SECCION I
El Período de Esclavitud en Egipto y el Período de Persecución Bajo el imperio Romano
El
período de 400 años desde Noé hasta Abraham fue invadido por
Satanás a causa del fallo de Abraham en la ofrenda. Por lo tanto,
durante el período de esclavitud en Egipto, para restaurar por
indemnización este período de 400 años, la descendencia de Jacob
fue miserablemente perseguida por los egipcios durante los 400 años
desde que él y las setenta personas de su familia, centradas en sus
doce hijos, entraron en Egipto. El período de la persecución bajo
el Imperio Romano fue para restaurar este período por indemnización.
Los doce apóstoles, los setenta discípulos y los cristianos,
centrados en Jesús, tuvieron que sufrir una miserable persecución
bajo el Imperio Romano durante 400 años con el fin de restaurar por
indemnización el período de 400 años de preparación para la
llegada del Mesías que había sido invadido por Satanás a causa de
la crucifixión.
En el período de esclavitud en
Egipto, el «Primer Israel», la nación escogida, se separó de
Satanás, que los invadió a causa del fallo de Abraham en la
ofrenda, mediante la circuncisión (Ex. 4:25), la ofrenda de
sacrificios (Ex. 5:3) y guardando el Sábado (Ex. 16:23). Por
consiguiente, durante el período de persecución por el Imperio
Romano, el Segundo Israel, la nación escogida, tenía que separarse
de Satanás cumpliendo con los Sacramentos de la Santa Comunión y el
Bautismo, ofreciendo a los santos como sacrificios vivientes y
guardando el Sábado.
Una
vez que el período de 400 años de esclavitud en Egipto terminó,
Moisés subyugó a Satanás mediante el poder de los tres grandes
milagros y las diez plagas, y puso rumbo a la tierra de Canaán
conduciendo fuera de Egipto al Primer Israel, la nación escogida.
Del mismo modo, en el período de persecución bajo el Imperio
Romano, después que terminaron los 400 años de persecución del
Segundo Israel, Jesús influenció espiritualmente al emperador
Constantino y lo indujo a reconocer públicamente al Cristianismo en
el año 313, y finalmente hizo que Teodosio I declarase al
Cristianismo como la religión nacional.
De
este modo, los cristianos llegaron a estar restaurados
espiritualmente en Canaán, fuera del mundo satánico.
En
la Era del Antiguo Testamento, en la cual Dios había realizado Su
providencia por medio de condiciones externas de indemnización,
según la ley, Dios subyugó al Faraón dándole a Moisés el poder
de hacer milagros y señales. Pero ya que la Era del Nuevo Testamento
es el período en el cual Dios realizó Su providencia con
condiciones internas de indemnización, según la Palabra, Dios obró
entonces por medio de la reforma espiritual.
Una
vez terminado el período de esclavitud en Egipto, Moisés estableció
el centro del Antiguo Testamento recibiendo los Diez Mandamientos y
las palabras en el monte Sinaí. El Primer Israel, la nación
escogida, llegó a establecer la voluntad para recibir al Mesías,
recibiendo las tablas de piedra, el tabernáculo y el arca de la
alianza. Del mismo modo, después del período de persecución bajo
el Imperio Romano, el Segundo Israel, la nación escogida, canonizó
el Nuevo Testamento reuniendo los relatos y las palabras de los
apóstoles para cumplir espiritualmente los Diez Mandamientos y el
ideal del templo de la Era del Antiguo Testamento. Así ampliaron el
fundamento para recibir al Señor de la Segunda Llegada estableciendo
iglesias centradas en las palabras.
En el período que siguió a la llegada de Jesús, éste y el
Espíritu Santo han estado guiando a los cristianos directamente, por
lo tanto Dios no tuvo que establecer a ninguna otra persona como
figura central de toda la providencia, que sustituyese a Dios, como
lo había hecho en el período anterior de la providencia.
SECCION II
El Período de los Jueces y el Período de las Iglesias Cristianas bajo el Sistema Patriarcal
El
período de los Jueces es el período de 400 años en el que los
quince jueces, incluyendo a los doce que comienzan con Daniel y los
tres siguientes (Sansón, Elí y Samuel), estuvieron guiando a los
israelitas. Estos jueces cumplían múltiples funciones como profeta,
sumo sacerdote y rey, que fueron compartidas por varios individuos en
el siguiente período. Por consiguiente, la sociedad feudal del
Judaísmo comenzó en aquel tiempo. En el período de las iglesias
cristianas bajo el Sistema Patriarcal de la Era del Nuevo Testamento,
los patriarcas tenían deberes correspondientes a los de los jueces,
con respecto a la dirección de los cristianos.
En el
período anterior a Jesús, los jueces estaban estableciendo el
fundamento para recibir al Mesías, espiritual y físicamente,
centrados en el Primer Israel. Por ello, la política, economía y
religión de aquel tiempo estaban bajo la dirección de un solo
líder. Sin embargo, en
el curso después de Jesús, construían el reino espiritual
centrados en Jesús, el Rey de Reyes espiritual, sobre el fundamento
espiritual para recibir al Mesías ya establecido. Por lo tanto, el
mundo o la sociedad cristiana como «Segundo Israel» es un reino
espiritual sin tierra, cuyo rey era Jesús resucitado.
Ya
que los patriarcas tenían la misma misión que los jueces en la
construcción del reino espiritual, tenían que hacer las veces de
profetas o de sumos sacerdotes o de reyes gobernando la feligresía.
Como resultado, comenzó por este tiempo la sociedad feudal
cristiana.
En
el período de los jueces, después que los israelitas conducidos por
Josué y Caleb entraron en el país bendecido de Canaán, formaron
una nueva nación de los elegidos de Dios, centrados en los jueces,
en la nueva tierra asignada a cada tribu. Así establecieron el
fundamento de la sociedad feudal israelita. Del mismo modo, en el
período de las iglesias cristianas bajo el Sistema Patriarcal, el
Cristianismo, después de su liberación del Imperio Romano (el mundo
satánico), extendió el evangelio a las tribus germánicas, que se
habían trasladado a Europa Occidental por causa de la invasión de
los Hunos en el siglo IV. Al establecer al pueblo germánico como el
nuevo pueblo de los elegidos de Dios en la nueva tierra de Europa
Occidental, se estableció el fundamento de la sociedad feudal
cristiana.
Ya hemos
visto en detalle, en la sección sobre la providencia de la
restauración centrada en Moisés, que el pueblo de Israel, en el
curso de la restauración de Canaán, estableció el tabernáculo
como el símbolo del Mesías y al mismo tiempo, como el objeto
condicional que sustituía a Abel para establecer el fundamento de
substancia. Por lo tanto, la
nación israelita en el período de los Jueces debería haber
exaltado la voluntad del tabernáculo bajo el gobierno de los jueces.
Pero al vivir entre las siete tribus de Canaán sin destruirlas, los
israelitas llegaron a adorar sus ídolos y seguir sus malas
costumbres, originando así un gran caos en su fe.
Del
mismo modo, en el período de las iglesias cristianas bajo el Sistema
Patriarcal, los cristianos deberían haber exaltado la voluntad de la
iglesia como la entidad imagen del Mesías, y deberían haberla
exaltado al mismo tiempo como el objeto condicional que sustituía a
Abel, bajo la dirección de los patriarcas. Pero debido en parte a la
influencia de las muchas religiones paganas del pueblo germánico, se
originó una gran confusión en su fe.
SECCION III
El Período del Reino Unido y el Período del Reino Cristiano
Al
entrar en el período del Reino Unido terminó el período en el cual
los jueces conducían al Primer Israel. Los profetas, bajo el mandato
directo de Dios, los sumos sacerdotes sirviendo al tabernáculo y al
templo y el rey que gobernaba al pueblo estaban en una posición
triangular, teniendo que cumplir cada uno con su misión directiva,
centrados en el propósito de la providencia de la restauración. Por
ello, en el período del Reino Cristiano, que restauró el período
del Reino Unido por indemnización como la identidad de tiempo
substancial, terminó el período de la dirección de los patriarcas
en el Segundo Israel; los monasterios, correspondiéndose a los
profetas, los papas, correspondiéndose a los sumos sacerdotes, y los
reyes, gobernando al pueblo, tenían que conducir al Segundo Israel
centrados en el propósito de la providencia de la restauración.
El Cristianismo en aquel tiempo estaba dividido en las cinco grandes
iglesias de Jerusalén, Antioquía, Alejandría, Constantinopla y
Roma. El patriarca de Roma, teniendo una posición superior,
supervisaba a las demás iglesias y fue designado con el título
especial de «papa».
En
el período del Reino Unido, el «ideal del tabernáculo» de Moisés
apareció como el «ideal del templo» centrado en el rey,
estableciéndose así un reino. Este fue el curso imagen que mostraba
que en el futuro Jesús vendría como el templo substancial y
construiría un reino como Rey de Reyes (Is. 9:6). Del mismo modo, en
el período del Reino Cristiano, «la Ciudad de Dios» escrito por
San Agustín, que era su ideal cristiano al tiempo de la liberación
de los cristianos del Imperio Romano, fue realizado en este tiempo
por el emperador Carlomagno en la forma del Reino Cristiano que fue
el Reino de los Francos. Este fue el curso imagen que mostraba que en
el futuro Cristo vendría de nuevo como Rey de Reyes y construiría
un reino.
Por consiguiente, en
este período, el rey y el papa deberían haber realizado el ideal
cristiano en perfecta unidad centrados en la voluntad de Dios. De
este modo, el reino espiritual sin territorio, establecido con el
papa como centro y el reino substancial centrado en el rey, deberían
haber llegado a ser uno, centrados en el ideal cristiano.
Así, en aquel tiempo, la religión, la política y la economía se
habrían unido, y el fundamento para recibir al Mesías de la Segunda
Llegada se habría realizado entonces.
La
figura central para restaurar el fundamento de fe en el período del
Reino Unido era el rey, quien tenía que realizar la Palabra de Dios,
dada por medio de los profetas. Los profetas y los sumos sacerdotes,
en la posición de sustitutos de la Palabra de Dios, estarían en su
época en la posición de Abel. Sin embargo, en el curso de la
providencia de la restauración tenían que restaurar el mundo
substancial en la posición del arcángel, que representaba al mundo
espiritual. Por consiguiente, después de haber ordenado a un rey
sobre el fundamento espiritual por ellos establecido, tenían que
situarse en la posición de Caín ante él. Por esto, el rey debía
regir a la nación conforme a las palabras de los profetas y estos
debían obedecer al rey en la posición de súbditos suyos.
Por lo tanto, la figura central para restaurar el fundamento de fe en
este período era el rey.
En
realidad, en el año 800 después de Abraham el profeta Samuel ungió
a Saúl por mandato de Dios, haciéndole el primer rey del Primer
Israel, la nación escogida de Dios (1 Sam. 8:19-22, 10:1-24).
Si el rey Saúl, situándose sobre el fundamento de 400 años del
período de los Jueces, hubiese cumplido sus 40 años de reinado de
un modo aceptable por Dios, podría haberse colocado en la posición
de haber restaurado por indemnización el período de 400 años de
esclavitud en Egipto y el período de 40 años de Moisés en el
palacio del Faraón, pudiendo así establecer el fundamento de fe
basándose en el fundamento de 40 días de separación de Satanás.
Por lo tanto, si Saúl hubiese construido el templo como la imagen
del Mesías sobre este fundamento y lo hubiera exaltado, podría
haberse situado en la posición de Moisés habiendo tenido éxito en
la primera restauración nacional de Canaán, construyendo finalmente
el templo y exaltándolo. Si el pueblo escogido de Israel hubiera
obedecido absolutamente al rey, exaltando al templo sobre el
fundamento de fe centrado en el rey Saúl, podría haber establecido
el fundamento de substancia, realizando así el fundamento para
recibir al Mesías. Sin embargo, el
rey Saúl, al rebelarse contra el mandamiento de Dios dado por medio
del profeta Samuel (1 Sam. 15:1-23), fracasó en la construcción del
templo.
El rey Saúl, que quedó así en la posición de Moisés habiendo
fracasado en la primera restauración nacional de Canaán.
De este
modo, la
providencia de la restauración centrada en el rey Saúl fue
prolongada, a través del período de 40 años del rey David, hasta
el período de 40 años del rey Salomón.
Así como la voluntad para Abraham había sido realizada en tiempos
de Jacob, después de pasar por Isaac, la voluntad de la construcción
del templo por el rey Saúl, que estaba también en la posición de
Abraham, fue realizada en tiempos del rey Salomón después del
reinado del rey David. No obstante, ya
que el rey Salomón dejó la posición de Abel para la ofrenda
substancial cayendo en la lujuria, el fundamento de substancia fue un
fracaso. Por consiguiente, el fundamento para recibir al Mesías, que
tenía que ser establecido en el período del Reino Unido, fue
también un fracaso.
En
el período del Reino Cristiano tenían que ser restauradas por
indemnización todas las condiciones pertenecientes al período del
Reino Unido, como la identidad de tiempo substancial. Por lo tanto,
la figura central para restaurar por indemnización el fundamento de
fe de este período era el rey, que tenía que realizar el ideal
cristiano del monasterio y del papa. El papa estaba en la posición
de sumo sacerdote, quien había exaltado la voluntad de los profetas
en el período del Reino Unido. Por consiguiente, después de haber
ordenado al rey sobre el fundamento espiritual por él establecido
con el fin de que el rey realizase el ideal cristiano, el papa tenía
que obedecer al rey en la posición de súbdito suyo, mientras que el
rey tenía que regir al pueblo exaltando el ideal del papa.
En realidad, con este propósito providencial, el
Papa León III ordenó y coronó al emperador Carlomagno en el año
800 d. C., haciéndole así el primer rey del Segundo Israel.
El emperador
Carlomagno, que estaba situado sobre el fundamento de los 400 años
del período de las iglesias cristianas bajo el Sistema Patriarcal,
que había restaurado por indemnización el período de 400 años de
los jueces como la identidad de tiempo substancial, estaba ahora
sobre el fundamento de 40 días de separación de Satanás al igual
que el rey Saúl. Por consiguiente, el fundamento de fe de este
período tenía que ser establecido cuando el emperador Carlomagno
llevara a la práctica el ideal cristiano, exaltando las palabras de
Cristo sobre este fundamento. En realidad, el emperador Carlomagno
pudo establecer este fundamento al llegar a ser rey, ordenado por el
papa. Por consiguiente, si el Segundo Israel de aquel tiempo hubiese
confiado absolutamente en el rey y le hubiera obedecido,
manteniéndose en esta actitud, el fundamento de substancia podría
haber sido establecido entonces, y el fundamento para recibir al
Mesías de la Segunda Llegada también podría haber sido realizado.
Al cumplirse esto, el reino espiritual que fue establecido con el
papa como centro y el reino substancial centrado en el rey podrían
haberse unido sobre el fundamento espiritual para recibir al Mesías,
y el Señor podría haber venido de nuevo sobre este fundamento,
estableciendo así el reino del Mesías. No obstante, el
rey abandonó la posición de Abel para ofrecer el sacrificio
substancial, fallando en exaltar la voluntad de Dios, y el fundamento
de substancia no fue establecido. Por consiguiente, el fundamento
para recibir al Mesías de la Segunda Llegada también fue un
fracaso.
SECCION IV
El Período de los Reinos Divididos del Norte y Sur y el Período de los Reinos Divididos del Este y Oeste
El
período del Reino Unido comenzó con el rey Saúl y continuó con
los reyes David y Salomón. Pero debido a que este último adoró a
los dioses gentiles que sus esposas adoraban (1 Re. 11:4-9), el reino
fue dividido después de tres generaciones en el Reino Norte de
Israel, centrado en las diez tribus en la posición de Caín, y el
Reino Sur de Judá, centrado en las dos tribus en la posición de
Abel. Así comenzó el período de los Reinos Divididos del Norte y
del Sur.
Del
mismo modo, el Reino Cristiano, establecido por el emperador
Carlomagno, también fue dividido en tres partes, Franconia del Este,
Franconia del Oeste e Italia, en la tercera generación, debido a que
sus tres nietos se pelearon entre sí. Sin embargo, ya que Italia
estaba bajo el dominio de Franconia del Este, fue dividido realmente
en Este y Oeste.
Entretanto, Franconia del Este, prosperando mucho bajo el rey Otón
I, fue designado como el Sacro Imperio Romano. El Imperio gobernaba
Europa Occidental en el nombre del emperador Romano, tratando de
asegurar ambos poderes, el político y el religioso. Así Franconia
del Este estaba en la posición de Abel con respecto a Franconia del
Oeste.
El
Reino Norte de Israel, centrado en Jeroboam, exilado del reino de
Salomón, tuvo 19 reyes en 260 años. Las familias reales, matándose
las unas a las otras, cambiaron nueve veces y ningún rey fue justo.
Por consiguiente, Dios destruyó a 850 profetas de Baal y Aserá,
haciendo descender fuego sobre el altar en el monte Carmelo por medio
del profeta Elías, enviado desde el Reino Sur de Judá (I Re.
18:19-40). También envió a muchos otros profetas como Eliseo,
Jonás, Oseas y Amós, haciéndoles evangelizar a riesgo de sus
vidas. No obstante, el Reino Norte de Israel siguió adorando a otros
dioses sin arrepentirse; entonces Dios los entregó en manos de los
asirios para que fuesen destruidos. Quedaron completamente privados
de la calificación de elegidos de Dios para siempre (2 Re.
17:17-23).
Entretanto,
el Reino Sur de Judá, centrado en Roboam, hijo de Salomón, continuó
desde el rey David hasta el rey Sedecías en una línea ortodoxa, y
hubo muchos reyes justos de los veinte que gobernaron durante los 394
años. Después del rey Josías aparecieron en su sucesión muchos
reyes injustos y, al caer en la adoración de ídolos influidos por
el Reino del Norte, fueron llevados cautivos a Babilonia.
Siempre
que el pueblo de Israel se ponía en una posición contraria al ideal
del templo, Dios continuaba enviando profetas, cuatro mayores y doce
menores en total, alentándolos a crear movimientos de reforma
interna. Sin embargo, el pueblo no se arrepentía a pesar de las
advertencias de los profetas, y Dios tuvo que llevar a cabo Su
providencia del castigo externo entregándolos en manos de los
gentiles como Caldea, Siria y Babilonia.
En
el período de los Reinos Divididos del Este y del Oeste, que
restauró este período por indemnización como la identidad de
tiempo substancial, el Vaticano estaba corrompido; y renombrados
monjes, como Santo Tomás de Aquino, San Bernardo y San Francisco,
iniciaron a través de sus consejos el movimiento de reforma interna.
Sin embargo, los líderes seguían tendiendo a caer y corromperse
más, sin arrepentirse, y Dios llevó a cabo Su providencia del
castigo externo entregándolos en manos de los gentiles. Esta fue la
providencia de las Cruzadas.
Mientras que la Tierra Santa de Jerusalén perteneció al Califa, los
peregrinos cristianos fueron recibidos con hospitalidad. Pero después
de la ocupación de Jerusalén por los turcos seljúcidas, a la caída
del califato, fueron perseguidos, y los sucesivos reyes, enojados,
organizaron las Cruzadas para restaurar la Tierra Santa. Las
Cruzadas, que comenzaron en el año 1096, tuvieron siete expediciones
en aproximadamente 200 años, pero fueron derrotadas una tras otra.
En
el período de los Reinos Divididos del Norte y del Sur, los
habitantes del Reino Norte de Israel y del Reino Sur de Judá fueron
llevados cautivos por los gentiles. Así se hundió finalmente la
sociedad autocrática de Israel. Del mismo modo, en el período de
los Reinos Divididos del Este y del Oeste, el poder papal perdió
completamente su autoridad y supremacía a raíz de la derrota de las
Cruzadas, y el espíritu nacional perdió su centro. Además, debido
a la muerte de muchos señores feudales y caballeros que mantenían
la sociedad feudal, el pueblo perdió su base política. También la
tremenda cantidad de gastos de guerra originados como resultado de
las repetidas pérdidas de batallas los dejaron totalmente
empobrecidos. A partir de este punto, la sociedad autocrática
cristiana comenzó finalmente a hundirse.
SECCION V
El Período de Cautiverio y Regreso del Pueblo Judío y el Período de Cautiverio y Regreso Papal
El pueblo
judío, al caer en la infidelidad sin arrepentirse, fracasó en
restaurar el ideal del templo. Por consiguiente, con el fin de
realizar de nuevo esta voluntad, Dios
permitió que fuese llevado cautivo a Babilonia, el mundo satánico,
para sufrir allí esclavitud,
así como había conducido a los israelitas a Egipto, el mundo
satánico, para sufrir esclavitud con el fin de restaurar por
indemnización el fracaso de Abraham en su ofrenda.
Como ya
hemos visto, Dios estableció el período del Reino Cristiano con el
fin de construir el reino del Mesías. Este reino podía ser
realizado estableciendo el fundamento para recibir al Mesías de la
Segunda Llegada, centrado en el papa y el rey, y entregando luego el
trono y el reino al Rey de Reyes que vendría de nuevo como el Mesías
sobre este fundamento (Is. 9:6, Lc. 1:33). Pero los reyes y los papas
que tenían que establecer el fundamento espiritual sobre el cual se
establecería al rey como la figura central del fundamento de
substancia, cayeron en la corrupción sin arrepentirse. Por
consiguiente, fracasaron en establecer el fundamento para recibir al
Mesías de la Segunda Llegada. Dios,
con el fin de realizar de nuevo Su providencia de la restauración de
este fundamento, permitió que el papa fuese llevado cautivo y
sufriese esclavitud.
En
el período de cautiverio y regreso de los judíos hubo un período
de 70 años en el que el rey Joaquín, Daniel y otros miembros de la
realeza, juntamente con los ministros del gobierno, oficiales,
artesanos y mucha otra gente judía, fueron cautivos de
Nabucodonosor, rey de Babilonia (Jer. 39:1-10, 2 Cro. 36:11-23, 2 Re.
24 y 25). También transcurrió el período de 140 años desde la
liberación de los judíos por decreto real del rey Ciro, una vez que
Persia conquistó Babilonia, hasta el tiempo en el que pudieron
volver a su tierra por tercera vez para establecerse como una nación
centrada en el profeta Malaquías preparándose para el Mesías.
En el período de cautiverio y regreso papal, que restauró este
período por indemnización como la identidad de tiempo substancial,
se siguió un curso similar.
A
causa de su inmoralidad, los papas y los sacerdotes perdieron
gradualmente la confianza del pueblo. La derrota de las Cruzadas
también trajo como resultado el hundimiento de la autoridad papal.
Entretanto, después de las Cruzadas se hundió el sistema feudal y
se estableció el estado moderno. Con la expansión gradual del poder
real, el conflicto entre el papa y el rey se agravó. De este modo,
el Papa Bonifacio VIII entró en conflicto con el rey francés Felipe
IV y fue incluso encarcelado por él durante un tiempo. Una
generación más tarde, Clemente V, que fue elegido como papa en
1305, trasladó el Vaticano de Roma a Avignon en el sur de Francia,
en 1309. Allí vivieron como cautivos los sucesivos papas durante 70
largos años, bajo la custodia de los reyes franceses. Después de
esto el Papa Gregorio XI volvió a Roma en 1377.
Después de su muerte, los
cardenales eligieron como papa a Urbano VI, el arzobispo de Bari en
Italia. Sin embargo, los cardenales, siendo la mayoría franceses,
rechazaron rápidamente a Urbano VI y establecieron otro Vaticano en
Avignon, eligiendo como papa a Clemente VII. Esta división continuó
hasta el siglo próximo, cuando el concilio de reforma resolvió el
problema. Los cardenales sostuvieron una conferencia en Pisa, Italia,
en 1409, y destituyeron a ambos papas, designando a Alejandro V como
papa legítimo. Sin embargo, los dos papas se opusieron a la
destitución y por aquel entonces los tres papas permanecieron en sus
posiciones de forma triangular. Más tarde se celebró el Concilio
General de Constanza, con muchos miembros presentes como obispos y
arzobispos, incluyendo teólogos, personajes de la realeza y
enviados, y destituyeron a los tres papas a la vez eligiendo a Martín
V como único papa.
De este modo los cardenales
fueron privados de su derecho a elegir al papa, y fue transferido a
esta conferencia, que insistió en mantener el poder soberano de la
Iglesia Romana (1418). Esta conferencia se iba a celebrar más tarde
en Basilea, Suiza, con el propósito de transformar la organización
de la Iglesia de Roma en una monarquía constitucional. No obstante,
al papa no le gustó la idea de que la congregación tuviese el
control del poder. No sólo no estuvo presente en la conferencia,
sino que incluso trató de suspenderla. A despecho de esto los
miembros de la asamblea celebraron la reunión, que fue
automáticamente descartada en 1449. De este modo, el plan de
establecer la estructura de una monarquía constitucional en la
Iglesia de Roma se anuló completamente y la monarquía absoluta
papal, perdida desde 1309, restauró sus funciones.
Los líderes
de las muchas conferencias celebradas en el siglo XIV intentaron
cambiar a los papas y sacerdotes corrompidos estableciendo a seglares
como representantes y dando a la conferencia el poder y autoridad
supremos. Sin embargo, el poder papal reasumió los derechos
anteriores al cautiverio de los papas y condenaron a la pena capital
a todos los líderes de la Reforma, como Wycliffe y Huss. Fue desde
este momento que comenzó a extenderse el movimiento Protestante de
la Reforma Religiosa. Así, el
período de aproximadamente 210 años desde el momento en el que el
papa fue llevado cautivo a Avignon en 1309 d. C. hasta le Reforma
Religiosa que tuvo lugar en 1517, centrada en Lutero, fue el período
para restaurar por indemnización, como la identidad de tiempo
substancial, el período de 210 años desde el cautiverio de los
judíos en Babilonia hasta que tuvo lugar la reforma política y
religiosa centrada en Malaquías.
SECCION VI
El Período de Preparación para la Llegada del Mesías y el Período de Preparación para la Segunda Llegada del Mesías
Los
israelitas recibieron a Jesús después del período de 400 años de
preparación para la llegada del Mesías, a partir de su vuelta a
Jerusalén desde Babilonia. Por lo tanto, para restaurar esto por
indemnización, los cristianos también podrán recibir al Señor de
la Segunda Llegada después del período de 400 años de preparación
para la Segunda Llegada del Mesías, que comenzó con la vuelta del
papa a Roma de su vida de cautiverio en Avignon.
La
condición vertical de indemnización de los 4.000 años de historia
de la providencia de la restauración desde Adán,
en los que la providencia para restaurar el fundamento de fe por
medio del período de los 40 días de separación de Satanás se
prolongó una y otra vez por la continua invasión de Satanás, tenía
que ser restaurada horizontalmente por indemnización en este período
final de la historia providencial. Esta es la razón del período de
preparación para la llegada del Mesías. Por consiguiente, para
restaurar este período por indemnización, como la identidad de
tiempo substancial, debe haber un período de preparación para la
Segunda Llegada del Mesías en el que se tiene que restaurar
horizontalmente por indemnización, en este período final de la
historia providencial, la condición vertical de indemnización de
los 6.000 años de historia de la providencia de la restauración
desde Adán.
Los
israelitas, que habían regresado de su cautiverio en Babilonia,
restauraron el fundamento de fe construyendo el templo destruido por
el rey Nabucodonosor y estudiando la ley, dando nacimiento así a un
movimiento de reforma de su fe bajo la dirección del profeta
Malaquías, en arrepentimiento de sus pecados de haber adorado otros
dioses. Del mismo modo, los cristianos medievales después de la
vuelta del papa a Roma, restauraron el fundamento de fe al dar
nacimiento al movimiento de reforma religiosa centrada en Lutero y al
explorar un nuevo camino de fe, conforme a la luz del evangelio,
rompiendo la tenebrosidad de las oscuras épocas medievales.
El período de preparación
para la llegada del Mesías fue el tiempo para restaurar por
indemnización como la identidad de tiempo en imagen, el período de
preparación de 40 años aproximadamente desde el regreso de Jacob de
Jarán a Canaán hasta su entrada en Egipto. El período de
preparación para la Segunda Llegada del Mesías es el período para
restaurar este período por indemnización, como la identidad de
tiempo substancial.
Por
consiguiente, todos los cristianos de esta época tuvieron que seguir
el camino de muchas penalidades y tribulaciones, como la familia de
Jacob hasta que encontró a José en Egipto o como los israelitas
hasta que se encontraron con Jesús. Ya
que la era providencial de la restauración fue la era para
establecer la fe en Dios mediante las condiciones externas de la Ley
y las ofrendas, el Primer Israel, en el período de preparación para
la llegada del Mesías, siguió el camino de la tribulación externa
bajo el dominio de naciones gentiles como Persia, Grecia, Egipto,
Siria y Roma. Sin embargo, ya que la era providencial de la
prolongación de la restauración fue el período para establecer la
fe en Dios por medio de las condiciones internas de oración y fe
centradas en las palabras de Jesús, el Segundo Israel, en el período
de preparación para la Segunda Llegada del Mesías, tuvo que seguir
el camino de las tribulaciones internas.
En este período, como consecuencia del humanismo, que fue la
ideología principal del Renacimiento (que dio lugar a la ideología
de la Ilustración), y de la libertad de fe propagada desde la
Reforma Religiosa, la religión e ideologías experimentaron un gran
caos. Los cristianos tuvieron que sufrir también inenarrables
pruebas internas.
De este modo, con el fin de
restaurar por indemnización, como la identidad de tiempo
substancial, el período de 400 años de preparación para la llegada
del Mesías, tuvo lugar el período de 400 años de preparación para
la Segunda Llegada del Mesías. Estudiemos ahora cómo fue preparado
el ambiente en cada uno de los dos períodos que eran de preparación
para recibir al Mesías.
Al tiempo de
la primera llegada del Mesías, Dios envió al profeta Malaquías a
Su nación escogida 430 años antes, haciéndole profetizar la venida
del Mesías. Reformó el Judaísmo, preparando a Israel como la
nación escogida para recibir al Mesías. Mientras
tanto, entre los gentiles, aproximadamente al mismo tiempo, Dios hizo
que Gautama Buda en la India (565-485 a. C.) abriese el nuevo camino
del Budismo, mejorando el Hinduismo, e hizo que Sócrates en Grecia
(470-399 a. C.) diera paso al período de la Cultura Helénica. En el
Oriente hizo que Confucio (552-479 a. C.) fundara la ética y la
moralidad del Confucionismo, logrando establecer la cultura y
religión apropiadas para cada lugar y pueblo con el fin de que se
pudiera hacer la preparación espiritual necesaria para recibir al
Mesías venidero. Jesús, que venía sobre esta base, pensaba
unificar todas las regiones con sus diversas religiones y culturas en
una sola esfera cultural cristiana, absorbiendo y conquistando al
Judaísmo, Helenismo, Budismo, Confucionismo y al resto de las
religiones.
El período
del Renacimiento tuvo lugar con el fin de restaurar por indemnización
como la identidad de tiempo substancial el período en el que se
formó el ambiente dispuesto por Dios para preparar la llegada del
Mesías, cuando su venida era inminente. Por consiguiente, el
período del Renacimiento sirvió para establecer el ambiente para la
Segunda Llegada del Mesías.
Así, el rápido progreso en la política, economía, cultura,
ciencia y todos los demás aspectos de los esfuerzos humanos que
vemos hoy en día comenzaron precipitadamente en el período del
Renacimiento. Este progreso desarrolló el ambiente de modo que
podamos recibir hoy al Mesías. En
los días de Jesús, el vasto territorio político formado alrededor
del mar Mediterráneo por el crecimiento del Imperio Romano, con su
facilidad de comunicación en cualquier dirección y el vasto
territorio cultural que se formó centrado en el lenguaje helénico,
establecieron el fundamento sobre el cual se podría extender
rápidamente el ideal del Mesías que partiría desde Israel centrado
en Cristo, y llegaría a Roma centrado en Israel y luego al mundo
centrado en Roma.
Del
mismo modo, por estar en los días de la Segunda Llegada, la esfera
política democrática, basada en la libertad, está cubriendo cada
rincón de la tierra con el crecimiento de las grandes potencias. La
distancia entre Oriente y Occidente ha sido tremendamente acortada
debido al rápido progreso en transportes y comunicaciones; y debido
al libre intercambio de lenguas y culturas, la ideología de la
Segunda Llegada del Mesías puede fluir libre y rápidamente en los
corazones de toda la humanidad. Todo esto es el terreno perfectamente
preparado por Dios.
No hay lugar a dudas de que éste es el mejor fundamento sobre el
cual se puede hacer conocer mundialmente la verdad e ideología del
Mesías en el tiempo más breve posible, difundiéndola rápidamente
cuando venga el Señor de la Segunda Llegada.
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