentó establecer. Por ello, cada uno de vosotros tenéis la misión individual de  construir un puente al reino de los cielos restaurando a 84 hijos espirituales. Por eso tenemos el lema de 1- 1- 1. Cada miembro debe restaurar por lo menos un hijo espiritual al mes.  Es la esencia para restaurar al mundo.
Armados con este Principio, si trabajáis por la restauración de la nación, manteniendo una perspectiva global, ¿Cuán rápidamente podría colapsar el ámbito de Satán? Si cada miembro e restaura por lo menos un hijo espiritual al mes entonces sobre el fundamento de 1- 1- 1se  restaurará el reino de los cielos en la tierra. Es la regla incuestionable del Principio. Debemos dedicarnos al menos siete años a esta tarea. Si dais testimonio a una persona por mes, podéis establecer el fundamento de 84 hijos espirituales como condición de indemnización después de siete años de dedicación. Por eso os estoy dando este mandato final. Ahora os he explicado por primera vez el significado en detalle.
A menos que no cumplamos este estándar a riesgo de nuestras vidas, no podremos liberarnos. Esta es la regla estricta del Principio. Yo me he puesta manos a la obra con esta tarea arriesgando mí vida. Jesús también se vio estancado con su misión. Dios ha estado sufriendo por miles de años porque ha tenido que esperar por nosotros para que cumplamos este cometido. No hay más forma de aliviar el rencor del corazón de Dios que cumpliendo esta tarea.
A lo largo de los tres años de 1972 a 74 debemos restaurar el nivel mundo de corazón, así como Jesús deseó expandir su tribu por todo el mundo. Por tanto, a lo largo de estos tres años debemos educar a jóvenes de varias naciones que no se escapen, sino que sean capaces de morir junto a Jesús, como di estuviesen con Jesús en el momento de su crucifixión. Para preparar a tales jóvenes, hemos establecido un centro de entrenamiento en Tarrytown, Nueva York. Me tomo siete meses organizar semejante sistema  de entrenamiento en América. Habiendo hecho esto, estoy ahora en camino a mí patria desde los EEUU donde permanecí seis meses enteros. Ahora debéis entender claramente cómo se construye el reino de los cielos. Palabreando no podemos abrir las puertas del reino de Dios, la clave está en cumplir el 1-1-1. Ahora que os he enseñado claramente cuando vayáis al mundo espiritual no podréis acusarme de que no os he dicho claramente como llegar al reino de los cielos.
Hoy es el ocho de julio de 1973. Ya que sigue el número 7, un número de cumplimiento, es el día de un nuevo comienzo. Ahora aquí en Japón he explicado esto por primera vez con tanta claridad en el  continente asiático. Todo depende de vosotros. Debéis emprender este trabaja a partir de ahora.
Me gustaría que escribáis a vuestros padres y familiares cada diez días. Podéis restaurar a vuestros familiares empleando un tercio de los esfuerzos para restaurar una sociedad. Construir el reino de los cielos empieza a nivel del fundamento tribal, y después con vuestros propios 12 apóstoles y 72 discípulos que os conectarán a la sociedad. Sin esos
84 hijos espirituales no podéis guiar la sociedad. Si queréis llegar a ser líderes a escala mundial, debéis restaurar a 120 hijos espirituales. Yo ya he cumplido esta tarea.

La iglesia japonesa, a partir de ahora, debe trabajar en el tema de incrementar el número de miembros. Si los miembros japoneses no logran cumplir la meta en cierto tiempo, su misión será transferida as otra nación. Esto debe pasar para que el mundo pueda salvarse, no hay elección. Imaginaos lo siguiente; si la tasa de mortalidad es de un por ciento, significa que de cada cien personas muere una cada año. Cada año morirían 36 millones de personas de una populación de 3.600.000.000. En gran parte estos difuntos irán al infierno. Desde la perspectiva de Dios, es una gran pérdida para Satán es una victoria. Si podemos restaurar el mundo con un año de antelación, salvaremos a 36 millones de personas. Si podemos pensar de esta forma, podemos darnos cuenta de lo seriamente debemos trabajar para pregonar la verdad por lo antes posible por todo el mundo. No tenemos tiempo que perder.  Dios está ansioso por ver el día del cumplimiento. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario