SECCION I
Las Características Duales de Dios y el Mundo Creado
1. LAS CARACTERISTICAS DUALES DE DIOS
¿Cómo
podemos hacer para conocer las características de Dios, que es un
ser invisible? Podemos conocerlas observando el mundo de Su creación.
Por
esta razón, San Pablo dijo:
«Porque
lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la
inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad,
de forma que son inexcusables» (Rm. 1:20).
De
igual manera que la obra de un artista es una manifestación visible
del carácter de su creador, así también cada creación es una
manifestación substancial de la naturaleza invisible de Dios, el
Creador.
Del
mismo modo que podemos conocer el carácter de un autor a través de
sus obras, así también podemos percibir la divinidad de Dios
observando Su creación.
Con
el fin de conocer la divinidad de Dios, examinemos los factores
comunes que se encuentran en toda Su creación. Una creación,
cualquiera que sea, no puede llegar a existir a no ser que se haya
establecido una relación recíproca entre las características
duales de positividad y negatividad, no sólo dentro del mismo ser,
sino también en relación con otros seres.
Por
ejemplo, las partículas, que son los componentes esenciales de toda
la materia, tienen positividad o negatividad, o neutralidad que se
origina cuando los elementos positivos y negativos se neutralizan
mutuamente. Cuando las dos características inician una relación
recíproca, dichas partículas forman un átomo.
Cada átomo asume un carácter positivo o un carácter negativo y por
medio de establecer relaciones recíprocas entre sus características
duales, proceden a formar moléculas de materia. La materia, que se
forma de esta manera mediante una relación recíproca entre estas
dos características, sirve de alimento para animales y plantas
cuando es absorbida por ellos.
Todas
las plantas continúan existiendo mediante una relación que tiene
lugar entre el estambre y el pistilo, mientras que el mismo proceso
ocurre en el mundo animal mediante la relación entre el macho y la
hembra.
Así,
en el caso del ser humano, Dios creó a un hombre (masculino), Adán,
en primer lugar; entonces, viendo que no era bueno que el hombre
estuviera solo (Gn. 2:18), El hizo una mujer (femenino), Eva, como el
objeto de Adán y por primera vez Dios vio que Su creación estaba
«muy bien» (Gn. 1:31).
De igual forma que un ion positivo o negativo, incluso después de la
disociación, se compone de la combinación de un protón (positivo)
y un electrón (negativo), así también el estambre y el pistilo de
las plantas y los miembros macho y hembra del reino animal solamente
pueden existir mediante una relación recíproca entre sus
características duales de positividad y negatividad. También, hay
características femeninas latentes en cada hombre y esencia
masculina en cada mujer. Los
aspectos de todas las cosas en la creación existen sobre una base
recíproca, tal como: superficial y profundo, dentro y fuera,
interior y exterior, frente y espalda, derecha e izquierda, arriba y
abajo, alto y bajo, fuerte y débil, largo y corto, ancho y estrecho,
este y oeste, sur y norte. Esto es debido a que todas las cosas están
creadas para existir mediante una relación recíproca entre sus
características duales.
Como
ya hemos visto, todas las cosas existen a través de una relación
recíproca entre sus características duales de positividad y
negatividad.
Debemos
también conocer la relación recíproca entre otra pareja de
características duales, que es incluso más fundamental que la de
positividad y negatividad. Cualquier cosa que exista, tiene en sí
misma un carácter interno o Sung Sang y una forma externa o Hyung
Sang (Sung Sang y Hyung Sang son términos filosóficos del idioma
coreano, sin traducción exacta al español, pero podemos definirlos
como carácter interno y forma externa). La forma externa es visible
y refleja al carácter interno, que es invisible. Aunque el carácter
interno no puede verse, asume una cierta forma, así que la forma
externa se asemeja al carácter interno como su forma visible. El
«carácter interno» y la «forma externa» se refieren a los dos
caracteres que son los dos aspectos relativos de la misma existencia.
En este sentido, la forma externa puede ser llamada un «segundo
carácter interno», así que a ambos juntos podemos llamarles
«características duales».
Podemos
tomar al hombre como ejemplo. El hombre consiste de cuerpo o forma
externa, y mente, o carácter interno.
El
cuerpo visible refleja a la mente invisible. El cuerpo asume una
forma que se asemeja a la forma proyectada por la mente.
Por esta razón se pueden percibir cosas sobre el carácter invisible
y el destino del hombre por su apariencia externa.
Llamamos
a la mente «carácter interno» y al cuerpo «forma externa».
Puesto
que la mente y el cuerpo son los dos aspectos del mismo hombre,
el
cuerpo puede ser llamado «segunda mente». Llamamos a ambos juntos
«características duales». Ahora podemos comprender el hecho de que
todas las cosas existen a través de una relación recíproca entre
las características duales de carácter interno y forma externa.
¿Cuál
es, entonces, la relación entre el carácter interno y la forma
externa? El carácter interno invisible es la causa y está en una
posición subjetiva, mientras que la forma externa visible es el
resultado de la anterior y está en una posición objetiva con
respecto al carácter interno. Por consiguiente, la relación
recíproca que existe entre los dos es la de interior y exterior,
causa y resultado, sujeto y objeto, vertical y horizontal.
Usemos
de nuevo al hombre como ejemplo. La mente y el cuerpo corresponden
respectivamente al Sung Sang y al Hyung Sang. El cuerpo no sólo se
asemeja a la mente, sino que además se mueve o no, siguiendo las
direcciones de ésta. Así el hombre puede dirigir su vida de acuerdo
a su voluntad y propósito.
La mente y el cuerpo también tienen una relación recíproca de
interior y exterior, causa y resultado, sujeto y objeto, vertical y
horizontal.
De igual
manera, todas las cosas de la creación, aunque son diferentes en
dimensión, tienen un carácter interno invisible que se corresponde
a la mente; ya que éste es la causa y sujeto controla a la forma
externa, que se corresponde al cuerpo humano. Esta relación entre
mente y cuerpo hace posible que la creación individual mantenga su
existencia como un ser con un cierto propósito. Los
animales tienen un aspecto que se corresponde a la mente humana;
debido a que ésta es la causa y sujeto que le dirige hacia un cierto
propósito, el cuerpo del animal puede vivir de acuerdo al propósito
de su ser individual. Una planta también tiene un carácter interno
que le posibilita mantener su función orgánica.
No sólo
eso, sino que así como los hombres pueden unirse debido a que la
mente es un factor común en cada persona, similarmente los
iones positivos y negativos se unen para formar un cierto material,
debido a que en cada ion hay aspectos de carácter interno y forma
externa que tienden a unirse, formando así una molécula.
Además, cuando un electrón gira alrededor de un protón para formar
un átomo, es debido a que cada uno contiene un aspecto de «carácter»
que les dirige hacia el propósito de construir un átomo.
La ciencia
moderna nos dice que las partículas que forman los átomos se
componen de energía. Sabemos
que dentro de la misma energía debe haber también un atributo de
«carácter» que le impulse a la meta de construir una partícula.
Yendo aún más allá, debemos
buscar a un ser absoluto que sea la causa última de todo el mundo de
la realidad.
Esta
causa, con su carácter y forma fundamental y único, dio origen a
toda la energía.
Este
ser último debe ser la Primera Causa de todos los seres, conteniendo
el carácter y forma absoluto y subjetivo. Llamamos Dios a esta
Primera Causa de nuestro mundo existente. Llamamos al carácter y
forma subjetivo de Dios, Su «Sung Sang Original» y «Hyung Sang
Original».
Como Pablo señaló, cuando examinamos los factores que toda la
creación tiene en común, llegamos finalmente a comprender que Dios
es la Primera Causa del mundo de la creación y que existe como el
sujeto absoluto, teniendo las características de carácter esencial
y forma esencial.
Hemos aclarado ya el hecho de
que todas las cosas en la creación sólo existen debido a una
relación recíproca entre las características duales de positividad
y negatividad. Génesis 1:27 dice: «Y creó Dios el hombre a imagen
suya; a imagen de Dios le creó; macho y hembra los creó». Esto
también nos enseña que Dios es el sujeto absoluto, que existe con
Sus características duales de positividad y negatividad.
¿Cuál
es la relación entre las características duales de carácter y
forma y las características duales de positividad y negatividad?
Fundamentalmente,
el Sung Sang Original de Dios y Su Hyung Sang Original tienen una
relación recíproca con Su «Positividad Original» y Su
«Negatividad Original» Por lo tanto, la positividad y la
negatividad de Dios son los atributos de Su carácter y de Su forma.
Así pues, la relación que existe entre lo positivo y lo negativo,
es similar a la que existe entre el carácter y forma.
Por
consiguiente, positividad y negatividad tienen también una relación
recíproca como la que existe entre interior y exterior, causa y
efecto, sujeto y objeto, vertical y horizontal. Por esta razón está
escrito en la Biblia que Dios creó a la mujer, Eva, como objeto
tomando una costilla del hombre, Adán, que era el sujeto. (Gn. 2
:22). Llamamos a la positividad y negatividad de Dios «masculinidad»
y «feminidad», respectivamente.
El
universo, que fue creado teniendo a Dios como centro, es similar al
hombre, que ha sido creado con su mente como centro. El universo es
un cuerpo orgánico perfecto creado completamente de acuerdo con el
propósito de la creación de Dios. Por esta razón, el universo,
como un cuerpo orgánico, tiene su propio carácter interno y forma
externa, siendo Dios su carácter interno, mientras que el universo
físico es su forma externa. Por esto Dios dijo que el hombre, que es
el centro del universo, fue hecho a Su imagen (Gn. 1:27).
Antes de crear el universo, Dios existía como el sujeto interior
masculino, y El creó el universo como Su objeto exterior femenino.
1Corintios 11:7 dice que el hombre «es imagen y gloria de Dios» lo
cual confirma esta teoría. Ya que Dios es el sujeto masculino de
carácter interno le llamamos «Padre», resaltando Su naturaleza
masculina.
Resumiendo,
sabemos que Dios
es el sujeto armonizado que consiste de las características duales
de Sung Sang Original y Hyung Sang Original. Al mismo tiempo, El es
el sujeto armonizado de las características duales de masculinidad y
feminidad originales, la primera representa Su carácter y la segunda
Su forma originales. En relación con toda la creación, Dios es el
sujeto masculino y representa su carácter interno.
2. LA RELACION ENTRE DIOS Y EL UNIVERSO
Ya hemos
aprendido que cada
creación es un objeto substancial de Dios, como la forma manifestada
de las características invisibles de Dios. Cada objeto substancial
se llama «encarnación individual de la verdad». Siendo el hombre
el objeto substancial de Dios que fue creado a Su imagen, se llama
«encarnación individual en imagen de la verdad». Ya que toda la
creación, aparte del hombre, es el objeto simbólico de Dios creado
a Su imagen indirecta, se llama «encarnación individual simbólica
de la verdad».
Cualquier
encarnación individual de la verdad, debido a que es un cuerpo
substancial que manifiesta las características duales de Dios, puede
ser dividida a su vez en un elemento positivo y otro negativo; el
primero refleja la masculinidad, como el carácter esencial de Dios,
y el último refleja la feminidad, como la forma esencial de Dios.
También, cada encarnación individual de verdad es un objeto
substancial de Dios; por lo tanto, cada ser individual no sólo es un
reflejo de las características duales de Dios de carácter y forma,
sino que cada uno también tiene dentro de sí mismo las
características duales de positividad y negatividad.
Definiendo
la relación entre Dios y el universo desde el punto de vista de sus
características duales, el universo es el objeto substancial de Dios
que consiste de encarnaciones individuales de verdad. Son las
manifestaciones de las características duales de Dios en imagen y en
símbolo, de acuerdo con los principios de la creación.
Es decir, el hombre es el objeto substancial de Dios con Sus
características duales manifestadas en forma de «imagen directa»,
mientras que todas las cosas del universo son los objetos
substanciales de Dios con Sus características duales manifestadas en
forma de «imagen indirecta» (símbolo). La
relación entre Dios y el universo por ser igual a la relación entre
carácter y forma, es una relación de interior y exterior, causa y
resultado, sujeto y objeto, vertical y horizontal.
Examinemos
la teoría fundamental del «Libro de los Cambios» (I Ching), que es
el centro de la filosofía oriental, desde el punto de vista de los
principios de la creación. Este libro explica que el fundamento del
universo es Taeguk (origen) y a partir de El vienen Yang y Yin
(positividad y negatividad). De Yang y Yin proviene el «O-haeing»
(cinco elementos: metal, madera, agua, fuego y tierra). Todas las
cosas fueron creadas de O-haeing. La positividad y negatividad se
llama el «Tao». «El Tao» se define como el «Camino» o la
«Palabra». Es decir, Taeguk produce la Palabra (principio creativo)
y la Palabra hizo todas las cosas. Por tanto, Taeguk es la primera y
la última causa de toda la existencia y es el núcleo unificado de
ambos, la positividad y negatividad.
Comparando
esto con la Biblia (Jn. 1: 1-3), «la Palabra era Dios... y sin ella
no se hizo nada de cuanto existe», podemos ver que Taeguk, el sujeto
que contiene positividad y negatividad, representa a Dios, el sujeto
que contiene las características duales.
De acuerdo a los principios de
la creación, la Palabra (Logos) también se compone de
características duales y de esta forma el universo, que fue creado
por la Palabra, contiene características duales Por consiguiente, la
afirmación en el «Libro de los Cambios» de que a la positividad y
negatividad juntas es «la Palabra», es válida.
Sin embargo,
el
«Libro de los Cambios» observa al universo sólo desde el punto de
vista de la positividad y negatividad, y no explica el hecho de que
todas las cosas tienen un carácter interno y una forma externa
dentro de ellas mismas. Por ello, sólo ha verificado el hecho de que
Taeguk es el sujeto que contiene la positividad y negatividad, y no
explica que Taeguk es originalmente el sujeto que contiene las
características duales de carácter esencial y forma esencial. Por
esta razón, el «Libro de los Cambios» no revela que Taeguk es un
Dios de personalidad.
Hemos aprendido ahora que el
fundamento de la filosofía oriental contenido en el «Libro de los
Cambios», puede ser completamente comprendido sólo a la luz de los
principios de la creación. La medicina oriental ha incrementado su
influencia precisamente debido a que está basada en el principio de
positividad y negatividad, el cual es un principio de la creación.
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