domingo, 20 de noviembre de 2016

Las Grandes Guerras Mundiales - El Principio Divino


SECCION IV

Las Grandes Guerras Mundiales

1. LA CAUSA DE LAS GRANDES GUERRAS MUNDIALES SEGUN LA PROVIDENCIA DE LA RESTAURACION POR INDEMNIZACION

Las guerras siempre estallan por causas políticas, económicas o ideológicas. Pero éstas no son más que causas externas. Debemos saber que hay causas internas, al igual que hay causas internas y externas en la acción humana. Es decir, la acción humana no está determinada solamente por la libre voluntad exterior del hombre, que tiende a vencer la realidad a la que se enfrenta, sino también por la libre voluntad interior, que tiende a ajustarse a la voluntad de Dios encaminándose hacia el propósito de la providencia de la restauración. Por lo tanto, el bien o el mal de las acciones humanas no debe ser juzgado solamente por la causa externa. Las grandes guerras mundiales son el resultado del conflicto mundial entre acciones opuestas, que ocurren de acuerdo con la libre voluntad del hombre. Por lo tanto, debemos saber que en este caso también deben haber causas internas y externas. Nunca podremos comprender el significado providencial de las grandes guerras mundiales si solo consideramos las causas externas, como la política, la economía y la ideología.
¿Cuál puede ser, entonces, la causa interna de las grandes guerras mundiales si las interpretamos según la providencia de la restauración por indemnización? En primer lugar, las grandes guerras mundiales estallaron a causa de la última lucha de Satanás tratando de impedir que su oponente le arrebate su soberanía. Como ya hemos visto, debido a la caída de los primeros antepasados humanos, Satanás ha realizado siempre por adelantado el mundo fuera del Principio siguiendo el modelo del Principio, imitando el mundo del Principio que Dios iba a realizar. Dios, obrando después que él, ha llevado a cabo Su providencia para restaurar Su mundo del Principio, ampliando gradualmente el territorio del bien, dentro del mundo fuera del Principio que está bajo el dominio de Satanás. En el curso de la providencia de la restauración, lo falso siempre aparece antes de que llegue lo verdadero. Como un ejemplo representativo, la Biblia dice que vendrá un anticristo antes del verdadero Cristo.
La historia de la soberanía del mal centrada en Satanás terminará con la aparición del Señor de la Segunda Llegada, y la historia de la soberanía del mal se transformará en la historia de la soberanía del bien centrada en Dios. Por consiguiente, en este tiempo Satanás librará su última batalla. En el curso nacional de la restauración de Canaán centrado en Moisés, Satanás hizo que el Faraón desplegase su última batalla contra el pueblo escogido de Israel, que iba a salir de Egipto. Por ello, el lado celestial lo hirió con tres grandes milagros, dejando así salir al pueblo. Del mismo modo, en la consumación de la historia, Satanás desplegará su última batalla contra el pueblo del lado celestial que está a punto de comenzar su curso mundial de la restauración de Canaán. Por consiguiente, el acto de herir a Satanás tres veces aparece reflejado en las tres grandes guerras mundiales.
En segundo lugar, ya que Satanás realizó de antemano el tipo de mundo en el que Dios hubiera cumplido las tres bendiciones para el hombre, pero de una manera fuera del Principio, las tres grandes guerras mundiales son inevitables con el fin de establecer la condición mundial de indemnización para restaurar las tres grandes bendiciones de Dios. Dios creó al hombre y lo bendijo con tres grandes bendiciones: que perfeccionase su individualidad, que se multiplicase y que dominase el mundo de la creación (Gen. 1:28). Por lo tanto, el hombre debería haber realizado el Reino de los Cielos en la tierra cumpliendo estas grandes bendiciones.
Dado que Dios, habiendo creado al hombre, lo bendijo de esta manera, El no podía anular las bendiciones aunque el hombre cayera. Por lo tanto, El no tenía más remedio que dejar que los hombres caídos realizaran con anterioridad el mundo fuera del Principio siguiendo el modelo de las bendiciones, centrados en Satanás. Al fin de la historia humana tiene que realizarse un mundo fuera del Principio que siga el modelo de haber perfeccionado las tres grandes bendiciones: es decir, la individualidad centrada en Satanás, la multiplicación centrada en Satanás y el dominio del mundo creado centrado en Satanás. Por consiguiente, para establecer la condición mundial de indemnización para restaurar las tres grandes bendiciones de Dios, deben ocurrir tres grandes guerras mundiales para herir, en cada una de las tres etapas de formación, crecimiento y perfección, al mundo fuera del Principio centrado en Satanás, que sigue el modelo del cumplimiento de las tres grandes bendiciones.
En tercer lugar, las grandes guerras mundiales son inevitables con el fin de que los hombres de la tierra superen las tres tentaciones de Satanás a Jesús a un nivel mundial. Los cristianos deben superar las tres tentaciones que sufrió Jesús en el desierto en los niveles individual, familiar, nacional y mundial. Por consiguiente, ocurrirán tres grandes guerras mundiales para que la humanidad pueda superar las tres tentaciones de Jesús a nivel mundial.
En cuarto lugar, las grandes guerras mundiales son inevitables con el fin de establecer la condición mundial de indemnización para la restauración de la soberanía celestial. Si el hombre se hubiera perfeccionado durante las tres etapas del período de crecimiento sin caer, se habría realizado el mundo bajo la soberanía de Dios. Por consiguiente, Dios tiene que sostener la última guerra para restaurar el mundo de la soberanía celestial, dividiendo este mundo caído en los dos tipos - el tipo Caín y el tipo Abel- y haciendo que el mundo celestial de tipo Abel hiera al mundo satánico del tipo Caín, restaurando así mundialmente por indemnización el acto de Caín de haber matado a Abel. Incluso para hacer esto se deben recorrer las tres etapas y por lo tanto son inevitables tres grandes guerras mundiales. Por consiguiente, las grandes guerras mundiales son las últimas guerras en las que se restaura por indemnización horizontalmente el propósito de todas las guerras que han sido sostenidas para la restauración de la soberanía celestial en el curso vertical de la providencia.

2. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

(1) Resumen de la providencia de la Primera Guerra Mundial

El gobierno bajo la monarquía absoluta se hundió como consecuencia de dos tipos de revolución democrática, el tipo Caín y el tipo Abel, que habían sido originadas por las dos concepciones de la vida. La Revolución Industrial que vino a continuación, llevó a la sociedad feudal al capitalismo, dando nacimiento finalmente a la sociedad imperialista. Por consiguiente, la primera guerra mundial, examinada desde el aspecto político, fue la guerra entre el gobierno democrático dirigido hacia la providencia de la restauración conforme a la democracia de tipo Abel y el gobierno totalitario que iba contra el propósito de la providencia de la restauración, conforme a la democracia de tipo Caín.
Considerado bajo el aspecto económico, fue una guerra entre el imperialismo del lado celestial y el del lado satánico. Esta gran guerra mundial fue también, en cierto modo, una guerra sostenida entre las naciones capitalistas más adelantadas y las menos adelantadas para obtener colonias.
La Primera Guerra Mundial, según el aspecto ideológico, fue una guerra entre las naciones de tipo Caín, tales como Turquía, la nación musulmana que persiguió al Cristianismo en aquel tiempo, juntamente con Alemania y Austria-Hungría, que apoyaron a Turquía, y las naciones de tipo Abel como Inglaterra, América y Francia, que creían en el Cristianismo. Para concluir, la Primera Guerra Mundial fue la guerra en la cual la democracia, que tenía que realizar el propósito de la concepción de la vida tipo Abel, pudo crear una base de victoria al nivel de formación.

(2) ¿Qué determina el lado celestial y el lado satánico?

El lado celestial y el lado satánico se determinan conforme al modelo de la dirección de la providencia de la restauración de Dios. La posición que toma la misma dirección que la de la providencia de la restauración de Dios o que actúa por lo menos de acuerdo con esa dirección, incluso de un modo indirecto, se denomina el «lado celestial», y una posición contraria se denomina el «lado satánico». Por consiguiente, la posición en el lado celestial o en el lado satánico no tiene que estar necesariamente de acuerdo con nuestro sentido común, conciencia o juicio. El hecho de que Moisés matara al egipcio puede ser considerado malo por quienes no conocen la providencia de Dios. Sin embargo, cuando lo consideramos desde el punto de vista de la providencia de la restauración, fue bueno. Además, desde el punto de vista de quienes no conocen la providencia de Dios, también se puede considerar como mala la invasión de los israelitas a la tierra de Canaán, durante la cual destruían a todos los gentiles sin razón. Sin embargo, esto era bueno también si lo consideramos desde el punto de vista de la providencia de la restauración. Aunque podría haber habido entre los cananeos personas de mejor conciencia que los israelitas; los cananeos en aquel tiempo estaban en conjunto en el lado satánico, mientras que los israelitas estaban en conjunto en el lado celestial.
Tomemos también un ejemplo desde el punto de vista religioso. Todas las religiones, que tienen el mismo propósito del «bien», están en el lado celestial. Sin embargo. cuando una cierta religión bloquea el camino de otra religión más cercana a Dios, por su misión, esa religión puede caer en el lado satánico. Ya que cada religión tiene una cierta misión en su era, cualquier religión está inclinada a volverse del lado satánico, cuando después de haber pasado la era de su misión se mantiene en el camino, como un obstáculo para la religión que surge para cumplir una nueva misión para la era siguiente. Antes de la llegada de Jesús, el Judaísmo y el pueblo judío estaban en el lado celestial. Pero cuando persiguieron a Jesús, que había venido con una nueva misión con el fin de realizar el propósito del Judaísmo, cayeron en el lado de Satanás sin considerar su servicio a Dios en el pasado.
Desde la era moderna, todo el linaje de la concepción de la vida tipo Abel está en el lado celestial, mientras que todo linaje de la concepción de la vida tipo Caín, está en el lado satánico. En este sentido, los materialistas, siendo el fruto de la concepción de la vida tipo Caín, están en el lado satánico, por muy conscientes y dedicados a los demás que puedan parecer desde el punto de vista humano. Por lo tanto, el mundo comunista pertenece al lado satánico. Por otro lado, el mundo democrático donde está permitida la libertad de fe, siendo el mundo que existe bajo la concepción de la vida tipo Abel, está en el lado celestial.
Como ya hemos visto en la Parte I, el Cristianismo fue establecido como la religión central con la misión final de cumplir el propósito de todas las religiones. Por ello, desde el punto de vista de la providencia de la restauración, cualquiera que bloquee el camino del Cristianismo hacia el cumplimiento del propósito de esta providencia pertenece al lado satánico. Por consiguiente, cualquier nación que persiga al Cristianismo o bloquee su desarrollo, ya sea directa o indirectamente, pertenece al lado satánico. Así pues, en la Primera Guerra Mundial, las naciones que encabezaban el lado de los Aliados, tales como Inglaterra, América, Francia y Rusia, no sólo eran naciones Cristianas, sino que también trataron de liberar a los cristianos bajo persecución en Turquía, la nación musulmana. Por lo tanto, todas pertenecían al lado celestial. Las otras naciones dirigentes, tales como Alemania y Austria-Hungría, que apoyaron a Turquía, la nación musulmana que perseguía al Cristianismo, pertenecían todas al lado satánico, juntamente con la misma Turquía.

(3) Las causas de la I Guerra Mundial según la providencia de la restauración

Según la providencia de la restauración, la causa interna de la Primera Guerra Mundial fue primeramente para establecer, mundialmente, la condición de indemnización a nivel de formación para restaurar las tres grandes bendiciones de Dios para el hombre. Como ya hemos aclarado antes, Satanás ha realizado por adelantado, un tipo de mundo similar al que Dios proyectaba realizar con Adán como centro. Por consiguiente, en la consumación de la historia, aparecerá necesariamente un mundo fuera del Principio imitando el grado de formación del cumplimiento de las tres grandes bendiciones, centrado en un personaje tipo Adán, del lado de Satanás. Por lo tanto, el lado de Dios debe destruir este mundo y establecer mundialmente la condición de indemnización en el grado de formación para restaurar el mundo del Principio que ha perfeccionado las tres bendiciones centrado en Dios. La Primera Guerra Mundial ocurrió con este propósito.
Por esta razón, el Káiser de Alemania, que provocó la Primera Guerra Mundial, fue el personaje del modelo Adámico con individualidad perfecta en la etapa de formación del lado de Satanás, y cumplió el modelo de la multiplicación de hijos abogando por el Pangermanismo. Después realizó el modelo de dominación de toda la creación estableciendo la política de conquista del mundo, realizando así el mundo fuera del Principio según el nivel de perfección en la etapa de formación de las tres grandes bendiciones centradas en Satanás. Por esto, era inevitable la Primera Guerra Mundial para que el lado celestial lograse la victoria destruyendo al lado satánico y estableciendo, mundialmente, la condición de indemnización a nivel de formación para restaurar el mundo que ha perfeccionado las tres grandes bendiciones centradas en Dios.
En segundo lugar, la Primera Guerra Mundial debía ocurrir a fin de que el hombre en la tierra del lado celestial superase la primera tentación de Satanás a Jesús sobre la base mundial. Por consiguiente, desde el punto de vista de la tentación que Jesús había sufrido, el lado de Dios tenía que establecer la condición de indemnización para restaurar, mundialmente, la primera bendición de Dios para el hombre, obteniendo la victoria en la Primera Guerra Mundial. Jesús había establecido el fundamento de la restauración de su individualidad perfecta, al restaurar la piedra como su propia representación, superando la primera tentación en el desierto. Del mismo modo, el lado de Dios tenía que destruir el mundo satánico y a su figura central, logrando la victoria en la Primera Guerra Mundial, y tenía que establecer el mundo del lado celestial con el Señor de la Segunda Llegada como centro, estableciendo así el fundamento para que el Señor restaurase su individualidad perfecta.
En tercer lugar, la Primera Guerra Mundial era inevitable para establecer el fundamento en la etapa de formación para restaurar la soberanía celestial. Como ya hemos visto (ref. Parte II, Cap. IV, Sec. VII, 2 [6]), el sistema democrático apareció como la forma final de gobierno para restaurar la soberanía de Dios, después de haber subyugado al sistema absolutista. Como probaron más tarde los hechos, las naciones del lado celestial lograron la victoria en la Primera Guerra Mundial y cristianizaron al mundo al ampliar su territorio político. De este modo establecieron el fundamento en la etapa de formación para la democracia y, al mismo tiempo, establecieron el fundamento en la etapa de formación para restaurar la soberanía celestial, construyendo una base política y económica amplia y firme en el lado celestial.

(4) Los resultados de la I Guerra Mundial según la providencia de la restauración

Debido a la victoria del lado celestial en la Primera Guerra Mundial, se estableció la condición de indemnización en la etapa de formación para restaurar mundialmente las tres grandes bendiciones de Dios para el hombre. Desde el punto de vista de la superación, a nivel mundial, de la tentación de Satanás a Jesús fue establecida la condición de indemnización para restaurar mundialmente la primera bendición que Dios dio al hombre. Luego, a través de la victoria de las naciones democráticas, se estableció el fundamento en la etapa de formación para restaurar la soberanía celestial. Con la caída del mundo satánico y del Káiser, que reinaba en este mundo, se estableció el fundamento de victoria en la etapa de formación en el mundo del lado celestial; así fue establecido el fundamento sobre el cual podría nacer el Señor de la Segunda Llegada como Rey del Mundo del lado celestial.
A continuación, apareció el mundo comunista centrado en Stalin, que era la representación simbólica del Señor de la Segunda Llegada del lado satánico. El lado satánico proyectó realizar la pseudoforma del Reino de los Cielos en la tierra centrado en un personaje que imitaba el modelo del Señor de la Segunda Llegada en el lado satánico, con el fin de realizar por adelantado el ideal del lado celestial, antes de que el Señor de la Segunda Llegada estableciese el ideal del Reino de los Cielos en la tierra bajo los principios de coexistencia, co-prosperidad y causa común. Por ello, con la victoria del lado celestial en la Primera Guerra Mundial, se estableció el fundamento para la Segunda Llegada del Mesías. A partir de entonces comenzó el período de formación para el ministerio de la Segunda Llegada.

3. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

(1) Perfil providencial de la Segunda Guerra Mundial

Como ya hemos visto en la historia posterior a la Epoca Medieval, el espíritu fundamental de la democracia es realizar el propósito de la concepción de la vida tipo Abel. Por consiguiente, la democracia va necesariamente encaminada hacia la realización del mundo bajo el ideal de la creación, siguiendo la tendencia natural de las dos características, interior y exterior, de la naturaleza original del hombre. Naturalmente, la Segunda Guerra Mundial fue la guerra en la que la democracia estableció el fundamento de victoria en la etapa de crecimiento, venciendo al totalitarismo, que bloqueaba el camino de la naturaleza original del hombre.

(2) ¿Qué es el totalitarismo?

Cuando el pánico económico abrumó a todo el mundo en el año 1930, naciones tales como Alemania, Japón e Italia, que bajo circunstancias de aislamiento, hallaron difícil superar tal adversidad, trataron de encontrar en el totalitarismo un camino para vencer sus dificultades.
¿Qué es el totalitarismo? Es una ideología política que niega la dignidad de la individualidad del hombre y la libertad de expresión, publicación, reunión y asociación, junto con los derechos básicos humanos referentes al estado y al sistema parlamentario -que son las bases de la ideología política democrática de las naciones modernas- e insiste en que cualquier individuo o grupo debe existir para el beneficio y el desarrollo de toda la nación o del estado. Por lo tanto, la libertad bajo este sistema puede ser definida no como un derecho que cualquier individuo pueda reclamar y disfrutar, sino como un deber o un sacrificio que se debe pagar por el conjunto.
El principio dirigente del totalitarismo no concede ninguna autoridad en la mayoría, sino en un solo hombre, el gobernante. La voluntad del gobernante, entonces, se convierte en la ideología de toda la nación o del estado. Como ejemplo de este totalitarismo político, está el de Mussolini en Italia, el de Hitler en Alemania y el gobierno dictatorial de los militaristas de Japón.

(3) Las naciones del lado celestial y las del lado satánico durante la Segunda Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial se desencadenó entre las naciones del lado celestial - EE.UU., Inglaterra y Francia- en alianza entre si bajo la democracia y las naciones del lado satánico -Alemania, Japón e Italia- en alianza entre sí bajo el totalitarismo. ¿Por qué, entonces, están las primeras en el lado celestial y las segundas en el lado satánico?
Las primeras eran del lado celestial porque tenían a la democracia como su ideología fundamental, que había sido establecida como la ideología política de la etapa final de la providencia de la restauración, centrada en la concepción de la vida tipo Abel. Las últimas estaban en el lado satánico porque eran las naciones totalitarias antidemocráticas cuya ideología política estaba centrada en la concepción de la vida tipo Caín. Además, las primeras eran las naciones que apoyaban al Cristianismo, mientras que las últimas se colocaron en una posición anticristiana, de este modo se separaron yendo las primeras hacia el lado celestial y las últimas hacia el lado satánico.
Examinemos ahora los detalles con más claridad. Alemania, que era el centro de las Potencias del Eje en aquel tiempo, privó al pueblo de sus libertades fundamentales y su control de las ideologías ejerció influencia incluso en el campo religioso. Es decir, Hitler impuso la estricta ideología religiosa primitiva germánica concluyendo un pacto con el papa de Roma, fundando así una religión nacional, y entonces trató de controlar a todo el Protestantismo bajo la supervisión de obispos por todo el país. Por consiguiente, los católicos así como los protestantes se opusieron fuertemente a Hitler, quién además masacró a seis millones de judíos.
Los militaristas japoneses durante la guerra mundial obligaron a todas las iglesias coreanas a instalar un Kamidana (altar doméstico) del Sintoísmo japonés y forzaron a los cristianos a asistir a los cultos en los templos japoneses. Quienes se oponían eran encarcelados o asesinados. Masacraron especialmente a los cristianos coreanos, quienes tuvieron que emigrar a Manchuria para escapar del dominio de Japón y para hallar la libertad. De este modo, la política de aniquilación del Cristianismo coreano, que pusieron en vigor hasta la última parte de la gran guerra, fue de lo más atroz. Italia también llegó a ser una potencia del Eje al conspirar con Alemania, que estaba en el lado satánico. Mussolini estableció el Catolicismo como religión nacional con el fin de unificar la ideología de su pueblo, procediendo de este modo contra la providencia de la restauración de Dios. Por tal motivo, podemos designar a Alemania, Japón e Italia de aquellos días como las naciones del lado satánico.

(4) Las razón por las que el lado celestial y el lado satánico se enfrentaron con tres grandes potencias a cada lado

La Segunda Guerra Mundial estalló con el fin de establecer, mundialmente, la condición de indemnización a nivel de crecimiento para restaurar las tres grandes bendiciones de Dios, que no fueron realizadas centradas en Jesús. Originalmente, debido a la caída de los tres seres, Adán, Eva y el arcángel, las tres grandes bendiciones de Dios no fueron realizadas. Por consiguiente, al restaurar las tres grandes bendiciones, tres seres tendrían que colaborar juntos con el fin de restaurar las tres bendiciones por indemnización. Así pues, Dios llevó a cabo la providencia espiritual de la salvación combinando los esfuerzos de tres seres, Jesús, que vino como el segundo Adán, el Espíritu Santo, que vino como la divinidad de Eva (ref. Parte I, Cap. VII, Sec. IV, 1) y el arcángel, restaurando así espiritualmente Sus tres grandes bendiciones. Por lo tanto, la Segunda Guerra Mundial, que tenía que establecer, mundialmente, la condición de indemnización a nivel de crecimiento para restaurar las tres bendiciones centradas en Jesús, también tenía que establecer la condición para restaurar las tres bendiciones por indemnización cuando las naciones del lado celestial simbolizando a Adán, a Eva y al arcángel, obtuvieran la victoria sobre las naciones del lado satánico, que seguían un modelo similar. Por consiguiente, Satanás, que sabía esto, reunió de antemano a las naciones según los modelos de Adán, Eva y el arcángel en el lado satánico, adelantándose a esta providencia e hizo que atacaran a las naciones de modelos semejantes del lado celestial.
Los Estados Unidos, como nación tipo hombre, simbolizaba al Adán del lado celestial, mientras que Inglaterra, como nación tipo mujer, simbolizaba a la Eva del lado celestial y Francia, como un tipo intermedio de nación, simbolizaba al arcángel del lado celestial. Por el otro lado, Alemania, nación tipo hombre, simbolizaba al Adán del lado satánico, mientras que Japón, como nación tipo mujer, simbolizaba a la Eva del lado satánico e Italia, como tipo intermedio de nación, simbolizaba al arcángel del lado satánico. En la Primera Guerra Mundial, los Estados Unidos, Inglaterra y Francia, y Alemania, Austria y Turquía, también eran las naciones del lado celestial y del lado satánico formadas por grupos de tipos similares, como modelos simbólicos a nivel de formación.
¿Por qué la Unión Soviética, que era una nación del lado satánico, se unió al lado celestial? Cuando la sociedad medieval de Europa Occidental, centrada en el papa, llegó a un punto en el que nunca lograría el propósito de la providencia de la restauración, Dios tuvo que llevar a cabo Su providencia de la realización de los dos mundos -el comunismo y la democracia- dividiendo la sociedad en los dos mundos basados respectivamente en la concepción de la vida tipo Caín y la concepción de la vida tipo Abel. Mientras tanto, la sociedad feudal y la sociedad monárquica o la sociedad imperialista, bloqueaban el camino del lado celestial y al mismo tiempo obstruían el camino final del lado satánico para cumplir esta providencia. Por consiguiente, el lado celestial y el lado satánico se unieron para destruir esta sociedad. La providencia de la restauración se desarrolla siguiendo el curso de la era. Por ello, incluso el mundo fuera del Principio, que se realiza por adelantado bajo una pseudoforma de la providencia de la restauración de Dios, tiene que desarrollarse hacia el objetivo satánico siguiendo el curso de la era. Por consiguiente, incluso en el mundo satánico, debe haber lucha para destruir la vieja sociedad porque ésta constituye un obstáculo para la sociedad progresiva.
De acuerdo con esta tendencia histórica, el totalitarismo, durante la Segunda Guerra Mundial, se convirtió tanto en un obstáculo para el lado satánico, como para el lado celestial. Por ello, Dios tuvo que permitir, aunque temporalmente en la providencia de la restauración, que el lado satánico realizase el mundo comunista. Por esta razón, Dios permitió que el mundo comunista cosechara rápidamente sus propios frutos por medio de la destrucción de las naciones totalitarias vencidas por la Unión Soviética en cooperación con las naciones del lado celestial. Sin embargo, tan pronto como la Segunda Guerra Mundial terminó, los dos mundos: de la democracia y del comunismo se dividieron como el agua y el aceite.

(5) Las causas de la Segunda Guerra Mundial según la providencia de la restauración

Desde el punto de vista de la providencia de la restauración, la primera de las causas internas que llevaron a la Segunda Guerra Mundial fue para establecer, mundialmente, la condición de indemnización a nivel de crecimiento para restaurar las tres grandes bendiciones de Dios. Debido a la caída de Adán, Dios, enviando a Jesús, el segundo Adán, trató de restaurar el mundo en el que fueran realizadas Sus tres grandes bendiciones con Jesús como centro. Sin embargo, Jesús cumplió esto sólo espiritualmente por medio de su crucifixión, a causa de la falta de fe del pueblo judío. Por otro lado, Satanás intentaba realizar, de antemano, el mundo según un modelo similar al mundo que Jesús pensaba realizar. Por ello, en la consumación de la historia será realizado sin duda un mundo fuera del Principio imitando el modelo de las tres grandes bendiciones, cumplidas a nivel de crecimiento, centradas en un personaje tipo Jesús del lado satánico. Por consiguiente, Dios tiene que establecer, mundialmente, la condición de indemnización a nivel de crecimiento para la restauración del mundo bajo el Principio con las bendiciones realizadas centradas en Dios, destruyendo este mundo satánico. La Segunda Guerra Mundial se originó con este propósito.
El personaje tipo Jesús del lado satánico fue Hitler. Por ello la vida de Hitler fue muy similar a la de Jesús en ciertos aspectos, como su pensamiento a una escala mundial, su vida sencilla, su muerte miserable y la desaparición de su cadáver, aunque su voluntad era exactamente opuesta a la de Jesús. Por consiguiente, Hitler de Alemania, que provocó la Segunda Guerra Mundial, fue el personaje tipo Adán del lado satánico debido a que cumplió el modelo de la multiplicación de hijos, abogando por el Pangermanismo y realizó el modelo de la dominación de toda la creación, estableciendo una política de hegemonía mundial. Así pues, realizó el mundo fuera del Principio, siguiendo el modelo del cumplimiento de las tres grandes bendiciones a nivel de crecimiento centradas en Satanás. El lado celestial tenía que establecer, mundialmente, la condición de indemnización a nivel de crecimiento para restaurar el mundo que ha cumplido las tres grandes bendiciones, logrando la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
En segundo lugar, la Segunda Guerra Mundial tuvo lugar con el fin de que los hombres de la tierra del lado celestial sufriesen y superasen, mundialmente, la segunda tentación de Satanás a Jesús. Por consiguiente, cuando lo consideramos desde el punto de vista de la tentación que Jesús tuvo que sufrir, el lado celestial tenía que establecer, a nivel mundial, la condición de indemnización para restaurar la segunda bendición que Dios dio al hombre, logrando la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Así como Jesús estableció el fundamento para la restauración de los hijos, superando la segunda tentación en el desierto, del mismo modo, el mundo del lado celestial tenía que establecer el fundamento de la democracia a nivel de crecimiento, logrando la victoria en la Segunda Guerra Mundial, consiguiendo así que los hombres del lado celestial estableciesen el fundamento mundial para la restauración de los hijos.
En tercer lugar, la Segunda Guerra Mundial se originó para establecer el fundamento a nivel de crecimiento para la restauración de la soberanía celestial. Debido a la victoria del lado celestial en la Primera Guerra Mundial, el mundo democrático llegó a disfrutar del fundamento al nivel de formación, mientras que de igual manera, el mundo satánico, que había estado realizando el mundo tipo Caín, pudo subyugar al «imperialismo» y establecer el fundamento a nivel de formación para el mundo comunista. Por consiguiente, la Segunda Guerra Mundial, como revelaron los resultados, separó completamente a los dos mundos de la democracia y el comunismo, habiendo establecido cada uno su fundamento a nivel de crecimiento. Cuando el mundo democrático llegó a disfrutar del fundamento a nivel de crecimiento, la restauración de la soberanía celestial quedó establecida sobre su fundamento a nivel de crecimiento.

(6) Los resultados de la Segunda Guerra Mundial según la providencia de la restauración

La victoria del lado celestial en la Segunda Guerra Mundial posibilitó el establecimiento de la condición de indemnización a nivel de crecimiento para restaurar, mundialmente, las tres grandes bendiciones de Dios para el hombre. Desde el punto de vista de haber sufrido mundialmente las tentaciones de Satanás a Jesús, se estableció la condición de indemnización para restaurar mundialmente la segunda bendición de Dios. Al mismo tiempo, se estableció el fundamento a nivel de crecimiento para la restauración de la soberanía celestial ya que el mundo democrático pudo establecer la base sobre el nivel de crecimiento.
Entonces, desde el punto de vista del principio de la restauración por indemnización, el hecho de que Hitler (el personaje tipo Jesús en el lado satánico) y su país fuesen destruidos y que apareciese el mundo comunista centrado en Stalin (el personaje según el modelo del Señor de la Segunda Llegada en el lado satánico) a escala mundial significaba que la era en la que el hombre había construido el reino espiritual centrado en el Jesús resucitado había pasado, y que había llegado el tiempo de fundar un cielo nuevo y una tierra nueva (Ap. 21:1-7), centrados en el Señor de la Segunda Llegada.
De este modo, después de la Segunda Guerra Mundial, se entró en la etapa de crecimiento para el ministerio de la Segunda Llegada. Por consiguiente, mucha gente ha recibido revelaciones que se refieren a la vuelta de Cristo y ocurren fenómenos espirituales por todo el mundo. Al mismo tiempo, todas las religiones establecidas se secularizarán en creciente caos y división, perdiendo su poder religioso. Este es un fenómeno de los Ultimos Días que ocurre debido a la providencia final de Dios para la unificación de todas las religiones por medio de una nueva y definitiva verdad.

4. LA TERCERA GUERRA MUNDIAL

(1) ¿Es inevitable la Tercera Guerra Mundial?

Al principio, Dios creó a los primeros antepasados humanos y los bendijo para que dominasen todo el mundo (Gen. 1: 28). Por lo tanto, Dios no tuvo más remedio que permitir a Satanás que realizase por adelantado, el mundo fuera del Principio siguiendo el modelo de haber cumplido estas bendiciones con hombres caídos. Por otro lado, conforme a Su providencia de la restauración, ha obrado para llevar a todos los hombres de vuelta al lado celestial, siempre detrás de Satanás. Por consiguiente, en la consumación de la historia humana, el lado celestial y el lado satánico deben llegar a dominar el mundo a sus respectivas maneras. Así pues, los dos mundos, la democracia y el comunismo, convivirán juntos. Para la separación y unificación final de estos dos mundos, son necesarias guerras mundiales. La Primera y la Segunda Guerra Mundial fueron las guerras para dividir al mundo en la democracia y el comunismo. Así pues, debe venir a continuación la guerra para la unificación de estos dos mundos separados. Esta es en verdad la Tercera Guerra Mundial. Por lo tanto, la Tercera Guerra Mundial tendrá lugar inevitablemente. Sin embargo, existen dos maneras de librar esta guerra.
En primer lugar, está el camino de la subyugación y unificación del lado satánico por las armas. Sin embargo, el mundo ideal que surgirá después de la unificación, siendo el mundo ideal en el que toda la humanidad vivirá feliz, no se realizará nunca subyugando al enemigo sólo externamente por el uso de las armas. Por consiguiente, deben ser subyugados después internamente y deben llegar a alegrarse verdaderamente en el fondo de sus corazones. Para esto, debe haber una ideología absolutamente perfecta que sea capaz de satisfacer el deseo de la naturaleza original del hombre.
Luego, la segunda manera de librar esta guerra es subyugando y unificando el mundo satánico directamente por medio de una lucha enteramente interior mediante la ideología, sin necesidad de ninguna lucha exterior por las armas. Los hombres son seres racionales. Por esta razón, el mundo de unidad perfecta se realizará solamente cuando los hombres sean subyugados y unidos por la razón. La cuestión referente a qué tipo de guerra llevará a la realización de un solo mundo, está determinada según el éxito o el fracaso del hombre en cumplir su propia parte de responsabilidad. ¿De dónde vendrá, pues, la nueva ideología mundial necesaria para establecer el mundo único?
La ideología que pueda dirigir a toda la humanidad a un mundo ideal no podemos pensar que venga del mundo comunista, establecido por la concepción de la vida tipo Caín, porque esta concepción de la vida está bloqueando el desarrollo interior de la naturaleza original del hombre. Por consiguiente, esta ideología debe surgir en el mundo democrático, que está establecido por la concepción de la vida tipo Abel. Sin embargo, es un hecho históricamente probado que no ha habido ninguna ideología entre las muchas existentes en el mundo democrático, que pueda subyugar la ideología comunista.
Entonces, esta ideología debe aparecer actualmente en el mundo democrático. Para que esta nueva ideología se formule, debe aparecer una nueva verdad. Esta nueva verdad debe ser, desde luego, el fundamento de la concepción de la vida tipo Abel y, naturalmente, el fundamento de la democracia. Así como ha sucedido en el curso del desarrollo histórico en el que hasta el presente los hombres siempre han perseguido a la verdad más reciente, esta nueva verdad, cuando venga, entrará en conflicto con las viejas verdades que mucha gente ha considerado hasta ahora que son las auténticas. Por lo tanto, incluso en la democracia de hoy día, la gente se dividirá en dos grupos con los diferentes puntos de vista Caín y Abel, que lucharán entre sí. No obstante, cuando esta nueva verdad establezca una base victoriosa en el mundo democrático y además subyugue a la ideología comunista, se realizará finalmente un mundo único bajo esta única verdad.
Satanás, conociendo de antemano la providencia de Dios de dar a los hombres esta nueva verdad para unificarlos bajo una ideología única, ha expuesto una ideología falsa, imitando a la verdadera en su intento de unificar a toda la humanidad, centrada en él mismo. Esta «verdad» satánica es el materialismo dialéctico. El materialismo dialéctico intenta destruir toda existencia espiritual, estableciendo su propio fundamento racional. La posición de este materialismo, tratando de probar que Dios no existe, cae en un estado de autodestrucción y asume la lógica de la negación de la existencia del mismo Satanás. Además, Satanás sabe suficientemente bien que él mismo perecerá en la consumación de la historia (del mal). Dándose cuenta de su inevitable fin, en el que ya no será glorificado nunca más, se alzó para negar a Dios a riesgo de sacrificarse a sí mismo. Esta negación es realmente el núcleo central del «materialismo dialéctico». Por consiguiente, el lado celestial nunca será capaz de escapar del ataque de la teoría de Satanás, a menos que el mundo democrático pueda formular la verdad que subyugará a su ideología. Esta es la razón histórica en la providencia de la restauración por la que el lado celestial debe proclamar la verdad perfecta y absoluta.

(2) Resumen providencial de la Tercera Guerra Mundial

La Tercera Guerra Mundial va a ser aquella en la que Dios proyecta restaurar, como última medida desde que comenzó la providencia de la restauración, el mundo ideal, haciendo que el mundo democrático subyugue al mundo comunista. Desde el punto de vista de la providencia de la restauración, por medio de la Primera Guerra Mundial el lado celestial estableció un fundamento democrático a nivel de formación, con la ampliación del territorio político y económico al obtener colonias por todo el mundo; a través de la Segunda Guerra Mundial se estabilizó el territorio del mundo democrático, estableciendo mundialmente el fundamento democrático en el nivel de crecimiento. Ahora, por medio de la Tercera Guerra Mundial se debe constituir el fundamento democrático en el nivel de perfección estableciendo la perfecta concepción de la vida tipo Abel, conforme a la nueva verdad, y sobre este fundamento se debe conducir a toda la humanidad hacia un mundo único.
Por consiguiente, la Tercera Guerra Mundial es la guerra final, en la que el lado celestial debe restaurar horizontalmente por indemnización, en la consumación de la historia, todo lo que estuvo obligado a entregar a Satanás después de haber tratado de cumplir la voluntad celestial durante las tres etapas de prolongación en el curso histórico de la providencia de la restauración.

(3) Las causas de la Tercera Guerra Mundial según la providencia de la restauración

Como hemos visto antes, que la Tercera Guerra Mundial vaya a ser sostenida por la fuerza de las armas o por una batalla ideológica se determinará conforme al éxito o al fracaso del hombre en cumplir su propia parte de responsabilidad en la realización de la providencia de la restauración de Dios. Sin embargo, independientemente del tipo de batalla que se vaya a librar, habrá indudablemente una guerra mundial más.
Entonces, ¿cuál sería la causa interna de la Tercera Guerra Mundial, desde el punto de vista de la providencia de la restauración? En primer lugar, establecer mundialmente la condición de indemnización a nivel de perfección para restaurar las tres grandes bendiciones de Dios para el hombre. Debido a la falta de fe del pueblo judío, la providencia de la restauración centrada en Jesús fue cumplida sólo espiritualmente. Por lo tanto, Cristo debe volver a la tierra para restaurar al mundo, espiritual y físicamente, y realizar las tres grandes bendiciones de Dios. Por consiguiente, Satanás trata nuevamente de realizar el mundo fuera del Principio según un modelo similar al mundo que el Señor va a traer al tiempo de la Segunda Llegada. Por ello, al final de la historia se realizará el mundo fuera del Principio según el modelo de haber restaurado las tres grandes bendiciones, centradas en un personaje imitando el modelo del Señor de la Segunda Llegada del lado satánico. Por consiguiente, el lado celestial debe establecer, mundialmente, la condición de indemnización a nivel de perfección para restaurar el mundo en el que se han realizado las tres grandes bendiciones centradas en Dios, subyugando al mundo centrado en Satanás. Por este motivo, debe venir la Tercera Guerra Mundial.
Stalin fue el personaje que seguía el modelo del Señor de la Segunda Llegada en el lado satánico. Por esto, Stalin, como personaje que cumplió el modelo del perfeccionamiento de su individualidad en el lado satánico, llevó a cabo el modelo de la multiplicación de hijos abogando por los esfuerzos combinados de los labradores, pescadores y obreros en oposición al mundo democrático. También realizó el modelo del dominio de todas las cosas estableciendo la política de bolchevismo mundial, cumpliendo así el modelo de las tres grandes bendiciones. Por consiguiente, debemos saber que el mundo comunista es el mundo fuera del Principio en el que Satanás ha tratado de realizar el mundo de coexistencia, coprosperidad y causa común, que será realizado en el futuro centrado en Dios.
En segundo lugar, la Tercera Guerra Mundial tendrá lugar con el fin de hacer que los hombres del lado celestial superen, mundialmente, la tercera tentación de Satanás a Jesús. Por lo tanto, centrado en la tentación que sufrió Jesús, el lado celestial debe establecer la condición de indemnización para restaurar mundialmente la tercera bendición de Dios, logrando la victoria en la Tercera Guerra Mundial. Esto es porque, así como Jesús estableció el fundamento para restaurar el dominio sobre todas las cosas superando la tercera tentación en el desierto, el lado celestial debe restaurar la dominación del hombre sobre todo el mundo de la creación, logrando la victoria en la Tercera Guerra Mundial.
En tercer lugar, la Tercera Guerra Mundial debe tener lugar con el fin de establecer el fundamento a nivel de perfección para la restauración de la soberanía celestial. Esto es porque el lado celestial debe realizar el mundo ideal bajo el Principio macrocósmico, destruyendo el mundo comunista y haciendo que toda la soberanía vuelva a Dios a través de la victoria en la Tercera Guerra Mundial.

(4) Los resultados de la Tercera Guerra Mundial según la providencia de la restauración

Al principio, Dios pensó realizar Su providencia de la restauración estableciendo a Caín y a Abel en la familia de Adán. No obstante, debido a que Abel fue asesinado por Caín, comenzó la historia de pecado de la humanidad. La obra de Dios de la separación del bien y el mal para restaurar la familia de Adán por indemnización comenzó a nivel individual. Después de extenderse a los niveles de hogar, tribu, sociedad, raza y nación, ha ampliado ahora su esfera de acción a nivel mundial. Dios piensa restaurar por indemnización la totalidad del curso providencial, que ha sido prolongado en tres etapas, logrando la victoria en las tres guerras mundiales, que son las obras finales de la providencia de la restauración.
Los primeros antepasados humanos perdieron su corazón y sentimiento hacia Dios al ser atrapados por las palabras de la tentación de Satanás, y debido a la caída espiritual interior y a la caída física exterior, heredaron el linaje de Satanás. Por consiguiente, la providencia de la restauración se realizará cuando todos los hombres caídos se restauren y hereden el linaje de Dios, restaurando su corazón y sentimiento hacia Dios por medio de Sus palabras de vida, y recibiendo la salvación espiritual y física (ref. Parte II, Cap. II, Sec. III, 3 (2)).
La victoria del lado celestial en estas tres Guerras Mundiales, posibilitará finalmente la realización del mundo ideal proyectado originalmente en la creación, que Dios ha tratado de realizar durante un período tan largo de historia desde la caída del hombre, restaurando completamente por indemnización todos los fundamentos para la providencia de la restauración.

CAPITULO VI

La Segunda Llegada

Jesús habló claramente acerca de la Segunda Llegada (Mt. 16:27). Pero dijo que nadie sabía de aquel día ni de aquella hora, ni siquiera los ángeles del cielo (Mt. 24:36). Por esto, hasta el presente, se ha considerado imprudente tratar de saber cuándo, dónde y cómo vendrá el Señor.
Examinando las palabras de Jesús, «sólo el Padre» lo sabe (Mt. 24:36) y el versículo, «No, no hace nada el Señor Yahvéh sin revelar su secreto a sus siervos los profetas» (Am. 3:7), podemos comprender que Dios, que conoce el día y la hora, hará conocer seguramente a Sus profetas todos los secretos concernientes a la Segunda Llegada del Señor antes de realizarla.
Por ello, Jesús dijo que el Señor vendría como un ladrón (Ap. 3:3), mientras que en otra ocasión dijo que para aquellos que están en la luz el Señor no vendría como un ladrón (1 Ts. 5:4). Realmente Jesús vino como un ladrón para los jefes de los sacerdotes y escribas que estaban en la oscuridad, pero al hogar de Juan Bautista que estaba en la luz, Dios reveló de antemano el nacimiento de Jesús. Al tiempo de su nacimiento, reveló el hecho a los Reyes Magos de Oriente, a Simón, a Ana y a los pastores. Por otra parte, Jesús advirtió a la gente que velase en todo tiempo, orando para que pudiese tener la fuerza para escapar de todas las cosas que tendrían lugar, porque el día de la Segunda Llegada vendría sobre ellos de repente como un lazo; por lo tanto, es evidente que Dios lo revelará de antemano a los creyentes que estén en la luz, para que así puedan prepararse para el día venidero del Señor.
Según los ejemplos que aparecen en el curso de la providencia de la restauración, podemos ver que Dios siempre hizo las cosas después de haber revelado de antemano los hechos a Sus profetas; por ejemplo: el juicio en tiempos de Noé, la destrucción de Sodoma y Gomorra y la llegada del Mesías. Por consiguiente, es evidente que, en la Segunda Llegada del Señor, Dios hablará a quienes tengan oídos para oír y ojos para ver de manera que puedan ser iluminados por los creyentes sobre lo que ha de tener lugar, pues El prometió que en los Ultimos Días derramaría Su Espíritu (Hch. 2:17).

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