domingo, 20 de noviembre de 2016

La Providencia de la Restauración Centrada en la Familia de Noé - El Principio Divino


SECCION II

La Providencia de la Restauración Centrada en la Familia de Noé

La providencia de la restauración centrada en la familia de Adán no se realizó debido a que Caín mató a Abel. Sin embargo ya que la voluntad de Dios de realizar el propósito de la creación es absoluta e incambiable, El estableció a Set en lugar de Abel sobre la base de que Abel había sido leal y filial de corazón (Gn. 4:25).
Entonces de entre sus descendientes Dios escogió a la familia de Noé para sustituir a la familia de Adán y recomenzó Su providencia. Dios dijo:
«He decidido acabar con toda carne, porque la tierra está llena de violencia por culpa de ellos. Por eso, he aquí que voy a exterminarlos de la tierra» (Gn. 6:13).
El llevó a cabo el juicio del diluvio. Esto nos muestra claramente que aquellos tiempos también fueron los Ultimos Días. Es así porque Dios se determinó a realizar el propósito de la creación enviando al Mesías, sobre el fundamento que estableciera la familia de Noé después del juicio del diluvio. La familia de Noé tenía que establecer la condición de indemnización para restaurar el fundamento de fe, y basado sobre éste tenía que establecer la condición de indemnización para restaurar el fundamento de substancia. Haciendo estas cosas, la familia de Noé habría restaurado a través de indemnización el fundamento para recibir al Mesías, que la familia de Adán había fallado en establecer.

1. EL FUNDAMENTO DE FE

(1) La figura central para restaurar el fundamento de fe

En la providencia de la restauración centrada en la familia de Noé, la figura central para restaurar el fundamento de fe era Noé. Dios lo llamó después de diez generaciones, mil seiscientos años después de Adán, con el fin de realizar la voluntad que fracasó con Adán. Por consiguiente, Dios bendijo a Noé para que creciera y se multiplicase (Gn. 9:7), tal y como lo hizo con Adán (Gn. 1:28). En ese sentido Noé es el segundo progenitor humano.
Noé fue llamado cuando la tierra estaba llena de violencia a causa de los hombres (Gn. 6:11), y trabajó en el arca durante ciento veinte años en la montaña, en obediencia al mandato de Dios, pese a todas las risas y burlas de la gente. Sobre esa condición, Dios pudo aventurarse a juzgar la tierra con el diluvio, centrado en la familia de Noé. Bajo este aspecto, Noé es el primer padre de la fe. Sabemos que Abraham es el padre de la fe, pero originalmente iba a serlo Noé. Debido al acto pecaminoso de su hijo Cam, la misión de Noé como padre de la fe fue transferida a Abraham.
Adán debía ser la figura central para restaurar el fundamento de fe, pero por las razones citadas anteriormente, él mismo no podía ofrecer los sacrificios. Sin embargo, Noé fue llamado sobre el fundamento de fidelidad y de espíritu filial que había mostrado Abel ofreciendo de forma aceptable los sacrificios simbólicos. Además, como puede verse por su linaje, era descendiente de Set (Gn. 4:25), llamado en lugar de Abel. Por otro lado, era un hombre justo a los ojos de Dios (Gn. 6:9). Por lo tanto, pudo ofrecer los sacrificios simbólicos directamente, construyendo el arca obedeciendo a la voluntad de Dios.

(2) El objeto condicional para restaurar el fundamento de fe

Para Noé, el objeto condicional que hacía posible la restauración del fundamento de fe era el arca. ¿Qué significaba el arca? Para que Noé pudiera situarse en la posición de Adán como el segundo progenitor de la humanidad, tenía que establecer la condición para restaurar por indemnización el universo entero que se encontraba bajo el control satánico a causa de la caída de Adán. En consecuencia, tuvo que ofrecer como sacrificio, de una forma aceptable para Dios, cierto objeto condicional que simbolizaba el nuevo universo. El arca era su objeto condicional.
Esta se componía de tres pisos, que simbolizaban al universo creado a través de las tres etapas de crecimiento. Los ocho miembros de la familia de Noé que entraron en el arca debían restaurar por indemnización a los ocho miembros de la familia de Adán, que habían caído en el seno de Satanás. Ya que el arca era el símbolo de todo el universo, el señor del arca, Noé, simbolizaba a Dios. Su familia simbolizaba a la humanidad y los animales simbolizaban a toda la creación.
¿Cuál fue el propósito de los cuarenta días de juicio de Dios por el diluvio que tuvo lugar después de acabar el arca? Según los principios de la creación, el hombre fue hecho para servir a un solo señor. Dios no podía llevar Su providencia de forma contraria al Principio entrando en relación con la humanidad, mientras que el hombre permaneciera bajo la dominación de Satanás a causa de su propio libertinaje.
Por consiguiente, Dios ejecutó la providencia del juicio por el diluvio para exterminar a los hombres sometidos a Satanás y para establecer a los objetos mediante los cuales pudiera cumplir Su providencia. ¿Por qué decidió que Su juicio durara cuarenta días? Como se verá más adelante (ref. Parte II, Cap. III, Sec. II, 4), el número «diez» es el número de la unidad. Por consiguiente, Dios estableció a Noé diez generaciones después de Adán para restaurar por indemnización el ideal dejado sin cumplir a causa de la caída de Adán. Dios estableció el período de indemnización para restaurar el número «diez» como un segundo intento de unificación. A lo largo de las diez generaciones hasta Noé, Dios también siguió la providencia de establecer a cada generación como el período de indemnización para restaurar el número «cuatro», y así cumplir el propósito del fundamento de cuatro posiciones. Por lo tanto, el período que va de Adán a Noé fue el período de indemnización para restaurar el número «cuarenta». A causa del libertinaje de los hombres de aquella época, el período de indemnización del número «cuarenta» fue invadido por Satanás. Para poder comenzar de nuevo Su providencia para realizar el fundamento de cuatro posiciones a través del arca de Noé, Dios se propuso restaurar el fundamento de fe estableciendo el período de cuarenta días de juicio como período de indemnización para restaurar el número «cuarenta» invadido por Satanás.
De esta forma, el número «cuarenta» llegó a ser necesario como el número para separar al hombre de Satanás, con el fin de restaurar más tarde el fundamento de fe, en el curso providencial de la restauración por indemnización. Por ejemplo, vemos muchos casos comparables a los cuarenta días de juicio de la época de Noé; el período de 400 años que va de Noé a Abraham; los cuatrocientos años de esclavitud de los israelitas en Egipto; los 40 años errando en el desierto; los 40 días de ayuno de Moisés; los 40 años de reinado de cada uno de los reyes Saúl, David y Salomón; los 40 días de ayuno de Elías; los 40 días de predicación por Jonás sobre la destrucción de Nínive; los 40 días de ayuno y oración de Jesús; y el período de 40 días después de su resurrección. Todos son períodos de indemnización para la separación de Satanás.
Leemos también en la Biblia que después del juicio, Noé soltó por la ventana del arca un cuervo y una paloma. Estudiemos ahora qué clase de providencia para el futuro anunciaba Dios a través de esto, pues Dios dijo: «No, no hace nada el Señor Yahvéh sin revelar su secreto a sus siervos los profetas» (Amós 3:7). El período de cuarenta días de juicio como la condición de indemnización para restaurar el universo se corresponde al período del caos (Gn. 1:2). Por consiguiente, todas las cosas centradas en el arca después de los cuarenta días son la representación simbólica del curso entero de la historia que comienza después de que Dios terminara Su creación del cielo y de la tierra.
¿Qué quería predecir Dios cuando Noé echó por la ventana del arca un cuervo (Gn. 8:6-7) que voló alrededor hasta que las aguas bajaron? Esto indicaba que Satanás estaba al acecho detrás de la puerta de la familia de Noé, incluso después del juicio del diluvio, buscando la condición que le permitiera invadirla, tal como el arcángel buscaba una oportunidad de ganar el amor de Eva poco después de la creación del hombre, y de la misma forma que Satanás esperaba la ocasión favorable de invadir a Caín y Abel, cuando ofrecían los sacrificios (Gn. 4:7).
Entonces ¿qué quería predecir Dios cuando Noé soltó por tres veces una paloma por la ventana del arca? En la Biblia se dice que la paloma fue enviada para descubrir si el agua había bajado. Sin embargo, si éste hubiera sido el único fin, podemos pensar que Noé podría haber mirado directamente por la ventana para saberlo por sí mismo, en lugar de enviar una paloma. Por consiguiente, podemos figurarnos que el propósito del envío de la paloma se hallaba en algo más importante que el hecho de ver si el agua había bajado.
Debemos comprender el significado de la providencia de Dios en esta situación. El diluvio llegó siete días después de que Dios había anunciado por Noé el juicio del diluvio (Gn. 7:10). Después del período de 40 días de juicio, Noé envió por primera vez la paloma. La Biblia dice que la paloma salió y voló de un lado a otro por encima del agua pero que, al no encontrar ningún lugar donde posarse, volvió y Noé la hizo entrar en el arca (Gn. 8:9). La primera paloma simbolizaba al primer Adán. Por consiguiente, este relato significa que Dios creó al hombre sobre la tierra de forma que Su ideal de la creación, que estaba en El antes de crear, pudiese realizarse en Adán como la perfecta encarnación. Pero, por la caída de éste, Dios no pudo realizar Su ideal de la creación sobre la tierra mediante Adán, así Dios tuvo que retirar Su ideal de la tierra por aquel entonces y dejar esto para más tarde.
Siete días más tarde, Noé envió a la paloma por segunda vez. No pudo posarse entonces sobre la tierra porque las aguas no habían bajado. Volvió al arca con una rama de olivo en su pico, indicando que podría posarse la próxima vez (Gn. 8:10-11). La segunda paloma simbolizaba a Jesús, pues era el segundo Adán, que vendría como la perfecta encarnación del ideal de la creación. Por consiguiente, este segundo pasaje significa que Jesús vendría a la tierra para completar la providencia de la restauración. Pero en el caso de que el pueblo judío cayera en la incredulidad, Jesús volvería al seno de Dios por medio de la cruz, dejando la promesa de volver, ya que sin un lugar donde «posar sus pies» no podría realizar la voluntad sobre la tierra. Por supuesto, esta predicción indica que si las aguas se hubieran secado de modo que la paloma hubiera podido posarse en tierra y encontrar algo para comer, no habría tenido que regresar al arca, pero tuvo que hacerlo porque el agua aún no había bajado. De la misma forma, esto nos muestra que si el pueblo judío hubiera creído en Jesús y le hubiera servido, Jesús no habría tenido que morir, pudiendo entonces realizar el Reino de los Cielos sobre la tierra en aquel tiempo. Pero en el caso de que hubiese falta de fe, Jesús tendría que morir en la cruz, y volvería más tarde, en un momento más favorable.
Después de otro período de siete días, Noé envió a la paloma por tercera vez. Está escrito que esta vez la paloma no volvió al arca porque las aguas se habían secado (Gn. 8:12). La tercera paloma simbolizaba al Señor de la Segunda Llegada que vendrá como el tercer Adán. Por consiguiente, este pasaje nos muestra que, cuando Cristo vuelva será capaz de realizar indefectiblemente el ideal divino de la creación sobre la tierra, de forma que el ideal no tendrá que volver nunca más al seno de Dios. Cuando Noé vio que la tercera paloma no volvía, entonces descendió del arca a tierra y disfrutó del nuevo cielo y la nueva tierra. Esto nos anuncia que cuando el ideal de la creación sea realizado sobre la tierra por el tercer Adán, entonces la nueva Jerusalén descenderá del cielo y la morada de Dios estará con los hombres (Ap. 21:1-3).
El relato del envío de la paloma por tres veces nos muestra que, como ha sido aclarado en el capítulo sobre la predestinación, la providencia de Dios para la restauración podría ser prolongada en caso de que el hombre, quien es el objeto de la providencia, no pudiera cumplir su parte de responsabilidad. Esto predice que, como consecuencia del fracaso de Adán en el cumplimiento de su responsabilidad a causa de su incredulidad, tendría que venir Cristo como el segundo Adán, y que si el pueblo judío fracasaba en el cumplimiento de su responsabilidad a causa de su incredulidad, Jesús tendría que morir en la cruz y por lo tanto Cristo tendría que volver como el tercer Adán. El período de siete días nos muestra que, así como la creación de Dios duró siete días, hace falta también un cierto período de tiempo en la providencia para restaurar el elemento de tiempo perdido.
Al mismo tiempo, la familia de Noé pudo restaurar por indemnización el fundamento de fe, estableciendo de forma aceptable el arca, como la condición para restaurar el fundamento a través del juicio de cuarenta días.

2. EL FUNDAMENTO DE SUBSTANCIA

Noé restauró por indemnización el fundamento de fe teniendo éxito en presentar de forma aceptable la ofrenda simbólica del arca a Dios. Haciendo esto, Noé estableció al mismo tiempo la condición de indemnización para la restauración de la creación y también la condición de indemnización para la restauración simbólica de los hombres. A continuación, si los hijos de Noé, Sem y Cam, hubieran tenido éxito en la ofrenda substancial estableciendo la condición de indemnización para eliminar la naturaleza caída, en las respectivas posiciones de Caín y Abel, el fundamento de substancia podría haber sido establecido en aquel tiempo.
Para que la familia de Noé realizara de forma aceptable la ofrenda substancial, después del éxito en la ofrenda simbólica, el segundo hijo, Cam, que era la figura central en la ofrenda substancial, debería haber restaurado la posición del segundo hijo, Abel, que había sido la figura central en la ofrenda substancial de la familia de Adán. En el caso de la familia de Adán, Abel, el hijo, presentó la ofrenda simbólica en lugar de Adán. Por consiguiente, al tener éxito en esta ofrenda, Abel pudo restaurar por indemnización el fundamento de fe, mientras que al mismo tiempo se calificó para ser la figura central en la ofrenda substancial. Sin embargo, en el caso de la familia de Noé, el mismo Noé ofreció el sacrificio simbólico. Para que Cam pudiese colocarse en la posición de Abel, quien había tenido éxito en la ofrenda simbólica, debería haber permanecido en una posición de inseparable unidad con el corazón y los sentimientos de Noé, quien había tenido éxito en la ofrenda simbólica. Examinemos cómo llevó a cabo Dios Su providencia para que Cam pudiese situarse en esta posición.
Leemos (Gn. 9:20-26) que Cam, viendo a su padre Noé echado desnudo en la tienda, no sólo se sintió avergonzado, sino incluso sintió desagrado, y transmitió el mismo sentimiento a sus hermanos Sem y Jafet. Entonces ellos también se turbaron a causa de Cam por el mismo sentimiento y se avergonzaron de la desnudez de su padre; y en un esfuerzo por no ver aquella escena, volvieron sus caras y caminaron de espaldas para cubrir el cuerpo de su padre con un manto. Sin embargo, esto constituyó una falta tan grande que Noé maldijo a Cam, diciendo que su hijo Canaán sería esclavo de sus hermanos.
¿Por qué obró Dios en Su providencia de esta forma y por qué el sentimiento de vergüenza ante la desnudez de Noé fue un pecado tan grande? Para comprender esto, determinemos primeramente qué es el pecado. Satanás no puede generar el poder de la existencia y de la acción a menos que encuentre un objeto con el que pueda formar una base recíproca que permita una relación mutua de dar y recibir. Por consiguiente, el pecado se crea cada vez que un ser establece una condición que permite a Satanás invadirle y, por lo tanto, llegar a ser así un objeto con el cual Satanás puede trabajar.
A continuación, debemos comprender por qué Dios probó a Cam a través de la desnudez de Noé. Ha sido ya aclarado que el arca simbolizaba al universo entero y que todos lo hecho ocurridos inmediatamente después de la ofrenda aceptable del arca, por los cuarenta días de juicio, simbolizaban todos los acontecimientos después de la creación del universo. En consecuencia, la posición de Noé después de los cuarenta días de juicio era idéntica a la de Adán después de la creación del universo.
Podemos imaginarnos fácilmente con qué libertad y afecto vivirían Adán y Eva el uno con el otro después de la creación, y qué francos y sin secretos estarían ante Dios. Podemos sacar esta conclusión del hecho de que no tenían el sentimiento de vergüenza, aunque estaban desnudos (Gn. 2:25). Después de la caída, se avergonzaron de la desnudez de sus partes bajas, las cubrieron con hojas de higuera y se escondieron de los ojos de Dios, temiendo que pudiera verles (Gn. 3:7). Por consiguiente, su actitud provocada por el sentimiento de vergüenza de sus partes bajas era una expresión de su estado de ánimo debido a su relación de sangre pecaminosa con Satanás, que fue cometida con sus partes bajas. La acción de esconderse tapando sus partes bajas era la expresión de su conciencia culpable, que les impedía aparecer ante Dios después de su relación de sangre con Satanás.
Noé, en la posición separada de Satanás por el juicio de cuarenta días, estaba situado en la posición de Adán inmediatamente después de la creación del universo. En este caso, Dios quería restaurar por indemnización el corazón y el sentimiento de alegría, que El había experimentado viendo al hombre inocentemente desnudo y sin secretos antes de cometer el pecado, al contemplar que la familia de Noé no sintiera vergüenza ni tratara de ocultarse al ver la desnudez de su padre. Dios permitió que Noé se tendiera desnudo, con el fin de realizar este deseo tan profundo. Por consiguiente, Cam podría haber establecido la condición de indemnización para restaurar la posición de la familia de Adán antes de haber conocido la vergüenza a causa del primer pecado, sobre el fundamento de su inseparable unidad con Noé, relacionándose con él sin ninguna vergüenza; es decir, desde la misma posición y con el mismo corazón que Dios.
Sin embargo; los hijos de Noé se avergonzaron de la desnudez de su padre y lo cubrieron con un manto, mostrando así que no podían presentarse ante Dios porque tenían vergüenza de su relación de sangre con Satanás, como sucedió en la familia de Adán después de la caída. Por consiguiente, Satanás, que había estado acechando para ver si encontraba una condición que le permitiera invadir a la familia de Noé, como había sido anunciado por medio del cuervo, reclamó a los hijos de Noé como sus objetos, porque habían mostrado ser descendientes directos de él.
De esta forma, la actitud de Cam sintiéndose avergonzado de la desnudez de su padre llegó a ser un pecado, porque creó una condición que permitió a Satanás reclamarlo. Por lo tanto, Cam fracasó en restaurar por indemnización la posición de Abel, en la cual debía ofrecer un sacrificio substancial, y fracasó en el establecimiento del fundamento de substancia. Así, la providencia de la restauración centrada en Noé acabó en un fracaso.
¿Sentir vergüenza de su desnudez sería un pecado para todo el mundo? No. Noé tenía la misión de eliminar todas las condiciones que permitieran la invasión de Satanás, porque Noé estaba substituyendo a Adán. Por consiguiente, la familia de Noé debería haber establecido la condición de indemnización para restaurar la posición de la familia de Adán antes de la relación de sangre con Satanás, demostrando que ellos no sentían vergüenza de la desnudez y por lo tanto que no se preocupaban de cubrirla. Consecuentemente, la condición de indemnización de mostrar que no sentían vergüenza de la desnudez, ni preocupación de cubrirla, era una condición que sólo podía establecer la familia de Noé, porque estaba en la posición de la familia de Adán.

3. LECCIONES APRENDIDAS DE LA FAMILIA DE NOE

No es fácil comprender por qué Noé construyó un arca sobre la montaña durante ciento veinte largos años. Cam sabía que la familia de Noé había sido salvada gracias al duro trabajo de su padre, trabajo por el cual recibió burlas y críticas. Considerando todas estas cosas, Cam debería haber visto las obras de su padre como buenas y llenas de significado, aunque le desagradase verlo desnudo.
En lugar de confiar en Noé, que estaba del lado de Dios, Cam lo criticó según su punto de vista personal y mostró su desagrado por su acción. Por consiguiente, la providencia centrada en la familia de Noé, que Dios había establecido mediante el juicio de los cuarenta días de diluvio, 1.600 años después de Adán, acabó en un fracaso. Esto nos muestra que necesitamos paciencia y obediencia para seguir el camino del cielo.
Aparte de esto, la providencia de Dios con la familia de Noé nos muestra Su actitud con respecto a la predestinación y el cumplimiento de la propia responsabilidad del hombre. Sabemos suficientemente bien que Dios había encontrado a la familia de Noé después de 1.600 años de búsqueda, la dirigió durante ciento veinte años hasta que Noé acabó el arca, y la protegió durante el sacrificio de toda la humanidad por los cuarenta días de diluvio. Sin embargo, cuando Satanás invadió a la familia por la falta de Cam, Dios abandonó sin contemplaciones a la familia entera, que era el objeto de Su providencia de la restauración, y así, Su providencia centrada en la familia de Noé terminó en un fracaso.
Además, la providencia con la familia de Noé nos muestra cómo es la predestinación de Dios para el hombre. No debemos olvidar que a pesar de haber encontrado a Noé como padre de la fe al cabo de un período tan largo, Dios abandonó a la familia una vez que hubo fracasado en el cumplimiento de su parte de responsabilidad y en su lugar eligió a la familia de Abraham.

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