domingo, 20 de noviembre de 2016

El Proceso de la Creación del Universo y el Período de Crecimiento - El Principio Divino


SECCION V

El Proceso de la Creación del Universo y el Período de Crecimiento

1. EL PROCESO DE LA CREACION DEL UNIVERSO

En el Capítulo I del Génesis está escrito que la creación del universo comenzó con la creación de la luz, después del caos, el vacío y las tinieblas que cubrían la superficie del abismo Dios primero creó el agua y entonces separó las aguas que había bajo el firmamento de las aguas que había encima del firmamento. Luego, El separó la tierra del mar. Después de haber creado las plantas, peces, pájaros y mamíferos, creó al hombre. Todo esto duró un período de seis días. Según esto, podemos ver que hubo un período de seis días relacionado con la creación del universo.
El proceso de la creación descrito en la Biblia está de acuerdo con el proceso evolutivo de la creación conocido por los científicos modernos. En el principio, el universo estaba en un estado gaseoso. Después del caos y el vacío de la era seca, fueron formados los cuerpos celestiales. Después de un período de lluvias, el mundo entró en la era acuosa con un firmamento de aguas. Entonces, debido a erupciones volcánicas, la tierra surgió del agua y fue así separada del mar. A continuación aparecieron todas las plantas y animales inferiores. Entonces, vinieron los peces, las aves, los mamíferos y finalmente el hombre, en este orden. Los científicos calculan que la edad de la tierra es de algunos miles de millones de años. Cuando consideramos el hecho de que el proceso de la creación descrito en la Biblia, que fue escrita hace miles de años, coincide con los descubrimientos de la investigación científica, comprobamos que este relato en la Biblia es realmente una revelación de Dios.
El universo no apareció de repente sin ningún lapso de tiempo, sino que para la formación del universo se necesitó un tiempo considerable. Por tanto, los seis días hasta la consumación de la creación del universo no son, naturalmente, seis días calculados por la repetición de amanecer y atardecer, sino una indicación de que hubo seis períodos en el curso de la creación.

2. EL PERIODO DE CRECIMIENTO DE LA CREACION

El hecho de que duró seis días, es decir, seis períodos, el completar la creación del universo, indica que se necesita una cierta cantidad de tiempo para completar la creación de cualquier cuerpo individual del universo.
En el Capítulo I del Génesis al leer la narración de la creación del universo vemos que se describe la creación de cada día y que a cada día se le designa por un número. Por esto, también podemos comprender que era necesario un período de tiempo para la terminación de cada creación. La Biblia dice que, después de la creación del primer día «atardeció y amaneció el día primero» (Gn. 1:5). Sin embargo, después del período que va desde la tarde, pasando por la noche, hasta la mañana siguiente, debería comenzar el segundo día; pero la Biblia dice «un día» o adía primero», porque cualquier ser creado sólo puede realizar el ideal de la creación en la nueva mañana, después de alcanzar su perfección durante la noche, que es el período de crecimiento.
De igual manera, todos los fenómenos que ocurren en el universo dan lugar a un resultado sólo después de un lapso de tiempo de intervalo. Esto es debido a que todas las cosas hechas en el principio tenían que ser perfectas al cabo de un cierto período de tiempo.

(1) Las tres etapas ordenadas del período de crecimiento

El universo es la representación del carácter y la forma esencial de Dios desarrollados substancialmente de acuerdo a principios matemáticos. Podemos deducir que Dios es, de hecho, matemático. Dios es la realidad absoluta, el centro neutral existente de las dos características; por lo tanto, El es la realidad del número tres». Cada ser creado, siendo una imagen o una expresión simbólica de Dios (Gn. 1:27), ha sido creado para seguir el curso del número «tres» en su existencia, movimiento y crecimiento.
Por ello, el fundamento de cuatro posiciones, que es el propósito divino de la creación, tenía que ser establecido mediante un curso en tres etapas: Dios, Adán y Eva, y los hijos. Para establecer el fundamento de cuatro posiciones e iniciar el movimiento circular, se deben completar las tres etapas de la acción origen-división-unión, cumpliendo los tres propósitos objetivos, sirviendo como objeto a tres sujetos y como sujeto a tres objetos. Cualquier cosa necesita al menos tres puntos de apoyo para mantenerse en una posición estable. Por consiguiente, cualquier criatura para llegar a la perfección debe crecer hasta la madurez siguiendo las tres etapas ordenadas de «formación», «crecimiento» y «perfección». El número «tres» aparece por todo el mundo natural que se compone de minerales, plantas y animales. Por ejemplo: la materia existe en tres formas: gaseosa, líquida y sólida; una planta consiste básicamente de tres partes: raíz, tronco o ramas, y hojas; un animal se compone de cabeza, tronco y extremidades.
Señalemos a continuación algunos ejemplos de la Biblia. El hombre, al caer antes de completar las tres etapas del período de crecimiento, no pudo cumplir el propósito de la creación. Por tanto, para alcanzar este propósito, debe primero recorrer estas tres etapas. En la providencia de la restauración, Dios ha obrado para restaurar el número «tres». A causa de esto, hay muchos pasajes en la Biblia de la providencia centrada en el número «tres». La Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo), las tres etapas del Paraíso, los tres arcángeles (Lucifer, Gabriel y Miguel), las tres cubiertas del arca de Noé, los tres vuelos de la paloma desde el arca, las tres ofrendas de Abraham, los tres días antes de la ofrenda de Isaac, los tres días de oscuridad durante el período de Moisés, el período de tres días de separación de Satanás como preparación para el Exodo, los tres períodos de 40 años de la restauración de Canaán, el período de tres días de separación de Satanás centrados en Josué antes de cruzar el Jordán, los treinta años de vida privada y los tres años de ministerio público de Jesús, los tres Reyes Magos de Oriente con sus tres regalos, los tres discípulos mayores de Jesús, las tres tentaciones de Jesús, las tres oraciones en Getsemaní, las tres negaciones de Pedro, las tres horas de obscuridad durante la crucifixión, la resurrección de Jesús después de tres días.
¿En qué momento cayeron los primeros antepasados humanos? Cayeron durante su período de crecimiento, mientras estaban aún inmaduros. Si el hombre hubiera caído después de haber alcanzado la perfección, no podríamos creer en la omnipotencia de Dios. Si el hombre pudiera caer después de convertirse en una encarnación perfecta del bien, el mismo bien sería imperfecto. En consecuencia, llegaríamos a la conclusión de que Dios, el sujeto absoluto del bien, sería también imperfecto.
En Génesis 2:17, Dios advirtió a Adán y Eva que en el día que comieran del fruto del Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal, ciertamente morirían. Por el hecho de que tenían dos alternativas, continuar viviendo obedeciendo la advertencia de Dios o elegir el camino de muerte yendo en contra de la advertencia, podemos imaginarnos que aún estaban en un estado inmaduro. Todas las cosas fueron creadas para alcanzar la perfección después de haber crecido en tres etapas. El hombre no pudo haber sido creado fuera de este principio.
¿En qué etapa del período de crecimiento cayó el hombre? Podemos afirmar que cayó en el nivel final de la etapa de crecimiento. Esto puede ser probado lógicamente examinando las diferentes situaciones que concurrieron en la caída de los primeros antepasados humanos y por los detalles de la historia de la providencia de la restauración. Esto será aclarado más adelante estudiando a fondo la primera y segunda parte de este libro.

(2) El dominio indirecto

Durante el período de crecimiento, todos los seres de la creación crecen autónomamente por la fuerza del Principio Divino. Por consiguiente, Dios, como el autor del Principio, se relaciona con la creación indirectamente, relacionándose directamente sólo con los resultados de su crecimiento que están de acuerdo con el Principio. Por esto, podemos llamar a este período el «dominio indirecto» de Dios o Su «dominio sobre el resultado dentro del Principio».
Todas las cosas alcanzan su perfección mediante el dominio y autonomía del mismo Principio, recorriendo el período de crecimiento (dominio indirecto). Sin embargo, el hombre está creado para lograr su perfección no sólo mediante el dominio y autonomía del mismo Principio, sino también cumpliendo su propia parte de responsabilidad durante este período. Es decir, cuando estudiamos la Palabra de Dios, que dice «...el día que comieres de él, morirás sin remedio» (Gn. 2:17), podemos comprender que la caída del hombre fue por su propia falta y no por culpa de Dios. Los primeros antepasados humanos tenían que llegar a ser perfectos creyendo en la Palabra divina y no comiendo del fruto. Sin embargo, por su incredulidad, comieron de él, causando así la caída. En otras palabras, la perfección o no perfección del hombre no sólo depende del poder de creación de Dios, sino también de la respuesta del hombre. Por consiguiente, el hombre fue creado para alcanzar su perfección recorriendo el período de crecimiento (dominio indirecto) cumpliendo su parte de responsabilidad, mientras que Dios cumplía Su parte como Creador.
Dios creó al hombre para que pudiera alcanzar su perfección sólo a través de cumplir su parte de responsabilidad. Dios no interfiere en la parte de responsabilidad del hombre. El hombre debería heredar la creatividad de Dios y participar en Su obra de la creación. Así pues, el hombre puede también disfrutar de la autoridad de un señor, que le permite gobernar todas las cosas desde la posición del creador, de la misma forma que Dios, el Creador del hombre, tiene dominio sobre el hombre (Gn. 1:28). Esta es la diferencia entre el hombre y el resto de la creación. Así pues, el hombre logra la perfección sólo después de haber adquirido la capacidad de gobernar el resto de la creación, incluyendo a los ángeles. El hombre realiza esto recorriendo el período de dominio indirecto, cumpliendo su propia parte de responsabilidad y heredando la creatividad de Dios. Por consiguiente, el hombre, que a causa de la caída perdió su calificación para ser el señor, nunca podrá cumplir el propósito de la creación, si no va de nuevo a través del dominio indirecto. De esta manera, el hombre puede restaurar su dominio sobre todas las cosas, incluyendo a Satanás, al cumplir su parte de responsabilidad de acuerdo con el principio de la restauración. La providencia divina de la salvación ha sido prolongada durante tanto tiempo, debido a que las figuras centrales de Su providencia de la restauración han fallado repetidamente en cumplir sus partes de responsabilidad, en las cuales Dios no puede interferir.
Por muy grande que sea la gracia de la salvación a través de la cruz de Cristo, la providencia de la salvación que llama a la puerta del hombre será anulada si el propio hombre no tiene fe, que es su propia parte de responsabilidad. Dios otorgó el beneficio de la resurrección por la crucifixión de Jesús como Su parte de responsabilidad, pero queda la responsabilidad del hombre de tener fe (Jn. 3:16, Ef. 2:8, Rm. 5:1).

(3) El dominio directo

¿Qué es el «dominio directo» de Dios y cuál es su propósito? El hombre entra en el dominio directo de Dios cuando el marido y la esposa cumplen el propósito del bien mediante la acción perfecta de dar y recibir de amor y belleza entre sí de acuerdo a la voluntad del sujeto, en perfecta unidad con el corazón de Dios, estableciendo el fundamento de cuatro posiciones al llegar a ser un solo cuerpo unido. Por tanto, el dominio directo es el reino de la perfección. Estamos destinados a hacer realidad este dominio directo de Dios, pues debe existir para que se realice el propósito de la creación. ¿Qué significado tiene para el hombre el dominio directo de Dios?
Si Adán y Eva se hubieran perfeccionado centrados en Dios, llegando a ser un solo cuerpo unido para formar el fundamento de cuatro posiciones a nivel familiar, viviendo entonces una vida de bondad en perfecta unidad con el corazón divino, este estado sería el «dominio directo» de Dios. Un hombre en tal estado puede poner en práctica la voluntad de Dios comprendiéndola y experimentando el corazón de Dios, que es más fundamental. De igual manera que cada parte o nervio del cuerpo humano se pone en acción por las órdenes de la mente humana, que es invisible, así también el hombre actuaría según la voluntad de Dios en obediencia a Sus órdenes, cumpliendo así el propósito de la creación.
A continuación, estudiemos cómo el hombre asume un dominio directo sobre todas las cosas. Cuando el hombre perfecto como sujeto, y el mundo físico como su objeto, llegan a ser una completa unidad centralizada en Dios y establecen el fundamento de cuatro posiciones; y cuando el hombre cumple así el propósito del bien mediante una acción perfecta de dar y recibir de amor y belleza con el mundo físico de acuerdo a su voluntad, en perfecta unidad con el corazón de Dios, entonces el hombre asume dominio directo sobre todas las cosas.

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