EL MOVIMIENTO DE UNIFICACION Y EL URUGUAY
La visión del Reverendo Moon sobre el papel de Uruguay en la
Providencia de Dios
Por
Jorge Guldenzoph
Muchas personas, grupos y medios tanto
dentro del Uruguay como en el exterior se han venido preguntando la razón por
la cuál el Reverendo Moon (a quién llamaremos Padre) y su Movimiento han
puesto tanto énfasis en el Uruguay. En una pequeña nación de América del Sur de
apenas más de 3 millones de habitantes.
Las especulaciones y respuestas que se
han dado a esa interrogante, estan, en la mayoría de los casos, basadas en la
falta de una información apropiada, en prejuicios y preconceptos, y en otros
casos, en un olvido o desvalorización de las propias palabras del Reverendo
Moon acerca de cual es el propósito y el motor de sus acciones.
El Padre comenzó su obra pública como líder
espiritual al finalizar la II Guerra Mundial y en 1954 se vio en la necesidad,
en contra de lo que era su plan original, de crear su propio fundamento. El
1ro. de mayo nace así en Corea del Sur la Asociación del Espíritu Santo por
la Unificación del Cristianismo Mundial, que llego a ser conocida como Iglesia
de la Unificación. En los años sesenta sobre esa “raíz” creo el Movimiento
de Unificación que incluye a obras y proyectos de muy diversa índole.
Es imprescindible para saber el por que del
enfasis del Padre en Uruguay entender pues las raíces de su obra y actividad
como líder y fundador de un movimiento de renovación espiritual y social.
En ese sentido el Padre es el renovador espiritual - con una misión
profética y mesíanica - que mayor
éxito a podido lograr en su propia vida, habiendo creado un fundamento mundial.
La constante histórica ha
sido que los fundadores de las grandes religiones mundiales, los renovadores y
los santos, han logrado ese reconocimiento y la expansión de su pensamiento y
de su obra, después de su muerte física.
Sun Myung Moon nació en un ambiente de intensa
búsqueda religiosa, en un país sometido al dolor de una ocupación extranjera
cruel. A los 16 años según su testimonio y la fe de sus seguidores en el mundo,
tuvo en una montaña, un encuentro espiritual con Jesús. En esta ocasión recibió
de él, la misión de continuar
con su obra en estos tiempos. Un encuentro y revelación de este tipo es
algo íntimo y personal, y sólo puede apreciarse su veracidad por la presencia
de un fuego interno inextingible que le alimenta y le lleva a realizar una obra
grandiosa en beneficio de los demás. Esa es la historia de todos los grandes
personajes de fé en las religiones del mundo.
Para quienes conocen al Padre saben que ese
tipo de fuego interior y pasión por la verdad y por la misión que Dios le
encomendo, es el motivo de su vida, aún hoy a sus incansables 82 años. Entonces
en primer lugar, el Padre actua en función de esa misión.
En segundo lugar el Padre en los
nueve años siguientes a ese encuentro tuvo una insesante búsqueda espiritual a
través del estudio, la oración y contacto personal con la existencia del mundo
espiritual en donde están los grandes santos y sabios de la historia. El
resultado de esa búsqueda es la revelación del “Principio Divino”, que
complementa a las expresiones de la verdad que Dios nos dio en el Antiguo y
Nuevo Testamento. Entonces el Padre es un hombre de principio, que vive de
acuerdo a esa verdad.
En tercer lugar, el Principio que
el Padre sigue enseña que Dios busca la restauración del mundo actual, un mundo
de maldad, llevandolo al mundo original de Dios, lo que conocemos como el Reino
de los Cielos en la Tierra y en el Cielo. Esa restauración que es el esfuerzo
central de lo que llamamos la Providencia de Dios, implica, restaurar al
individuo, la familia, la sociedad, la nación y el mundo al dominio de Dios,
sacandolo del dominio satánico.
Según el Principío, Dios necesita para concluir
su esfuerzo en la historia, el restaurar una nación que puede vivir de acuerdo
a su ideal centrado en Familias de Amor Verdadero.
En cuarto lugar, el Padre siempre
supo que, en la Providencia de Dios, las Américas tenían un papel fundamental.
Por ello en 1971 fue a los EEUU como la nación que representaba internamente al
cristianismo mundial y acogía en su seno a todas las religiones, y externamente
representaba, la “Roma” moderna. Y por ello también a partir de 1979 puso tanto
esfuerzo personal, y el de su movimiento en la América Latina y en la unidad
entre las dos Américas.
En quinto lugar, el Padre se ha
guiado por la convicción que en ese plan divino para las Américas, el Uruguay
tenía una papel importante como el punto de origen de una obra continental. Desde
su punto de vista todo lo que él ha inspirado, guiado y apoyado realizar en
Uruguay es para las Américas en su conjunto.
El Padre por sus convicciones y creencias
religiosas sabe que Dios trabaja a través de un punto de apoyo desde el cuál
expandir luego su obra a otras dimensiones mayores. Por ello pequeñas naciones
han recibido en la historia de Providencia de Dios, grandes misiones
redentoras.
Movido por esa visión el Padre envió en 1975 a grupos de 3
misioneros (un estadounidense, un alemán y un japones) a 120 naciones, entre
ellas Uruguay. De esta
forma desde esos años, existe, la Iglesia de la Unificación en nuestro país.
En 1980 comienza la obra de la Confederación
de Asociaciones por la Unidad de las Sociedades Americanas (CAUSA) sigla
que después dio paso solamente al nombre de CAUSA, nombre que
representaba el ideal común y la Causa original de todos los seres humanos,
Dios.
En 1981 la obra de CAUSA se funda en el
Uruguay. En muchos ámbitos se tuvo y aún se tiene, la idea de que fue una obra
política basada en el anticomunismo. Sin embargo basta ver el Manual de
Enseñanzas de CAUSA como sus conferencias para apreciar lo equivocado de esa
opinión. El Padre en un reportaje ofrecido a la prensa soviética durante la
época de la perestroika y la glasnot enfatizo que su oposición al comunismo no
era política sino espiritual por que el sabía que ninguna ideología que negará
a Dios podría traer soluciones a los problemas del mundo.
El Padre en un discurso ofrecido en 1985 señalo
sin lugar a equívocos que:
“La misión básica de CAUSA es declarar la
existencia verdadera de Dios. Empezamos a partir del nivel filosófico y
llegamos a concluir la innegable realidad de la existencia de Dios. Luego uno
se sumerge en la relación entre el Dios viviente y el ser humano...”
y que
“Nuestro propósito es hacer de puente a la
filosofía para establecer una relación original con Dios, o sea una relación
cotidiana, no simplemente conceptual”.
Hacia fines de 1981 y durante 1982 el Movimiento
de Unificación inicia dos proyectos empresariales en Uruguay. Por un lado
esta la compra de Impresora Polo y la fundación del diario Ultimas
Noticias todo lo que tenía como objetivo el crear una base gráfica
continental y un medio de comunicación. Este vinculado a los que ya existían en
esos años, como Noticias del Mundo en Nueva York, y otros que como el Washington
Times fueron creados poco tiempo despúes, formarton una red de medios
mundial.
Por otro lado esta la compra del Victoria
Plaza Hotel y el inicio del proyecto del primer Hotel cinco estrellas del
país. Un proyecto que el Uruguay tardó más de 10 años en aceptar. En una
declaración oficial del Movimiento de Unificación en Uruguay emitida a fines de
septiembre de 1998 se dice algo que parece digno de destacar:
“No fue necesario que ninguna delegación
gubernamental o privada viajara a algún lugar del mundo para convencernos de
confiar en esta nación e invertir en ella...esas inversiones se hicieron como
fruto de una visión trascendente, de ideales claros, y de una fe y de una
convicción espiritual fuerte. Se hicieron por una motivación espiritual y no
por un cálculo financiero...Nuestra motivación central tiene que ver con la fe
en Dios y con un pensamiento espiritual ...por lo tanto una motivación que no
puede ni está limitada por factores económicos”.
Entre 1985 y 1990 las actividades
educativas a través de los seminarios del Principio Divino en la Iglesia de la
Unificación y los seminarios de CAUSA se intensificaron alcanzando a casi
10.000 uruguayos provenientes de 60 ciudades y localidades.
Se creo así un fundamento que permitió que en
abril de 1991 el Padre y su esposa Hak Ha Jan Moon (la Madre) vinieron
al Uruguay. Era un retorno
a América Latina luego de casi treinta años de haberla visitado por primera vez
en una gira para orar y conocer el continente. Volvía tras la victoria
que significo su encuentro con Mijael Gorbachov en abril de 1990 en el
Kremlin cuando aquel aún era el Presidente de la URSS. Un encuentro al cuál
concurrió acompañado por decenas de ex presidentes y líderes lationoamericanos.
En Uruguay el Padre estuvo entre el 24 y 27
de abril de aquel año. Se encontro con el entonces Presidente de la
República, Dr. Luis Alberto Lacalle. A ese momento el Padre sólo había sido recibido por dos Presidentes
en ejercicio, Richard Nixon de los EEUU y Mijael Gorbachov de los
EEUU.
En un acto con 600 representantes de la
sociedad uruguaya, el jueves 25 de abril, el Padre, conociendo la inquietud de la
gente uruguaya, dijo:
“¿Por qué tengo tanto interés en este país,
tan lejos de mi tierra natal de Corea, y ubicado exactamente en las antípodas?
La razón es muy simple: es por su ubicación estratégica en Sudamérica. Además,
esta nación ha preservado su cultura y su tradición...En cierto sentido Uruguay
podría compararse a un oasis en el desierto, donde se puede encontrar no solo
paz sino esperanza. Este país, aunque pequeño, tiene un extraordinario poder de
influencia en todo el continente”.
Más
adelante señalo que “una enseñanza de toda mi vida ha sido que hay que vivir
por el bien de los demás. Vivir por otros produce paz y felicidad. Más aún, eso
es lo que quiere Dios. Y es, a la vez, la única manera de asegurar la
prosperidad de América Latina”.
Dos
días después el sábado 27 de abril en el Cine Metro ante más de 1000
personas señalo:
“En esta mi
primera visita a vuestro maravilloso país, he recordado la primera vez que
viajé a Latinoamérica, hace 26 años. Desde esa oportunidad, Latinoamérica ha
permanecido continuamente mis pensamientos y en mi corazón. Por muchos años he
sentido un hondo interés por el destino de esta parte del mundo,
particularmente el destino espiritual del pueblo latinoamericano. Al acercarnos
a los 500 años del descubrimiento de las Américas, nos encontramos en un
momento especial de la historia, donde nos podemos reflejar profundamente en el
origen de este continente, su situación actual y en lo que el futuro representa
para toda América.
Yo no creo que sea por mera coincidencia que el Continente Americano
fuera desconocido para el mundo occidental hasta el siglo XV. Yo creo que esto
fue parte de una providencia especial de Dios.
Dios preparó esta parte del mundo
para desarrollar y expandir Su providencia. La mayor parte de la gente que
cruzó el Océano Atlántico para establecerse en estos países, era gente
profundamente devota, que buscaba una tierra donde pudiera adorar a Dios
libremente y traer el mensaje de Cristo a los nativos del Nuevo Mundo. El deseo
de Dios fue que la unidad y la amistad pudieran florecer entre los nativos de las
Américas y los colonizadores europeos. El Nuevo Mundo de América debió haber
sido un modelo de armonía para toda la gente creada por Dios. Sin embargo, esto
no ocurrió como Dios lo deseo. Junto con gente buena y devota, muchos egoístas
vinieron al Nuevo Mundo. Abusaron de los nativos y tomaron su riqueza. Los
problemas de la esclavitud y el racismo se sumaron a esta tragedia.
Como resultado de esta injusticia, la fundación de esta nueva cultura
no pudo ser siempre bendecida por Dios. En algunos casos las naciones se
establecieron sobre la base del resentimiento en vez de en el modelo del amor
cristiano. Este desafortunado comienzo desarrolló una tradición de egoísmo y
explotación que permanece aun hoy en día. Si Latinoamérica debe ser ejemplo de
armonía y paz para el mundo, esta tendencia debe ser detenida y revertida”.
En los años
posteriores la Madre visitó al Uruguay en el marco de una gira mundial
proclamando el inicio de la Era del Completo Testamento. En ese marco en
Uruguay ella recibió cartas de más de 80 senadores, diputados, intendentes y
otras autoridades gubernamentales agradeciendo lo que ella, junto con su esposo
y su Movimiento habían hecho por el Uruguay y por la causa de la paz mundial.
Con su venida se inaugura las actividades de la Federación de Mujeres para
la Paz Mundial en Uruguay.
El 10 de mayo de
1995 el Padre en una gira por América Latina llega al Uruguay y ofrece en un
acto en el Carrasco Hotel ante 900 invitados el discurso “La Verdadera Familia
y Yo”. Al día siguiente se entrevista con el entonces Presidente de la
República, Dr. Julio María Sanguinetti.
A fines de 1995 el
Padre se instala en forma casi permanente durante casi un año en Uruguay
asumiendo la responsabilidad de guiar todas las actividades que usando nuestro
país como eje, se realizaron para todo
el continente.
Durante
los últimos días de ese año y las primeras semanas de 1996 el Padre hablando en
distintos encuentros con líderes de su Movimiento en Uruguay dijo que Uruguay
debía para cumplir su misión y prosperar realizar lo siguiente:
a) -Establecer una
columna ideológica para unir la nación, o sea una forma de pensamiento y un
sistema de valores que trascendiera las barreras de derecha e izquierda;
b) -Establecer un modelo de progreso
económico basado en valores espirituales y éticos;
c) -Establecer un modelo de nuevas comunidades donde los
seres humanos pudieran aprovechar a la vez, los avances de la civilización con
tener una relación más estrecha con la naturaleza lo que no sucede en las
grandes ciudades;
d) -Hacer de Uruguay un centro cultural
(una nueva cultura basada en el corazón y los valores espirituales) para las
Américas;
e) -Formar un nuevo liderazgo educando
a la juventud en los ideales y valores de una verdadera familia;
f) -Crear un modelo de educación a
distancia para la región para que toda la juventud de las Américas pudieran
acceder a una educación especializadas;
g) -Constituirse en el centro de la
unificación cristiana, entre el cristianos del Norte (Protestantismo) y el
cristianismo del Sur (Catolicismo).
La síntesis de esa misión era la de
sustancializar una nación modelo, el país de Dios, y origen de otras naciones
modelos en las Américas.
En ese contexto se
realizan con su presencia en Uruguay decenas de seminarios y encuentros
nacionales e internacionales.
En diciembre de
1995 se realiza un seminario organizado por la Federación Interreligiosa
para la Paz Mundial con el objetivo de fomentar la unidad del cristianismo
de las Américas. Entre enero y abril
de 1996, 350 líderes uruguayos concurren a tres seminarios
organizados en Washington DC para conocer las enseñanzas del Movimiento de
Unificación y saber sobre su obra. En enero de 1996, el Grupo
Empresarial de la Unificación hace una exposoción de sus actividades en los
campos de la informatica, la tecnología metalurgica, la pesca, entre otros, con
el propósito de mostrar la disposición del Padre de ayudar al Uruguay con esos
medios. En febrero de 1996 se funda la Federación de Universidades
Mundiales. En esos meses 4.500 pastores, y miembros de iglesias cristianas
de Brasil participan en Montevideo de seminarios.
El 28 de junio
se realiza tal vez el acto más renombrado de la actividad pública del Padre en Uruguay, cuando funda personalmente
ante 4300 uruguayos la Nueva Federación para Salvar la Nación. Las
palabras del Padre previas a su discurso oficial se pueden leer en nota aparte
en esa misma página.
En septiembre se
funda en Uruguay con un acto con 2.000 invitados el capítulo uruguayo de la Federación
de Familias para la Paz y Unificación Mundial. Entre ese mes y el fin de
año se realizan seminarios internacionales para líderes políticos y sociales;
deportistas y mujeres. En total casi 10.000 líderes latinoamericanos de
diversos campos vinieron a Uruguay a participar en seminarios de enseñanza del
Principio Divino y el “Diosismo” organizados por el Movimiento de
Unificación.
En noviembre
Uruguay fue también epicentro de una campaña continental en promoción del Ideal
y los Valores de Verdaderas Familias. Llegaron a Montevideo, 4200 voluntarias
japonesas de la Federación de Familias para la Paz y la Unificación Mundial.
Aquí hicieron una Ceremonia de Hermandad con casi 1000 mujeres uruguayas tras
lo que, se distribuyeron en grupos de 120 para cada nación del continente.
Ante de retirarse
de Uruguay en diciembre de ese año el Padre organiza una bendición del
matrimonio especial para casi 100 parejas de uruguayos lo que fue la antesala
de una serie de ceremonias similares que se han venido realizando a escala
nacional en sintonía con las ceremonias internacionales.
Durante su
permanencia en nuestro país aparte de las actividades públicas el Padre llevó a
cabo lo que él denomina condiciones espirituales especiales por la salvación
del Uruguay y el continente. Incluyendo
la oración y la bastante conocida, aunque desconocida en cuanto a su
significado y motivación, actividad de pescar en la playa con 33 cañas. Pescar durante largas horas, y durante ininterrumplido de
dos meses. Las 33 cañas representaban a los 33 países de las Américas
que centrados en Uruguay podrían avanzar hacia la realización del ideal de
Dios. Pescar era un símbolo para
la salvación espiritual de las personas, familias y naciones del
continente.
En 1999 la
Madre vino en mayo de gira hablando ante
1000 personas en acto realizado en el Radisson Montevideo Victoria Plaza Hotel.
En mayo de 2002 vuelve con el mismo propósito y da primero en Montevideo un
discurso ante 1.200 personas y luego en Maldonado ante 800 invitados. En el
discurso titulado “El Camino de las Américas y de la Humanidad en los Ultimos
Días” la Madre señalo:
“El tiempo ha llegado. Este es el
momento en que las Américas y el mundo despierten una vez más. Es hora de que
en el Uruguay se cree un nuevo movimiento que ayude a formar verdaderos padres
y verdaderas familias, un verdadero país y un verdadero mundo en torno a Dios.
De esta manera este país hará que Dios se quede aquí y éste sea su hogar.
Esta nación se
convertirá en una sociedad que sirva a Dios, quién ha estado trabajando por
miles de años para encontrar las naciones de Su providencia. Si El abandona
este país, ¿dónde podrá ir? Si el
Uruguay sirve a Dios adecuadamente, todos nuestros problemas, ya sean
familiares, morales, juveniles o raciales, desaparecerán.
Como lugar donde
personas de todas las razas y nacionalidades pueden vivir juntas en armonía, el
Uruguay se convertirá en un modelo para el Reino de los Cielos en la Tierra.
Es hora de que
nos unamos y abramos un camino para toda la humanidad. Este hora de que el
Uruguay, como nación en la posición de hijo menor, sirva a Dios y ayude a
mostrar el camino.
América puede
cumplir la misión de un piloto que guía otras naciones hacia Dios. Esta nación
está en un posición importante para asistir a los Estados Unidos a cumplir su
papel de nación en la posición de hermano mayor frente a Dios.
Compartiendo muchas de las mismas
bendiciones y desafíos, Uruguay se erige como una nación tipo hermano menor. La
ayuda de ustedes es necesaria para que los Estados Unidos tengan éxito como una
nación de tipo hermano mayor en la Providencia de Dios.
Trabajando juntos, los Estados
Unidos serán capaces de liderar nuevamente al mundo hacia el seno de Dios. Les
pido que se unan a nosotros para cumplir con esa histórica labor”.
En la visión del Padre la unidad de las
Américas no puede realizarse sobre el fundamento de la economía o la política
por ello enfatiza que EEUU como la nación cristiana más importante debe vivir
por el bien de sus hermanos menores y estos unirse con los EEUU para que pueda
cumplir correctamente su misión providencial. De alguna forma el discurso de la
Sra. Moon fue profético acerca de lo que sucedió después en las relaciones
entre EEUU y Uruguay.
Finalmente el 30 de mayo de 2001
el Padre inaugura el Jardín Nacional de Uruguay en la ex Quinta de Berro, Monumento
Histórico Nacional, ante el Presidente Batlle, y los ex Presidentes
Sanguinetti y Lacalle. Luego en un discurso ante 500 embajadores y líderes de
la sociedad uruguaya él ofreció un discurso titulado "Dios es Nuestro Rey
y Verdadero Padre". En dicha pieza oratoria el Padre habló a los líderes
presentes de mantener la pureza sexual (fidelidad dentro del matrimonio), de no
malversar los fondos públicos y de no violar la dignidad del prójimo.
Conclusión
Durante más de veinte años el Padre ha mostrado
por Uruguay una atención y un amor muy especial. Su representante personal en
nuestro país, el Reverendo Jeong Og Yu, en una carta pública titulada “UN COMPROMISO MOTIVADO POR LA FE Y EL AMOR” señalo un año atrás que : “Durante
más de dos décadas, el Reverendo Sun Myung Moon y su Movimiento han estado
comprometidos seriamente con los destinos de Uruguay. Ese compromiso se ha
manifestado en muy diversas formas y en muy distintas áreas de la sociedad”.
Agrego más
adelante: “El amor del Reverendo Moon y su Señora hacia el Uruguay ha ido
creciendo con el paso de los años y ha sido el motor de muchos emprendimientos
que se han realizado en este país. Hay en ellos una esperanza -que nunca decae- sobre un futuro luminoso
para Uruguay. Ambos sienten en su corazón que es su deber ayudar a los
uruguayos a construir ese futuro mejor”.
De
alguna manera su sueño, que viene de su fe y convicciones más profundas, es que
Uruguay sea la tierra de promoción que Dios ha buscado en este continente. En
la declaración que el redacto para la fundación de la Nueva Federación para
Salvar la Nación se dice claramente:
“Apuntamos a cumplir nuestro deber moral como hijos hacia la familia,
como patriotas hacia la nación, como santos hacia el mundo y como hijos
sagrados hacia Dios, logrando un mundo de libertad, paz, unidad y felicidad. Es
un mundo cuya cultura estará basada en el corazón.
Fundamos hoy en Montevideo, Uruguay, esta
Federación siguiendo la voluntad divina de construir ese país de bienestar que
la humanidad entera ha anhelado largamente y que es al mismo tiempo el ideal
eterno de Dios para sus hijos, un país del cual enorgullecernos frente al
mundo”.
Durante
el Día del Patrimonio Nacional dos señoras que visitaron al Jardín Nacional del
Uruguay le preguntaron a uno de los responsables allí presentes: ¿por qué el
Reverendo Moon tiene tanta fe y esperanza en el país, cuando los uruguayos
mismos no la tenemos?
Pues
bien la respuesta es una sola. El Padre se mueve por principios y metas
inalterables a lo largo del tiempo. Por ellos ha estado allí aún cuando la
gente pensaba superficialmente que su obra se “derrumbaba” en Uruguay. La
declaración de su Movimiento de septiembre de 1998, ya citada, inspirada en su
vida y palabras, decía:
“Seguiremos adelante para cumplir nuestros
compromisos frente a Dios y este pueblo. El propio Reverendo Moon siente un
fuerte compromiso de ayudar al Uruguay aún en tiempos de dificultades. Lo hace
como lo ha dicho publicamente en varias oportunidades, porque tiene por este
país y su pueblo un especial afecto y porque él le otorga al Uruguay un papel
muy importante en el futuro de las Américas.
Con la misma fe y convicción con que hemos trabajado hasta ahora,
seguiremos adelante para ayudar a que el Uruguay sea una nación de bienestar y
un ejemplo para el resto de los países americanos”.
La
fe y los principios que lo animan no tienen el límite del tiempo y ni del
espacio. No están centrados en él mismo ni en su propio movimiento. Como lo
dijo años atrás al iniciar un discurso ante miles de uruguayos
“Tal vez ustedes
concurrieron a esta reunión para ver el rostro del Reverendo Moon, o tal vez
llegaron aquí con curiosidad acerca de
lo que el Rev. Moon predica. Les digo que mi rostro pasará, pero quisiera
trasmitirles algo más importante: una ideología. Lo que les voy a trasmitir hoy no viene de mí
sino de Dios”.
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