LAS MUJERES QUE TENDRAN EL PAPEL PRINCIPAL
EN EL MUNDO IDEAL
Sra. Hak Ja Han Moon
Presidenta de la Federación de Mujeres por la Paz Mundial
Este discurso fue pronunciado el día 10 de junio de 1992 en el
primer encuentro nacional de la Federación de Mujeres por la Paz Mundial, en
Seúl, Corea
Distinguidas invitadas y miembros de la Federación de Mujeres
por la Paz Mundial:
Es un gran honor poder compartir mis creencias sobre la paz
mundial con esta magnífica asamblea de destacadas mujeres procedentes de cada
área de la sociedad. Mi discurso hoy lleva por título, "Las Mujeres que
Tendrán el Papel Principal en el Mundo Ideal".
Estamos entrando ahora en la era fundamental para la creación
de un mundo unificado. El tiempo actual marca el comienzo de una era en que la
humanidad ha empezado a ir más allá de las barreras ideológicas y del idioma,
de las diferencias culturales y de los conflictos raciales.
El deseo más querido de la humanidad es poner fin a las
guerras, la opresión y la explotación en este mundo, dando vía libre a la
promesa de un futuro pleno de verdadera libertad, paz y prosperidad.
Todos estos años, mi marido, el reverendo Sun Myung Moon, ha
estado defendiendo la ideología del Diosismo, superando una fuerte oposición y
persecución por parte de individuos que simplemente se han limitado a utilizar
la fuerza. El jugó un papel decisivo en el pasado en el proceso de apertura que
dejó atrás la era de la Guerra Fría. Hoy en día, en este periodo histórico de
transición que tiende hacia la conciliación y la cooperación, quiero presentar
el Diosismo como el gran principio y el fundamento sobre el que podemos
construir un mundo eterno de paz. Me gustaría enfatizar una vez más que el
Diosismo defendido por el reverendo Moon debe ser la guía a seguir por todas
las mujeres que sentarán las bases del mundo futuro.
Poseer el amor de Dios
En un principio, Dios creó objetos de amor para sentir alegría.
¿De dónde procede el corazón del escultor, capaz de invertir su juventud y
trabajar sin cesar noche y día hasta crear una obra maestra? ¿No creéis que se
parece al corazón de Dios creando objetos de amor con los que sentir alegría?
Si observamos el mundo, nos damos cuenta de que todo tiene una
dualidad inherente. Minerales, plantas, animales y personas, existen en pares.
¿Sabéis por qué existe todo de esa forma? Para relacionarse unos con otros. En
el reino de los minerales existe la acción entre iones positivos e iones
negativos. Si no hubieran elementos comunes entre los átomos, no podrían
unirse. Incluso Dios no puede imponer Su sistema si los elementos recíprocos no
son los correctos. Y, por el contrario, si estos elementos son los correctos,
entonces Dios no puede impedirles que lleguen a unirse. Aunque sucede a un
nivel inferior, esta acción en el reino de los minerales nos sirve como modelo
ideal del amor existente en la creación.
No se puede evitar por tanto que el corazón de Dios y el
corazón de los hombres, la creación entera e incluso los animales, centrados en
el verdadero amor, sean capaces de comunicarse entre sí. El problema es que no
hemos tenido tal relación. Si vais al territorio donde viven los ideales,
encontraréis la creación entera en armonía. En esa tierra llena de amor y
alegría, al reír veréis que toda la creación, incluso Dios, también se ríe en
armonía.
¡Damas y caballeros! Todos tenéis esposos y esposas que os
quieren, ¿no es así? ¿Cuánto amáis a vuestra esposa? Si alguien os ofreciera un
billón de wones o diez billones de wones por vuestra mujer, ¿la venderíais?
¿Hay alguna mujer que cambiaría a su querido marido si se la ofreciera el cielo
y la tierra? Esto es una señal de que el hombre ha nacido para la mujer, y la
mujer para el hombre. Es una consecuencia del verdadero amor, que siempre busca
el vivir por los demás. Dios creó a la mujer y al hombre como un armonioso yin
yang, para que pudieran hacer realidad el ideal del amor. Sólo podemos
descubrir el verdadero amor unificado por medio del hombre y la mujer. Dios y
el individuo también se unen por el verdadero amor.
En el matrimonio, después de que un hombre y una mujer se han
unido horizontalmente en un verdadero y absoluto amor, ambos intentan poseer el
verdadero y absoluto amor vertical de Dios. El absoluto Dios hizo que el
verdadero amor estuviera en la posición más alta como centro de los valores
verdaderos y absolutos. Cuando un verdadero hombre, una verdadera mujer y Dios
llegan a unirse completamente, centrados en el verdadero amor, pueden
solucionar todos las cuestiones relacionadas con nuestra visión del universo,
de la vida y de Dios.
La senda del sacrificio
El verdadero amor de Dios es de tal naturaleza que aunque Dios
ama una y otra vez, se da una y otra vez, aún así, olvida todo lo que da. Si
recordáis algo de lo que habéis dado, entonces el amor deja de ser eterno. Ya
que el amor es una acción eterna, no debéis acordaros de lo que dais. El amor
continúa su fluir si dais y dais y os olvidáis de lo dado.
La senda del verdadero amor no se encuentra recibiendo algo,
sino que pasa por el sacrificio y la vida por los demás. Por esta razón, Dios
al crear un objeto de verdadero amor, se puso a sí mismo en la posición de
vivir por los demás. Dios quiso invertir una y otra vez el cien por cien de
todo lo que tenía ya que quería, al darse completamente, que Su objeto de amor
fuera mejor que El mismo. El creador de los cielos y la tierra, nuestro Padre
celestial, Dios, la existencia central y original, tiene este tipo de corazón.
Por tanto la acción de vivir por los demás, presente en el verdadero amor,
significa que debéis dar un cien por cien, o incluso un mil por cien, hasta
vaciaros completamente. En la atmósfera terrestre, cuando se forma un sistema
de baja presión, un sistema de alta presión empieza a circular automáticamente.
Ocurre lo mismo con el amor. Cuando lográis crear un área de baja presión
absoluta o un vacío de amor, el amor de Dios empezará a circular. Por tanto, el
vivir absolutamente por los demás provoca un tifón capaz de desatar la fuerza
más grande.
¡Mis queridas miembros de la Federación de Mujeres por la Paz
Mundial! Existe el viejo refrán que dice, "La mujeres son débiles, pero
las madres, fuertes". Una mujer por sí misma puede parecer débil, pero si
una mujer como madre asume la posición de ser el sujeto de amor, o como esposa
o hija desempeña el papel de ser el centro del amor, se convertirá entonces en
la más fuerte. Ya que si una mujer como madre, esposa o hija, asume la posición
de ser el sujeto de amor y se da cien por cien a su objeto, entonces el amor de
Dios vendrá a llenar el vacío creado tras haberlo dado todo. En ese preciso
instante el poder del amor de Dios empezará a actuar. Por tanto, como mujer, si
se asemeja a Dios y asume la posición de ser el sujeto de amor, se desatará una
fuerza enorme y el poder de este amor dará vida a la familia, a la nación y al
mundo.
Centradas en el verdadero amor
El hecho milagroso de que Yu Kwan Sun, una joven de dieciséis
años, diera tal empuje al movimiento de independencia de Corea, se debió a su
patriótico y ardiente corazón por salvar a la nación.
Dios está en la posición de ser el sujeto del amor y vive
completamente por Sus hijos, la humanidad. Al mantener esta acción de Su
naturaleza original, es decir, dándose una y otra vez, puede existir
eternamente. De esta forma, queda establecida la tradición del verdadero amor,
la lógica de la vida eterna.
Si la humanidad, como compañeros de Dios en el verdadero amor,
hubiera madurado de acuerdo a Su voluntad y heredado el amor incambiable y
absoluto de Dios, entonces el mundo habría presenciado una historia de unidad
absoluta, y no una historia de guerras, calamidades y miserias. Si vuestra
mente y vuestro cuerpo se unen con el verdadero amor como centro, llegaréis a
ser compañeros de Dios, estaréis en la posición de objeto eterno de Dios, y
heredaréis Su amor eterno.
Esa herencia de amor lleva consigo el derecho a heredar, el
derecho a vivir junto a Dios y el derecho a participar de lo que Dios hace.
Aunque una mujer venga de una familia humilde y no tenga estudios básicos, si
se convierte en la esposa del presidente y forman una hermosa pareja, entonces
todo lo que es del marido pasa a ser de ella, pueden vivir juntos noche y día,
y tiene el derecho a participar en los asuntos de su marido.
Ya que el verdadero amor tiene estos tres grandes atributos de
"herencia", "vida compartida" y "participación",
si estáis en la posición de ser uno con el absoluto, incambiable y verdadero
amor de Dios, podréis ir a donde Dios se encuentre, tendréis el derecho a vivir
con El, y participaréis en todas y cada una de las cosas que Dios haga. Cuando
la humanidad cayó, el corazón de Dios se llenó de dolor. Hay gente que ha
experimentado este corazón apenado de Dios. Estas personas llegan a sentirlo
tan profundamente que, a veces, cuando pasean, se paran de repente y se echan a
llorar.
Incluso en el mundo caído en que vivimos, hay muchas ocasiones
en que una madre siente intuitivamente que algo le está ocurriendo a su hijo y,
a veces, mientras duerme, se despierta pronunciando el nombre de su hijo. Así
es el amor maternal.
Si podemos absorber en nuestra mente y cuerpo el cien por cien
del amor de Dios, siempre dispuesto a vivir por los demás, el verdadero amor de
Dios echará raíces en nuestros corazones y podremos comunicarnos con Dios
libremente, sintiendo lo que El siente; entonces nuestro cuerpo automáticamente
actuará al unísono con nuestra mente. Debéis daros cuenta por tanto que es
necesario recuperar el verdadero amor original de Dios para recobrar el mundo
unificado de nuestra mente y cuerpo.
De acuerdo al principio de lo "unísono" que surge del
verdadero amor, cuando una persona llegue a la unidad centrada en el verdadero
amor, y entre en el dominio de una unión compartida, podrá afirmar que el amor
de Dios es su amor, la vida de Dios, su vida, la sangre de Dios, su sangre, y
la creación de Dios, su creación. En consecuencia, la madre y el padre que abarquen
el universo en sus corazones, tendrán sus nombres inscritos en el registro
familiar del reino de los Cielos.
¿Qué surge primero el amor o la vida? El amor. Una persona
tiene vida debido al amor. La concepción se produce centrada en el ideal del amor.
Por tanto, la esencia de la vida de una persona es el amor. Ya que la ley
celestial establece que la vida, cuya esencia es el amor, sea vivida por los
demás, podemos decir por tanto que desde el momento en que una persona nace,
nace para su pareja.
Si creemos que hemos nacido sólo para nosotros mismos, o que
todos los demás han nacido para mí, entonces el concepto del amor nunca se hará
realidad. El punto de partida del amor está en el sacrificio y la vida por otra
persona. El individuo que vive por su familia abre el camino para el amor
familiar. El individuo que se sacrifica por un amigo crea el amor entre amigos.
Cuando os sacrificáis por los demás, os puede parecer que lo
estáis perdiendo todo, pero en realidad, ocurre lo contrario. No sólo llegaréis
a ser los sujetos del amor y señores de todas las cosas, sino que alcanzaréis
un nivel superior.
Existe el principio en el amor de que entre mayor sea tu
sacrificio por los demás, mayor, el nivel de ese amor. Si os sacrificáis por
una gran causa, no seréis absorbidos por ésta, sino que llegaréis a ocupar la
posición central en la misma, y alcanzaréis un nivel nuevo y superior. El
Cristianismo ha llegado a ser una religión que da resurrección debido a que
enseña a la gente a sacrificarse por los demás. El mismo Jesús, limpio de todo
pecado, murió en la cruz orando a Dios que "no se haga mi voluntad, sino
la tuya", y pidiéndole fervorosamente que perdonara la ignorancia y el
pecado de los soldados romanos que estaban atravesándole con sus lanzas.
La vida de Jesús es un modelo de sacrificio y vida por los
demás. Este modelo debe ser la base y la ideología central del Cristianismo en
la construcción de una nueva historia de resurrección. Si sacrificáis vuestra
vida por los demás, alcanzaréis el nivel más alto de vida.
Dios siempre nos cuida
Con el verdadero amor se crea el fundamento para conquistar
incluso el infierno. Si poseéis verdadero amor, todo el dolor y el sufrimiento
desaparecerá por medio de ese verdadero amor y se tornará en alegría. En otras
palabras, el verdadero amor, como parte integrante de la naturaleza original
del individuo, transciende cualquier deseo personal por poder, conocimiento o
riqueza.
Desde este punto de vista, la estrategia de Dios para salvar a
la humanidad a lo largo de la historia humana, y la estrategia de Satán,
tratando de evitar que Dios lo lograse, han sido completamente opuestas. La
estrategia de Dios se ha centrado en aguantar los golpes para después vencer,
mientras que Satán siempre ha atacado primero pero ha perdido al final.
Fijaros en la Primera, Segunda y Tercera (guerra ideológica)
Guerras Mundiales. Aquellos que las iniciaron, perdieron. Dios no recupera lo
que le ha sido robado matando a los que están en el lado de Satán y
arrebatándoles lo que le pertenece. Dios, como señor del universo, podría
atacar y llevarse lo que es suyo si quisiera, sin embargo, no lo hace. Por el
contrario, permite que los suyos sean maltratados primeramente.
Unos padres pueden lograr que un hijo desleal se arrepienta si
continúan sacrificándose por él. Dios, para construir la gran vía de la ley
celestial, fue a Satán y le enseñó como debía de comportarse cuando un maestro
viniera. Pero la historia nos muestra que cualquier maestro que viniese a
enseñarnos, era maltratado. ¿Pero que ocurría después de ser golpeado? Lo
recuperaba todo y mucho más. Confucio recibió una gran persecución. Jesús murió
acusado de rebelión contra el Imperio Romano. Pero con el tiempo, los nombres
de los santos permanecen. ¿Quién fue santo en propia vida? Aunque padecieron
muertes miserables en sus propias vidas, a medida que han ido transcurriendo
las diferentes etapas de la historia, ellos han ido creciendo gradualmente a un
nivel superior.
Dios no quiere ser recompensado por tan sólo diez o veinte
años. Cuanto más tiempo pasa, mayor es Su recompensa, hasta que finalmente el
mundo entero sea recuperado completamente. Aguardando pacientemente por miles
de años, Dios ha estado calculando Su recompensa. Es algo parecido a ingresar
dinero en un banco: con el paso de los años el interés se va acumulando y llega
el día en que tienes suficiente dinero para comprar el propio banco. Dios es un
ser que espera el momento oportuno y utiliza la estrategia de aguantar los
golpes para pasar a la ofensiva más tarde.
Si sois perseguidos por el mundo malo, el cielo os ayudará y os
permitirá superar todas las dificultades. Dios ha permitido que mi esposo y yo
experimentemos este principio muchas veces. Al recibir persecución heredaréis
las pertenencias del enemigo. Dios siempre se cuida de los que ama de esta
manera. Dios no mata a una persona a la que quiere castigar porque sabe que
incluso esta persona tiene padres, esposa o hijos que la aman; y ya que Dios ha
ido por tal valle de lágrimas, al sentir el corazón de esos padres, esposa o hijos,
no puede hacerla daño.
Encuéntrate a ti mismo y a Dios
Si sientes realmente el corazón de Dios, ¿cómo puedes vengarte
de tu enemigo? Debes hacer lo contrario, estimular a la gente para que le
ayude. El deseo de querer abrazar a tu enemigo y unirte a él en amor, muestra
que estás ante las puertas del Reino de los Cielos. Los cielos y la tierra se
sentirán emocionados y Dios mismo se echará a llorar. Dios te dirá, "¡te
pareces a mí!", y se llenará de alegría. El que Dios sea así, nos permite
comprender el sentido de las palabras "ama a tu enemigo". Esta fuerza
no se adquiere con el conocimiento, el dinero o el poder, se genera sólo con el
verdadero amor.
Por tanto, al igual que vivís por vuestros queridos padres e
hijos, debéis superar el sentimiento de que Corea del Norte es vuestro enemigo,
y desear la unificación con amor verdadero y altruista en vuestros corazones.
La unificación del Norte y Sur de Corea, tan ansiada por todos,
sólo será posible con el espíritu de ese verdadero amor altruista, con el cual
podemos amar incluso a nuestros enemigos. De la misma forma que los padres
cuidan de sus hijos, y se quieren los hermanos y hermanas, debemos sentir el
dolor de nuestros hermanos y hermanas de Corea del Norte como
"nuestro" propio dolor, y debemos encontrarnos y trabajar para
unirnos de nuevo bajo el incambiable amor verdadero de Dios.
El punto de intersección donde Adán y Eva, centrados en el
verdadero amor, pueden encontrar a Dios y asentarse, sólo tiene lugar en un
ángulo de noventa grados, allá donde lo horizontal y lo vertical se encuentran.
Este es el lugar oficial que permite al verdadero amor asentarse.
Dios es el padre del verdadero amor vertical, Adán y Eva
deberían haber sido los padres del verdadero amor horizontal. Deberíamos haber
nacido heredando el amor, la vida y el linaje de sangre de estos dos tipos de
amor paternal; así, mi mente llegaría a ser el "yo" vertical y mi
cuerpo, el "yo" horizontal. Cuando el "yo" vertical y el
"yo" horizontal se unieran en ese punto de intersección de noventa
grados, un individuo se convertiría en el compañero del Dios eterno por medio
del verdadero amor.
Dios posee un verdadero amor, una verdadera vida y un verdadero
linaje de sangre. Ya que venimos de Dios, deberíamos tener un verdadero amor,
una verdadera vida y un verdadero linaje de sangre. Con el verdadero amor de
Dios como guía, el individuo ha nacido para ser uno con Dios. Al igual que la
mente y el cuerpo de Dios están unidos de forma natural centrados en el
verdadero amor, la mente y el cuerpo de la humanidad deben estar unidos
también, de forma natural, por medio del verdadero amor.
En cambio, la humanidad caída heredó el amor, la vida y el
linaje de sangre de Satán. El cuerpo pasó a ser el frente de Satán y la mente,
el frente de Dios, y ambos están continuamente luchando entre sí. El amor, en
nuestro tiempo, no está centrado en la mente del individuo, sino en su cuerpo.
Nuestros cuerpos han llegado a ser salones de baile de Satán. Nuestro cuerpo es
la argolla de donde pende el ancla de Satán. La mente debe estar en la posición
del polo positivo, representando el cielo, pero el cuerpo ha llegado a ser otro
polo positivo y juguetea con la mente. Debemos rectificar esta situación en
nuestras propias vidas. Dios comprende esta necesidad y, por consiguiente, nos
ha dado la religión como taller de reparaciones. La religión nos enseña a negar
el cuerpo por medio del ayuno, el sacrificio y el servicio. La religión enseña
a la mente cómo vencer al cuerpo. Para que los deseos del cuerpo se debiliten y
éste pueda seguir a la mente, debemos llevar una vida de fe y transmitir al
cuerpo buenos hábitos durante un periodo mínimo de tres a cinco años. La
religión nos pide que no descansemos sino que oremos constantemente.
Dios está exclusivamente en la posición vertical, por tanto,
sólo puede actuar por medio de la mente. Satán, en cambio, actúa desde todas
las direcciones, desde cada uno de los 360 grados, de forma que la humanidad
caída se ve forzada a caer presa de la actividad de Satán.
Al estar la mente en la posición vertical, actúa desde un sólo
punto. Ya que la base vertical y la horizontal son diferentes, la mente no
puede actuar desde la base horizontal. Debido a que la mente se ve fácilmente
arrastrada por el cuerpo, ésta, en la posición vertical, tiene que llevar una
vida de devoción y oración, por la cual su fuerza se multiplica tres o cuatro
veces. Entonces puede dominar al cuerpo libremente y guiarle por el camino
correcto de tres a cinco años, ayudándole a crear buenos hábitos. No hay otro
método para reparar el cuerpo que no sea con la unión entre lo vertical y lo
horizontal. Al menos que la humanidad entre por la puerta de la religión, que
nos enseña a vivir este tipo de vida, la humanidad no podrá volver a su
posición original. Los caminos de la filosofía, el conocimiento o la
conciencia, por sí solos, no son suficientes. La mente vertical y el cuerpo
horizontal tienen que unirse.
¿Qué debió provocar la caída del hombre y hacer que su mente y
cuerpo no pudieran unirse al ideal de Dios? La Biblia nos dice que se debe a
que el hombre comió del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Sin
embargo, ¿qué parte del cuerpo cubrieron Adán y Eva después de comer el fruto?
Deberían haber ocultado su boca y sus manos, pero ocultaron sus partes bajas y
posteriormente se casaron centrados en Satán. De esta forma se inició la
multiplicación del linaje de sangre malo de Satán.
Sin embargo, el origen del verdadero amor, la verdadera vida y
el verdadero linaje de sangre de una persona se encuentra en los órganos
sexuales del amor. Por la caída, los órganos del amor, que debían ser el lugar
más sagrado, se convirtieron en el lugar más abominable, destruyendo el camino
del cielo. Los órganos del amor se convirtieron en la sede central del mal,
sembrando la simiente de un falso amor, una falsa vida y un falso linaje de
sangre.
Los antepasados del hombre, Adán y Eva, cayeron cuando eran
adolescentes, todavía inmaduros. Desde un punto de vista histórico, el linaje
malo de sangre de la humanidad se inició con las semillas del mal sembradas por
Adán y Eva. Por tanto, cuando llegue el Fin de los Tiempos, la juventud del
mundo entero destruirá la ética del amor, al igual que lo hicieron Adán y Eva,
y la marea de la corrupción se extenderá por el mundo.
Cuando veamos este fenómeno, habremos llegado a la era de
Satán. Estamos viviendo en ese preciso instante, el día del juicio final,
cuando Dios ejerce Su poder con vara de hierro.
La historia muestra que cualquier ciudad o país que ignora a
Dios y cede ante el libertinaje, son destruidos. Sodoma y Gomorra fueron
destruidas por fuego y azufre; Roma fue destruida debido a que la gente se
degradó moralmente y no mantuvo su castidad.
Mirad América, Europa y Japón, las naciones avanzadas del
mundo, ¿quién puede parar el libertinaje sexual, que crece por todas partes?
Este mundo, cada vez más cosmopolita, vive lleno de amor corrupto y adición a
las drogas. De esta forma el cuerpo está siendo arrastrado a la muerte. Este no
es el camino que quiere nuestra mente, que pide ayuda desesperadamente.
Todos los que fueron llamados a lograr que la humanidad
volviera al seno de Dios, fracasaron. Alguien tiene que surgir que sea capaz de
sacar al mundo fuera de este ambiente caído y guiarlo por el camino de la
verdad.
Podemos comparar al hombre caído, que ha llegado a estar del
lado de Satán, con un brote de olivo silvestre. Entre los hombres caídos, Dios
ha escogido a algunos de esos brotes de olivo silvestre. Aquellos brotes
pertenecientes al ámbito de la religión son de Dios, y El ejerce su dominio
sobre ellos libremente. El lo ha preparado todo para que cuando venga el Señor,
éste sea capaz de cortar los árboles de un solo golpe e injertarlos en él. De
esta forma los brotes de olivo silvestre pasarán a ser verdaderos olivos,
recuperando su estado original. En consecuencia, aquellos que tengan una
religión deben hallar al verdadero padre original, ya que no han nacido de la
semilla de vida original del verdadero padre y, por tanto, no han podido
cumplir el ideal de Dios ni unirse al linaje de sangre de Dios centrado en el
verdadero amor original. Para cumplir este propósito viene el Mesías.
¿Sabéis quién es el Mesías?
El Mesías ha venido con la tremenda responsabilidad de ser el
Verdadero Padre, teniendo que arrancar y tirar las raíces de aquellos nacidos
de padres falsos y restaurarlos a su estado original. Tiene la responsabilidad
de acabar con Satán, liberar a la humanidad y construir el Reino de los Cielos
en la tierra, siendo recibido por todos.
Si os convertís en hijos e hijas capaces de heredar el amor, la
vida y el linaje de sangre de Dios así como el amor, la vida y el linaje de
sangre de los Verdaderos Padres, entonces, al igual que Dios, vuestra mente y
cuerpo no lucharán más, y seréis el verdadero centro unificado de la paz mundial.
Allá donde la mente y el cuerpo se unen está el punto de partida de un mundo
eterno de paz.
¡Mis queridas miembros de la Federación de Mujeres por la Paz
Mundial! Cumplamos nuestra labor como siervos pero con un corazón paternal.
Derramemos nuestro sudor por la tierra, nuestras lágrimas por la humanidad y
nuestra sangre por el cielo, y liberemos de su dolor a nuestro Padre, Señor y
Creador del universo. Llevemos la cruz por el camino de la salvación para
construir un mundo de paz.
No olvidéis que, aunque nuestro objetivo es el mundo, el punto
de partida es la unidad entre nuestra mente y nuestro cuerpo centrada en el
verdadero amor. Debemos ser conscientes de que hasta que nuestra familia sea un
lugar donde more la felicidad eterna y el verdadero amor, nuestra esperanza por
un país ideal, un mundo ideal y el Reino de los Cielos en la tierra no se hará
realidad.
En un futuro no muy lejano, se unirán a nuestra Federación de
Mujeres por la Paz Mundial gentes de todo el mundo y llegará a ser la
Federación de Familias por la Paz Mundial; entonces construiremos un mundo de
verdadero amor en el que todas las razas vivirán unas por otras por toda la
eternidad.
Alcémonos y llevemos el papel principal en el cumplimiento de
esta histórica misión. Qué la bendición de Dios esté con vosotras y con
vuestras familias.
Muchas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario