Nuestro desafío en este tiempo , Construir un mundo de paz duradera
Dra. Hak Ja Han Moon
Co-Fundadora de la Federación para la Paz Universal
Cumbre Mundial 2014
Sesión Plenaria de Apertura de la Asamblea Global
Seúl, Corea Agosto 10, 2014
Excelencias. Distinguidos líderes religiosos.
Embajadores para la Paz. Delegados de todo el mundo. Damas y caballeros.
Gracias por participar en esta importante Cumbre
Mundial de 2014, patrocinada por la Federación para la Paz Universal, en
colaboración con la Federación de Familias para la Paz Mundial y la
Unificación, la Federación de Mujeres para la Paz Mundial, la Fundación
Washington Times, y el periódico Segye Times.
Nos reunimos en esta ocasión para honrar la vida
y el legado de mi querido esposo, el Rev. Dr.
Sun Myung Moon, quien ascendió al mundo
espiritual hace dos años. En este segundo aniversario de su Seonghwa
(Ascensión) he encargado una amplia gama de programas, tales como esta Cumbre
Mundial, no sólo para rendirle homenaje a mi marido y el trabajo providencial
que hemos llevado a cabo juntos durante muchas décadas, sino para abrir un
camino hacia el cumplimiento de la providencia de Dios. Rezo para que podamos
trabajar juntos para lograr ese objetivo, que ha sido la esperanza de todas las
épocas, y la esperanza de Dios.
Al momento de nuestra Bendición en Sagrado
Matrimonio en 1960, en medio de un puñado de seguidores reunidos en una humilde
casa situada no lejos de aquí, mi marido y yo nos comprometimos ante Dios,
nuestro Padre y Madre Celestial, a trabajar día y noche, hasta nuestro último
aliento, para construir un mundo de paz y prosperidad para todos.
Recuerdo vívidamente aquel día, como si fuera
ayer. Mi marido y yo habíamos fuimos reunidos por la providencia divina para
una misión sagrada. Cuando comenzamos nuestro matrimonio, sentimos gran
esperanza y, al mismo tiempo, un abrumador sentido de responsabilidad. Dios por
sí solo no controla los eventos o los resultados de la historia. Más bien Dios
busca encontrar y dotar a individuos que entiendan y sigan su voluntad. El
progreso de la providencia de Dios requiere que cada individuo, y sobre todo
los personajes centrales,
cumplan con su propia parte de responsabilidad.
Los que aceptan la llamada a menudo se encuentran con que el camino es empinado
y traicionero, y dolorosamente difícil. Ni mi marido ni yo éramos ingenuos o
inconscientes de los retos que enfrentaríamos. Por un lado, cada uno de
nosotros experimentó directamente el amor, la orientación y la protección de
nuestro Padre y Madre Celestial en las formas más íntimas y poderosas, y eso
inspiró nuestra fe absoluta, compromiso y determinación. Por otro lado, también
nos encontramos con una extraordinaria oposición y obstrucción que desafiaba la
explicación racional y que
sólo puede ser llamada demoníaca. Las fuerzas
del bien y el mal estaban siempre presentes y palpables.
La propia Corea era un campo de batalla. Cada
uno de nosotros experimentó en carne propia la humillación de la dominación
colonial y los horrores de la guerra justo aquí en esta península, que hasta
hoy permanece dividida. Obligados a huir de nuestros lugares de origen cuando
el régimen dictatorial comunista tomó el control del territorio al norte del
paralelo 38, ninguno de nosotros pudo vivir en su querida casa natal entre
familiares, amigos y parientes.
Cuando comenzamos nuestra misión Corea era un
país emergiendo de un conflicto devastador, con nuestra gente aun de luto por
la trágica pérdida de cientos de miles de hombres, mujeres y niños. Corea era
entonces un país pequeño y pobre, conocido por muchos como un "reino
ermitaño". La sede de nuestra iglesia era, en aquel tiempo,
aproximadamente del tamaño de una habitación de hotel. Nuestros seguidores eran
pocos, y nuestros recursos eran muy escasos. Y como si esto fuera poco, nos
enfrentamos a los prejuicios, la calumnia y la persecución por parte de las
autoridades políticas y religiosas establecidas.
¡Y, sin embargo, por la gracia de Dios, nuestro
movimiento creció y creció y creció! ¿Quién podría haber predicho que lo que
ahora es un movimiento mundial respetado, conocido en todo el mundo por su
visión, sus principios y sus buenas prácticas, podría haber surgido de las
cenizas de la guerra, la pobreza extrema y la persecución injusta? ¡Dios
trabaja de maneras misteriosas y poderosas!
El ideal fundamental que ha guiado y sostenido
nuestro trabajo contra viento y marea durante tantos años difíciles es que Dios
es verdaderamente nuestro Padre y Madre Celestial, y que todos somos hijos e
hijas de un mismo Dios: "Una familia bajo Dios". Todo nuestro
esfuerzo y las numerosas organizaciones de paz que fundamos a lo largo de los
años se han dedicado exclusivamente a la realización de esa visión. Por la
gracia de Dios, y con la sangre, el sudor y las lágrimas de innumerables
miembros, esta visión está floreciendo como una flor de esperanza en medio de
un mundo que parece más bien al borde de la catástrofe.
Aunque puede parecer que estamos a punto de
entrar en una era que se asemeja a la "Edad Oscura", en realidad
estamos en el umbral de una nueva era de paz...... si solo respondemos al
llamado de Dios. Esta Cumbre Mundial es por sí misma una respuesta al llamado
de Dios. Nuestro mundo se enfrenta a una multitud de desafíos, desde el cambio
climático y la pobreza a las tensiones geopolíticas, el terrorismo y el
conflicto entre religiones; de la desintegración familiar y la delincuencia a
la confusión moral y espiritual. Estoy segura de que ustedes se encuentran con
muchos de estos mismos desafíos en sus propios países y regiones: en las
Américas, en África, en Asia, en Europa, en Medio Oriente, y en Oceanía. Estos
problemas
no pueden ser resueltos a través de los
instrumentos de gobierno por sí solos, porque su causa fundamental no es
exclusivamente de carácter político o económico. La causa fundamental está
enterrada profundamente en el corazón humano; en el egoísmo y en la separación
de Dios.
Señoras y señores, por el bien de nuestras
naciones y del mundo, tenemos que abrir nuestros corazones y mentes para recibir
la guía de Dios, nuestro Padre y Madre Celestial. ¿Qué se necesita para
transformar el mundo y alcanzar la paz?
¡Distinguidos líderes! En conformidad con la
voluntad de Dios, mi marido y yo pasamos más de cinco décadas, el mejor período
de la vida, dedicándonos y sacrificando a nuestra familia para lograr un
despertar espiritual y moral que sea la base de una transformación global. Los
principios espirituales y morales no existen por su propio bien. Su propósito
es servir de base para la vida en este mundo. Es decir, estos principios
divinos están para edificar todos los sectores de la sociedad, incluyendo no
sólo la religión, sino las esferas del gobierno, el comercio y los negocios, la
educación, el mundo académico, los medios de comunicación, la cultura y las
artes, y, lo que es más importante, la vida familiar.
Respetados líderes. El fundamento sustancial que
mi marido y yo establecimos no surgió por arte de magia o por algún golpe de
suerte. Se requiere de un compromiso total, constante esfuerzo, alineación con
la providencia de Dios, e inversión en todos los sectores, desde la base a los
centros de poder cultural, religioso, económico y político. Consideren las
siguientes áreas en las que hemos aplicado este principio.
La Familia: Dios creó a la familia como la
escuela del amor. Conforme al principio de la creación, la familia es la más
fundamental y necesaria de todas las instituciones humanas. Sin ella la
humanidad no puede sobrevivir como especie. Cuando falla, la sociedad, la
nación y el mundo fallan. Cuando restauramos la salud del matrimonio y la
familia, centrada en Dios, podemos restaurar el mundo.
Mi marido y yo hemos trabajado para lograr este
objetivo a través del movimiento de Bendición de Matrimonios. Como saben,
millones de parejas de todo el mundo han participado en la Bendición,
reafirmando sus matrimonios con el compromiso de construir un mundo de paz
mediante la formación de familias ideales, centradas en Dios. Hemos alentado a
los hombres y mujeres jóvenes a considerar un matrimonio internacional,
interracial o interreligioso. A través de este tipo de familias, podemos
promover la reconciliación y ayudar a conducir al mundo a la unidad.
En 1996, en Washington, como una consecuencia de
la Iglesia de Unificación, y de acuerdo con la voluntad de Dios, fundamos la
Federación de Familias para la Paz Mundial y la Unificación, un movimiento
global dedicado a fomentar y familias sanas y estables, centradas en Dios, para
ser los bloques de construcción de un mundo armonioso y próspero. Tuvimos el
honor de que los ex presidentes estadounidenses George HW Bush y Gerald Ford,
así como el ex primer ministro británico Edward Heath, asistieran a la asamblea
inaugural. Desde entonces, la Federación de Familias ha estado promoviendo y
expandiendo activamente esta visión en 194 naciones.
Cooperación Interreligiosa: Entre los 7 mil
millones de habitantes del planeta, más de las dos terceras partes son
religiosos. Las grandes civilizaciones de la historia han persistido gracias a
sus fundamentos religiosos y espirituales. La religión siempre nos ha llamado a
examinar la más profunda realidad subyacente de nuestra existencia, y para que
volvamos nuestros ojos, nuestros corazones y nuestras mentes hacia el cielo, y
a que escuchemos escuchar a los que nos han sido enviados a esta tierra.
Sin embargo, aunque llamados a la existencia por
la intervención directa de Dios, las religiones y creyentes religiosos a menudo
se desvían del verdadero camino. Como tal, somos testigos de un lado oscuro de
la religión, que se expresa en el sectarismo estrecho, el extremismo, el
fanatismo y el triunfalismo. Estas desviaciones han llevado a una desunión
grave e incluso a conflictos entre los creyentes de las diversas religiones.
Esta realidad socava la Voluntad del Cielo, y rompe el corazón de Dios. Es por
eso que un movimiento para convocar a los líderes y creyentes de todas las
tradiciones espirituales, en el respeto mutuo y la cooperación, es tan
importante.
Durante más de cincuenta años, hemos invertido
más recursos en el diálogo ecuménico e interreligioso que en nuestra propia
iglesia. ¡Tal es su importancia! Nuestros esfuerzos en el Medio Oriente, y
especialmente en Tierra Santa, son llevados a cabo por la UPF a través de MEPI
(Iniciativas de Paz de Oriente Medio), y se remontan a la visita de mi marido
allí en 1965. En ese momento, él le dedicó al Cielo una tierra sagrada cerca
del Jardín de Getsemaní, con una sincera oración por la unidad entre los
judíos, cristianos y musulmanes. Él le clamó a Dios, y a Jesús, a Moisés y a
Mahoma.
Desde ese día, no ha pasado un solo año sin que
se realizara una inversión seria para promover la armonía y la cooperación
entre las religiones, e incluso entre las diversas sectas que a menudo están
desunidas dentro de una misma fe religiosa.
En el año 2000, el Padre Moon y yo hablamos en
las Naciones Unidas, solicitándole a la ONU que estableciera un consejo
interreligioso. Ese consejo llenaría un vacío en las Naciones Unidas, y
actuaría como un senado o "cámara alta" de líderes espirituales y
morales.
Se esperaría que los miembros del consejo se
elevasen por encima de los intereses sectarios o partidistas, y abogaran por el
bien de toda la familia humana, y no solo de una nación o religión en
particular. Al año siguiente, cuando los terroristas atacaron las Torres
Gemelas y el Pentágono el 11 de septiembre de 2001, respondimos de inmediato
convocando, cuatro semanas después de los ataques, una importante conferencia
interreligiosa internacional en la ciudad de Nueva York dirigida a detener la
propagación de la violencia. En este momento también consultamos a líderes
musulmanes y planificamos una serie de "cumbres musulmanas" para
promover la paz.
Iniciativas similares se han llevado a cabo
durante varias décadas en una variedad de lugares en los que la discordia entre
religiones alimenta potenciales conflictos.
La Buena Gobernanza y la cooperación entre las
Naciones: Del mismo modo que la corrupción interna y las relaciones hostiles
entre las religiones se interponen en el camino de la paz duradera, los mismos
problemas plagan las relaciones entre los estados nacionales.
Cuando la Guerra Fría llegó a su fin hace 25
años, pensamos que tal vez emergería un nuevo milenio de paz. Sin embargo,
podemos ver que sigue habiendo muchos obstáculos en el camino. El Medio Oriente
arde actualmente de conflictos. La crisis en Ucrania pone en peligro la
estabilidad del orden internacional. El este de Asia se enfrenta a amenazas
continuas, incluyendo una creciente militarización, disputas complejas sobre
los territorios insulares, y el programa de armas nucleares de Corea del Norte.
A través de los programas de la UPF, la PMPM y otras organizaciones, hemos
participado activamente en la búsqueda de una solución a estos conflictos,
ofreciendo alternativas de "fuerza suave" a las políticas de
"fuerza bruta", de agresión y conflicto abierto.
Por ejemplo, hemos estado convocando desde hace
muchos años una serie de programas destinados a promover la paz en el noreste
de Asia. Como contrapartida a MEPI, llamamos a esta serie “Iniciativas de Paz
del Nordeste de Asia” (NEAPI). Sostenemos estos programas de forma continua en
Corea, así como en Japón, los EE.UU., y recientemente en Vladivostok, en Rusia.
Futuros programas están siendo considerados para China, Mongolia y en Corea del
Norte inclusive. A través del diálogo podemos construir confianza, respeto
mutuo, y derribar las barreras que se interponen en el camino de la
cooperación.
Durante la Guerra Fría mi marido y yo nos
opusimos francamente a la ideología comunista, que abogaba por la revolución
violenta, limitadas libertades y por el ateísmo. Nuestra oposición al comunismo
se basa en una afirmación de la libertad religiosa, de un gobierno limitado,
del estado de derecho, y de los mercados abiertos. Estos ideales se expresaron
a través de la organización que fundamos en 1980 llamada CAUSA. También
convocamos a una importante conferencia internacional en Ginebra, en 1985,
patrocinada por la Academia de Profesores para la Paz Mundial, para discutir la
inminente caída de la Unión Soviética y la
necesidad de prepararse para un mundo
post-soviético.
Nunca cerramos la puerta al diálogo. Hemos hecho
todo lo posible para reunirnos con los líderes de la Unión Soviética y de Corea
del Norte. En 1990 llevamos a cabo una cumbre en Moscú, con el apoyo y la
participación del presidente Mikhail Gorbachov y su esposa Raisa.
Hicimos todo lo que pudimos para promover una transición suave del
comunismo a la democracia en Rusia. Pusimos mucho énfasis en la buena
gobernanza, la educación del carácter para los jóvenes, el fortalecimiento de
la sociedad civil y la libertad religiosa. En 1991 viajamos a Corea del Norte
para reunirnos con el Presidente Kim Il Sung, el abuelo del actual líder de
Corea del Norte, Kim Jeong Un. A pesar de nuestra aversión a las políticas de
Corea del Norte, incluyendo los intentos de asesinato contra la vida de mi
esposo, abrazamos al Presidente Kim y lo instamos a abrir las fronteras al
diálogo, la cooperación económica y el intercambio de pueblo a pueblo a través
de los deportes, las artes, el turismo y esfuerzos en ayuda humanitaria. Hemos
invertido enormes recursos en Corea del Norte, con el fin de reducir las
tensiones y construir la confianza necesaria para la reunificación pacífica.
Durante varias décadas hemos invertido en las Américas, y en
especial en los Estados Unidos. Nuestro amor por los Estados Unidos no se basa
en el nacionalismo, o en una falta de conciencia de sus defectos, sino que se
basa en una comprensión de la posición única de América y su responsabilidad
hacia el mundo. Los Estados Unidos, como nación líder del mundo libre,
representa los ideales de la libertad, la libertad religiosa, los derechos
humanos, la gobernabilidad democrática y el estado de derecho. Muchos países
del mundo han admirado y emulado la Declaración de la Independencia y la
Constitución de los Estados Unidos. Estados Unidos fue bendecido por Dios, y
fue llamado a una misión sagrada.
Pero una bendición acarrea una gran responsabilidad, la
responsabilidad de compartir la bendición y servir a otras naciones con el fin
de establecer un mundo de verdadero amor y una paz duradera. Por desgracia, a
partir de la década de 1960, muchas personas en los Estados Unidos comenzaron a
perder de vista esa verdad. Empezamos a ver la propagación del abuso de las
drogas, el sexo libre, el individualismo egoísta y el materialismo. Así comenzó
una tendencia hacia la decadencia espiritual y moral.
A partir de nuestra llegada a los Estados Unidos
en 1971, buscamos provocar un gran despertar a través de un movimiento de base
dedicado a la renovación espiritual y moral. Mi marido siempre decía que Dios
nos había llamado para servir "en el papel de un médico o bombero."
Habíamos ido a sanar la nación, y a apagar el fuego del egoísmo y la
corrupción. Los Estados Unidos habían perdido su camino y necesitaban reavivar
el espíritu centrado en Dios que había prevalecido al momento de su fundación.
Este fue el mensaje que le llevamos a los presidentes Eisenhower, Nixon, Reagan
y Bush, y a cientos de miembros del Congreso en el Capitolio de los EE.UU., y
asimismo a millones de estadounidenses comunes y corrientes de cada religión,
raza y trasfondo cultural.
En abril de 2008 convocamos la "Cumbre de
las Américas", en Washington, DC, bajo el patrocinio de la UPF, un espacio
dedicado al tema: "Hacia un Nuevo Paradigma de Liderazgo y Buena
Gobernanza para el Desarrollo y la Paz en las Américas. "El ex presidente
de EE.UU.
George HW Bush y el ex presidente uruguayo el
Dr. Julio María Sanguinetti hicieron contribuciones sustanciales al éxito de
esa importante reunión. Mi marido y yo animamos a ambos líderes a trabajar por
la unidad de las Américas.
En Jardim, Brasil, establecimos el Centro de
Educación de Familias Ideales para la Paz Mundial, que atrajo a gente de todo
el mundo que aspiraba a crear una comunidad ideal. También establecimos una
granja allí llamada New Hope Farm, e invitamos a que la gente vaya allí a
trabajar la tierra, convivir y aprender del intercambio con gente de todo el
mundo.
Así comenzó un movimiento para construir una comunidad modelo,
ideal, en armonía con el medio ambiente. En la región del Pantanal, en torno a
Puerto Leda en la cuenca del río Paraguay, hemos trabajado para construir un
pueblo ideal, con voluntarios internacionales que conviven y trabajan en
armonía con la naturaleza. Hemos establecido una granja allí con la visión de
desarrollar recursos en beneficio de los pueblos del mundo. Pusimos en marcha,
además, un proyecto de piscicultura. El cultivo de peces es necesario, porque
en el futuro será difícil suministrar suficiente pescado con lo que pueda ser
capturado en el mar abierto. En mayo del año pasado, hemos tenido éxito en la
cría de nuestro primer lote de Pacú. Fuimos honrados en ese momento con la
visita del entonces presidente de Paraguay, el Dr. Federico Franco, y otros
funcionarios del gobierno. Muchas otras iniciativas importantes oceánicas, como
la pesca y la construcción naval, se han realizado en los últimos cuarenta
años, desde Kodiak, Alaska hasta la Antártida, y desde Yeosoo, en Corea, hasta
Gloucester, en Massachusetts.
Una apropiada administración y cuidado del medio
ambiente es absolutamente esencial en este momento. El cambio climático, el
aumento de los niveles del mar, la deforestación, la desertificación, la falta
de suministro de agua potable, la desnutrición y el aumento del costo de los
productos alimenticios requieren nuestra atención inmediata. Dios nos creó para
amar y cuidar de la tierra y todas sus bendiciones.
Cooperación Interreligiosa e Internacional:
Hacia una “ONU Abel” El pueblo coreano tiene un gran respeto por las Naciones
Unidas. Por supuesto que estamos orgullosos de que el Sr. Ban Ki-moon sea el
Secretario General de la ONU. Pero más importante fue que las Naciones Unidas
intervinieran para salvar a esta nación durante la Guerra de Corea. Mi esposo
el Padre Verdadero fue liberado por las fuerzas de la ONU en el año 1950 del
Campo de concentración de Heungnam en Corea del Norte, donde estaba a punto de
ser ejecutado. Hemos hablado en las Naciones Unidas en numerosas ocasiones. Y
si bien las tenemos en la
más alta estima, también vemos la necesidad de una renovación y
transformación de esa gran institución. Ya me he referido a nuestra propuesta
de un consejo interreligioso dentro del sistema de la ONU. Es con esto en mente
que desarrollamos el concepto de la "ONU Abel".
Como sabemos, Abel fue una figura bíblica, humilde y fiel ante el
cielo. A diferencia de su hermano Caín, Abel tenía un corazón de lealtad hacia
el cielo. A pesar de su amor por Dios, Abel fue asesinado por su hermano mayor,
Caín, quien lo atacó envuelto en ira y celos. Esta dinámica Caín-Abel se ha
manifestado a lo largo de la historia en los individuos, en las instituciones,
en las ideologías y en las naciones. Algunas son "tipo Caín" y otras
son más "de tipo Abel." Mi marido y yo siempre hemos querido defender
el legado de Abel y el "tipo Abel", que defiende la justicia y la
bondad centrada en Dios. Es con esto en mente que hemos hablado de la necesidad
de una "ONU Abel", unas Naciones Unidas cada vez más comprometida, a
través de sus estados miembro, con la defensa de los más altos principios
espirituales y morales que están por encima y más allá del interés nacional
propio.
Una " ONU Abel" solamente puede
establecerse si los propios estados miembro se centran en Dios, se convierten
en naciones con principios. Una nación, a su vez, puede convertirse en una
"nación Abel" solo cuando su gente, su cultura y sus instituciones
son transformadas de acuerdo con los principios universales y la voluntad de
Dios. Establecimos la Federación para la Paz Universal con este objetivo en
mente.
Para lograr este objetivo, la buena gobernanza
debe ser practicada por ambos, los gobiernos y las religiones. La paz
internacional y la paz entre las religiones están vinculadas entre sí. De este
modo, cada vez que vengan a un programa patrocinado por la UPF, ustedes
encontrarán a dirigentes políticos y a líderes religiosos por igual, junto con
otros hombres y mujeres de todos los sectores de la sociedad.
La Era de la Mujer: Las mujeres también tienen un papel central en
la providencia de Dios.
No sólo como esposas, madres, hermanas e hijas,
sino también como líderes en igualdad de participación en todos los campos del
quehacer humano. En 1992 fundamos la Federación de Mujeres para la Paz Mundial,
para desarrollar una red global de mujeres dedicadas a la formación de familias
centradas en Dios y un mundo de paz global. Poco antes de que mi esposo
falleciera, pusimos en marcha la Red Global de Mujeres por la Paz,
construyéndola sobre la base de la FMPM como la "ONU de las Mujeres
Abel".
La Federación de Mujeres para la Paz Mundial
tiene capítulos en todo el mundo, con voluntarias activas que participan en el
desarrollo de escuelas, orfanatos y una amplia gama de iniciativas
humanitarias.
A lo largo de gran parte de la historia, en casi
todas las sociedades las mujeres han sido víctimas de la discriminación y el
maltrato. En las últimas décadas, sin embargo, mujeres y hombres de todo el
mundo se han comprometido a dar vuelta la página de esta lamentable historia.
Cada vez más la gente se da cuenta de que nuestro mundo mejora a medida que se
alienta a las mujeres, se les da igualdad de acceso a una mejor educación y
asumen en puestos de responsabilidad en todos los sectores, Donde fuere que las
mujeres son excluidas o suprimidas, se ve limitado el desarrollo social,
político, económico e incluso espiritual.
Medios de Comunicación Responsables: De acuerdo con nuestra visión
de paz fundamos el periódico Washington Times en 1982. Durante más de treinta
años el Washington Times ha mantenido los más altos estándares periodísticos y
afirmado los valores universales de la fe, la familia, la libertad y el
servicio. Como ha sido reconocido por líderes como Ronald Reagan y Margaret
Thatcher, fue instrumental en ayudar a ponerle fin a la Guerra Fría. Sigue
siendo una voz líder del periodismo veraz y responsable. En 1996, con esa misma
visión, establecimos Tiempos del Mundo, que comenzó en Buenos Aires, Argentina,
y se expandió a 16 países a lo largo de América del Sur y Central. Aquí, en
Corea, tenemos el periódico Segye Ilbo (Tiempos del Mundo). En Japón fundamos
el Sekai Nippo. Estos establecimientos de medios de comunicación están
dedicados a los más altos estándares del periodismo profesional, mientras se
defienden los valores de la fe, la familia, la libertad y el servicio.
El Proyecto de un Túnel y una Carretera
Internacional: A medida que trabajamos para construir un mundo de paz y
prosperidad, el comercio juega un papel central. Desde 1981 hemos estado
proponiendo el desarrollo de un sistema de carreteras, ferrocarril y un túnel
internacional que conectara al mundo entero. Estamos trabajando para construir
un túnel que conecta Japón y Corea, y hemos propuesto un sistema de ferrocarril
y un túnel a través del estrecho de Bering, conectando América del Norte con
Rusia.
El comercio ha sido siempre un instrumento de
paz que llevó a la gente de diversas culturas y civilizaciones a relacionarse
unos a otros. Al igual que una “Ruta de la Seda” mundial, el proyecto
internacional de la autopista y el túnel permitiría que el comercio fluya por
tierra a través de los túneles, desde el extremo sur de Argentina a Ciudad del
Cabo en Sudáfrica, desde Moscú a Nueva York.
Venciendo los obstáculos y expandiendo el
Fundamento para la Paz Mundial Aun durante los períodos de mayores dificultades
mi marido y yo continuamos nuestros esfuerzos. Aprovechamos cada oportunidad
para transmitir el mensaje de Dios al mundo. A veces parecía que estábamos
pasando toda nuestra vida en un avión o sobre un escenario. Viajamos a casi
todos los países de la faz de la tierra transmitiendo la palabra de Dios.
Recuerdo que muchas veces mi marido hablaba
hasta quedar afónico. En sus últimos años teníamos que mantener a mano un
tanque de oxígeno y una ambulancia en estado de alerta mientras hablaba en las
regiones montañosas de América del Sur o del Asia Central.
Mi marido nunca descansó fácilmente. Un día
estaba en el este, el día siguiente estaba en el oeste. A la mayoría de la
gente le resultaría agotador hacer aún una sola de las muchas tareas realizadas
por él. Día tras día hemos visto la visión de un mundo de paz a través de
familias ideales milagrosamente tomar forma ante nuestros ojos. Con los labios
resecos, las piernas hinchadas, y todo su cuerpo dolorido, mi esposo le ofrecía
a Dios oraciones de gracias.
Después que fundamos la Federación para la Paz
Universal en 2005, mi esposo inició una gira mundial por 120 países, visitando
un país cada día para compartir su visión de la paz, aun al riesgo de su vida.
En aquel tiempo, y durante todo el 2006, nosotros, junto con muchos de nuestros
hijos e incluso nietos, nos dirigimos a públicos de casi todas las naciones del
mundo.
El camino providencial de los Padres Verdaderos de la humanidad es
largo y arduo, es como navegar un barco a través de una tormenta terrible. Sí,
a pesar de los desafíos que enfrentamos, los obstáculos han sido superado, y un
sinnúmero de actividades importantes que amplían esta visión se está llevando a
cabo y haciendo impacto en todo el mundo. Este fundamento global para la paz
está ahora asegurado y creciendo cada día.
Desde la partida de mi marido nuestro trabajo ha
continuado sin pausa. De hecho, se ha intensificado.
Un acontecimiento muy importante ha sido la
creación de la constitución que sirve de base para el gobierno de la ley dentro
de nuestro movimiento global, conocido como Cheonilguk, una nación donde
"dos se hacen uno." Mi marido había hablado constantemente del
Cheonilguk y la necesidad de tener una constitución. El trabajo en la redacción
de la Constitución del Cheonilguk había comenzado anterior a su fallecimiento,
fue completado este año y fue ofrendado al Cielo en el Día de la Fundación
(febrero de 2014). La constitución, centrada en Dios y los Padres Verdaderos,
establece un Consejo Supremo y cinco ramas de gobierno. Esto asegurará un
futuro justo, estable y próspero.
Recientemente viajé a Suiza, lugar que mi marido
y yo habíamos visitado en varias ocasiones por los compromisos de discursos, ya
sea en las Naciones Unidas o en otros locales. En esta visita me tomé el tiempo
como para ir a doce de las montañas más altas de los Alpes suizos, para orar,
reflexionar y meditar, y para acercarme en espíritu a mi marido.
Me siento cerca de él cada día.
Conclusión
¡Queridos participantes de la Cumbre Mundial! Hemos vivido
nuestras vidas de acuerdo a la orientación del Cielo. Llamados por Dios para
abrazar a toda la humanidad con el corazón de Padres Verdaderos, hemos
invertido todo nuestro ser por el bien de la liberación de Dios, la salvación
de la humanidad, y la realización de un mundo de paz. Nos hemos enfrentado a
muchos desafíos y tribulaciones en este camino, pero no nos dejamos amedrentar
en la realización de nuestra misión celestial. Rezo para que podamos trabajar
juntos en esta gran misión de construir un mundo unificado de paz y
prosperidad, como una sola familia bajo Dios. Por favor, hagan todo lo posible
para renovar y transformar sus naciones y construir un mundo de paz duradera,
tal cual lo previsto por Dios desde el principio de los tiempos. Un mundo así
va más allá de las divisiones de religión, raza, etnia y nacionalidad. El mundo
ideal de Dios es un mundo sin fronteras, de libertad, paz, unidad y felicidad.
Rezo para que la Cumbre Mundial sirva como un
importante punto de inflexión para todos los pueblos del mundo. El próximo año,
en la Cumbre Mundial de 2015, se presentará el Premio Sun Hak de la Paz a la
persona o institución que mejor encarne los principios de la paz que mi marido
y yo nos hemos abrazado en conformidad con la voluntad de Dios. Su contribución
y recomendaciones serán bienvenidas.
Los invito a todos a superar este desafío de
construir un nuevo mundo de paz universal.
Luchemos juntos y construyamos "Una familia
bajo Dios".
Que las bendiciones de Dios estén con cada uno
de ustedes, sus familias y sus naciones.
Muchas gracias.
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