El sendero que caminamos
25 de agosto de 1974
Reverendo Sun Myung Moon
Puede
que sea la primera vez que estéis reunidos en un lugar tan grande. Creo que hay
muchas iglesias como ésta en New York City.
Cuando
pensáis en la voluntad de Dios en conexión con las iglesias, vienen muchas
cosas a la mente. Como sabemos, la providencia de Dios va a ser finalizada en
nuestro grupo. En el tiempo de Jesús había una tradición judía dirigida por
otras personas, pero alrededor de la figura de Jesús, estaba siendo generado un
grupo diferente, y la religión judía llegó a ser diferente y a estar separada
de Jesús. Y el sistema social alrededor de la religión judía y el que estaba en
torno de Jesús llegaron a ser diferentes el uno del otro. De la misma forma, ha
llegado a haber una gran diferencia entre las iglesias existentes y nuestro
grupo debe ser capaz de hacer un nuevo sistema y un nuevo ambiente diferente de
los otros. Debemos ver la diferencia entre la tradición y los antecedentes
históricos de otras iglesias, las iglesias establecidas, y lo que va a ser
creado por nosotros.
Bien
podemos ver en el curso de la historia que si un grupo está moviéndose contra
la corriente de la época y en conformidad con el sistema existente, no hay
cosas tales como la contradicción o persecución proveniente de otros. Pero
cuando aparece un grupo para crear un nuevo sistema, para desempeñar un nuevo
papel, para pavimentar un nuevo sendero, siempre hay dificultades. Sobre ese
punto de vista voy a hablar de ese papel, el sendero que debemos andar.
Antes
de nada debemos saber que el camino que vamos a recorrer es diferente de otros
caminos. Ello es porque vamos a crear, naturalmente, un nuevo camino que es
distinto a los demás. Pero estamos seguros que el camino que estamos preparando
está bajo la voluntad de Dios y en la corriente principal de la voluntad de
Dios. Nosotros conocemos demasiado bien que Dios mismo nos conduce por un
camino distinto a los demás.
Sabemos
que en las iglesias establecidas, la gente está paralizada en un fin de muerte.
Por lo tanto vemos que esa gente está al borde de la vida o de la muerte en la
vida de la fe; deben determinarse si van a crecer o a declinar.
No
hay nadie en el mundo que quiera declinar. Es verdad que Dios quiere que su
pueblo ascienda por el camino, que vaya a El. Pero ¿por qué están las personas
condenadas a declinar? Cuando marchamos por el camino ascendente, la voluntad
de Dios y los esfuerzos de la gente deben estar combinados. Si lo que la gente
está haciendo va en conformidad con la voluntad de Dios, todo será correcto,
pero cuando la gente va de un modo opuesto a la voluntad de Dios, hay dos
caminos posibles, diferentes el uno del otro.
En
el mundo cristiano, así como se acercan los últimos días debe haber un periodo
de transición. Aunque la Cristiandad partió sobre un sendero derecho en sus
comienzos, así como continuó, de algún modo, los caminos llegaron a torcerse y
a ser diferentes del origen. Por lo tanto el lugar en el que nosotros vamos a
estar establecidos en los postreros días, debe ser diferente de aquel que tuvo
en el origen. En el comienzo de la Cristiandad se partió de Jesús, pero en días
posteriores la gente que ha establecido sus propios sistemas. Cuando aparezca
la nueva religión, podemos imaginarnos que su camino deberá ser diferente a lo
establecido.
Pero
¿de qué forma deben ser diferentes el uno del otro?
Vemos muchos grupos religiosos a nuestro alrededor, pero desde su origen tienen
distintas metas en la mente. Como lo mejor, en la Cristiandad la gente cree en
su propia salvación. Incluso en el tiempo de Jesucristo la gente estaba a su
alrededor pensando que Jesús era su maestro y era sólo para ellos. La gente de
esos días no pensó en Jesús como el maestro del mundo, sino que lo reclamaban,
pensando sólo en su propia salvación viniendo de él o a través de él. El pueblo
judío pensó que Jesucristo iba a venir para la salvación de su propio pueblo,
la nación elegida de los israelitas. No pensaron o aborrecieron el pensar que
Jesús venía para el mundo, no sólo para ellos, no sólo para el pueblo elegido,
sino que la población entera del mundo iba a ser salvada por medio de la nación
elegida como instrumento. Por lo tanto el pensamiento de la gente estaba fijado
en su propia salvación, pero Jesús estaba pensando en algo más, de mayor
amplitud que eso. Algo diferente y algo superior iba a suceder a través de la
persona de Jesucristo, y eso es lo que Dios, estaba planeando para él y
alrededor de él.
Desde
luego que Jesús iba a llevar a cabo su providencia, que por supuesto era la de
Dios, en torno a la nación escogida de los Israelitas, pero el pueblo de Israel
y el Judaísmo estaban fijando sus pensamientos y concentrándose en su propia
salvación. Eso creó la diferencia entre los dos.
Entonces,
¿qué habría sucedido siempre y cuando los Israelitas estuviesen en conformidad
con la voluntad de Dios con respecto a Jesucristo, y se condujesen por las
cosas de una más alta y más amplia dimensión? Habría surgido una nueva
tradición junto con la salvación del mundo entero. Entonces una vez aceptado el
nuevo sistema por el pueblo, el pensamiento cristiano de una más alta dimensión
podría haber sido creado. Algo totalmente distinto de la tradición de la
Cristiandad, no la Cristiandad sino el Judaísmo, podría haber sido producido en
ese tiempo de Jesucristo, nosotros, ahora, estando de nuevo en los últimos
días, debemos crear un nuevo camino que andar. No debemos permanecer en donde
estamos, o llegar a estar paralizados aquí, sino hacer una nueva abertura por
la que ir para envolver a todo el mundo.
Bien
podemos imaginarnos que cuando el Señor de la Segunda Llegada venga, cosas de
una nueva dimensión serán abiertas ante nosotros, por ello la gente de los
últimos días debe estar preparada para esto, para recibir las cosas de una más
alta dimensión por las que puedan ir en conformidad con la voluntad de Dios en
los últimos días.
Pero
siempre y cuando en el mundo cristiano la gente se aferre a la antigua
tradición, ¿podrán ellos ir con el Señor de la Segunda Llegada al mundo de la
nueva dimensión? Hasta el momento presente la gente ha sido salvada creyendo en
Cristo, sólo con creer, son salvados con creer. Pero cuando Jesucristo aparezca
de nuevo ellos no sólo deberán creer en él, sino seguirlo. Si recibieseis a
Jesucristo, ¿os querría tan sólo para aceptarlo como el Cristo y que creyeseis
en él o para que lo conocieseis, lo entendieseis y lo siguieseis? El nos
querría para que le entendiésemos, le conociésemos a él, a su corazón. E
incluso os querría para que actuaseis en lugar de él, haciendo lo que él
tuviese para que vosotros lo hicieseis.
Cuando
recibís al Señor de la Segunda Llegada, ¿tenéis que ir a través de la puerta de
la cruz? Debemos pensar que la cruz ha de ser removida de nuestras mentes.
Hasta el momento presente hemos estado creyendo en la cruz, pero desde el
momento que encontremos al Jesús de la Segunda Llegada, al Señor de la Segunda
Llegada, debemos borrar el pensamiento de la cruz.
Hasta
ahora, la gente pensó de la Cristiandad en términos de su propio grupo, su
propia nación, pero desde ahora, en nuestra amplitud debemos llegar a ser más
grandes que eso, abarcar al mundo entero. La amplitud de nuestro pensamiento
alrededor de la figura de Jesús, Señor de la Segunda Llegada, debe ser ampliada
tanto como para conseguir envolver al mundo entero. En las iglesias cristianas
debemos tratar con problemas del mundo que trasciendan los límites nacionales,
con el fin de recibir cosas de una nueva dimensión. Debemos incluso crear una
nueva dimensión de asuntos culturales, entonces debemos tener a la gente que
siga eso. El Señor de la Segunda Llegada debe venir para el mundo entero, para
la salvación de todo el mundo. Entonces los que le sigan deben recibir su idea
y pensar de las cosas en términos del mundo, no del individuo. Si Jesús estuviese
aquí, cuando viese este gran número de denominaciones que han sido creadas, ¿se
sentiría contento del hecho? La Cristiandad partió de su enseñanza que era una,
no muchas. Entonces, cuando encontréis muchas denominaciones cristianas y
desarmonía entre ellas, Dios no será feliz de eso y Jesucristo tampoco será
feliz. Dios no envió a Jesucristo para crear tantas denominaciones. Entonces
cuando Jesús vea tantas denominaciones creadas después de él, deberá sentir
responsabilidad por ese hecho.
Y
si apareciese un grupo de gente que pensase sobre la salvación del mundo entero
y trabajase por esa meta, Jesús sería feliz de ese hecho y vendría a ayudarlos,
y Dios también ayudaría a ese grupo. Puede que la gente no conozca las
particularidades y detalles del grupo, pero puesto que la voluntad de Dios está
trabajando con él, ambos Dios y el Señor de la Segunda Llegada trabajarán a
través de este grupo, en el grupo.
No
hay ninguna duda de que en el grupo el mundo de unificación vendría primero,
porque ha habido tantas denominaciones. Y unificando la gente del grupo, y en
las iglesias establecidas, y en el mundo secular, el Señor de la Segunda
Llegada uniría al mundo entero. Bajo el punto de vista de ese concepto, estamos
confiados de que el nombre de la Iglesia de Unificación es recibido tanto por
Dios como por Jesucristo.
No
estamos aquí para seguir la tradición establecida por los cristianos del mundo
en el presente momento, sino que vamos a preparar el camino de una más
alta dimensión, y creemos que éste es el deseo tanto de Dios como de Cristo.
Nuestro
grupo de una más alta que la de las iglesias establecidas, y naturalmente deben
surgir grandes diferencias entre lo que somos nosotros y lo que son las gentes
cristianas. Desde el mismo comienzo debemos ser diferentes de los demás.
Mientras la gente de las iglesias establecidas está pensando en su propia
salvación, nosotros estamos pensando en la salvación del mundo entero con el
sacrificio de nosotros mismos. Con el sacrificio de los individuos queremos
tener la salvación de las familias conseguidas, y con el sacrificio de las
familias debemos establecer la salvación de la nación, y con el sacrificio de
la nación, y con el sacrificio de la nación debemos trabajar para la salvación
del mundo entero. Y entre esos dos modos de pensamiento hay una gran
diferencia. ¿Con qué grupo se deleitaría Dios?
En
los días de Jesucristo, él quiso salvar a la humanidad con el sacrificio de sí
mismo, e incluso en la cruz bendijo a los pecadores. Y comparado con esto, los
cristianos tras él, pensaron en su propia salvación en el nivel individual,
nunca pensaron en la salvación del mundo entero. No hay mucha gente que esté
pensando en la salvación del mundo entero y eso entristece el corazón de
Jesucristo. Eso lo sabemos demasiado bien. Incluso en el momento de la muerte
Jesús bendijo a los pecadores y bendijo a sus enemigos que lo atravesaban y lo
despreciaban. Y comparado con eso, la gente en el mundo cristiano piensa en su
propia salvación. No muchos de ellos están pensando en la salvación del mundo.
Y esa no es la voluntad de Dios, lo sabemos.
Había
muchos enemigos en torno a Jesús, pero no los rechazó ni los negó. El estaría
ansioso de incluir a todos esos y querría mover sus corazones y unificarlos.
Tenemos
algo para ser analizado. Cuando pensamos en el poder oponente viniendo de otras
ciertas fuentes, ¿es más horrible la gente o lo es Satán, quien está trabajando
tras la gente o en la gente? Satán es lo que debe ser odiado, pero no la gente
en la que Satán está trabajando. Por eso Jesús no odió a la gente. Sentiría
Compasión
por la gente y querría apartar a Satán de ella. Pero no hay mucha gente en el
presente mundo que se parezca a Jesús, que trabaje del mismo modo.
Entonces,
¿en qué punto sería diferente nuestro grupo de los demás grupos, de las demás
iglesias? Como en el ejemplo de Jesucristo, no debemos odiar a nuestros
enemigos, ni odiar el poder proveniente del grupo en oposición, sino que
debemos odiar el trabajo de Satán en ese grupo, y debemos estar compadecidos de
la gente y tratar de conseguirlos envolviéndolos en nuestro proyecto, y
moviendo sus corazones hacer que lleguen a ser nuestros miembros. Esa es
nuestra meta. Por ejemplo, los miembros de las iglesias establecidas
protestarán contra nosotros e incluso nos perseguirán pero no debemos de tratar
de repeler su poder, o negarlos, sino estar compadecidos de ellos y
tratar de conquistar sus corazones, y finalmente unificarlos a nuestro grupo
para alcanzar el fin del mundo. Eso es lo que deberíamos estar haciendo, y
cuando seamos de una forma contraria, seremos odiados por la gente, y esa es la
voluntad de Dios. Por ello debemos luchar para ir adelante atrayendo a la gente
a nuestro grupo con corazones compadecidos y con amor.
La
Cristiandad que Dios ha estado criando desde hace 6000 años, está predestinada
a morir. Hasta el presente Dios ha estado con la Cristiandad. Pero en la
Cristiandad las cosas están paralizadas. La gente no sabe donde ir, o están
satisfechos con sus viejas cosas. Entonces, ¿qué tendría Dios que hacer con la
gente? Querría que apareciese un nuevo grupo y trabajase trascendiendo los
límites denominacionales y los límites nacionales,
trabajando por la salvación del mundo entero. Sin este grupo la barrera de
peaje no puede ser abierta al mundo.
Incluso
en ese punto nuestra Iglesia de Unificación debe ser distinta de las iglesias
establecidas. Los puntos de diferencia son completos, no vagos. Ante todo
tenemos metas diferentes. El enfoque de nuestro propósito es diferente. El
camino en el que nos encontramos es diferente. En la Cristiandad y en otras
ideologías o “ismos” o filosofías, sus enfoques de la
vida, puntos de vista de la salvación del mundo son diferentes y vagos. Podemos
expresarlo en una palabra tan solo, que ellos piensan de las cosas en términos
de sus propios beneficios. Todo viene en términos de ellos mismos, de esos
individuos, e incluso de la salvación piensan en la salvación de ellos mismos.
Pero, ¿qué tenemos diferente de esto? Creemos en Dios para la salvación del
mundo entero. Y trabajamos por esta meta.
Con
el fin de heredar lo que nuestros predecesores han realizado hasta aquí, para
ir a la meta final, debemos heredar etapa por etapa, lo que ellos han hecho, y
hacerlo desarrollar a una más grande y alta dimensión, para que podamos
alcanzar la meta. En el día de Jesús, la amplitud de los conceptos que el
pueblo judío consideró, fue grandemente distinta de lo que Jesús iba a hacer,
por tanto, debemos recordar el hecho al abrir las cosas de una nueva dimensión.
Debemos ir a través de todos los niveles de las cosas. Debemos comenzar a
trabajar con asuntos del nivel individual, y entonces a través de asuntos de
nivel familiar, nivel nacional, alcanzando los asuntos de nivel mundial. En
cualquier dificultad que pueda venir, debemos recibir y dirigir la persecución
que nos venga cuando trabajemos por la providencia en el nivel individual, y
con el sacrificio de nosotros mismos debemos salvar a nuestra familia, y con el
sacrificio de la familia debemos estar capacitados para salvar a nuestro clan y
nación, y con el sacrificio de la nación debemos ser capaces de salvar al mundo
entero.
Y
cuando tengamos esa actitud de dar la bienvenida a cualquier persecución que
nos venga y superemos las dificultades, podemos trasladarnos a una nueva etapa
y también a la próxima.
Dios
y Cristo, por supuesto amarán a la persona que vaya a sacrificarse por el
beneficio de su familia, pero en siguiente lugar debe venir el concepto más
amplio de las cosas, siempre agrandando la amplitud de la salvación. Este es el
modo que Dios nos haría trabajar. Cuanto más amplia es nuestra esfera, tanto
más ayuda proviene de arriba, de Dios. Así en ese caso estamos seguros de que
Dios está trabajando con nosotros y a través de nosotros y nuestro proyecto
será realizado con seguridad.
¿Os
habéis parado alguna vez a pensar cuando va a ser sábado para el Padre? Puede
estar relajado y disfrutar Su sábado viendo sólo la salvación individual. Si la
gran población del mundo es dejada sin salvación, su corazón no será aliviado.
Podemos llegar a una conclusión segura, que Dios puede descansar tan sólo
después de la salvación del mundo entero. Entonces, cuando puede disfrutar del
sábado, ¿puede Jesucristo disfrutar de un descanso? ¿Puede el Espíritu Santo
disfrutar una atmósfera relajada?
Esta
es la gran fórmula sagrada, y debemos repetidamente enfatizar el tenernos para
sacrificarnos a nosotros mismos en el nivel individual para salvar a nuestra
familia, y debemos sacrificar de buena gana a nuestra familia de nuestro clan y
nación, y debemos sacrificar de buena gana a nuestra nación por la salvación
del mundo entero. Y sólo entonces podremos hacer disfrutar a Dios el sábado, y
también a Jesucristo.
Ello
va a ser una gran marcha humana. Vosotros, como individuos cuando estéis
dispuestos a sacrificaros a vosotros mismos por la salvación de vuestra
familia, entonces vuestras familias estarán preparadas para sacrificarse a sí
mismas por la salvación de cosas más amplias, salvación de tribu y de clan, y
esas serán sacrificadas por la salvación de la nación y las naciones serán
sacrificadas por la salvación del mundo entero. Y esa gran marcha estará en
concordancia con el grito de Dios en el campo de batalla.
Tenemos
un nuevo punto de vista aquí en nuestro grupo. En el mundo cristiano, cuando
ellos son bendecidos en matrimonio, piensan en su propia salvación o en su
propia felicidad, y luchan duramente para conquistar todo para su felicidad.
Pero aquí en nuestro grupo cuando somos bendecidos en santo matrimonio estamos
dispuestos a sacrificarnos a nosotros mismos o a nuestra familia por la
salvación de cosas más amplias, y eso es por lo que Dios trabajará con
nosotros.
En
apariencia somos gente miserable, sacrificamos todo lo que tenemos. Pero a la
vista de Dios y según los ojos de Jesucristo y de los santos y sabios del
pasado, somos el único grupo con el que Dios trabajará, y por su ayuda
movilizará Dios al mundo entero.
En
el mundo secular la gente haría justamente todo, y tratarían de sacrificar todo
por su propio bien y beneficio, pero por el contrario, en nuestro grupo
estamos dispuestos a sacrificarnos a nosotros mismos, y a sacrificar todo lo
que tenemos por el beneficio del mundo entero y de la humanidad.
En
vuestras familias estáis cariñosamente en amor unos con otros, pero debéis
dejar partir a tu esposo o esposa por la salvación del mundo entero, y si es
necesario, estar separados y trabajar en diferentes puntos de la tierra, y
nunca, nunca esperando que tu cónyuge vuelva en los tiempos de confusión y
dificultad.
Hay
muchas cosas trágicas que ocurren en nuestra vida en familia en sentido
mundano, y cuando os marcháis a dar testimonio en primera línea, puede que
vuestros hijos se os abracen y quieran que permanezcáis en el hogar. Pero
debéis apartarlos y con determinada y casi con mente cruel, partir al campo de
batalla.
En
los primeros días de nuestro movimiento allá en Corea, la historia fue tejida
con muchas de tales cosas. Cuando querías marcharte a primera línea para dar
testimonio, tus hijos se abrazaban a ti, y nunca querían dejarte partir. Y
entonces los padres atraían a los hijos y los llevaban a un lugar donde había
un orfanato, aunque no estaban sin padres los dejaban en el orfanato y
partían a primera línea de lucha. No debéis olvidar que el amor paternal es lo
más semejante al amor de Dios y sabéis como debería ser para los padres dejar a
sus hijos en orfanatos. Pero cuando hay dos cosas ante ti, y cuando sabes que
una es más importante que la otra, y que esa cosa es más para la dimensión
eterna, entonces dejáis a vuestros hijos y trabajáis para esa meta. Sé muy bien
lo que es ser perseguido por la gente, porque yo mismo he ido a través de todas
esas cosas. Dios te recordará y sabrá que estás yendo a través de muchas
dificultades y persecución, pero la cosa que vas a disfrutar será más grande
que todas las cosas por las que estás pasando. Y Dios es en ese caso, cruel
contigo y gira su rostro y toca el grito de batalla, para sacarte del camino
quebrado.
Nuestro
Maestro sufrió muchas amargas experiencias. A sus miembros les gustaría amarlo,
querrían abrazarlo y querrían oírlo enseñar, pero él los aparta. Les dirá: “en
vez de amarme a mí, debéis amar a la gente del mundo. En vez de hacer cosas por
mí, hacedlas por otros, para la gente miserable”. Y sería cruel con ellos y sin
piedad los conduciría al camino áspero de la vida, y entonces lloraría en su
mente y oraría por ellos. Y en ese momento pensaría: “Si no estoy haciendo esto
por el beneficio de la voluntad de Dios soy el más grande de todos los
pecadores”. Ese ha sido siempre su sentimiento. El está haciendo esto con pesar
y dolor en su corazón, y aún recuerda las dificultades en los rostros de sus
primeros miembros. Y ahora está aquí congregando a los miembros de muchas
naciones, y va a llevarlos por un camino difícil, y su corazón le duele y
rompe.
Con
la salvación de la humanidad entera en mi mente, cuando os reúno de muchas
nacionalidades, significa que haciéndoos trabajar por toda la humanidad podemos
alcanzar cada rincón de la tierra y cubrir la tierra con la salvación bajo la
voluntad de Dios. Y tan sólo haciendo esto, podemos alcanzar a la gente. He
esperado largamente para que este día viniese, y he pasado mi vida bajo
persecución para encontraros y para trabajar con vosotros. Y cuando nos damos
cuenta que Dios está tras las escenas, y que lo que estamos haciendo está
conectado con la voluntad de Dios, debemos conocer que Dios ha estado esperando
que llegase el día en el cual El reuniría gente de todo el mundo, especialmente
gente joven, que los haría trabajar por su voluntad.
Imaginaos:
Dios ha estado trabajando en la difícil historia de 6000 años, concentrando a
su gente, y llevándolos al campo de sacrificio para salvar el mundo, El ha
estado sintiendo con un corazón dolido y roto, pero Su tarea aún no está
acabada. En términos mundiales, El está trabajando por la salvación del mundo
entero, al precio de aquellos aquí reunidos, de tantas nacionalidades. Y
mientras su pena continúe, debemos trabajar hasta que hayamos establecido Su
reino, El no tomará el sábado.
Entonces
cuando conozco y comprendo y siento el corazón de Dios, ¿qué haré? Yo os amo,
desde luego, pero, ¿me abrazaría a vosotros y me regocijaría en alabanza a Dios,
aquí, o tendría que llevaros al áspero camino de la salvación del mundo? Tengo
que llevaros al áspero camino, porque hay cosas para ser realizadas todavía
dejadas sin cumplir. Debes entender mi corazón. En ese punto somos enteramente
diferentes de la gente del mundo cristiano de hoy.
En
la iglesia mundial de la Unificación, la gente se está sacrificando por las
iglesias establecidas y por la gente del mundo democrático, incluyendo toda la
población del mundo. Lo que ahora estamos haciendo no es por el beneficio de la
Iglesia de Unificación. Estamos trabajando por el beneficio y salvación de los
Estados Unidos y del mundo. Habéis dado de lado a todo. Habéis dejado vuestros
hogares y todo lo que acostumbrados a pensar que era una bendición para ti, y estás
trabajando por el beneficio de toda la humanidad. Habéis dejado a vuestros
amados, a vuestra familia, a vuestros amigos, a vuestra nación, y estáis aquí
reunidos ante mi, y estáis esperando por mis instrucciones. Sé que hay
resentimientos en vuestras familias, entre vuestros amigos, y en lo mejor de
los casos estarán ansiosos por vosotros, y en otras ocasiones, os perseguirán,
incluso os maldecirán, y estáis aquí bravamente como un guerrero por la
voluntad de Dios.
Pero
yo estoy dichoso de que Dios haya elegido los mejores miembros de las familias
existentes en el mundo. Estáis más del lado de Dios que las familias y amigos
que dejasteis, y es natural que Satán os ataque, y que lo haga a través de
aquellos que una vez han sido amados por ti.
El
unirte a esta familia, lo que aquí encontraste era más grande que lo que habías
dejado o perdido. Pero tan pronto como consigas algo aquí, estarás dispuesto a
sacrificarlo y entonces conseguirás más cosas, más cosas de un alto valor, y
entonces estarás dispuesto a sacrificarlas por cosas de un más alto valor y una
más alta dimensión.
Sé
que vuestras familias, vuestros amigos a quienes habéis dejado tendrán el
amargo sentimiento de haber sido abandonados, pero déjalos, y vendrá el día en
el que recibirán alegría de lo que vosotros habréis ganado para ellos. No
debéis maldecir a quienes os persigan. Incluso los
cristianos os odiarán. Y vuestra sociedad, vuestra nación y el mundo entero os odiará. Pero no te preocupes, déjalos que esperen y sabrán
que es lo que estamos haciendo aquí y al final los atraeremos de vuelta.
Debemos ser compasivos con ellos, porque ignoran lo que estamos haciendo.
Aquellos que han conocido son más responsables por la voluntad de Dios que otra
gente.
Eres
perseguido en el nivel individual incluso por tus amados y es porque son
ignorantes de lo que estamos haciendo. Y cuando pienses en eso debes ser
compasivo con ellos y vencer las dificultades. Y entonces, cuando nuestra
esfera sea ampliada al nivel de la familia y nación, la persecución que venga
será más severa. Debes esperarlo. Pero por ese tiempo tu
estarás más inmunizado y vas a estar más encorajinado para vencer sobre esas
dificultades. Así que si eres triunfante en realizar la voluntad de Dios, ¿qué
vamos a hacer nosotros? ¿Qué vas a hacer tu? ¿Qué
significa cuando decimos alcanzar el fin del mundo? ¿A quién vamos a encontrar
allí?
Tras
conquistar la meta saltando los obstáculos, deberéis volver para la salvación
de vuestra propia familia, a la que perdisteis, y a tu propia nación, y a tu propia
sociedad y nación. Eso es algo como la venida de Cristo de nuevo. Y vosotros
debéis volver de nuevo para salvar a vuestra familia y amigos a quienes habíais
perdido. Y eso es algo así como allanar de nuevo el camino. Primeramente
corremos por el camino lleno de baches, pero cuando el tiempo es maduro,
volvemos y allanamos el camino, lo igualamos. Así, en ese tiempo, serás
bienvenido por tus amigos, por tu familia, por tu clan, tribu y nación, y
allanando el camino conseguirás la cooperación de todas las personas de tu
alrededor. En ese caso estás allanando el camino para generaciones venideras,
individuos, familias y naciones del futuro.
Entonces,
¿cuál es nuestro propósito al estar aquí reunidos? En una palabra, vamos a
establecer algo bueno, algo nuevo en conexión con la voluntad de Dios. Así es
como somos diferentes de las iglesias establecidas, de lo que ellos tienen en
las iglesias establecidas. Y lo que conseguimos paso a paso estará conectado
con la salvación del mundo entero. Dios ha estado esperando que los cristianos
y el mundo democrático lo hiciesen, pero puesto que están fallando, vamos a
heredar de ellos lo que han dejado incumplido, y de aquí en adelante vamos a
trabajar por la providencia de Dios.
Como
bien sabéis, sin la ideología cristiana en los Estados Unidos gente de tantas
naciones no podrían haber estado viviendo en tal armonía. En el viejo mundo de
Europa, vuestros antepasados fueron perseguidos en su religión, en su creencia.
Eso es por lo que vinieron a este continente para establecer una nueva nación.
Vuestro
sistema político es algo así como si dos naciones estuviesen combinadas: el
gobierno federal y los gobiernos estatales. Al principio llegaron a existir las
trece colonias, y luego se desarrollaron en cincuenta estados bajo el gobierno
federal. La ley que observaban en los días coloniales fue adoptada cuando llegó
el nuevo sistema. Sin ideología cristiana la desarmonía hubiera estado allí, y
el conflicto habría surgido.
Entonces
lo que sucederá naturalmente es que, si la ideología cristiana está corrompida,
el conflicto también surgirá en el sistema político. Puesto que vuestros
hogares están establecidos bajo la ideología cristiana, y cada sistema social
está establecido bajo tal ideología, si la ideología cristiana declina, surgirá
desunión y desarmonía en vuestras familias, en cada grupo de organización.
Luego
hay un gran peligro viniendo sobre América. Estáis más o menos mezclados, desde
luego, pero si en los últimos días, gente de origen alemán y descendientes
británicos, si todas esas personas llegan a estar desarmonizados, lucharán
incluso unos contra otros sobre la base política, un gran conflicto surgiría y
esta nación sería rota en piezas.
Lo
que es más amenazante es el hecho de que hay un poder comunista tras el bastidor.
Supón que un gran estado esté predominantemente bajo el control del poder
comunista, y entonces que el estado entero viniese contra el gobierno federal y
negase el gobierno federal y no observase la ley. Entonces se crearía una gran
confusión.
No
sólo el poder comunista, sino como dije antes, un grupo de un cierto origen, de
origen alemán o británico por ejemplo, trabajará de esta forma. Entonces, ¿qué
ocurrirá?
Estamos
ahora en el punto de vida o muerte, en el mundo cristiano desde luego y a menos
que una nueva ideología venga y tome el liderazgo, entonces el declive de la
ideología cristiana y el declive del sistema político vendrá. Vemos que las
iglesias cristianas están casi vacías. La desarmonía está llegando a las
familias. Entre la gente joven hay muchos, muchos drogadictos. Estos son tres
de los más graves problemas que ocurren en esta nación, y ¿quién puede
conseguir que su desarrollo no vaya a más? ¿Quién puede aniquilarlos? ¿Puede
hacerlo el sistema educacional? Llegamos a la conclusión de que nunca podrá
hacerlo.
Entonces
eso tendrá que llevarnos a otra conclusión, que los Estados Unidos están
condenados; no hay ningún modo de sobrevivir. Allí sólo quedará el cadáver del
individualismo. En los ojos de la gente no habrá Diosismo
alguno, ningún concepto de sociedad, de nación y de mundo. Entonces están
impulsados a morir.
Dios
no bendijo esta nación para ser destruida de esta forma. Vuestros antepasados
hicieron de la ideología del país una ideología cristiana, una ideología amada de
Dios. El propósito de Dios al haber bendecido esta nación, fue tenerla para
trabajar por la salvación del mundo entero.
Entonces,
¿por qué está declinando la Cristiandad en este país de esa manera? Es porque
el pueblo cristiano ha sido capaz de realizar su misión. Dios va a castigar a
toda la gente, y aquellos que no llevan a cabo la misión que se les ha
asignado, son los que primero serán castigados.
Hay
mucha gente por el mundo democrático, y por eso la cristiandad es la más
responsable, pero en menos de veinte años, la cristiandad está enfrentada con
el declive. Si hay pensadores profundos, sabrán que esta nación, que esta gran
nación está al borde de la vida o de la muerte, y al menos desearían que
viniese un grupo para salvarla. Y Dios desearía lo mismo. ¿Pero existe ahora
tal grupo en el mundo cristiano que puede eliminar los defectos de la
cristiandad, y establecer una nueva tradición para salvar al mundo? Ningún otro
grupo sino el nuestro, la Iglesia de Unificación, puede hacer el trabajo, yo lo
creo firmemente.
Ante
todo debemos revolucionar y cambiar el individualismo profundamente arraigado
en los Estados Unidos. ¿Podemos hacer el trabajo? (Sí). En segundo lugar
debemos de ser capaces de revolucionar nuestra vida familiar, y debemos ser
capaces de cambiar a las familias a un concepto de nueva dimensión. ¿Es
posible? (Sí) ¿Podéis salvar a los drogadictos y trasladarlos a una nueva
personalidad y motivarlos a trabajar con nosotros y a salvar el mundo? ¿Podemos
hacer eso? (Sí) ¿Podemos estudiar, criticar, analizar y hacer un plan
alternativo para el sistema político y para el sistema de trabajo en cada nivel
de grupo y sacar al mundo de los viejo? Sí, podemos. Pero eso no puede ser
hecho mientras queramos andar por un camino cómodo pero si estamos dispuestos a
sacrificarnos a nosotros mismos y a negarnos por el beneficio de la voluntad de
Dios, seremos capaces de hacerlo.
Por
muy grande que pueda ser el poder atómico, y por muy grande que sea el poder
atómico que una nación pueda tener, con eso no pueden revolucionar la era. Por
muy fuerte que pueda ser un sistema político, con sólo eso no podéis salvar el
mundo. Por muy fuerte poder atómico que tenga esta nación, con sólo eso esta
nación no puede salvar al mundo. Tenéis un gran poder para mandar cohetes y
alcanzar la luna, pero con sólo eso América no puede salvar el mundo.
Nosotros
tenemos el gran enemigo Satán y con tan sólo esas cualidades puedes llegar a
arrodillarte ante él. Sabemos muy bien que Satán está usurpando, casi
ejerciendo, la hegemonía sobre esta nación. El oscuro diluvio de decadencia y
ruina está viniendo, y ¿con qué vamos a bloquear el camino, frenarlo en su
venida? Nuestro proyecto de Madison Square Garden es para eso, para parar eso
que viene a ocupar esta nación. Debemos mostrar a la gente de los Estados
Unidos y al poder satánico del comunismo que estamos aquí por el beneficio de
la voluntad de Dios, y nunca seremos derrotados por su poder. Debemos permitir
que la gente conozca que somos individuos diferentes, que nuestro grupo es diferente
de otras iglesias, y que trascendiendo límites nacionales, estamos aquí y
representamos al mundo entero.
Cuando
decimos que somos diferentes a los demás, no sólo el 90 por ciento o 90 grados
diferentes a ellos, queremos decir que somos 180 grados diferentes a los demás
y debemos ser 180 grados diferentes.
¿Qué
nos hace 180 grados distintos de ellos? Antes de uniros a la Iglesia de
Unificación, habéis sido individualistas, lo sé. ¿No es verdad? (Sí) ¿Pero cómo
os encontráis a vosotros mismos ahora? Estáis viviendo con el concepto de la
salvación de toda la humanidad. Hay una gran diferencia con lo que erais. ¿Qué
hay de esos que han sido drogadictos, o al menos hippies?
Bien puedo llamar a ese tipo de vida un cementerio de gente viviente. Todos los
que al menos una vez hayan usado drogas, levante la mano. En la ocasión en la
que pregunté sólo a los miembros americanos, la mayoría de ellos habían sido
consumidores de drogas. Cuando reuní a las 600 personas que ayunaron y tuvieron
vigilia de oración, aquí enfrente del Capitolio, si hubieran sido preguntados
sobre el uso de drogas, casi todos ellos habrían alzado las manos. Vienen de
familias desarmonizadas. Todos eran de antecedentes cristianos. Pero ellos se
olvidaron enteramente de Dios y no supieron de la existencia de Dios.
Aquí
en la Iglesia de Unificación, no sólo sabemos de la existencia de Dios, sino
que entendemos Su corazón, e1 corazón de Dios. Estamos hablando acerca del
corazón de Dios. ¿Puedes ver tu corazón? Pero sientes el latido. Sabes de la
existencia de tu corazón o mente. Bien por la misma señal puedes sentir y
conocer la existencia de Dios.
E1
corazón es la fuente de la vida de vuestro cuerpo entero, y puesto que
conocemos el corazón de Dios, tenernos el gran poder de cambiar el mundo, revolucionario
y haciendo al mundo perfecto, la intención de Dios original. Somos guerreros
luchando en el campo de batalla por la causa de Dios, y tu
debes darte cuenta del hecho. Por lo tanto somos una cría diferente de gente.
Es
natural para nosotros trabajar, no para nosotros mismos, sino para la gente del
mundo. Pero, ¿está el entorno preparado para nosotros? En un sentido sí, porque
la corrupción está penetrando en toda sociedad, en todo grupo o comunidad, y
ello es una especie de camino preparado para que nosotros lo recorramos. A
diferencia de los días antiguos, en el peor de los casos somos perseguidos,
pero no tenemos que ser martirizados en este mundo. Entonces debemos estar
agradecidos por eso. La gente te mirará fijamente, pero tu cuerpo entero lo
rechazará. Y sientes que Dios te está ayudando, y en ese momento sentirás que
ya eres un vencedor. Si sois soldados en el campo de batalla y tenéis un cuadro
claro de vuestro futuro éxito y victoria, ¿preferiríais como los soldados
emprender la retirada? No. Entonces, ¿qué haríais? Lánzate hacia delante, y si
una vez allí comienzas a empujar algo, debes empujar hasta que se mueva.
Comparada
con el vasto proyecto con el que estamos tratando, la isla de Manhattan es
pequeña. Los Estados Unidos pueden ser comparados con el Imperio romano en
tiempos de Jesús. La ciudad de New York es la ciudad de Roma. Pero mientras que
en aquel tiempo, especialmente la gente cristiana, era martirizada por la
voluntad de Dios, nosotros tenemos que ser martirizados. Debemos estar
agradecidos por eso.
Si
os dais cuenta de esa gran misión y si conocéis la posibilidad de ser
vencedores, debéis lanzaros al camino.
En
la providencia de Dios, ¿qué periodo será aquel en el que Dios pueda
concentrarse para ayudar? Hasta el momento presente la gente de Dios ha estado
en posiciones defensivas, no ofensivas. La historia nunca ha visto un grupo
como el nuestro, y estamos para irrumpir en el campo de batalla en posición
ofensiva. Somos más grandes que nuestros predecesores, incluso más grandes que
Jesús. Vamos a hacer cosas más grandes que las que hizo Jesús en su época.
Vamos a ser movilizados en un esfuerzo máximo para conquistar la meta a toda
costa, y originaremos el último día cuando disfrutemos de la victoria por Dios.
Si
en la campaña del Madison Square Garden somos capaces de llevar más gente que
la capacidad, entonces nuestra victoria será grande. Madison Square Garden será
el primer paso hacia la meta mundial, y si hacemos de ello un éxito, entonces
el próximo paso, que será la etapa de crecimiento después de la etapa de
formación en la tercera y etapa fina1, si tenemos éxito, entonces el nivel
mundial dará comienzo. Si la capacidad de asientos del Madison Square Garden es
de 20.000 personas, ¿querría Dios que lo sirvieseis con una persona menos que
la capacidad, o con una persona meno? (Con más) Esa persona, esa sencilla
persona determinará tu fracaso o tu éxito. Entonces, cada ocasión que
encuentres una persona, debes pensar que esta persona puede hacer de nuestro
proyecto tanto un éxito como un fracaso. Si sientes esa urgencia cuando
encuentres una persona, pensando que tú puedes determinar si nuestro proyecto
será o no un éxito, entonces estarás seguro de conquistar el corazón de ese
hombre y de traerlo a la sala. Por ello cada simple persona es de esa
importancia.
Por
supuesto que Dios te hará conseguir una sencilla persona más que la capacidad,
pero Dios es lo suficiente codicioso como para hacerte conquistar, no una
persona más, sino un número mucho más grande que la capacidad.
Cuando
habéis visto reunir a otros grupos a tanta gente, a una gran audiencia,
debemos sobrepasarlos, trayendo un mayor número de gente que esos grupos.
Si Dios está de nuestro lado, ¿no estaría animándonos con aplausos para
alcanzar esa meta? Conseguir un hombre más es nuestro primer blanco. De nuevo,
debes sentir la urgencia de una persona más, cada vez. ¿No querrías tener el
Madison Square Garden justamente lleno de personas, y tener una buena atmósfera
para que el padre hablase con ellos, o más bien tener gente a rebosar, de forma
que haya muchas personas que tengan que irse a casa, o esperar en los
alrededores del lugar? La gente estaría tan ansiosa de entrar en la sala que
las paredes se derrumbarían y las gafas de la gente se romperían. ¿Querríais
que eso sucediese? (Sí).
¿Y
qué si esa gente luchase por entrar en la sala y algunos cientos de personas
fueran muertas en ese accidente, pisoteados y muertos, estaría la media contra
nosotros y nos difamaría? (No) Entonces, ¿me castigaría Dios diciéndome, “tu
mataste a las personas en el Madison Square Garden y debo castigarte por eso?
Diría Dios eso? No. Bien, si estas dos cosas son la
elección alternativa para vosotros, ¿preferiríais tener a tanta gente muerta, y
de esa forma dar por seguro que el éxito sería vuestro, o tener menos gente en
una atmósfera más calmada? ¿Cuál es vuestra elección? (Más) Entonces
¿significaría eso que os gustaría tener a gente muerta? (Sí, No) Entonces sois
buenas personas.
En
nuestro concepto, la definición de bien y mal es diferente de las definiciones
ordinarias.
Bien,
algunos de vosotros podéis pensar que yo soy más grande que Napoleón, quien
conquista a las naciones sobre la base exterior. En el nivel espiritual, lo que
he hecho ha sido ganar terreno al poder satánico por la victoria. En la lucha
las casualidades, naturalmente, vienen, y Dios elogiaría, como vencedor, y no
me castigaría por eso. Dios no me tendría para descansar ni un momento.
Entonces, ¿os gustaría que os quisiese para descansar, o dirigir duramente el
camino? (Duramente) Cuanto más duro trabajéis más corto será el periodo y más
grande será la cosecha. Si esta vez viniese gente en una cantidad tres veces
mayor a la capacidad del Madison Square Garden, inmediatamente planearíamos el
próximo paso de reunión en el Yankee Stadium. Ese va a ser nuestro segundo paso en la base
mundial. Y el segundo es de cinco veces 20.000 personas. Sabéis, Dios está
haciendo a la gente reparar el Yankee Stadíum, ahora está en el proceso de ser reparado. Eso está
siendo hecho para nosotros mismos, por nosotros. Nuestro tercer paso será una
audiencia de medio millón en alguna parte. Billy Graham fue a Corea, reuniendo medio millón de personas, por
ello, nosotros debemos hacer más que eso. Debes estar resuelto. El hizo eso en
Corea y yo voy a hacer esto en los Estados Unidos.
¿Cuándo
aplaudís hacéis esto? ¿O esto? Al aplaudir, debéis hacerlo con las manos
apretadas, tanto horizontalmente como verticalmente, cuando trabajéis codo a
codo con otros miembros, cuando trabajéis con el Padre de esta forma, vosotros
en primer lugar deberéis ser tan fuertes como sea posible, sabéis, como para
derribar el Empire State Building, el Pan-América Building y todos los
rascacielos. Si ante todo estáis todos unidos de esta manera, yo seré quien use
el puño. Yo lanzaré por tanto el puño tanto como patalearé al blanco. Entonces
sea lo que sea lo que el puño encuentre, será roto. Eso es una broma. Estoy
realmente serio. Si estáis, y sólo si estáis unidos, tengo los medios para
hacerlo. ¿Preferiríais hacer eso? ¿O preferiríais sentaros con las manos caídas
disfrutando lo que tanto tiempo habéis ganado? Por supuesto que sé que queréis
estar unidos, y ser fuerte, y hacer el trabajo en el tiempo más corto posible.
En ese caso, ¿a quién os pareceréis? Os pareceréis a Dios. Después tal vez os
parezcáis a mí, y entonces tendréis un poder invencible con indecible energía.
Entonces los Estados Unidos verán que van a ser cambiados por nuestro poder en
el futuro.
Ya
estáis viendo la diferencia en nuestra campaña, la diferencia entre la campaña
de los últimos años y la de éste. Y ayer me paré en la oficina en Manhattan, y
encontré que las estadísticas muestran a un gran número de personas cada día
más y más tickets, por decenas y cientos.
La
moda de los Estados Unidos está prevaleciendo, extendiéndose al país y al mundo
entero desde New York. Y en esa New York City la Iglesia de la Unificación ha
llegado a ser una palabra familiar. Y si aún no lo es, nosotros vamos a hacerlo
posible. Lo que tiene lugar en New York City es conocido en cada rincón del
mundo, y si New York City conoce nuestro movimiento, y que lo estamos haciendo
en ese escenario es notable, seremos conocidos en todos los rincones del mundo.
A
veces puede que digáis, “bien, la voluntad de Dios es importante, pero si
hacemos esto, será demasiado y puede que alcemos alguna controversia negativa
antes que buena”. Pero no estéis temerosos de ello. Si nuestro proyecto de
Madison Square Garden tiene éxito, incluso a costa de las vidas de la gente,
entonces toda la ciudad de New York no podrá negar nuestra existencia, y el
país entero de los Estados Unidos no podrá sino reconocer a nuestro movimiento.
Hemos
trabajado en New York apenas tres años. Pero, ¿ha habido nunca una persona que
haya llegado a ser tan conocida en menos de tres años, habiendo hablado
primeramente en el Lincoln Center,
luego en el Carnegie Hall,
y más tarde, de repente, en el Madison Square Garden? ¿Hay alguien así? Por
consiguiente, de ahora en adelante la gente asociará el nombre de la
Iglesia de Unificación con el Madison Square Garden. Así, cuando en el futuro
envíe afuera más misioneros a más naciones, cuando lleguéis a esas naciones,
encontraréis siempre gente que os conozca cuando digáis que sois de la Iglesia
de Unificación. Dirán, “¡Oh!, vuestro maestro dio el discurso en el Madison
Square Garden con gran éxito”. Os conocerán, y ello hará vuestro trabajo en ese
país más fácil.
Hemos
establecido el récord más alto al haber pegado 720 posters
en un lugar. Incluso eso impresionará a la gente y recordarán a la Iglesia de
Unificación, “ah, esa Iglesia cuya gente pegó 720 posters
en un lugar”. Entonces todo será conocido a través de la publicidad, y tendréis
un completo álbum de recortes de lo que habéis hecho, al ir a otras tierras
como misioneros. Y a través de vuestra embajada en ese país, podréis abrir el
canal para alcanzar a los políticos de la nación, incluidos los presidentes de
las naciones. Entonces decirles que en breve una tropa de grupos
internacionales móviles irá a esa nación, y ellos estarán contentos y
dispuestos a recibirlos. En ese caso, estaréis trabajando con el embajador
secreto de la voluntad celestial. Y ahora nosotros estamos aquí allanando el
camino.
De
palabra y en la realidad, vamos a avanzar hacia adelante en el camino de
nuestro tercer curso de siete años, que va a ser el nivel mundial. Cuando
misioneros pisen nuevas tierras, la gente será escéptica de ellos, y si les
mostráis vuestro álbum de recortes de nuestras actividades, ellos reconocerán
inmediatamente a nuestro movimiento. ¿Podéis comprar eso con dinero? (No) Sólo
nuestro esfuerzo puede hacerlo, y a toda costa debemos hacer de nuestra campaña
de Madison Square Garden en éxito y allanaremos el camino de muchas maneras.
Cada
uno de vosotros debéis pensar que sois la persona sin la cual el proyecto del
Madison Square Garden no puede ser un éxito. Y quiero que escribáis en vuestro
diario lo que habéis hecho con detalle.
En
días venideros vuestros descendientes leerán el diario y estarán curiosos por
visitar New York. Visitarán cada área en la calle y en los caminos de antaño
con el fin de recorrer el camino por el que habéis ido. Supón que el diario
diga que en Times Square fuisteis rechazados por tanta gente que enfrente de un
cierto edificio te abrazaste a un cierto poste de electricidad y lloraste por
ayuda de Dios. ¿Y qué sucederá cuando vuestros descendientes leyesen el diario?
Vendrían a ese lugar y orarían ante el poste eléctrico.
Para
hacer el trabajo no hace falta una gran persona, una persona famosa. Supón que
una pequeña chica de Holanda hiciese esa gran cosa, hizo el trabajo una
desconocida persona de Inglaterra o de Italia, o de alguna otra parte. Esto
llegará a ser más sensacional. Y por cuantas más dificultades atraveséis, tanto
más entusiasmada estará la gente que lea vuestras historias.
Debes
estar dispuesto a entablar una fiera batalla, y cuanto más feroz sea, mejor. Si
de todas formas vas a ir al campo de batalla ¿comenzarías el día frunciendo el
ceño y con desgana, o lo iniciarías con un rostro sonriente? Vuestra batalla
debe ser feroz. ¿Preferiríais luchar durmiendo muchas o pocas horas? (Pocas)
¿Lucharíais corriendo por el camino, o tan sólo caminando? (Corriendo)
Lo
que os estoy pidiendo qua hagáis es lo que los jóvenes americanos odian hacer.
¿Estáis dispuestos a que os guste lo que a otras personas les gusta hacer? (Sí)
Entonces el problema es grande. Por ello vendrá una gran revolución, y un gran
camino va a ser abierto. El nuevo camino en la providencia de Dios será
allanado por vosotros en este momento. ¿Sois pues serios, ó no? (Sí) Debéis
correr en vez de caminar, debéis visitar cada rincón de la ciudad. Aquellos que
piensan que pueden hacerlo que levanten las manos. Quiero que alcéis las manos
al mismo tiempo, no haciendo esto o aquello, sino de esta manera. Alzad
vuestras manos si estáis dispuestos a hacerlo.
El
tiempo en el que nos encontramos corresponde a los días de Jesús y sin nuestra
ayuda, y sin que hagamos esto, ningún otro puede hacerlo. Por ello quiero que
seáis serios y trabajéis seriamente en esta ocasión. Por nosotros, y a través
de nosotros, será posible liberar a la nación de los Estados Unidos, liberar al
mundo democrático y liberar incluso a Dios. Debemos movilizar todos nuestros
esfuerzos para este proyecto y lanzarnos hacia la meta. ¿Oramos?
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