SECCION II
La Providencia de la Restauración Centrada en la Familia de Noé
La
providencia de la restauración centrada en la familia de Adán no se
realizó debido a que Caín mató a Abel. Sin embargo ya
que la voluntad de Dios de realizar el propósito de la creación es
absoluta e incambiable, El estableció a Set en lugar de Abel sobre
la base de que Abel había sido leal y filial de corazón (Gn. 4:25).
Entonces
de entre sus descendientes Dios escogió a la familia de Noé para
sustituir a la familia de Adán y recomenzó Su providencia.
Dios
dijo:
«He
decidido acabar con toda carne, porque la tierra está llena de
violencia por culpa de ellos. Por eso, he aquí que voy a
exterminarlos de la tierra» (Gn. 6:13).
El
llevó a cabo el juicio del diluvio. Esto nos muestra claramente que
aquellos tiempos también fueron los Ultimos Días.
Es así porque Dios se determinó a realizar el propósito de la
creación enviando al Mesías, sobre el fundamento que estableciera
la familia de Noé después del juicio del diluvio. La
familia de Noé tenía que establecer la condición de indemnización
para restaurar el fundamento de fe, y basado sobre éste tenía que
establecer la condición de indemnización para restaurar el
fundamento de substancia. Haciendo estas cosas, la familia de Noé
habría restaurado a través de indemnización el fundamento para
recibir al Mesías, que la familia de Adán había fallado en
establecer.
1. EL FUNDAMENTO DE FE
(1) La figura central para restaurar el fundamento de fe
En
la providencia de la restauración centrada en la familia de Noé, la
figura central para restaurar el fundamento de fe era Noé. Dios lo
llamó después de diez generaciones, mil seiscientos años después
de Adán, con el fin de realizar la voluntad que fracasó con Adán.
Por consiguiente, Dios bendijo a Noé para que creciera y se
multiplicase (Gn. 9:7), tal y como lo hizo con Adán (Gn. 1:28). En
ese sentido Noé
es el segundo progenitor humano.
Noé
fue llamado cuando la tierra estaba llena de violencia a causa de los
hombres (Gn. 6:11), y trabajó en el arca durante ciento veinte años
en la montaña, en obediencia al mandato de Dios, pese a todas las
risas y burlas de la gente. Sobre esa condición, Dios pudo
aventurarse a juzgar la tierra con el diluvio, centrado en la familia
de Noé. Bajo este aspecto, Noé es el primer padre de la fe.
Sabemos que Abraham es el padre de la fe, pero originalmente iba a
serlo Noé. Debido al acto pecaminoso de su hijo Cam, la misión de
Noé como padre de la fe fue transferida a Abraham.
Adán debía
ser la figura central para restaurar el fundamento de fe, pero por
las razones citadas anteriormente, él mismo no podía ofrecer los
sacrificios. Sin embargo, Noé
fue llamado sobre el fundamento de fidelidad y de espíritu filial
que había mostrado Abel ofreciendo de forma aceptable los
sacrificios simbólicos. Además, como puede verse por su linaje, era
descendiente de Set (Gn. 4:25), llamado en lugar de Abel. Por otro
lado, era un hombre justo a los ojos de Dios (Gn. 6:9). Por lo tanto,
pudo ofrecer los sacrificios simbólicos directamente, construyendo
el arca obedeciendo a la voluntad de Dios.
(2) El objeto condicional para restaurar el fundamento de fe
Para
Noé, el objeto condicional que hacía posible la restauración del
fundamento de fe era el arca. ¿Qué significaba el arca? Para que
Noé pudiera situarse en la posición de Adán como el segundo
progenitor de la humanidad, tenía que establecer la condición para
restaurar por indemnización el universo entero que se encontraba
bajo el control satánico a causa de la caída de Adán. En
consecuencia, tuvo que ofrecer como sacrificio, de una forma
aceptable para Dios, cierto objeto condicional que simbolizaba el
nuevo universo. El arca era su objeto condicional.
Esta
se componía de tres pisos, que simbolizaban al universo creado a
través de las tres etapas de crecimiento. Los ocho miembros de la
familia de Noé que entraron en el arca debían restaurar por
indemnización a los ocho miembros de la familia de Adán, que habían
caído en el seno de Satanás. Ya que el arca era el símbolo de todo
el universo, el señor del arca, Noé, simbolizaba a Dios. Su familia
simbolizaba a la humanidad y los animales simbolizaban a toda la
creación.
¿Cuál
fue el propósito de los cuarenta días de juicio de Dios por el
diluvio que tuvo lugar después de acabar el arca?
Según los principios de la creación, el hombre fue hecho para
servir a un solo señor. Dios no podía llevar Su providencia de
forma contraria al Principio entrando en relación con la humanidad,
mientras que el hombre permaneciera bajo la dominación de Satanás a
causa de su propio libertinaje.
Por
consiguiente, Dios
ejecutó la providencia del juicio por el diluvio para exterminar a
los hombres sometidos a Satanás y para establecer a los objetos
mediante los cuales pudiera cumplir Su providencia.
¿Por
qué decidió que Su juicio durara cuarenta días? Como se verá más
adelante (ref. Parte II, Cap. III, Sec. II, 4), el número «diez»
es el número de la unidad. Por consiguiente, Dios estableció a Noé
diez generaciones después de Adán para restaurar por indemnización
el ideal dejado sin cumplir a causa de la caída de Adán. Dios
estableció el período de indemnización para restaurar el número
«diez» como un segundo intento de unificación. A lo largo de las
diez generaciones hasta Noé, Dios también siguió la providencia de
establecer a cada generación como el período de indemnización para
restaurar el número «cuatro», y así cumplir el propósito del
fundamento de cuatro posiciones. Por lo tanto, el período que va de
Adán a Noé fue el período de indemnización para restaurar el
número «cuarenta». A causa del libertinaje de los hombres de
aquella época, el período de indemnización del número «cuarenta»
fue invadido por Satanás. Para poder comenzar de nuevo Su
providencia para realizar el fundamento de cuatro posiciones a través
del arca de Noé,
Dios
se propuso restaurar el fundamento de fe estableciendo el período de
cuarenta días de juicio como período de indemnización para
restaurar el número «cuarenta» invadido por Satanás.
De
esta forma, el número «cuarenta» llegó a ser necesario como el
número para separar al hombre de Satanás, con el fin de restaurar
más tarde el fundamento de fe, en el curso providencial de la
restauración por indemnización. Por ejemplo, vemos muchos casos
comparables a los cuarenta días de juicio de la época de Noé; el
período de 400 años que va de Noé a Abraham; los cuatrocientos
años de esclavitud de los israelitas en Egipto; los 40 años errando
en el desierto; los 40 días de ayuno de Moisés; los 40 años de
reinado de cada uno de los reyes Saúl, David y Salomón; los 40 días
de ayuno de Elías; los 40 días de predicación por Jonás sobre la
destrucción de Nínive; los 40 días de ayuno y oración de Jesús;
y el período de 40 días después de su resurrección. Todos son
períodos de indemnización para la separación de Satanás.
Leemos
también en la Biblia que después del juicio, Noé soltó por la
ventana del arca un cuervo y una paloma. Estudiemos ahora qué clase
de providencia para el futuro anunciaba Dios a través de esto,
pues
Dios dijo: «No, no hace nada el Señor Yahvéh sin revelar su
secreto a sus siervos los profetas» (Amós 3:7).
El período de cuarenta días de juicio como la condición de
indemnización para restaurar el universo se corresponde al período
del caos (Gn. 1:2). Por consiguiente, todas
las cosas centradas en el arca después de los cuarenta días son la
representación simbólica del curso entero de la historia que
comienza después de que Dios terminara Su creación del cielo y de
la tierra.
¿Qué
quería predecir Dios cuando Noé echó por la ventana del arca un
cuervo (Gn. 8:6-7) que voló alrededor hasta que las aguas bajaron?
Esto indicaba que Satanás estaba al acecho detrás de la puerta de
la familia de Noé, incluso después del juicio del diluvio, buscando
la condición que le permitiera invadirla,
tal como el arcángel buscaba una oportunidad de ganar el amor de Eva
poco después de la creación del hombre, y de la misma forma que
Satanás esperaba la ocasión favorable de invadir a Caín y Abel,
cuando ofrecían los sacrificios (Gn. 4:7).
Entonces
¿qué
quería predecir Dios cuando Noé soltó por tres veces una paloma
por la ventana del arca?
En la Biblia se dice que la paloma fue enviada para descubrir si el
agua había bajado. Sin embargo, si éste hubiera sido el único fin,
podemos pensar que Noé podría haber mirado directamente por la
ventana para saberlo por sí mismo, en lugar de enviar una paloma.
Por consiguiente, podemos figurarnos que el propósito del envío de
la paloma se hallaba en algo más importante que el hecho de ver si
el agua había bajado.
Debemos
comprender el significado de la providencia de Dios en esta
situación. El
diluvio llegó siete días después de que Dios había anunciado por
Noé el juicio del diluvio (Gn. 7:10). Después del período de 40
días de juicio, Noé envió por primera vez la paloma. La Biblia
dice que la paloma salió y voló de un lado a otro por encima del
agua pero que, al no encontrar ningún lugar donde posarse, volvió y
Noé la hizo entrar en el arca (Gn. 8:9).
La
primera paloma simbolizaba al primer Adán. Por consiguiente, este
relato significa que Dios creó al hombre sobre la tierra de forma
que Su ideal de la creación, que estaba en El antes de crear,
pudiese realizarse en Adán como la perfecta encarnación. Pero, por
la caída de éste, Dios no pudo realizar Su ideal de la creación
sobre la tierra mediante Adán, así Dios tuvo que retirar Su ideal
de la tierra por aquel entonces y dejar esto para más tarde.
Siete
días más tarde, Noé envió a la paloma por segunda vez. No pudo
posarse entonces sobre la tierra porque las aguas no habían bajado.
Volvió al arca con una rama de olivo en su pico, indicando que
podría posarse la próxima vez (Gn. 8:10-11).
La
segunda paloma simbolizaba a Jesús, pues era el segundo Adán, que
vendría como la perfecta encarnación del ideal de la creación. Por
consiguiente, este segundo pasaje significa que Jesús vendría a la
tierra para completar la providencia de la restauración. Pero en el
caso de que el pueblo judío cayera en la incredulidad, Jesús
volvería al seno de Dios por medio de la cruz, dejando la promesa de
volver, ya que sin un lugar donde «posar sus pies» no podría
realizar la voluntad sobre la tierra.
Por supuesto, esta predicción indica que si
las aguas se hubieran secado de modo que la paloma hubiera podido
posarse en tierra y encontrar algo para comer, no habría tenido que
regresar al arca, pero tuvo que hacerlo porque el agua aún no había
bajado.
De la misma forma, esto nos muestra que
si el pueblo judío hubiera creído en Jesús y le hubiera servido,
Jesús no habría tenido que morir, pudiendo entonces realizar el
Reino de los Cielos sobre la tierra en aquel tiempo. Pero en el caso
de que hubiese falta de fe, Jesús tendría que morir en la cruz, y
volvería más tarde, en un momento más favorable.
Después
de otro período de siete días, Noé envió a la paloma por tercera
vez. Está escrito que esta vez la paloma no volvió al arca porque
las aguas se habían secado (Gn. 8:12).
La
tercera paloma simbolizaba al Señor de la Segunda Llegada que vendrá
como el tercer Adán. Por consiguiente, este pasaje nos muestra que,
cuando Cristo vuelva será capaz de realizar indefectiblemente el
ideal divino de la creación sobre la tierra, de forma que el ideal
no tendrá que volver nunca más al seno de Dios. Cuando Noé vio que
la tercera paloma no volvía, entonces descendió del arca a tierra y
disfrutó del nuevo cielo y la nueva tierra. Esto nos anuncia que
cuando el ideal de la creación sea realizado sobre la tierra por el
tercer Adán, entonces la nueva Jerusalén descenderá del cielo y la
morada de Dios estará con los hombres (Ap. 21:1-3).
El
relato del envío de la paloma por tres veces nos muestra que, como
ha sido aclarado en el capítulo sobre la predestinación, la
providencia de Dios para la restauración podría ser prolongada en
caso de que el hombre, quien es el objeto de la providencia, no
pudiera cumplir su parte de responsabilidad.
Esto predice que, como consecuencia del fracaso de Adán en el
cumplimiento de su responsabilidad a causa de su incredulidad,
tendría que venir Cristo como el segundo Adán, y que si el pueblo
judío fracasaba en el cumplimiento de su responsabilidad a causa de
su incredulidad, Jesús tendría que morir en la cruz y por lo tanto
Cristo tendría que volver como el tercer Adán. El
período de siete días nos muestra que, así como la creación de
Dios duró siete días, hace falta también un cierto período de
tiempo en la providencia para restaurar el elemento de tiempo
perdido.
Al mismo
tiempo, la
familia de Noé pudo restaurar por indemnización el fundamento de
fe, estableciendo de forma aceptable el arca, como la condición para
restaurar el fundamento a través del juicio de cuarenta días.
2. EL FUNDAMENTO DE SUBSTANCIA
Noé
restauró por indemnización el fundamento de fe teniendo éxito en
presentar de forma aceptable la ofrenda simbólica del arca a Dios.
Haciendo esto, Noé estableció al mismo tiempo la condición de
indemnización para la restauración de la creación y también la
condición de indemnización para la restauración simbólica de los
hombres. A
continuación, si los hijos de Noé, Sem y Cam, hubieran tenido éxito
en la ofrenda substancial estableciendo la condición de
indemnización para eliminar la naturaleza caída, en las respectivas
posiciones de Caín y Abel, el fundamento de substancia podría haber
sido establecido en aquel tiempo.
Para que la
familia de Noé realizara de forma aceptable la ofrenda substancial,
después del éxito en la ofrenda simbólica, el
segundo hijo, Cam, que era la figura central en la ofrenda
substancial, debería haber restaurado la posición del segundo hijo,
Abel, que había sido la figura central en la ofrenda substancial de
la familia de Adán.
En el caso de la familia de Adán, Abel, el hijo, presentó la
ofrenda simbólica en lugar de Adán. Por consiguiente, al tener
éxito en esta ofrenda, Abel pudo restaurar por indemnización el
fundamento de fe, mientras que al mismo tiempo se calificó para ser
la figura central en la ofrenda substancial. Sin embargo, en
el caso de la familia de Noé, el mismo Noé ofreció el sacrificio
simbólico. Para que Cam pudiese colocarse en la posición de Abel,
quien había tenido éxito en la ofrenda simbólica, debería haber
permanecido en una posición de inseparable unidad con el corazón y
los sentimientos de Noé, quien había tenido éxito en la ofrenda
simbólica.
Examinemos cómo llevó a cabo Dios Su providencia para que Cam
pudiese situarse en esta posición.
Leemos
(Gn. 9:20-26) que Cam, viendo a su padre Noé echado desnudo en la
tienda, no sólo se sintió avergonzado, sino incluso sintió
desagrado, y transmitió el mismo sentimiento a sus hermanos Sem y
Jafet. Entonces ellos también se turbaron a causa de Cam por el
mismo sentimiento y se avergonzaron de la desnudez de su padre; y en
un esfuerzo por no ver aquella escena, volvieron sus caras y
caminaron de espaldas para cubrir el cuerpo de su padre con un manto.
Sin embargo, esto constituyó una falta tan grande que Noé maldijo a
Cam, diciendo que su hijo Canaán sería esclavo de sus hermanos.
¿Por
qué obró Dios en Su providencia de esta forma y por qué el
sentimiento de vergüenza ante la desnudez de Noé fue un pecado tan
grande? Para comprender esto, determinemos primeramente qué es el
pecado.
Satanás no puede generar el poder de la existencia y de la acción a
menos que encuentre un objeto con el que pueda formar una base
recíproca que permita una relación mutua de dar y recibir. Por
consiguiente, el
pecado se crea cada vez que un ser establece una condición que
permite a Satanás invadirle y, por lo tanto, llegar a ser así un
objeto con el cual Satanás puede trabajar.
A
continuación, debemos comprender por
qué Dios probó a Cam a través de la desnudez de Noé. Ha sido ya
aclarado que el arca simbolizaba al universo entero y que todos lo
hecho ocurridos inmediatamente después de la ofrenda aceptable del
arca, por los cuarenta días de juicio, simbolizaban todos los
acontecimientos después de la creación del universo. En
consecuencia, la posición de Noé después de los cuarenta días de
juicio era idéntica a la de Adán después de la creación del
universo.
Podemos
imaginarnos fácilmente con qué libertad y afecto vivirían Adán y
Eva el uno con el otro después de la creación, y qué francos y sin
secretos estarían ante Dios. Podemos sacar esta conclusión del
hecho de que no tenían el sentimiento de vergüenza, aunque estaban
desnudos (Gn. 2:25). Después de la caída, se avergonzaron de la
desnudez de sus partes bajas, las cubrieron con hojas de higuera y se
escondieron de los ojos de Dios, temiendo que pudiera verles (Gn.
3:7). Por consiguiente, su actitud provocada por el sentimiento de
vergüenza de sus partes bajas era una expresión de su estado de
ánimo debido a su relación de sangre pecaminosa con Satanás, que
fue cometida con sus partes bajas. La acción de esconderse tapando
sus partes bajas era la expresión de su conciencia culpable, que les
impedía aparecer ante Dios después de su relación de sangre con
Satanás.
Noé,
en la posición separada de Satanás por el juicio de cuarenta días,
estaba situado en la posición de Adán inmediatamente después de la
creación del universo. En este caso, Dios quería restaurar por
indemnización el corazón y el sentimiento de alegría, que El había
experimentado viendo al hombre inocentemente desnudo y sin secretos
antes de cometer el pecado, al contemplar que la familia de Noé no
sintiera vergüenza ni tratara de ocultarse al ver la desnudez de su
padre. Dios permitió que Noé se tendiera desnudo, con el fin de
realizar este deseo tan profundo. Por consiguiente, Cam podría haber
establecido la condición de indemnización para restaurar la
posición de la familia de Adán antes de haber conocido la vergüenza
a causa del primer pecado, sobre el fundamento de su inseparable
unidad con Noé, relacionándose con él sin ninguna vergüenza; es
decir, desde la misma posición y con el mismo corazón que Dios.
Sin embargo; los hijos de Noé
se avergonzaron de la desnudez de su padre y lo cubrieron con un
manto, mostrando así que no podían presentarse ante Dios porque
tenían vergüenza de su relación de sangre con Satanás, como
sucedió en la familia de Adán después de la caída. Por
consiguiente, Satanás, que había estado acechando para ver si
encontraba una condición que le permitiera invadir a la familia de
Noé, como había sido anunciado por medio del cuervo, reclamó a los
hijos de Noé como sus objetos, porque habían mostrado ser
descendientes directos de él.
De esta
forma, la
actitud de Cam sintiéndose avergonzado de la desnudez de su padre
llegó a ser un pecado, porque creó una condición que permitió a
Satanás reclamarlo. Por lo tanto, Cam fracasó en restaurar por
indemnización la posición de Abel, en la cual debía ofrecer un
sacrificio substancial, y fracasó en el establecimiento del
fundamento de substancia. Así, la providencia de la restauración
centrada en Noé acabó en un fracaso.
¿Sentir
vergüenza de su desnudez sería un pecado para todo el mundo? No.
Noé tenía la misión de eliminar todas las condiciones que
permitieran la invasión de Satanás, porque Noé estaba
substituyendo a Adán. Por consiguiente, la familia de Noé debería
haber establecido la condición de indemnización para restaurar la
posición de la familia de Adán antes de la relación de sangre con
Satanás, demostrando que ellos no sentían vergüenza de la desnudez
y por lo tanto que no se preocupaban de cubrirla. Consecuentemente,
la condición de indemnización de mostrar que no sentían vergüenza
de la desnudez, ni preocupación de cubrirla, era una condición que
sólo podía establecer la familia de Noé, porque estaba en la
posición de la familia de Adán.
3. LECCIONES APRENDIDAS DE LA FAMILIA DE NOE
No es fácil
comprender por qué Noé construyó un arca sobre la montaña durante
ciento veinte largos años. Cam sabía que la familia de Noé había
sido salvada gracias al duro trabajo de su padre, trabajo por el cual
recibió burlas y críticas. Considerando todas estas cosas, Cam
debería haber visto las obras de su padre como buenas y llenas de
significado, aunque le desagradase verlo desnudo.
En
lugar de confiar en Noé, que estaba del lado de Dios, Cam lo criticó
según su punto de vista personal y mostró su desagrado por su
acción. Por consiguiente, la providencia centrada en la familia de
Noé, que Dios había establecido mediante el juicio de los cuarenta
días de diluvio, 1.600 años después de Adán, acabó en un
fracaso.
Esto
nos muestra que necesitamos paciencia y obediencia para seguir el
camino del cielo.
Aparte
de esto, la providencia de Dios con la familia de Noé nos muestra Su
actitud con respecto a la predestinación y el cumplimiento de la
propia responsabilidad del hombre.
Sabemos suficientemente bien que Dios había encontrado a la familia
de Noé después de 1.600 años de búsqueda, la dirigió durante
ciento veinte años hasta que Noé acabó el arca, y la protegió
durante el sacrificio de toda la humanidad por los cuarenta días de
diluvio. Sin embargo, cuando Satanás invadió a la familia por la
falta de Cam, Dios abandonó sin contemplaciones a la familia entera,
que era el objeto de Su providencia de la restauración, y así, Su
providencia centrada en la familia de Noé terminó en un fracaso.
Además, la
providencia con la familia de Noé nos muestra cómo es la
predestinación de Dios para el hombre. No
debemos olvidar que a pesar de haber encontrado a Noé como padre de
la fe al cabo de un período tan largo, Dios abandonó a la familia
una vez que hubo fracasado en el cumplimiento de su parte de
responsabilidad y en su lugar eligió a la familia de Abraham.
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