domingo, 20 de noviembre de 2016

El Desarrollo de la Historia desde el Punto de Vista de la Providencia de la Restauración - El principio Divino


SECCION VII

El Desarrollo de la Historia desde el Punto de Vista de la Providencia de la Restauración

Como ya hemos visto en «Los Principios de la Creación», el Reino de los Cielos en la tierra es un mundo hecho a imagen del hombre perfecto. Por lo tanto, el mundo caído puede ser considerado la imagen del hombre caído. Podemos comprender de esta manera, el movimiento del conjunto de la historia mala de la humanidad observando la vida del hombre caído.
No podemos negar el hecho de que el hombre caído posee la mente original encaminada al bien, y la mente mala encaminada al mal en rebelión contra las órdenes de la mente original, en constante conflicto la una con la otra. Ni podemos negar que las buenas acciones que siguen a las órdenes de la mente original y las malas acciones que siguen a las órdenes de la mente mala están también en conflicto entre sí en un mismo cuerpo. Por consiguiente, la sociedad humana, donde los individuos tienen amargas luchas en sí mismos y viven en relaciones horizontales desarmoniosas, es una sociedad de lucha y conflicto. La historia humana no es sino la vida social de los hombres entretejida con luchas, fluyendo verticalmente y cambiando constantemente a medida que pasa el tiempo. Naturalmente, esta historia debe desarrollarse necesariamente con luchas y guerras.
No obstante, en medio de la batalla constante entre su mente original y su mente mala, el hombre está siempre luchando para seguir el bien rechazando el mal. Por ello, sus acciones también toman gradualmente la dirección de la buena conducta, oponiéndose a la mala conducta. Aunque el hombre cayó, la mente original actúa encaminándolo hacia el bien. Por lo tanto, puede participar en la providencia de la restauración de Dios, cumpliendo gradualmente el propósito del bien.
Por consiguiente, es evidente que la historia hecha por tales hombres, ha estado dirigiéndose hacia el bien rechazando el mal, aunque está sumergida en el torbellino de la mezcla del bien y del mal. Por lo tanto, el mundo último hacia el cual está dirigida la historia no puede ser otro que el Reino de los Cielos, en el que se realiza el propósito del bien. Por esto debemos comprender que las luchas y las guerras son también fenómenos del curso de la separación entre el bien y el mal, a fin de cumplir el propósito del bien. Por consiguiente, aunque a veces la batalla puede terminar con el triunfo temporal del mal, la historia seguirá a pesar de todo el curso providencial del cumplimiento del propósito del bien. Desde este punto de vista, podemos comprender que la historia humana se ha desarrollado hacia el bien repitiendo constantemente el fenómeno de la separación entre el bien y el mal conforme a la providencia de la restauración de Dios.
Debido a la relación sanguínea del hombre con Satanás, este último realiza por adelantado, centrado en los hombres caídos, un mundo similar al que Dios piensa realizar en el futuro. Como consecuencia, la historia humana dio origen a un mundo fuera del Principio según una pseudoforma del Principio. Por esto, al fin de la historia mala de la humanidad, el mundo fuera del Principio, centrado en Satanás, será realizado antes de que Dios restaure el Reino de los Cielos en la tierra; este es el mundo del comunismo. Satanás realiza antes que Dios de un modo fuera del Principio lo que Dios piensa realizar. Vemos por esto que en el curso providencial de la restauración, las cosas falsas se presentan bajo la apariencia de verdaderas antes de que surjan las verdaderas. Los versículos de la Biblia que profetizan la aparición del falso Cristo antes de la venida del verdadero, solamente pueden ser aclarados por este principio.

1. EL DESARROLLO DE LA HISTORIA EN LA ERA PROVIDENCIAL DE LA RESTAURACION

La sociedad que formaron primeramente los hombres caídos fue una sociedad colectiva primitiva. Esta era una sociedad en la que los hombres suplían sus necesidades centrados en Satanás. Esto fue lo que realizó Satanás de un modo fuera del Principio antes de la sociedad cooperativa colectiva que Dios proyectaba realizar centrado en los hombres perfectos. Si no hubieran habido luchas ni divisiones en esta sociedad de Satanás, habría continuado para siempre, y la providencia de la restauración de Dios no se realizaría nunca.
Sin embargo, como hemos explicado anteriormente, en cada hombre caído hay dos mentes en lucha y este conflicto dentro de la mente, al aparecer en las acciones de los hombres, crea conflictos entre los individuos. Por consiguiente, la sociedad colectiva primitiva no podía mantenerse en paz. Además, como ésta se convirtió en una sociedad en la que los intereses económicos de la gente diferían entre sí, la lucha se desarrolló a una mayor escala. Así pues, a causa de la acción de la mente original del hombre que tendía a tomar parte en la providencia de la restauración de Dios, se crearon divisiones por medio de luchas desde los más tempranos días de la sociedad colectiva primitiva centrada en Satanás.
Observando el curso del desarrollo de la historia mala de la humanidad centrada en Satanás, encontramos que a continuación de la sociedad colectiva primitiva, se formó la sociedad de clan y ésta dio origen a la sociedad feudal. La sociedad feudal expandió finalmente su territorio y soberanía para formar una sociedad monárquica. Esto es así porque Dios pensaba elegir a buenos individuos del mundo del mal y establecer una sociedad de clan buena centrada en ellos, formando a continuación una sociedad feudal buena que se convertiría finalmente en un reino bueno con un territorio y soberanía del bien apto para recibir al Mesías. Satanás, sabiendo esto por adelantado, siguió el mismo curso anticipándose a Dios.
En realidad, Dios llamó a Abraham del mundo malo para que fuese el centro del bien. Haciéndole multiplicar descendencia con la capacidad de servir a la voluntad de Dios, El estableció la sociedad de clan israelita. Más tarde, los descendientes de Abraham fueron a Egipto y allí se desarrollaron de clan a tribu. Después de su regreso a Canaán hubo un período de Jueces y la sociedad centrada en los jueces fue la sociedad feudal israelita. ¿Por qué la llamamos feudal? Las características principales de una sociedad feudal son, primeramente, su sistema político basado en la relación de señor y siervo, en la que el siervo sirve y obedece al señor; y en segundo lugar, su sistema económico de autoabastecimiento dentro de un territorio cerrado. El período de los Jueces constituyó una sociedad con estas características. Es decir, fue asignada una porción de tierra a cada una de las tribus de la nación israelita, que había vuelto a la tierra de Canaán, y las tribus formaron una sociedad feudal, centrada en el Juez, que estaba en la posición de un señor feudal. Por consiguiente, llamamos a ésta la sociedad feudal israelita.
El carácter de la sociedad feudal obligaba a su gente a obedecer, en absoluta sumisión, la ideología y dirección de su señor feudal. Por consiguiente, mientras que su señor estuviese bajo la voluntad de Dios, el pueblo estaría naturalmente del lado de Dios. Además, estando en semejante relación, podían vivir en circunstancias en las que no sufrían invasión satánica. Por lo tanto, el significado del desarrollo de la sociedad de clan en la sociedad feudal era impedir la invasión satánica, llevando de vuelta al lado celestial las posesiones de Satanás y establecer un mayor territorio perteneciente a la soberanía divina. Ya que ésta era la providencia de Dios, Satanás planeó por el contrario formar una sociedad feudal satánica por adelantado para mantener su soberanía, puesto que conocía la voluntad de Dios.
La sociedad feudal surgió con el fin de establecer el fundamento para la sociedad monárquica, con mayor soberanía y territorio. Es decir, con la sociedad feudal israelita, Dios formó pequeñas unidades de territorio con soberanía, pueblo y economía que pertenecían al lado celestial, capaces de impedir la invasión satánica. Entonces, con el fin de fortalecer y extender la sociedad feudal a una mayor soberanía celestial para su gente uniendo las pequeñas unidades de territorio, surgió la sociedad monárquica israelita, que constituyó el período del Reino Unido, comenzando con el rey Saúl.
Como ya hemos mencionado, Jesús vino como Rey de Reyes (Ap. 11:15). Por consiguiente, Dios formó la sociedad monárquica israelita con el fin de proveer el fundamento sobre el cual el Mesías podría venir y reinar como tal.
Dios proyectaba establecer según esta providencia la sociedad monárquica israelita, así que Satanás intentó impedir la providencia de Dios, formando una sociedad monárquica centrada en él, anticipándose a Dios. Por esto, vemos que antes del período del Reino Unido, el reino de Egipto estableció su primera dinastía del lado de Satanás, más de veinte siglos antes de Cristo; este reino duró treinta dinastías. El antiguo reino de Babilonia ya había unificado toda la Mesopotamia, en tiempos del rey Hammurabi en el siglo XVIII antes de Cristo; y el reino de los Hititas llegó a ser la mayor potencia en el Oriente centrado en Siria en el siglo XIV antes de Cristo. De este modo, en el mundo satánico, de acuerdo con la acción de la mente original del hombre en correlación con la providencia de Dios, hay una lucha constante entre un reino con un nivel más elevado de bondad y otro reino más malo, ocasionándose la separación del bien y del mal. Por consiguiente, si en aquel tiempo el rey Salomón hubiera servido a la voluntad de Dios hasta el fin podría haber unificado todos los países orientales mostrando su excelente habilidad política, después de haber absorbido las tres grandes civilizaciones de Egipto, Mesopotamia y Creta. Además podría haber establecido un territorio mundial haciendo posible el ideal mesiánico. Sin embargo, debido a la caída del rey Salomón, Dios tuvo que realizar Su providencia de derribar esta sociedad monárquica.
De este modo, los reyes del período del Reino Unido fracasaron en construir el fundamento sobre el que se restauraría la soberanía de Dios al establecer el fundamento de fe. Por lo tanto, Dios dividió finalmente el reino en Norte y Sur. Dios dejó que el Reino del Norte fuese destruido por la nación gentil de Asiria (Asiria llegó a ser la más fuerte, erigiendo el primer «Imperio Mundial», conquistando la parte central del Oriente Medio incluido Egipto en el siglo VIII a.C.). Cuando el Reino del Sur, Judá, que había servido a la voluntad de Dios, se rebeló contra El, Dios los abandonó en manos de la Nueva Babilonia (después de la caída del Imperio de Asiria, los caldeos erigieron el reino de la Nueva Babilonia o Reino de Caldea con Babilonia como capital).
Después de la caída del Reino de Judá, Dios mantuvo vacante el trono judío hasta la llegada del Mesías, haciendo que el pueblo judío estuviera bajo el dominio de muchas naciones gentiles. De modo especial, al hacer que el pueblo judío perteneciese a la esfera de la civilización helénica, que tenía que ser el fundamento de la democracia, Dios proporcionó una sociedad de tipo democrático (en torno a sus elegidos) para que más tarde, si el pueblo judío recibía al Mesías en su llegada, pudiese llegar a ser su rey de acuerdo con la voluntad del pueblo. Sin embargo, ya que la voluntad del pueblo judío fue crucificar a Jesús en lugar de elevarlo al trono, el propósito de los 2.000 años de la providencia de Dios para la restauración, que El planeó realizar centrado en los descendientes lineales de Abraham, se cumplió sólo espiritualmente.

2. EL DESARROLLO DE LA HISTORIA EN LA ERA PROVIDENCIAL DE LA PROLONGACION DE LA RESTAURACION

(1) La providencia de la restauración y la historia europea

El Imperio Romano, que había perseguido al Cristianismo, se rindió finalmente ante el Jesús crucificado a finales del siglo IV y decretó al Cristianismo como su religión nacional. Sin embargo, si al principio el pueblo judío se hubiera unido en la fe y el servicio a Jesús como Mesías, el antiguo mundo unido del mar Mediterráneo, centrado en el Imperio Romano, habría sido necesariamente movido e inspirado por Jesús en su propia vida y se habría construido un reino centrado en Jerusalén, exaltando a Jesús como rey. Sin embargo, debido a la falta de fe de los israelitas, la nación judía fue destruida, y el Imperio Romano, que tenía que ser el fundamento para el reino del Mesías, comenzó a declinar hasta que en el año 476 la Roma Occidental fue destruida por Octavio, jefe de los Hérulos. Así, la providencia de Dios para la restauración fue trasladada de Judea, la tierra del amargo pesar, a Europa Occidental, que era el territorio de Roma Occidental. Por lo tanto, la providencia espiritual de la restauración por medio del Cristianismo después de Jesús, ha sido realizada en Europa Occidental como base. Por consiguiente, la historia providencial de la restauración de esta era se desarrolló solamente en Europa Occidental. Por esta razón, el curso del desarrollo de la historia sobre la que versa el materialismo histórico es aplicable solamente a la historia de Europa Occidental. De este modo, la historia cristiana centrada en Europa Occidental se convirtió en la fuente histórica central de la formación de la era providencial de la prolongación de la restauración.

(2) Relaciones mutuas entre la historia de la religión, la historia de la economía y la historia de la política

Ya hemos estudiado en «Los Principios de la Creación» que Dios creó al hombre con los aspectos duales de cuerpo físico y cuerpo espiritual con el fin de que pudiera dominar los dos mundos; a saber, el mundo visible y el mundo invisible. Por consiguiente, si el hombre no hubiera caído, su cuerpo espiritual y su cuerpo físico podrían haber crecido y haberse perfeccionado juntos; y su intelecto, ambos, el espiritual y el físico, podrían haber formado una perfecta armonía en la vida física del hombre. Sin embargo, debido a la caída, el hombre cayó en la ignorancia de ambos lados, el espiritual y el físico. A partir de este punto, la ignorancia espiritual del hombre ha sido iluminada por la religión, mientras que la ignorancia de la realidad física ha sido superada por la ciencia, como ya hemos visto (ref. Part I, Cap. III, Sec. V, 1).
Como ha sido expuesto, la ignorancia espiritual del hombre ha sido superada gradualmente a medida que se exploraba el invisible «mundo de la causa» por medio de la religión. Ya que la religión no satisface las necesidades inmediatas, el desarrollo de la parte espiritual puede ser muy activo (a pasos agigantados) en personas específicas, pero normalmente es muy lento en la mayoría. Podemos ver esto por el hecho de que incluso hoy día, cuando la religión está mundialmente popularizada, hay mucha gente cuyo aspecto espiritual no es mejor que el de los hombres antiguos.
Por otro lado, la ignorancia física del hombre ha sido grandemente superada por la búsqueda científica en el «mundo del resultado», el mundo natural (o físico) que es familiar a todos. La ciencia es de inmediata necesidad para todo el mundo porque mejora nuestra vida diaria. Por consiguiente, el camino para salir de la ignorancia de la realidad física es rápido y amplio, y abierto a muchos. De este modo, en la religión, el objeto de nuestra investigación es el mundo invisible de la causa, que es trascendente, mientras que en la ciencia investigamos el mundo visible del resultado, que es tangible. Por ello, hasta el presente, la religión y la ciencia han estado en conflicto entre sí, como fuerzas que no admiten un compromiso lógico. Además, Satanás, que mantiene la soberanía sobre el mundo de la creación, está invadiendo y minando constantemente a los hombres en sus vidas diarias. Por esto, hasta ahora se ha pensado que el camino de la religión no se puede seguir sin abandonar la vida diaria. Como es natural, la religión no ha estado en armonía con la ciencia, la cual persigue el beneficio del mundo físico. Dios creó originalmente en primer lugar, el cuerpo físico del hombre, que es externo, y después su espíritu, que es interno (Gen. 2:7). Por consiguiente, como trataremos precisamente en la Sección I del capítulo siguiente, Su providencia de la restauración, conforme al principio de la recreación, debe seguir también el proceso de la providencia de lo externo a lo interno. Visto según este principio de la providencia, es evidente que la religión y la ciencia han seguido su curso de desarrollo desarmonizadas entre sí.
Este tipo de disonancia se encuentra también en la relación entre la religión y la economía. Esto es porque la economía, al igual que la ciencia, pertenece al mundo físico y se desarrolla en una estrecha relación especialmente con el progreso de la ciencia. Observando esta relación, la historia de la religión está de acuerdo con la providencia interna de Dios y la historia de la economía está de acuerdo con Su providencia externa. Sin embargo, la religión y la economía no tienen más remedio que diferir entre sí en su dirección y en la proporción de su desarrollo. Por consiguiente, para que podamos comprender el desarrollo de la historia en Europa Occidental, que ha seguido el curso diseñado según la providencia de Dios para la restauración, debemos estudiar la historia del Cristianismo y de la economía separadamente.
Sin embargo, así como en el caso de la religión y la ciencia, la religión y la economía tampoco pueden desarrollarse separadamente, porque tienen las misiones complementarias de restaurar la vida interna y externa de los hombres caídos. Por ello, al igual que la religión y la ciencia, la religión y la economía han formado las respectivas historias del Cristianismo y de la economía mediante mutuas relaciones en nuestra vida social, aunque pueden haber estado en pugna la una con la otra en algunos aspectos. La religión y la economía se relacionan en nuestra vida social por medio de la política. Esto es especialmente evidente en Europa Occidental, que fue fuertemente cristianizada. La política en Europa Occidental debió haber armonizado por medio de la vida social el desarrollo económico, que siguió al desarrollo radical de la ciencia, con el movimiento del Cristianismo, que aún no había podido tomar ninguna dirección clara en la providencia de la restauración. Por lo tanto, la historia política de Europa Occidental se encaminó en una nueva dirección. En consecuencia, con el fin de comprender exactamente el desarrollo histórico de la providencia de la restauración, debemos estudiar también por separado la historia política. Estudiemos el curso del desarrollo de la historia de la Europa Occidental hacia finales del siglo XVII.
Según la historia de la religión, la sociedad democrática cristiana se formó en este período. Con el colapso del reino espiritual bajo la absoluta autoridad del papa, que tuvo lugar debido a la Reforma Religiosa en 1517, los hombres medievales se liberaron de la vida de fe y de su sujeción al papa, y todo el mundo podía conducir su vida de fe libremente, centrados en la Biblia. No obstante, políticamente este período vio el apogeo de la sociedad monárquica absoluta, mientras que bajo el aspecto de la historia de la economía aún existía la sociedad feudal bajo el sistema del señorío. De este modo, la sociedad en este período era una sociedad democrática bajo el aspecto de la religión, una sociedad monárquica bajo el aspecto de la política, y una sociedad feudal bajo el aspecto de la economía. Por lo tanto, con el fin de comprender el carácter de esta época desde el punto de vista de la providencia de la restauración, debemos considerar sus cursos de desarrollo por separado.
Entonces, debemos conocer por qué el desarrollo histórico en el período de la providencia de la restauración (la Era del Antiguo Testamento) no tuvo que pasar por un proceso semejante. En la sociedad antigua, ya que la ciencia estaba paralizada, el desarrollo de la economía estaba estancado. Los israelitas de la Era del Antiguo Testamento, en la que su modo de vida era el mismo para todos, llevaban una vida simple bajo un sistema social basado en la relación de señor-siervo, en la que tenían que obedecer la ley estrictamente bajo el mando de su líder. Por consiguiente, su vida religiosa era realmente su vida social. Por lo tanto, en este período, la religión, la política y la economía no podían gozar de un desarrollo por separado.

(3) La sociedad de clan

Estudiemos ahora de qué forma se desarrolló la historia, desde los puntos de vista de la religión. la política y la economía, en la era providencial de la prolongación de la restauración (Era del Nuevo Testamento).
Ya hemos aclarado antes que la sociedad de clan del lado celestial se formó a causa de la división de la sociedad colectiva primitiva satánica, debido a la tendencia de la mente original del hombre en relación con la providencia de la restauración de Dios, la cual lleva a cabo la separación de los hombres que cumplen la voluntad de Dios. Del mismo modo, con la crucifixión de Jesús, la nación escogida de Dios cayó en manos de Satanás y Dios no podía realizar Su providencia de la restauración con la sociedad tal como estaba. Por consiguiente, Dios dividió la sociedad y llamando a los cristianos fervientes, estableció la sociedad de clan cristiana.
Así como en la Era del Antiguo Testamento las setenta personas centradas en los doce hijos de Jacob habían comenzado su curso providencial formando la sociedad de clan israelita, los setenta discípulos y los doce apóstoles centrados en Jesús comenzaron su curso providencial formando la sociedad de clan cristiana. Ya que la sociedad de clan cristiana era una sociedad cristiana primitiva, no había necesidad de ningún sistema organizado en su política y economía en aquel período. Por consiguiente, en este período, la religión, la política y la economía no podían gozar de un desarrollo.
La sociedad cristiana de clan prosperó gradualmente mientras era perseguida amargamente por el Imperio Romano, formando finalmente la sociedad tribal cristiana. Entonces, el Imperio Romano Occidental cayó por último en el año 476 d.C., debido al gran movimiento de naciones que comenzó en la última parte del siglo IV. Cuando el Cristianismo se extendió entre el pueblo germano, se estableció una vasta sociedad cristiana.

(4) La sociedad feudal

A continuación de la sociedad de clan en el curso del desarrollo de la historia aparece la sociedad feudal. La sociedad feudal nació cuando en el tiempo de la caída del Imperio Romano Occidental, el poder real disminuyó y las naciones cayeron en un estado de desorden. A partir de entonces, la sociedad cristiana de Europa Occidental, comenzó a tener su religión, política y economía diferenciadas, teniendo cada una de ellas su propio curso de desarrollo por separado. La sociedad feudal estaba formada por el sistema político basado en la relación de señor-siervo constituida por los señores feudales mayores, medios y menores y los caballeros bajo la premisa de la obediencia y el servicio, y por el sistema económico de autoabastecimiento del sistema señorial. La tierra estaba dividida entre los señores. El rey, como uno más de los señores feudales, tenía su poder descentralizado. Cada uno de los señores tenía en posesión una cierta asignación de tierra otorgada por su rey, y teniendo su tierra independiente podía ejercer incluso la autoridad del derecho judicial. En consecuencia, la tierra era casi como una posesión privada fuera del poder nacional existente. Esta posesión privada de tierra era llamada señorío.
Alguna nobleza de grado más bajo cedía tierras privadas a ciertos señores feudales o a templos, con el fin de ser protegidos por el gobernante, y se les daba de nuevo la tierra en forma de un préstamo. Este era otro tipo de señorío. De este modo, los señoríos cubrían todo el país. Los caballeros de la clase más baja recibían una asignación de un señorío, sirviendo cada uno a su señor feudal como un soldado privado, mientras que el rey o el señor poseía cientos o incluso miles de señoríos.
El aspecto religioso también se desarrolló en la misma dirección que la sociedad feudal antes tratada, centrado en el Cristianismo. Se la llama la sociedad feudal cristiana. Es decir, el patriarca, el arzobispo y el obispo tenían posiciones correspondientes al señor mayor, señor medio y señor menor; así como el rey era uno de los señores feudales, el papa era también uno de los patriarcas. También había un sistema de gobierno de tipo religioso bajo una relación absoluta de señor-siervo. Los obispos, poseyendo las tierras feudales cedidas por los creyentes, eran similares a los señores feudales, pues gozaban de una poderosa posición entre las muchas clases de la sociedad feudal.
Bajo el aspecto económico, en este período el antiguo sistema de esclavitud fue cambiado por el sistema señorial. Por lo tanto, la gente ordinaria empezó a poseer tierras a partir de entonces. De este modo, la posición social del pueblo bajo el sistema de tierras de este período quedó separada aproximadamente en cuatro clases: la nobleza, el terrateniente, el siervo y el esclavo.
De este modo, Dios pudo construir el fundamento sobre el que se podría levantar más tarde el reino del lado celestial, estableciendo la sociedad feudal en el pueblo germano, a quienes El había elegido, y fortaleciendo las pequeñas unidades de territorio celestial en los tres aspectos, la religión, la política y la economía, sobre el fundamento del Imperio Romano Occidental caído.

(5) La sociedad monárquica y la sociedad imperialista

La sociedad monárquica apareció después de la sociedad feudal en el curso del desarrollo de la historia. Entonces, ¿de qué modo se formó la sociedad monárquica, visto según el aspecto político de Europa Occidental? Todos los estados erigidos por los germanos que se habían trasladado al Oeste de Europa existieron durante un corto período de tiempo, excepto el reino de los francos, que continuó por largo tiempo. Los francos eran una tribu de germanos occidentales, que después de haber establecido el reino Merovingio, se unieron al Cristianismo. Absorbiendo la civilización de Roma, formaron en el Oeste de Europa un mundo romano con una herencia germánica. Después de la caída de este reino, Carlos Martel expandió su poder expulsando a los moros, que habían invadido el sudoeste, mientras que su hijo Pipino, erigió el reino Carolingio. Carlomagno, hijo de Pipino, que había estimado en alto grado la teoría de la teocracia de San Agustín, pensó establecer una nación monárquica con esta teoría como ideología nacional, tan pronto como llegase a ser rey. Carlomagno estableció el poderoso reino de los francos, unificando a Europa Central y estabilizando la seguridad del Oeste de Europa, que estaba en el caos a causa del gran movimiento de las naciones.
La sociedad monárquica cristiana que siguió a la sociedad feudal, vista según el aspecto religioso era la sociedad de un reino espiritual sin tierra, establecido con el papa como centro, sobre el fundamento espiritual para recibir al Mesías. El Papa León III ordenó a Carlomagno en el año 800 d.C., coronándole como emperador y dándole el derecho divino. De este modo, el reino espiritual, que había sido establecido con el papa como centro, y el reino de los francos, que había sido erigido políticamente, se unieron entre sí y formaron el Reino Cristiano.
El período del Reino Cristiano fue el período de la identidad de tiempo en relación al período del Reino Unido en la Era del Antiguo Testamento. El propósito de que el período monárquico siguiera al período feudal era formar una mayor soberanía celestial para su gente y su territorio, al unir la sociedad feudal. Por consiguiente, si el papa, que había estado estableciendo el fundamento para restaurar el mundo substancial desde el punto de vista del arcángel, hubiera obedecido en la posición de Caín al rey después de haberle bendecido; y si el rey hubiera establecido el Reino Cristiano completamente bajo la voluntad de Dios, dirigiendo su gobierno a realizar el ideal mesiánico siguiendo la ideología del papa, este mismo período podría haberse convertido en los Ultimos Días, en los cuales podrían haber recibido al Mesías. De este modo, si hubiera aparecido en este tiempo la verdad que pudiera resolver completamente los problemas conflictivos de la religión y la ciencia por medio de un tema unificado, el fundamento para recibir al Mesías podría haber sido establecido entonces sobre esta base mediante el desarrollo armonioso de la religión, la política y la economía de aquel tiempo hacia una dirección común, centradas en una ideología.
Por consiguiente, la sociedad feudal debería haber acabado completamente en aquel tiempo con la llegada del período del Reino Cristiano. Sin embargo, ya que los papas y los reyes actuaron aparte de la voluntad de Dios, el ideal original de Carlomagno fracasó en su realización y el fuerte fundamento del sistema feudal no desapareció, continuando hasta mucho tiempo después. Por consiguiente, la religión, la política y la economía estaban aún separadas entre sí; el reino espiritual centrado en el papa y el reino substancial centrado en el rey tomaron posiciones contradictorias y se separaron.
De este modo, Carlomagno, que había levantado el reino sobre el fundamento del madurado sistema feudal, no pudo derribar las barreras del feudalismo. Por consiguiente, quedó en realidad en la posición de nada más que un gran señor feudal. Habiendo fracasado el Reino Cristiano en el establecimiento del reino capaz de recibir al Mesías de la Segunda Llegada, el sistema feudal se fortaleció cada vez más; la sociedad feudal de muchas clases en el aspecto político tuvo su apogeo hasta la aparición de la sociedad de la monarquía absoluta. Cuando las clases feudales comenzaron a declinar a partir de la mitad del siglo XVII, el poder de los señores feudales, que había estado descentralizado, se centralizó en torno al rey. De este modo, el rey, coronado por la gracia del «derecho divino de los reyes» como su ideología política, llegó a gozar de poder absoluto. Se puede considerar que el rey formó realmente la sociedad monárquica en el aspecto político en el período que va de la mitad del siglo XVII a la Revolución Francesa en 1789, diferenciándose de la posición de un señor feudal en la sociedad de clase feudal.
¿Cuál fue la consecuencia de la sociedad monárquica cristiana desde el punto de vista de la historia de la religión? Ya que los papas de esta era se habían secularizado, no siendo capaces de permanecer en la voluntad de Dios, siguieron gradualmente el camino del ocaso espiritual. Además, la dignidad del papa declinó debido al fracaso de las Cruzadas, y el papado llegó sólo a tener una posición honoraria en el tiempo del cautiverio del papa en Avignon en el sur de Francia. De este modo, la sociedad monárquica cristiana, que era el reino espiritual centrado en el papa, continuó hasta el brote de la Reforma Religiosa en 1517.
En cuanto al curso del desarrollo económico en este período, persistió el sistema económico feudal, incluso en la sociedad de la monarquía absoluta en la que el sistema político estaba centralizado después del declive del sistema feudal. De este modo, no solamente en el aspecto de la economía agrícola, sino también en las otras esferas económicas que se estaban cambiando al capitalismo, el sistema económico no pudo trascender los límites del feudalismo hasta la Revolución Francesa. Es decir, incluso los granjeros independientes (terratenientes), que confiaban en el poder del rey con el fin de oponerse al gobierno del señor feudal, no pudieron eliminar las limitaciones del sistema feudal, mientras que los fabricantes, que conspiraron con el rey, conociendo las desventajas de la división del feudalismo, finalmente acabaron siendo ellos mismos mercantilistas feudales.
Si a la sociedad feudal le sucede la sociedad monárquica en términos de estructura política, entonces ¿qué vendría después del feudalismo en términos de economía? Sería la sociedad capitalista, y siguiendo a ésta la sociedad imperialista. La centralización del capital es una característica del capitalismo, especialmente del imperialismo, así como la centralización del poder en la política es una característica de la monarquía. El capitalismo comenzó a brotar desde el principio de la sociedad de la monarquía absoluta a mitad del siglo XVII y llegó gradualmente a su madurez después del período de la Revolución Industrial en Inglaterra.
De este modo, la sociedad capitalista nació con el fin de desarrollar el fundamento económico de pequeñas unidades, que se había conseguido por medio del sistema económico feudalista, y convertirlo en un fundamento de grandes unidades. Además, para restaurar un fundamento mundial de economía, el capitalismo pasó a la etapa del imperialismo. Lo que aquí debemos recordar es que el modelo de la providencia de Dios para la restauración se ha formado centrado en Europa Occidental. Por consiguiente, el imperialismo aquí tratado es también el que se ha desarrollado en el Oeste de Europa.
La idea imperialista que se había expandido en el Oeste de Europa motivó a las naciones cristianas de Europa Occidental a obtener colonias por todo el mundo, antes y después de la Primera Guerra Mundial. De este modo, el mundo progresó radicalmente hacia una esfera cultural cristiana.

(6) La democracia y el socialismo

La época de la democracia siguió a la de la monarquía. La razón por la que llegó la época de la monarquía fue la construcción del reino capaz de recibir al Mesías como rey. Sin embargo, habiendo fracasado esta época en cumplir esta misión, Dios destruyó esta sociedad y estableció la democracia con el fin de llevar a cabo una nueva providencia para la reconstrucción del Reino Mesiánico.
La democracia es un principio bajo el cual se le da al pueblo la soberanía de constituir el gobierno por ellos mismos y por su propia voluntad. En consecuencia, el propósito de la democracia es derribar la dictadura satánica y establecer un nuevo sistema político, que posibilite la realización de la providencia de la restauración para recibir al Mesías como rey. A medida que transcurre la historia, el espíritu del hombre se hace cada vez más brillante, bajo la benévola influencia de la era de la providencia de la restauración. Por ello, la mente original del hombre, en correlación con esta providencia, busca inconscientemente la religión. Esta mente original en busca de la religión llega finalmente al Cristianismo, que Dios instituyó como la religión final y última.
Esta es, de hecho, la razón por la que el mundo de hoy día está en camino de formar una sola esfera cultural cristiana. Naturalmente, a medida que la historia se aproxima a su consumación, la voluntad del pueblo se inclina a ser de tipo cristiano, y el gobierno democrático que sigue la voluntad del pueblo también está obligado a transformarse en un gobierno cristiano. De este modo, cuando el Mesías venga de nuevo a la sociedad bajo el gobierno democrático bien madurada por el espíritu cristiano, podrá establecer la soberanía de Dios sobre la tierra por la voluntad del pueblo, restaurando así el Reino de los Cielos en la tierra. Debemos saber entonces que la democracia es, en definitiva, el principio político de la providencia final de Dios, para aniquilar la dictadura del lado de Satanás y para restaurar de acuerdo con la voluntad del pueblo la soberanía de Dios centrada en el Señor de la Segunda Llegada. De este modo, el espíritu democrático que se levantó contra la monarquía absoluta a finales del siglo XVIII motivó las revoluciones democráticas en Inglaterra, América y Francia, hundiendo la sociedad monárquica y estableciendo el fundamento de la sociedad democrática. Hemos estudiado la democracia desde el punto de vista del desarrollo de la historia, pero la democracia considerada según el progreso providencial de los ideales Hebraico y Helénico será tratada en el siguiente capítulo.
A continuación, sobre el curso del desarrollo de la historia en la esfera religiosa, hemos visto que la venida de la época de la democracia cristiana, después de la Reforma Religiosa de 1517 d.C., causó el hundimiento del reino espiritual sin tierra centrado en el papa. Originalmente, este reino centrado en el papa, como hemos visto anteriormente, debería haber realizado un reino capaz de recibir al Mesías de la Segunda Llegada, por medio de la unión del papa con el rey. Sin embargo, el papa fracasó en llevar a cabo su misión. Así como la democracia surgió con el fin de derribar la soberanía dictatorial de la sociedad de la monarquía absoluta, del mismo modo la democracia cristiana surgió con el fin de derribar la soberanía dictatorial del papa, que estaba obrando aparte de la voluntad de Dios. Era natural que después de la Reforma Religiosa, surgiese la época de la democracia cristiana en la que todo el mundo podría buscar libremente a Dios, centrado en la Biblia, sin tener que ir a través de la mediación del papa o los sacerdotes. De este modo, también en el aspecto de la religión, comenzó una época en la que los creyentes podían buscar su camino de fe religiosa, conforme a su libre voluntad, sin estar sujetos a nada ni a nadie. De este modo, la democracia cristiana llegó a crear un ambiente social cristiano en el que la gente podría dirigirse libremente en el futuro al Mesías de la Segunda Llegada, sea cual fuese la forma y manera de la que pudiera venir.
Por otro lado, en el curso del desarrollo de la historia económica, surgió el socialismo con el fin de derribar al imperialismo y para establecer una sociedad económica democrática siguiendo la misma ley de desarrollo. De este modo, la Primera Guerra Mundial puede ser considerada como la guerra en la que las naciones imperialistas querían obtener colonias, mientras que hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, la democracia nacional hizo su aparición para derribar la política colonial imperialista, forzando a las grandes potencias a abandonar su política colonial y a liberar a las potencias más pequeñas. Por consiguiente, la época de la economía capitalista se transformó en la época de la economía socialista, con el hundimiento del imperialismo como el punto de cambio.
Es natural que el mundo satánico, que se dirige hacia una sociedad comunista, abogue por el socialismo. Esto es así porque Satanás intenta realizar por adelantado el curso del lado celestial yendo hacia el sistema socialista de economía, aunque la dirección y contenido de los dos difieren totalmente entre sí.
Según el principio de la creación de Dios, el valor original que el hombre recibió en la creación, debe ser igual entre dos individuos cualesquiera. Por esto, Dios piensa dar a cada uno un medio ambiente y unas condiciones de vida iguales, así como los padres hacen con sus hijos. Por consiguiente, la producción, la distribución y el consumo deben tener entre sí la misma relación orgánica como la que hay entre el estómago, el corazón y los pulmones del cuerpo humano. Entonces, no debería haber ninguna competición en el mercado a causa de excesiva producción, ni ninguna acumulación o consumo excesivo que ocasionase una obstrucción al propósito de la vida del conjunto, debido a una injusta distribución. Debe haber una cantidad de producción necesaria y suficiente, una distribución en cantidades equitativas y apropiadas y un consumo razonable para el propósito general, así como en el hígado del cuerpo humano debe haber una reserva apropiada para el funcionamiento regular del cuerpo entero.
El hombre que ha sido creado con este ideal, no puede hacer menos que pedir un sistema socialista de vida semejante, ya que busca su naturaleza original, luchando tras la libertad democrática en la consumación de la historia providencial, la cual hará posible la restauración del ideal original. Si la voluntad del pueblo pide esto, la política, conforme a la voluntad del pueblo, también debe ir en la misma dirección. Así, llegaremos finalmente a una sociedad socialista centrada en Dios. Podemos hallar una idea socialista en la antigua sociedad cristiana, mientras que el ideal de la «Utopía» de Thomas More de Inglaterra en el siglo XVI también era socialismo y la ideología basada en el humanismo de Owen, en el período de la Revolución Industrial de Inglaterra, también era semejante, juntamente con el socialismo católico, y el socialismo protestante, nacidos de la idea cristiana de Kingsley de Inglaterra. Todo esto debe ser considerado como proveniente de la expresión de la naturaleza original del hombre, que está dirigida hacia el ideal de la creación.

(7) El principio de la coexistencia, co-prosperidad y causa común, y el comunismo

La influencia de la era de la providencia divina de la restauración ayuda a desarrollar la naturaleza original del hombre que no pudo expresarse debido a la invasión satánica. Por consiguiente, siguiendo estos deseos espontáneos, los hombres buscan inconscientemente y con ardiente aspiración el mundo ideal de la creación de Dios. Por ello, la mente original del hombre, dirigida hacia una sociedad socialista del lado celestial, aboga en definitiva por el principio de la coexistencia, co-prosperidad y causa común, realizando finalmente el mundo ideal donde se cumple el propósito de la creación de Dios. Este es el verdadero Reino de los Cielos en la tierra centrado en el Señor de la Segunda Llegada.
Satanás, tratando siempre de realizar la providencia de Dios por adelantado, está abriendo su camino hacia el mundo del comunismo, abogando por el denominado «socialismo científico» basado en el materialismo. Los comunistas dicen que la historia humana, habiéndose desarrollado a partir de una sociedad comunista primitiva, está volviendo ahora a una sociedad comunista, pero sin conocer la causa. Habiendo prometido Dios una vez al hombre después de haberlo creado que realizaría el Reino de los Cielos en la tierra, permite a Satanás, que tuvo primero una relación de sangre con el hombre, que realice su mundo fuera del Principio según una pseudoforma del Principio centrado en los hombres caídos. El mundo comunista no es otra cosa que este mundo fuera del Principio según una pseudoforma del Principio, en el cual Satanás realiza por adelantado la imitación del Reino de los Cielos en la tierra, que Dios va a restaurar.
La democracia surgió con el fin de reemplazar la dictadura política de la monarquía y llevar de nuevo la soberanía a manos del pueblo. Del mismo modo, el lado celestial está tratando de realizar el principio de la coexistencia, co-prosperidad y causa común, después de llevar a la práctica el socialismo con el fin de derribar el sistema imperialista de economía, en el cual la propiedad está monopolizada por un cierto individuo o una cierta clase, y para establecer un sistema de economía en el cual toda la gente pueda disfrutar igualmente de las riquezas. Mientras tanto, el lado satánico está tratando de realizar el comunismo, adelantándose a Dios. Por consiguiente, el socialismo es el camino para realizar una sociedad económica de un verdadero tipo democrático.
Hemos aclarado previamente el hecho de que en la historia de la providencia de la restauración, centrada en Europa Occidental, se han separado tres aspectos; la historia religiosa, la historia política y la historia económica, desarrollándose según un mismo curso modelo. ¿Cómo, entonces, podrán establecer el fundamento para el ideal de la Segunda Llegada, completando la historia providencial y uniéndose entre sí en un mismo curso histórico? También hemos aclarado anteriormente que en el desarrollo de la historia se han hecho tres divisiones debido a que la religión y la ciencia, que tenían que superar la ignorancia espiritual y física del hombre no estaban unificadas. Por lo tanto, con el fin de que la historia, que se ha desarrollado bajo tres aspectos diferentes, pueda concluir en un punto focal en el que se realice un solo ideal, debe aparecer la nueva verdad que pueda resolver los problemas de la religión y la ciencia bajo un solo tema unificado.
Entonces surgirá una sociedad política en la que toda la humanidad, que habrá sido unificada en el corazón y en el seno de Dios mediante la religión basada en la verdad, realizará el ideal de la creación sobre el fundamento económico centrado en el ideal de Dios. Este es el verdadero Reino Mesiánico, basado en los principios de la coexistencia, co-prosperidad y causa común.

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