Mensaje de la Fundadora
Leído por la Sra. Sun Jin Moon
Nuestro Desafío en estos Tiempos:
Construir un Mundo de Paz Eterno
En las Américas y en el Mundo
Dra. Hak Ja Han Moon
Co-fundadora de la Federación para la paz
Universal
FEDERACIÓN PARA LA PAZ UNIVERSAL
Conferencia Internacional de Liderazgo
Montevideo, Uruguay
22 de abril de 2014
Excelencias. Distinguidos líderes religiosos.
Embajadores para la Paz. Respetados delegados de toda América del Sur, Central
y del Norte. Damas y caballeros. Es un gran gusto para mí dirigirme a ustedes
en esta hermosa ciudad de Montevideo, en esta importante Conferencia
Internacional del Liderazgo auspiciada por la Federación para la Paz Universal.
El Hotel Victoria Plaza tiene una gran
importancia para mí, como el lugar de celebración de tantos eventos importantes
dedicados a la paz y al desarrollo en Latinoamérica y el mundo. Recuerdo que
hace unos veinte años, mi esposo, el Rev. Sun Myung Moon y yo, fuimos recibidos
aquí por el entonces Presidente de Uruguay, Luis Alberto Lacalle, junto con el
Presidente del Banco Central de Uruguay y otros importantes personajes
políticos. En esa ocasión, estábamos llevando a cabo una ceremonia de
inauguración del Hotel Convention Hall. Fue en aquella ceremonia que mi
esposo y yo, junto con otros invitados, hicimos una promesa de avanzar para
construir un nuevo futuro de paz y prosperidad. Aún recuerdo vívidamente ese
día como si fuera ayer. Mi esposo y yo estábamos llenos de esperanza y emoción,
mientras fundábamos esta iniciativa para la paz en las Américas.
La verdad fundamental que yace en el núcleo de
esas iniciativas es que todos somos hijos e hijas de Dios; y, por lo tanto,
somos miembros de “Una Familia Bajo Dios”. Todos nuestros esfuerzos y las
numerosas organizaciones de paz que hemos fundado desde hace muchos años, se
han dedicado completamente al cumplimiento de esa visión. Con la gracia de
Dios, esta visión ahora está floreciendo como una flor de esperanza. Oro para
que esta visión continúe creciendo y dé frutos aquí en América del Sur y en
todo el mundo.
En este gran continente, y en todo este
hemisferio, las personas aspiran vivir en libertad y armonía como hermanos y
hermanas y en armonía con la naturaleza. Este ideal ha sido una esperanza muy
añorada por Dios y el deseo de la humanidad a lo largo de las eras. Creo que es
tiempo de que nos enfrentemos a un cambio urgente para hacer realidad este
ideal.
Nuestro mundo está pasando por varias
dificultades: desde el cambio climático y la pobreza hasta las tensiones y
conflictos geopolíticos. Norteamérica y Sudamérica presentan sus propios
problemas, pero creo que las personas de ambos continentes tienen un enorme
potencial y pueden pararse en la línea de frente para construir un nuevo mundo
de paz y prosperidad eternas. Ahora, la fortuna celestial se está enfocando en
esta región. Brasil será la sede de la Copa Mundial FIFA 2014 el próximo junio,
y también de las Olimpíadas de Verano 2016. Todas las miradas se están
dirigiendo a Sudamérica. Damas y caballeros, en tiempos como este, tenemos que
abrir nuestros corazones y mentes para recibir la guía de Dios, nuestro Padre
Celestial. ¡Es por eso que nos hemos reunido hoy aquí!
La Historia y los Resultados del Movimiento para Unificar a los
Pueblos de América del norte y del Sur
¡Estimados líderes! De acuerdo con la voluntad
de Dios, mi esposo y yo pasamos más de tres décadas, durante la mejor etapa de
nuestras vidas, sacrificándonos a nosotros mismos y a nuestra familia para
llevar a cabo un despertar espiritual en los Estados Unidos de Norteamérica,
una nación que fue bendecida por Dios para convertirse en la nación más
poderosa del mundo. Sin embargo, las bendiciones de Dios no solo eran para el
pueblo estadounidense, sino para toda la humanidad. Así, los Estados Unidos,
como la nación líder del mundo libre, tenía la responsabilidad de trabajar y
servir a otras naciones para establecer el ideal original de Dios, el mundo del
amor verdadero y la paz eterna. Desafortunadamente, a partir de la década de
1960, muchas personas de los Estados Unidos comenzaron a perder de vista esa
verdad, evidenciado este hecho en la propagación del abuso de drogas, sexo
libre, individualismo y materialismo. Así comenzó una tendencia que se dirigía
hacia el declive espiritual y cultural.
Comenzamos con nuestra llegada a los Estados
Unidos en 1971, cuando mi esposo y yo buscábamos realizar un gran despertar
mediante movimientos populares dedicados a la renovación espiritual y moral. Mi
esposo entendió que Dios lo había llamado “como un bombero para apagar el
fuego, como un médico para sanarlos”. Los Estados Unidos habían perdido su
camino, y necesitaban reavivar ese espíritu centrado en Dios que había
predominado en el tiempo de su fundación. Este era el mensaje que mi esposo y
yo entregamos a los Presidentes Eisenhower y Nixon, a cientos de miembros del
Congreso en el Capitolio de los Estados Unidos y a millones de estadounidenses
de todas las religiones, razas y trasfondos culturales. Yo también transmití
este mensaje centrado en Dios a través de los Estados Unidos y en la Sede de
las Naciones Unidas.
Nuestra visión no era simplemente para los
Estados Unidos o Norteamérica, sino para “las Américas”. Por esta razón, en
octubre de 1980, fundamos la Confederación de Asociaciones para la Unidad de
las Sociedades Americanas (CAUSA). CAUSA auspició seminarios educativos a lo
largo de todas las Américas con el propósito de introducir la visión de una
comunidad global de paz centrada en Dios. Este esfuerzo fue ampliamente
recibido por todos los niveles sociales –incluyendo líderes gubernamentales y
religiosos– y sirvió como una alternativa crítica hacia el materialismo y las
ideologías divisorias. Siempre enfatizamos la centralidad de la espiritualidad
y del “Diosismo” como el camino verdadero hacia la liberación, el desarrollo y
la paz.
Para mantener esta visión de paz, mi esposo y yo
fundamos The Washington Times en 1982. Por más de treinta años, The Washington
Times ha ostentado el estándar periodístico más elevado, y ha afirmado los
valores universales de fe, familia, libertad y servicio. Siendo reconocido por
líderes como Ronald Reagan y Margaret Thatcher, fue fundamental en la ayuda
para terminar con la Guerra Fría. Sigue siendo una voz líder del periodismo
veraz y responsable. En 1996, con esta misma misión, nosotros, junto con el ex
presidente George H. W. Bush, establecimos Tiempos del Mundo, que comenzó en la
ciudad de Buenos Aires, Argentina, y se expandió por 16 naciones a lo largo de
América Central y del Sur.
En la década de 1980, el comunismo se había esparcido
por Asia y África y estaba intentando expandir su influencia en América del
Norte y del Sur. Nicaragua estuvo bajo una gran amenaza en aquel tiempo y El
Salvador estaba al borde del colapso. Al mismo tiempo, muchos países en
Sudamérica, comenzando con Uruguay, estaban inquietos por la expansión de la
“Teología de Liberación”.
The Washington Times jugó un papel decisivo en
apoyar a los Contras de Nicaragua. Si Nicaragua se hubiese hecho comunista en
aquel momento, eso habría desencadenado un incontrolable efecto dominó en la
expansión comunista en toda América Central y del Sur. Muchos líderes
gubernamentales en Norteamérica estaban pasando por alto este tema. The
Washington Times se enfocó en informar al público de su apoyo a Nicaragua al
escribir artículos especiales y nuevos informes. Esto resultó en la aprobación
de un presupuesto de más de 150 millones de dólares. Como resultado, la
expansión del comunismo en América Central y del Sur se detuvo. Cuando visité
Nicaragua a mitad de los 90, la Presidente Violeta Chamorro expresó su gratitud
al decir que estaba convencida que nuestro apoyo en aquel momento había
cambiado la historia de su nación.
La bandera de victoria sobre el comunismo se
había elevado bien alta a través de los seminarios de CAUSA llevados a cabo en
Uruguay, Bolivia, Chile, Perú, Ecuador, Honduras, Guatemala, Brasil y otros
lugares. En aquel momento, muchos de los líderes principales de esas naciones
recibieron esta iniciativa y las iglesias católicas, que estaban afligidas por
el surgimiento de la “teología de liberación” también mostraron su apoyo.
Tiempos del mundo también dirigió la opinión pública hacia el apoyo de las
actividades de CAUSA.
En 1996, En Washington D.C., fundamos la
Federación de Familias para la Paz y Unificación Mundial con el propósito de
iniciar un movimiento global dedicado a la crianza y el fortalecimiento de
familias sanas, estables y centradas en Dios como las bases de una comunidad
global armoniosa y próspera. Tuvimos el honor de que los ex presidentes de los
Estados Unidos George H. W. Bush y Gerald Ford, así como el ex Primer Ministro
de Gran Bretaña Edward Heath, asistieran a la asamblea de inauguración. Desde
aquel momento, la FFPUM ha estado promoviendo activamente y expandiendo su
visión en 194 naciones.
El desafío más grande con el que nos hemos
encontrado en la Era de la Guerra Fría fue superar el comunismo que negaba la
existencia de Dios. Después de la Guerra Fría, enfocamos nuestros esfuerzos en
fortalecer la democracia liberal que estaba encarando una seria crisis de
desintegración familiar debido al sexo libre. Cualquier régimen o sistema
compuesto por seres humanos está destinado a la corrupción, al abuso del poder
y a violaciones de los derechos humanos. Para hacer frente a estos problemas, hemos
estado defendiendo el Diosismo como una visión para movernos hacia un nuevo
mundo de paz. Bajo este pensamiento de “ala de cabeza”, buscamos crear un mundo
basado en los valores de interdependencia, prosperidad mutua y valores
compartidos universalmente que puedan abrazar las ideologías de ala izquierda y
ala derecha.
Una Visión para una Comunidad Ideal Centrada en América Central y
del Sur
¡Respetados líderes de las Américas! El
fundamento substancial que mi esposo y yo establecimos en Norteamérica sobre el
curso de cuatro décadas se llevó a cabo con el mismo entusiasmo que en
Sudamérica.
Un componente fundamental de este esfuerzo ha
sido el movimiento interreligioso para promover la armonía y la cooperación
ecuménica entre el pueblo protestante de Norteamérica y el pueblo
predominantemente católico de Sudamérica. En diciembre de 1995, convocamos una
gran conferencia interreligiosa aquí en Montevideo bajo el lema: “Ecumenismo
Cristiano en las Américas: Hacia Una Familia Cristiana Bajo Dios”. El Dr. William
Cenkner, de la Universidad Católica de Estados Unidos, fue el convocante. Esta
conferencia fue seguida por una serie de programas ecuménicos que incluían
miles de clérigos cristianos, teólogos y laicos durante un período de varios
años.
A fines de 1990, hice una gira por dieciséis
naciones de Sudamérica, hablando ante grandes multitudes acerca de nuestra
visión de paz centrada en Dios. Durante ese tiempo, tuve la oportunidad de
reunirme con los líderes de ocho naciones, y comprendí la necesidad de la integración
cooperativa entre las naciones de Sudamérica y Norteamérica, junto con la
unidad ecuménica entre el protestantismo y el catolicismo.
En Jardim, Brasil, establecimos el Centro de
Educación de Familias Ideales para la Paz Mundial, y reunimos a personas de
todo el mundo que aspiraban crear una comunidad ideal. También establecimos una
granja allí, llamada Fazenda Nova Esperanza, e invitamos a que las personas
vengan a trabajar con la tierra y que aprendieran a vivir juntos con ciudadanos
de todo el mundo. Así comenzó un movimiento para construir una comunidad modelo
ideal.
En la región del pantanal, centrada en Puerto
Leda junto con la cuenca del Río Paraguay, hemos trabajado para construir una
aldea ideal, con voluntarios internacionales viviendo y trabajando juntos en
armonía con la naturaleza. Allí establecimos una granja con la visión de
desarrollar los recursos para el beneficio de las personas del mundo. Además,
iniciamos el primer proyecto de pesca y agricultura. La pesca y la agricultura
son necesarias porque en el futuro no será suficiente para abastecer a la
población de pescado con lo que se atrape en el mar. En mayo del año pasado,
fuimos exitosos en obtener nuestro primer lote de Baku. También, nos sentimos
honrados con la visita del presidente paraguayo Federico Franco y otros
funcionarios del gobierno.
A pesar de las circunstancias desafiantes,
nuestros pioneros en Puerto Leda han construido una comunidad próspera mediante
la inversión de su sangre, sudor y lágrimas. Mirando hacia el futuro, planeamos
crear comodidades adicionales en Leda que puedan beneficiar a varias tribus de
la región, incluyendo un hospital, escuelas y un centro comunitario.
Mi esposo y yo también nos hemos dedicado en las
naciones del Cono Sur de Sudamérica fomentando un aumento de la cooperación
económica. Si se creaba una comunidad económica dinámica centrada en esta
región, todas las naciones de Sudamérica podrían cooperar en unidad y
prosperidad mutua. La cooperación económica puede llevar a una mejor
cooperación política y entre las personas.
Junto con estas iniciativas, también hemos
comprendido la importancia de los deportes, no solo como una forma de
entretenimiento, sino como un instrumento para la paz. Después de disputada la
Copa Mundial 2002 en Corea/Japón, mi esposo y yo establecimos la Copa de la Paz
como un torneo internacional de fútbol. La leyenda futbolística, Pelé, se
inspiró y contribuyó al establecimiento de la Copa de la Paz. Este torneo
reunió a varios clubs reconocidos de todo el mundo, y muchos fans del fútbol de
todas partes amaron este evento. También adquirimos el club Sorocaba de San
Pablo, Brasil, y el club Cene de Jardim, fomentando no solo los estándares más
elevados de excelencia atlética, sino también una excelencia moral y un buen
espíritu deportivo.
El desarrollo de la Fundación para la Paz Mundial mediante
Diferentes Campos y en todo el Mundo
El Reverendo Moon pasó por muchas experiencias
de vida o muerte. También se enfrentó a una persecución indescriptible en los
Estados Unidos, que se suponía debía ser una nación democrática líder. Lo
inculparon falsamente de evasión de impuestos y fue encarcelado. Si pudiera,
borraría el día 20 de julio de 1984 del calendario, ese fue el día que mi
esposo fue encarcelado en la Prisión de Danbury. Recuerdo haber llorado en
silencio incluso mientras mi esposo me animaba con una sonrisa diciendo que, en
vez de orar por él mientras se adentraba en Danbury, debía orar por los Estados
Unidos. “Perdona incluso a tus enemigos, y vive por el bien de los demás”. Este
es el espíritu de Danbury. Aún después de haber sido despojado de todo, y aun
cuando todo parecía perdido, mi esposo continuó viviendo por el bien mayor de
acuerdo con la voluntad del Cielo.
Aún mientras estaba en Danbury, mi esposo y yo
continuamos con nuestros esfuerzos por el bien de los Estados Unidos y del
mundo. Trajimos doscientos camiones para abastecer de comida a los necesitados.
A través del The Washington Times, nos dedicamos a cortar el avance del
comunismo global. El Rev. Joseph Lowery y otros ministros cristianos se unieron
a las filas de los líderes religiosos pidiendo la libertad religiosa y la
abolición de la discriminación racial. ¡El Cielo de verdad trabaja de formas
misteriosas!
Hemos hecho giras por muchos lugares y hemos
hablado ante muchas personas. Hemos transmitido la palabra de Dios en las áreas
más remotas del mundo, en los congresos de las naciones, e incluso en la Sede
de la ONU. Muchas veces mi esposo hablaba hasta que su garganta quedaba
adolorida, con un tanque de oxígeno a su lado y una ambulancia a la espera
mientras hablaba en las regiones alpinas de Sudamérica. Sin embargo, su gira
tenía que continuar porque tenía que transmitir rápidamente las palabras de
Dios a todo el mundo.
Mi esposo nunca descasó tranquilo. Un día estaba
en el este, al día siguiente estaba en el oeste. Muchas personas ven bastante
estresante el hacer al menos una de las muchas tareas que él realizó. Día a
día, vimos que la visión de un mundo de paz a través de familias ideales tomaba
forma milagrosamente ante nuestros ojos. Con sus labios resecos, las rodillas
hinchadas y todo su cuerpo adolorido, mi esposo ofreció oraciones de
agradecimiento a Dios.
Mi esposo y yo creamos muchas organizaciones y
compañías internacionales para la paz en todas las esferas de actividad. Sin
embargo, pasamos por un indescriptible dolor durante el curso de construir este
fundamento global.
Nos enfrentamos a numerosas amenazas
terroristas. Nuestra iglesia en Francia quedó repleta de balas por pistoleros
desconocidos. Incluso vimos la tragedia de algunos de nuestros misioneros
siendo martirizados en África y en las naciones del Este Europeo. La memoria de
las almas de esos queridos mártires las tenemos guardadas en nuestro corazón.
El camino de los Padres Verdaderos de la humanidad, el Maestro Verdadero y el
Dueño Verdadero es uno largo y arduo, como si navegáramos la providencia a
través de una tormenta. Superando estos obstáculos, se están llevando a cabo
actividades en diferentes campos de todo el mundo basados en este fundamento
global de paz. Nuestro futuro yace en las manos de las generaciones futuras.
Por este propósito, establecí la Fundación Wonmo Pyeongae, y estoy apoyando a
miles de personas talentosas de todo el globo a través de un programa de becas
que otorga millones de dólares por año. Mi esperanza es cultivar el talento
entre los jóvenes que puedan defender el valor de “amar al Cielo, amar a la
humanidad y amar a su nación” mientras se convierten en hijos filiales en la
familia, patriotas en la nación, santos en el mundo y cumpliendo el camino de
un hijo divino en frente de Dios.
Estos son algunos de los muchos proyectos que mi
esposo y yo hemos iniciado en las Américas. Aprenderán más durante el curso de
esta Conferencia Internacional de Liderazgo, acerca del desarrollo de muchas
otras iniciativas que llevó a cabo la Federación para la Paz Universal, así
como la Federación de Familias para la Paz y Unificación Mundial y su
movimiento de Bendición, la Federación de Mujeres para la Paz Mundial y la
Fundación Wonmo Pyeongae, que provee becas para los jóvenes, así como muchas
otras organizaciones. Todas ellas están dedicadas a la visión de construir “Una
Familia Bajo Dios”.
Un Llamado a la Acción
¡Queridos líderes!
Mi esposo y yo hemos vivido nuestras vidas de
acuerdo a la dirección del Cielo. Siendo llamados por Dios para abrazar a toda
la humanidad con el corazón de Padres Verdaderos, hemos invertido todo nuestro
ser por el bien de la liberación de Dios, la salvación de la humanidad y la
realización de un mundo de paz. Nos hemos enfrentado a muchos desafíos y
tribulaciones en este camino, pero hemos superado todo eso para llevar a cabo
nuestra misión celestial.
Oro para que podamos trabajar juntos en esta
gran misión de construir un mundo unificado de paz y prosperidad, como una
familia bajo Dios. Con esto en mente, me gustaría presentarles un desafío que
espero puedan tomar con seriedad.
Primero, me gustaría proponerles tomar la
iniciativa en la protección del medio ambiente. Ahora, el mundo está pasando
por severas calamidades debido al cambio climático y a la rápida destrucción
del medio ambiente. La desertificación en China y África se está acelerando, y
está trayendo graves consecuencias no solo en aquellas áreas, sino también a
las regiones vecinas. La deforestación en la región del Amazonas es un golpe a
los pulmones de esta tierra. Dios nos dio el mundo natural para que podamos
usarlo como un hogar, un ambiente dentro del cual podamos florecer. Tenemos que
amar a la naturaleza y tratar a todas las cosas de la creación con amor. La
naturaleza, a cambio, nos da lo que necesitamos. Tenemos que recordar que la
humanidad y la naturaleza son parte de un solo ecosistema creado por Dios.
¡Vivamos juntos en armonía con la naturaleza!
Cada día, seis mil personas, veinte millones por
año, mueren de hambre en este mundo. ¿Quién puede lidiar con esta trágica
realidad? Es por eso que les propongo que construyan ranchos y piscifactorías
en las extensas tierras de Sudamérica. Esta es la razón por la que mi esposo y
yo construimos una fábrica de productos marinos en Kodiak, Alaska. Mi esposo ha
tomado la iniciativa de la producción masiva de harina de pescado,
suministrándolo como alimento para las personas que sufren de hambre.
Comenzamos la producción en nuestras fábricas de Alaska. En el futuro,
transferiremos la tecnología de la harina de pescado manufacturada hacia Puerto
Leda. Mi esposo siempre ha enfatizado que la industria marina es la mejor forma
de resolver la crisis alimenticia mientras que, al mismo tiempo, previene la
contaminación. Los materiales crudos en la tierra no durarán otros cien años.
Por lo tanto, tenemos que perseguir un proyecto de desarrollo sustentable en
relación con los océanos de América del Norte y del Sur.
Segundo, vamos a tomar la iniciativa de realizar
el ideal de “Una Familia Bajo Dios” al superar las barreras de raza, religión y
nacionalidad. Mi esposo y yo hemos trabajado para alcanzar este objetivo
mediante el movimiento de Bendición Matrimonial, fomentando los matrimonios
internacionales, interreligiosos e interraciales y la creación de familias
ideales. Mediante estas familias, podemos reconciliar enemistades y conseguir
la unidad del mundo. Como sabrán, millones de parejas de todo el mundo han
participado de la Bendición, afirmando su matrimonio con la determinación de
construir un mundo de paz al formar familias ideales centradas en Dios. De esta
forma, podremos superar todos los desafíos que dividen a la familia humana.
Tercero, también les pido que tomen la
iniciativa al fomentar la reconciliación y la unidad entre todas las
tradiciones religiosas de América del Sur y del Norte. Un mundo de paz comienza
con la reconciliación y la unidad entre las religiones. Dios ha guiado a la
humanidad a través de la historia mediante la religión. La armonía y la
cooperación entre las religiones del Norte y el Sur de América son
precondiciones para la paz y el desarrollo. Ansío que todos puedan tomar la
iniciativa para fomentar el diálogo interreligioso y la cooperación entre todas
las religiones de América del Norte y del Sur.
Finalmente, les pido sinceramente a todos los
líderes hoy aquí que hagan realidad todos estos proyectos que mi esposo y yo
hemos iniciado para las Américas. De esta forma, podremos reconstruir y renovar
nuestras naciones y establecer un mundo de paz eterno, como Dios lo previó
desde el comienzo de los tiempos. Este mundo va más allá de las divisiones de
religión, raza, etnicidad y nacionalidad. El mundo ideal de Dios es un mundo
sin fronteras, un mundo de libertad, paz, unidad y felicidad.
¡Dios existe! Por esta razón, sus esfuerzos por
el bien de América del Norte y del Sur no serán en vano. Depende de cada uno de
nosotros trabajar para hacer de este ideal celestial una realidad histórica en
el menor tiempo posible. Sinceramente, les pido que trabajen conmigo para
realizar este plan de conseguir un nuevo mundo de paz y para el desarrollo de
las Américas.
Conclusión
¡Respetados líderes de América del Norte y del
Sur!
Han pasado más de veinte años desde que mi
esposo y yo comenzamos nuestros esfuerzos para construir un nuevo mundo aquí en
Sudamérica. Creo que ese sueño puede convertirse en una realidad viviente.
Sudamérica tiene grandes recursos que le permitirán convertirse en un centro
comercial del siglo XXI. Aunque haya pasado por varios problemas políticos,
económicos y sociales, las bendiciones de Dios estarán sobre este continente.
En agosto de este año, la Federación para la Paz
Universal, junto con otras organizaciones afiliadas acompañando, convocaremos
en Corea la Segunda Cumbre Mundial de la Paz y el Desarrollo Humano. La Cumbre
Mundial se está convocando en conmemoración de la ascensión de mí amado esposo
hace casi dos años. En esta ocasión, nos detendremos a reflexionar sobre todos
los programas que mi esposo y yo iniciamos en América del Norte y del Sur. La
Cumbre Mundial proveerá una oportunidad de oro para que miremos hacia el pasado
y planeemos a futuro, mientras tenemos la fortuna celestial como guía y apoyo.
Oro para que la Cumbre Mundial sirva como un punto de inflexión importante para
que todas las personas de las Américas hagan un nuevo comienzo con un corazón y
una mente unidos.
¡Distinguidos líderes!
Mi esposo y yo hemos transitado por el curso de
los Padres Verdaderos, buscando invertir por el bien de los demás y por el bien
del mundo. Oro para que ustedes también se sumen a este camino. Los invito a
tomar este desafío de construir un nuevo mundo. Vayamos todos como uno solo y
alcancemos el sueño de construir “Una Familia Bajo Dios”.
Que las bendiciones de
Dios estén con ustedes, sus familias, sus naciones y en las Américas.
Muchas gracias.
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