Vayamos adelante teniendo en cuenta nuestro
entorno
25 de mayo de 1973
Reverendo Sun Myung Moon
(discurso llamado "Desafio y victoria" en
el primer libro de 12 discursos de Nueva Esperanza)
Aquí nos encontramos hombres y mujeres. La senda de la vida para la mujer es
obviamente distinta de la del hombre. Lo que siente la mujer es diferente de lo
que siente el hombre. En la vida de cada individuo hay una diferencia entre su
infancia, juventud, madurez y vejez. No solo en la vida humana es esto verdad,
sino también en la naturaleza. Vemos cuatro estaciones viniendo una tras otra.
Si insistieseis en vivir siempre en verano y nunca os preparaseis para el
invierno, tendríais problemas cuando llegase el invierno. En invierno aquellos
que no piensan en la llegada de la primavera y permanecen con abrigos, los
lugares cálidos les serán incómodos en la primavera. ¿Podéis empeñaros en
vestir ropas de invierno cuando llega el verano? No, necesitáis cambiar
vuestras ropas para adaptaros a la estación.
Esto es exactamente lo que sucede en nuestras vidas. Quienes se encuentran
en el verano de la vida, que es la flor de la juventud, quieren tener eterna
juventud. Pero eso no es posible. Es natural que haya cambio. Pero ¿tenéis la
tendencia a querer permanecer en la misma edad? Teméis que cambiando, de algún
modo declinaréis. Sabéis por experiencia que no siempre subís. Cada día vuestro
humor tiene subidas y bajadas, una vez transcurrido el día si encontráis que
habéis tenido más subidas que bajadas, podéis decir con seguridad que habéis tenido
un buen día. Si habéis tenido más bajadas, diréis que habéis tenido un mal día.
Podéis pensar en no tener absolutamente ninguna caída en vuestra vida, pero eso
no puede ser.
En el mundo del cambio, la cuestión es siempre cómo digerir lo que encontramos
y sacar algo bueno de ello. Más que nadie la gente joven se enfrenta a
constantes cambios, porque su naturaleza es así. Tu buscas cosas estimulantes y
quieres tener siempre variedad. Si puedes digerir los problemas y cambios, y
aún quieres tener más, eso está bien. Pero si no tienes este poder digestivo y
todavía deseas experimentar nuevas cosas a cada momento, eso no es posible. Tu,
como persona joven, debes aprender a gobernar tus propios problemas. No conoces
el futuro ante ti, por tanto, necesitas aprender como recorrer el sendero de la
vida de tal forma que estés capacitado para pensar positivamente de cada
eventualidad, de esta forma podrás crecer continuamente.
Si dices que odias sufrir un entrenamiento disciplinado porque no te gusta o
porque no puedes soportarlo, ya has sido derrotado. Debes tener la actitud de
querer enfrentarte a lo que venga con gran expectación e interés. No debes
mirar con un único enfoque, sino mirar alrededor de tu situación en las cuatro
direcciones. Mirando al río Hudson sabes que el agua profunda corre
silenciosamente. Pero en la corriente superficial se dan muchos
acontecimientos: en ocasiones el agua gira en un profundo remolino; otras veces
se estrella sobre las rocas, como en las cascadas; en otras ocasiones pasa precipitadamente
grandes rocas o corre sobre diminutos guijarros para reunirse en el océano.
Como tal vez hayas visto en las películas si estás enfrentado a una corriente
impetuosa en un bote no puedes mirar inmediatamente enfrente tuyo, sino que
debes dirigir tu mirada por todas partes y debes estar presto a manipular el
bote. De otro modo, se estrellará contra las rocas ante ti. En tu vida también
hay cascadas, en ocasiones el agua formará incluso muros o acantilados ante ti.
Por tanto, debes pasar esquivando rápidamente un lugar o dirigirte directamente
a través de las olas a otro lugar.
Debes prepararte para la ola. Si te quieres librar de la ola, por muy
duramente que luches para no ser llevado por la corriente, no podrás
resistirte. Si tu destino es flotar en la corriente del río Hudson debes fluir
como él lo hace. Es muy posible que puedas encontrarte como la cascada o el
agua corriendo en los rápidos, pero no debes desalentarte por las asperezas de
tu curso. Si estás entrenado en este curso, podrás manejar más fácilmente las
cosas venideras. Si tomas interés en lo que estás haciendo, y si estás
emocionado al encontrar nuevas aventuras, entonces cuando te enfrentes incluso
a mayores dificultades, podrás abordarlas con mayor entusiasmo y capacidad. Pero
si estás poco dispuesto a afrontar los problemas que surgen a tu alrededor, y
los temes, entonces no estarás capacitado para convertir la experiencia en un
entrenamiento para afrontar nuevos problemas. Tan sólo yendo a través de las
rocas y cascadas puedes conducirte a ti mismo hacia el corazón del océano.
Hay muchos modos de vida: la vida de un hombre ordinario, la vida de un
hombre sagrado y la vida de un gran líder. Cuando sois interrogados acerca de
quien queréis llegar a ser, todos, estoy seguro, contestaréis: "Quiero
llegar a ser un gran líder". Pero un líder no puede ser hecho de la noche
a la mañana. Tal persona tiene que resistir muchas adversidades, y a menudo con
desesperado esfuerzo debe perseverar y estar dispuesto a enfrentarse aún a más.
Aquellos que han estado enfrentados con situaciones de vida o muerte, no una
vez, sino continuamente, saben como ofrecerse a sí mismos cada día de su vida.
Supón que hay un gran general. Mirando a su pasado encontramos relatos que
muestran que luchó en muchas batallas, fue en ocasiones derrotado, y en otras
victorioso. Tantas experiencias como fuesen posibles serían importantes para su
historial. Pero si ese general en tiempo de paz no estuviese dispuesto a vivir
sacrificadamente por su nación, su fama pronto se desvanecería. Su actitud debe
ser la de un patriota, debe estar siempre dispuesto a dar su vida en caso de
necesidad.
Debemos mirar como el agua desciende desde la cima de la montaña. Encontrará
muchos obstáculos. Si comparamos nuestras vidas con esa corriente de agua,
¿dónde estamos? Cuando miramos al mundo como un todo, la situación mundial se
encuentra en alguna parte del curso medio, aún no ha alcanzado el profundo
océano. Antes de su llegada al océano, el mundo puede algún día estar en las
cataratas de Niágara. ¿Pueden decir las gotas de agua: "Yo odio caer en el
acantilado'' ? En lo alto del acantilado debes estar preparado, y decirte a ti
mismo: "Es emocionante y quiero arrojarme a este acantilado y alcanzar el
océano tan pronto como sea posible." Si estás anhelante, tendrás éxito y
alcanzarás tu propósito. Cuando sobrevivas una vez que hayas pasado las
cataratas de Niágara, cualquier otra persona que está enfrentada a ellas,
vendrá a ti. Mucha gente puede intentar dar consejo a los nuevos describiendo
cuán difícil tarea es estrellarse en el acantilado, pero tan solo tu, con
experiencia, eres quien está calificado para hacerlo.
En el mundo bajo el Imperio Romano los cristianos estuvieron enfrentados a
barras de hierro cuando trataron de avanzar. Pero si la cristiandad no hubiese
sido perseguida por Roma en ese tiempo, no creo que hubiese progresado hasta el
nivel de hoy. Si sólo hay una presa baja, una corriente fuerte la rebosará. A
causa de que los cristianos tuvieron mayor determinación que el poder de Roma,
la cristiandad rebosó, e inundó a la nación romana y al mundo.
Cuando estás cansado, te quedas medio dormido, pero tu mismo no eres
consciente de ello. Puedes intentar resistir tu somnolencia duramente, y pensar
en no dormirte, pero es en vano. Si esas dos pequeñas aberturas de tus ojos se
cierran, el resto de tu cuerpo responderá con una acción armoniosa y caerás
dormido. Cada célula de tu cuerpo cooperará con esa acción. Cuando te quedas
dormido, todas las partes de tu cuerpo hacen otro tanto. Para que tu, un
individuo, sobrevivas a la adversidad, debes sentir que la totalidad del
universo, y no sólo tus parientes y vecinos, vendrán a tu ayuda. Si alguien
arranca un cabello de tu cabeza ¿sólo esa parte siente el escozor o tu cuerno
entero? Cada ser humano es una parte del universo, por lo tanto, si una parte
fracasa, todo el universo se dolerá de ese fracaso. Si triunfas en una misión
no debes pensar que el éxito te pertenece a ti solo. Un río es la acumulación
de gotas de lluvia, sin embargo, una porción del agua debe evaporarse.
Debes desear flotar en la corriente que golpea contra la roca, y con esa
fuerza puedes proseguir, uniéndote a la corriente principal hasta que alcances
la desembocadura del río, entonces podrás unirte al océano. En el curso de la
providencia de la restauración de Dios hay también una corriente principal. ¿Te
unirías a ese gran río o a uno de sus afluentes? Todos responderán: "A la
corriente principal". Pero a menos que puedas navegar pasando todos los
obstáculos en los afluentes, no podrás encontrar el río principal.
Nuestra propia vida es algo así como un río. Estáis aquí yendo a través de
un entrenamiento, sentados codo a codo, pero una vez que seáis dispersados y
enviados a vuestras diferentes misiones, entonces seréis como pequeñas
corrientes yendo a través de vuestros propios cursos hasta alcanzar la
corriente principal. ¿Intentaríais como gota de agua uniros a otras gotas, o
por el contrario absorberíais las demás gotas de agua en vosotros mismos para
formar una corriente principal? Aunque puede que tengáis que ser afluentes por
un tiempo, quiero que seáis quienes reunáis a otras gotas de agua hasta que os
unáis a la corriente principal.
No podemos decir con seguridad si los aquí presentes se encontrarán en la
desembocadura del río. No sabemos si todos nosotros alcanzaremos el corazón del
océano. Si te encuentras con un poder más fuerte que tu propia determinación
¿qué harás? Si te enfrentas a un poder más grande que tu propia fuerza o
espíritu ¿serás abatido y rendido? Esto no es fácil de contestar.
A veces la gente es estrecha de mente. Si una diferencia de interés tiene
lugar entre dos de vosotros, podréis llegar a disgustaros el uno con el otro y
disputar. Entonces puede que alguna persona quiera reconciliar el conflicto
entre vosotros y deciros cosas pacíficas a ambos; pero tan solo llegaréis a
estar más furiosos el uno con el otro. Si tuvieseis una mente más tolerante y
dejaseis actuar a esa persona, se abrazaría a vosotros y desearía resolver el
problema. Deberíais tener una mente tan tolerante que pudierais sonreír y
volver a vuestro trabajo. Si eres como agua que trata de superar un muro,
estarás ansioso de arremeter con él tan pronto como sea posible, y unirte al
cuerpo más grande. El tiempo resolverá el problema. Si puedes pasar rápidamente
del lugar difícil, tendrás éxito. Di a las demás gotas de agua: "Podéis
quedaros ahí, pero yo debo arremeter".
Cuando estéis diseminados por el país podéis escribiros y contestaros.
Alguno dirá en sus cartas: "Oh, estoy enfrentado con dificultades y todo
esto no es lo que esperaba. Es una tarea muy difícil testimoniar a la
gente". Es muy probable que aquellos que reciban las cartas sean
influenciados por las mismas. En la vida de fe no debemos tan solo fijar nuestra
mirada en lo que está sucediendo en el momento, sino mirar a lo lejos, al
futuro, hacia la meta desde donde Dios nos está llamando. No debemos nunca
estar estancados en un lugar.
Tan pronto como os marchéis, deberéis estar siempre dispuestos a añadir algo
a lo que sois. Si pasáis por un pueblo y tiene lugar una gran pelea, deberíais
introduciros en ella, reconciliarla y entonces proseguir vuestro camino. De ese
modo podéis ayudar a resolver problemas de otros y también prepararéis el
camino para que os sigan.
Habéis tenido mucha gente famosa en la historia de América. En sus
antecedentes tienen muchas aventuras. Cuanto más han tenido que superar en sus
vidas tanto más grande son. Si alguien ha tenido una experiencia más que otro,
es una persona un poco más importante que aquel sin dicha experiencia.
Cuanto más dura, cuanto más desafiante sea la situación, mayor progreso
haréis. ¿Os dais cuenta de ello? Estáis ansiosos por ser dichosos, pero si no
tenéis celo para pelear a lo largo del camino hacia el éxito, no lo alcanzaréis
pronto. Puede que digáis que para ir a San Francisco debéis viajar en autobús,
en avión o en tren. Pero no debéis tener tal idea. Si realmente queréis ir a
San Francisco, debéis estar dispuestos a ir caminando.
Cuando bajo el régimen comunista estuve encarcelado en Corea del Norte, fue
en la misma celda de la prisión donde aprendí esa lección, y me resolví a
luchar para siempre contra el mal. Estaba seguro de que lo conseguiría. Me dije
a mí mismo: "Por fuerte que pueda ser el poder de Kim Il-Sung, si estoy
bien entrenado en la prisión y avanzo a través de la penalidad aquí, estaré
capacitado para ser vencedor sobre cualquier cosa". Estuve dispuesto a
tomar cualquier comida que me diesen, o incluso a padecer de hambre. En Corea
del Norte la temperatura en invierno es muy fría. Aún cuando vestía solamente
ropa ligera, sin forro, pude soportar el frío. El trabajo en la prisión
comenzaba a las 8 de la mañana, pero tan pronto como eran las 4 nos sacaban al
aire libre y nos registraban para ver si teníamos algo oculto en nuestras
ropas. Fuera, al aire libre, la gente tiritaba, sus temblores casi sonaban como
truenos. En esa situación siempre me decía a mí mismo: "Aunque haga más
frío no me rendiré". No sentí frío en absoluto. Me entrené dando la ropa
más gruesa a la otra gente y vistiéndome con ropa ligera. Buscaba el trabajo
más duro, y me decía: "Tendré éxito o moriré." Con esa seriedad luché
contra las circunstancias.
¿Cuántas veces Pedro contestó afirmativamente a Jesús? Es fácil responder
ahora. Si pierdes un ojo en la batalla ¿qué harás? Si pierdes uno de tus
miembros ¿qué harás? Si pierdes los cuatro miembros en el campo de batalla
¿todavía seguirás? Frente a una gran tarea debes estar dispuesto a sacrificarlo
todo. Una gota de agua, partiendo de la cima de una montaña y descendiendo con
la corriente hacia el río principal se enfrenta a muchos obstáculos. Debes
estar preparado para la adversidad haciendo grandes cosas. Debes estar
preparado a morir por la causa que has emprendido, si no, eres ridículo cuando
dices que estás siguiendo el camino. Si estás dispuesto a negarte a ti mismo y
a entregar tu vida misma, nunca estarás temeroso de dificultades algunas. Por
muy fuerte que sea la fortaleza del enemigo nunca serás intimidado. Al menos
estarás contemplando cómo vas morir bravamente. ¿Eres tu así? Si estás
preparado para morir, no morirás, y la victoria será tuya. Ante todo deberás
estar dispuesto a negarte a ti mismo.
¿Por qué os digo esto? Cuando nuestras circunstancias son difíciles, debemos
estar dispuestos a enfrentarnos a ellas y vencerlas. Debes saber que serás
derrotado en la larga carrera a menos que consideres tus circunstancias, y
1legues a estar dispuesto a ajustarte o a mantener tu curso a través de todo.
Cómo digerir y conquistar tu medio ambiente, esa es la cuestión. Nunca trates
de escapar de la vida, sino siéntete desafiado y persevera en tu camino. En una
carretera ondulada son de esperar altos y bajos; pero donde hay cimas, hay
valles a continuación. Cuando te encuentres en un calabozo debes esperar que en
el próximo momento Dios te bendecirá con la máxima gracia.
Debes imaginarte que estás en una carrera sintiendo esa clase de
determinación. Dispónte a tener más fuerza que cualquier enemigo, así podrás
vencer, cualquiera que sea el obstáculo. Siempre me dije que podía comer menos
que el resto de la gente y hacer más que ellos, dormir menos y levantarme más
temprano.
Cuando estés enfrentado a dificultades que realmente parezcan
desesperanzadoras, puede que te sientas como si verdaderamente fueses a
perecer, pero siempre hay una salida si la buscas. Incluso en la celda de la
prisión enseñaba a la gente joven. Aprendí como hacer fuego incluso cuando
estaba sólo en la ladera de una montaña. Sé como alimentarme con hierbas silvestres.
Siempre me imaginé que podría estar enfrentado con cualquier dificultad,
entonces estudié para aprender el secreto de cómo vencerlas. Si has jurado ante
Dios por alguna gran causa has de guardar tu promesa.
Trata de centrarte en el hoy, en este preciso momento, y si eres vencedor en
tu corazón en el presente, serás vencedor después de haber recorrido el curso
completo. Por tanto, debes estar alerta en conquistar el momento al cual estás
enfrentado para el lado de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario