El fundamento del bien y
del mal
19 de
febrero de 1973
segunda reunión internacional de
educación
Reverendo Sun Myung Moon
Cada uno de nosotros está en el lado del bien o en el lado del mal.
Cualquier individuo, familia, tribu o nación - así como el mundo entero - está
en el lado del mal o en el lado del bien. Hay muchos países en el mundo, y cada
nación piensa que está en el lado del bien. Esto es debido a que cada nación es
un conjunto de individuos. Los individuos tienen la tendencia a pensar de sí
mismos que son buenos, entonces la nación también tiene la tendencia a pensar
que esta en el lado del bien. Pero ¿cuál es la base para definir el bien y el
mal absolutamente? Todos sabemos que todas las naciones o individuos no pueden
estar en el lado del bien. Debe de haber una forma de diferenciar entre que es
el bien y que es el mal.
Los jóvenes son propensos a decir: "Si estamos inclinados al mal es
porque la sociedad y la gente que nos rodea son malas". Quieren descargar
la responsabilidad en el mundo exterior. Se diga lo que se diga, el mundo o la
nación, tiene la forma de un conjunto de individuos, y al fin y al cabo todo lo
referente a ellos depende de la condición del individuo. Siempre es una cuestión
de si el individuo está en el lado del bien o del mal, porque la sociedad se
compone de individuos. Por muy bueno que sea el mundo entero, si tu como
individuo eres malo, entonces la sociedad tiene un gran problema. Por muy malas
que sean las circunstancias ambientales, si tu estás absolutamente en el lado
del bien, no serás influenciado. La conclusión es que sólo si los individuos
están en el lado del bien, la sociedad puede llegar a ser buena.
Cada individuo tiene su propia opinión del valor, su propia opinión de la
vida, su propia opinión de todo. Alguien que piensa que es influenciado por su
sociedad se queja de lo que es la sociedad. Es naturaleza intrínseca de los
seres humanos ser receptivos a las cosas que les deleitan y rechazar las que no
les gustan. Si estás en el lado del bien e insistes en ser bueno, esto está
bien. Pero si estás en el lado del mal e insistes en que eres bueno, esto es
malo. Ya que las familias, sociedades, comunidades, naciones y mundo consisten
de individuos, se pueden distinguir sus características de igual manera que se
pueden encontrar diferencias entre individuos. Hay variedades infinitas.
Además, como individuo, estás cambiando a cada momento. Lo que eres esta
mañana, no lo eres esta tarde o noche. Del mismo modo, eres diferente de lo que
eras en tu infancia, y aún vas a ser diferente de lo que eres ahora. Por tanto,
no podemos llamarnos definitivamente a nosotros mismos buenos o malos en ningún
punto, porque continuamos cambiando. Si nos encontramos siempre cambiando de
acuerdo con el ambiente y circunstancias, entonces debemos dudar de nosotros
mismos. Tenemos que ser escépticos acerca de la base individual para definir el
bien y el mal.
Si nosotros como seres humanos hemos de definir qué es el bien y el mal no
podemos fiarnos de nuestra propia definición, ya que también tendemos a estar
centrados en nosotros mismos.
Probablemente nunca hayáis experimentado estar presos. En prisión, cada
criminal piensa que la sociedad es mala, y que él no ha hecho nada para ser
condenado. Concluye diciendo que lo que ha hecho ha sido para hacer la sociedad
mejor, o al menos para algún propósito honrado. Esto puede suceder a causa de
que no aceptamos un modelo común de si una cosa es buena o mala. Sin embargo,
una definición humana no puede durar mucho tiempo, no puede ser eterna. Aunque
piensas que algo que has hecho no es correcto, cuando los demás advierten la
equivocación cometida, no te gusta. Te complace, sin embargo, cuando la gente
dice que has hecho algo bueno, aún cuando piensas en tu interior que has hecho
mal. No podemos dar la última definición del bien y del mal nosotros mismos a
causa de nuestro egocentrismo.
La gente basa generalmente sus definiciones del bien y del mal en la
conciencia humana. Pero aunque cada persona tiene una conciencia, el modelo
varía de una persona a otra. Si hay mil personas, hay mil variedades de
conciencia. De acuerdo con tu modelo de conciencia puedes sentir que algo es
bueno o malo. Pero ¿puede ser la conciencia humana el modelo absoluto para definir
el bien y el mal?
Además puedes ver como actúa la ley en una nación. Por obediencia o
desobediencia a la ley, uno es tenido por bueno o malo. En América hay una
constitución. En cualquier unidad de comunidad hay algún tipo de ley,
incluyendo la ley tácita de la familia de cada uno. Pero el propósito al
asentar leyes en las naciones comunistas por ejemplo, y el propósito al asentar
leyes en las democracias son enteramente diferentes el uno del otro. Al llevar
a cabo el propósito nacional de acuerdo con la ideología comunista,
ellos no se preocuparían lo más mínimo de usar cualquier medio. Pero en el
mundo democrático no podemos ejercer leyes crueles para gobernar a la gente con
su conformidad. Ya que estos dos poderes aspiran a propósitos en direcciones opuestas
no podemos esperar que ninguno de ellos sea la ideología final que puede
incluir a la otra. Podemos finalmente decir que no podemos confiar en que
ninguna de las dos provea la meta final a la que todos los seres humanos
estamos dirigidos.
En el mundo están teniendo lugar cambios progresivos. Entonces podemos
imaginar que algo de más alta dimensión(más que la democracia o el comunismo)
debe emerger para expresar el propósito universal. Cualquier cosa que esté
vacilando, fluctuando o cambiando no puede ser tenido como nuestra última meta.
El último modelo de bondad debe ser establecido como la meta a alcanzar por
todos los seres humanos. De todos modos, ya que estamos viviendo aparte
semejante último bien, es difícil dirigirnos nosotros mismos hacia la meta
última y real. Cualquier individuo debe ser primero capaz de tener una base
sólida del bien, para ir derecho hacia la meta del bien. Por consiguiente, para
que el individuo progrese, debe ser establecido el fundamento del bien en el
nivel individual. No es tarea fácil. En este mundo, cualquier individuo,
familia o nación puede estar en la posición de enemigo hacia los otros. Estamos
constantemente enemistados con los demás, interior y exteriormente. Por tanto,
no podemos tomar ninguna base establecida previamente como la base última para
la definición del bien. No puede ser definido de esa forma. Supongamos que
existe lo que parece ser una definición del bien. A la gente que está en un
lado puede agradarle esta explicación, pero a la gente del otro lado puede
oponérsele. Necesitamos un modelo que ambos lados puedan reconocer. El criterio
básico para la definición del bien no debe ser del tipo que pueda oponérsele
uno de los dos. Debe ser de tal naturaleza que ninguna de las dos partes pueda
negarlo, sino que ambas puedan reconocerlo y ponerse de acuerdo. Entonces
podemos llegar a la conclusión, con toda la seguridad, de que una definición
del bien debe ser capaz de obtener igual o global reconocimiento por toda la
gente del mundo. ¿Cuál es entonces la naturaleza de tal definición? Una
definición que proviene del egocentrismo y del interés propio, o que está
basada en un parcial punto de vista, nunca puede ser aceptada como la final.
LA DEFINICION DE LA BONDAD
Entonces podemos decir que el bien es emplear
tus esfuerzos para obtener algo o hacer algo por el bien de los demás, para
algo más grande o mejor que el individuo. Esta es una definición segura. Si
esto es verdad, entonces todo el mundo vendrá a tener la misma opinión. Aún
Japón y América, por ejemplo, si estuviesen en la posición de enemigos el uno
hacia el otro, no podrían oponerse a esta definición. En este caso los
japoneses podrían decir que es por los Estados Unidos por quienes actúan. Y los
Estados Unidos podrían decir que ellos están haciendo tal o cual cosa por
Japón. Conforme a la ética humana podemos decir que cuando se hacen buenas
obras por los demás, es bueno. Finalmente, podemos decir que el bien es actuar
en beneficio de otra gente, y no para uno mismo.
Con esta definición podemos determinar si
nosotros como individuos, familias, grupos o naciones, somos o buenos o malos.
Podemos decir que algo que es hecho para los demás es siempre bueno. Si
alguien niega esto, entonces no existiría la
palabra "bien". Cuando decís que alguien es bueno, entonces, sin
excepción, esa persona está haciendo algo que beneficia a los demás. Por otro
lado, si esa persona está haciendo algo para su propio bien, a expensas de los
demás, podéis inmediatamente decir que esa persona es mala. El objetivo de un
buen individuo, buena familia o buena unidad de sociedad es hacer cosas para
los demás.
Entonces ¿cuál es la base para definir el
bien y el mal? ¿Dónde se halla? No existe en el mundo externo sino dentro del
individuo, en ti mismo. En el caso de que alguien esté haciendo algo para ti,
esa persona está en la posición buena, no tu. Para que tu seas bueno debes ser
el motivo y origen de llevar a cabo buenas obras. No importa lo bueno que tu
ambiente pueda ser, esto no quiere necesariamente decir que tu seas bueno.
La base de la definición del bien y del mal
se halla en ti mismo. Todo empieza en ti mismo como individuo. Si estás
haciendo cosas por los demás se te puede llamar bueno. He usado muchas
palabras, pero la definición es muy simple, y la gente del mundo aún no han
comprendido esto totalmente. Puedes decir libremente cosas y hacer cosas, pero
si las haces por ti mismo, no eres bueno. Por muy bonita que sea una canción
que estés cantando a alguien, si lo estás haciendo codicioso de sus alabanzas o
por envidia de otros, no eres bueno. Si haces algo por arrogancia, por orgullo
de ti mismo, no estás haciendo las cosas totalmente buenas. La arrogancia no
tiene nada de bondad.
Aún cuando duermes, si lo haces por ti mismo
y piensas: "He trabajado más que los demás y merezco descansar",
entonces en este caso no eres bueno. Todos pueden pensar que la libertad es más
que la vida, pero si disfrutas de la libertad por codicia y por tu provecho,
estás obrando mal. Entonces es importante que seamos capaces de comprender qué
es bueno y qué es malo.
Vamos a dar un ejemplo en el caso de Japón
(hablando a los miembros japoneses presentes). Si Japón sigue siendo
económicamente poderoso, si los japoneses siguen desarrollando su vida
económica por el objetivo de vuestro propio Japón, merecéis el título de
"animal económico". Al final vais a ser el enemigo de los demás
pueblos del mundo. Si los japoneses hicieran su riqueza para el beneficio del
mundo entero, aunque toda la gente del Japón tuviese que perecer al hacerlo, su
espíritu perduraría y permanecería. Nunca perecerían si viviesen de esta forma.
Aún si cayeran de nuevo en la pobreza otra vez actuando de esta forma, la gente
de las demás naciones les ayudarían porque habían estado trabajando para ellos.
En este mundo cuando os queréis casar,
buscáis a alguien que vaya a ser bueno para vosotros. Esa persona está en la
posición del bien porque va a hacer algo por vosotros. Nadie quiere una persona
egoísta. Vosotros sabéis muy bien que si hacéis algo por vuestra esposa, sois
una buena persona. Y si el o ella te sirve o hace cosas por ti, tu estas
dispuesto a hacer buenas obras en respuesta. Si queréis servir a otra gente, y
si ambos tenéis esta actitud, entonces tu familia será bienvenida. Por
consiguiente, si queréis servir a vuestra esposa y hacer algo por vuestra
pareja, ganaréis algo a cambio. Sin embargo, si ambos sois codiciosos, entonces
ninguno recibirá el afecto del otro. Todo se desvanecerá. Entonces llegamos a
la conclusión de que el bien prosperará e incrementará mientras que el mal
disminuirá o morirá.
Entonces ¿estáis dispuestos a ser buenos o
malos? En el mundo todos querrían ser buenos. No hay una sola persona que sueñe
con estar arruinada. Si realmente supiésemos que cuando obramos el bien
prosperamos nosotros mismos, no habría nadie que no siguiese el camino de la
bondad. El bien perduraría por siempre.
El modelo del bien debe ser algo realmente
eterno y único. Quiero que tengáis una clara comprensión de qué es el bien.
Debéis estar viendo cosas por los demás, no por vosotros. Vuestros oídos deben
prestar atención y escuchar todo para los demás, no para vosotros. Debierais
charlar, obrar y usar todos vuestros cinco sentidos por los demás, y no por
vosotros mismos. Si encontraseis a alguien viviendo así, anhelaríais estar con
esa persona, incluso verla - todo lo de ella, sus ojos, su nariz, su boca, su
ser entero. Sentiríais gran afecto por esa persona. El fruto de las buenas
acciones será el afecto de los demás y buenos éxitos. Si encontráis una persona
haciendo cosas por si misma, diciendo y pensando cosas por su propio beneficio,
no habrá nada semejante a amor funcionando o surgiendo a su alrededor. Si
vosotros amáis lo más mínimo a esta clase de personas, con el tiempo lo
lamentaréis.
La definición del bien que hemos dado debe
estar de acuerdo con la historia y las situaciones mundiales presentes, así
como con la vida de las futuras generaciones. Continuara siendo verdad. Debo
decir repetidamente que vuestros ojos no han sido creados para vosotros mismos.
Los ojos son para ver algo objetivo. Charláis porque tenéis con quien charlar.
No podéis decir que sois felices sin nadie a vuestro alrededor. Cuando yo
hablo, si vosotros en la posición de objeto sois felices escuchándome, yo llego
a estar cada vez más elevado en espíritu. Cuando estoy hablándoos
anhelantemente, y no me escucháis atentamente, pierdo mi espíritu, y no quiero
hablar por más tiempo. Incluso cuando tocáis algo ¿os agradaría más tocar
vuestra mano o tocar la mano de vuestro amante? Querríais tocar la piel de
vuestro amante mejor que la vuestra. Entonces no es correcto pensar que tenéis
vuestros cinco sentidos para vosotros mismos, existen para los demás.
¿Por qué las cosas buenas deben realizarse en
beneficio de otra gente? Al principio posiblemente pensaréis: "No me gusta
la idea de tener que trabajar para los demás con el fin de ser llamado bueno.
Si pudiese hacer cosas para mi mismo, y que pensasen que soy bueno, sería
maravilloso''. Hemos nacido así, no hay más remedio.
Hemos sido creados para los demás. Por
ejemplo, cualquier ser masculino no está creado para si mismo, sino para el
sexo opuesto. El hombre fue creado para la mujer. Imaginaos una chica hermosa.
¿Querría vivir siempre con otra chica
hermosa? No, buscaría un hombre guapo, y pensaría que su belleza es para ese
hombre. Si hay dos chicas guapas viviendo juntas, más que atraerse la una a la
otra, se repelerían. Suponed que hay sólo un hombre para las dos hermosas
chicas, y que es una persona sin atractivo. No obstante ambas mujeres querrían
a ese hombre por marido. Nuestra conclusión es que hombres y mujeres han nacido
los unos para los otros.
El verdadero motivo de Dios al crear al
hombre fue para el beneficio de la mujer, y a la mujer para el beneficio del
hombre. Siendo esto verdad, podemos con toda seguridad decir que cuando hacemos
algo por los demás, eso es definido absolutamente como bueno. Cuando decimos
que una familia es feliz, ese hogar es el lugar donde la pareja está viviendo
en buena armonía el uno con el otro, no luchando. Cuando tuviesen hijos, estos
pensarían que sus padres son los mejores en el mundo entero. Si una pareja
viviese en perfecta armonía el uno con el otro, su familia sería tenida como la
mejor del vecindario, de la comunidad y de toda la nación.
EL ORIGEN DEL BIEN
Dios creó al hombre por amor, por bondad. El
bien es algo que existía antes de nuestro nacimiento. Entonces también después
de nuestro nacimiento, el motivo de nuestras acciones por los demás es siempre
repetidamente hacer el bien. Entonces ¿por qué el bien se define como las cosas
hechas para los demás? ¿Quién hizo las cosas así?
Cuando el hombre fue creado ¿llegó a existir
tal como es todo a causa de si mismo, con esa ley de bondad dentro de él? El
motivo no vino de si mismo. Alguna Realidad, algún ser de más alta dimensión lo
determinó. Ese Algo, esa Realidad dijo: "Haya un hombre, haya una
mujer", y ese Ser hizo a las dos partes para el bien.
Ningún resultado puede surgir sin causa.
Cuando pensamos que el Ultimo Ser estableció la base del bien en el principio,
entonces podemos decir con seguridad que la Primera Causa o Realidad era buena.
Llamémosle como la llamemos, ese Ser debe ser el último Bien. El hombre comenzó
a llamarlo Dios. ¿Qué es Dios? ¿Cómo es El?
Ya que Dios creó al hombre para los demás, entonces
Dios debe estar obrando para el hombre. Ya que El es la Causa y nosotros somos
el resultado de su creación, entonces la Causa debe ser algo parecido al
resultado. Si Dios existe debe estar viviendo en beneficio de algo o alguien
diferente a Si mismo. En la sociedad humana también, cuantas más cosas hagas
por los demás, más bueno llegas a ser. Si te mantienes haciendo esto, haciendo
cosas por los demás, te acercarás cada vez más al punto central -Dios. En una
comunidad, si haces cosas por la gente, a la larga llegaras a ser el líder de
esa comunidad. Incluso forzado, poco dispuesto a estar allí, una fuerza te
conducirá al punto central. Cuando elegís a vuestro presidente, senadores o
congresistas, querréis escoger a alguien que haga algo por la gente de la
nación. Si es la clase de persona que no actúa para servir a los demás, sería
un dictador, y no querríais que ocupara tal posición.
Si hay una persona que va a hacer cosas por
los demás por toda la eternidad, sin cambiar nunca, entonces va a ser el
personaje central que conduzca a la gente con él a través de la eternidad, si
hay cualquier Ser cualquier Realidad que va a hacer algo por el universo,
llegará a ser el punto central por la eternidad, y éste es Dios. Podemos llamar
a esta clase de Dios el verdadero Dios y el Modelo de bondad real y eterno.
Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza, entonces, originalmente, hemos
sido creados para servir a los demás. Si continuamos haciendo esto por la
eternidad, podemos decir que somos templos de Dios, asemejándonos a El.
Dios al crear el universo, lo hizo para el
hombre. Del mismo modo, cuando creamos cualquier cosa debemos hacerlo para los
demás. Por muy bonita que puedas tener la voz, si todo lo cantas para ti mismo,
sin nadie a tu alrededor para escucharte, no eres realmente feliz. Lo mismo se
aplica cuando bailas. Quieres bailar para los demás, para que te vean y
participen contigo cuando bailas. Entonces la palabra "felicidad"
puede asumir un significado cuando hay alguien más para apreciarlo.
La paz es también así. La paz, la igualdad,
cualquier virtud, no puede realizarse todo por si mismo. La libertad tampoco es
algo que puedas disfrutar por ti mismo. Cuando estás solo, no hay nada que
puedas llamar valioso o feliz. Debe haber un propósito para ser libre,
equitativo, idealmente feliz. Así debes tener un objeto para ser feliz
realmente. Si tienes tu objeto y si hay acción reciproca, entonces hay
movimiento circular. Si la acción de dar y tomar está haciendo un movimiento
circular, si gira con intensidad suficiente, resultará una acción
tridimensional. No existe realmente frente o dorso, derecha o izquierda, es
como la rotación axial de un plano cuando gira a tanta velocidad como para
formar una completa unidad.
La unificación tampoco puede realizarse por
si misma. Debe haber algo en la posición de objeto para ser unificado. Si
aquellos que están en las posiciones de sujeto y objeto trabajan a solas, la
acción no puede realizarse. Ahora sabemos claramente que Dios creó al hombre
para pensar, hablar y actuar por los demás. Sabemos que todo pertenece a Dios.
Dios desea a alguien a quien pueda dar todo lo que El tiene. Todas las cosas
que Dios posee son para el mundo entero. Si Dios encontrase a alguien que
estuviese dispuesto a hacer cosas por el mundo entero, Dios estaría dispuesto a
darle todo lo que tuviese a esa persona. Dios se complace en dárselo a esa
persona. No se siente forzado.
El comienzo de la relación del hombre con
Dios fue así. Dios estaba deseoso de dar todo lo que tenia al hombre y el hombre
estaba deseoso de devolver todo lo que tenia a Dios. Si este tipo de relación
se hubiese establecido permanentemente por todos los individuos del mundo, el
mundo entero estaría en bella armonía. A Dios como centro de tal armonía le
agradaría vivir en la sociedad humana.
Por muy modesto que sea un hombre, querría
ser el centro del mundo, si tuviese tal posibilidad. Cuando el hombre encuentra
a Dios o Ultimo Ser quiere poseer a ese ser o a esa realidad enteramente para
si mismo. Somos tan avariciosos como para no querer compartir a este ser con
los demás. Pero nosotros estamos en la posición de "menos". Es decir,
somos algo así como una vasija para contener lo que viene de Dios. Así pues, si
eres una gran vasija, redonda y perfecta, Dios la llenara. Debe haber
individuos perfectos, familias perfectas, naciones perfectas y un mundo
perfecto. En el nivel más amplio el hombre perfecto llega a ser el personaje
central. Dios desearía darle a esa persona todo lo que tuviese. Dios tiene que
encontrar a esta clase de persona. Si tal persona no se puede encontrar, Dios
la recreara, y la enviara al mundo, porque El está buscando dar todo lo que
tiene a la humanidad a través de este canal.
La caída humana surgió de la codicia del
hombre y del arcángel. No solamente el arcángel, sino que también Adán y Eva
querían tener cosas para ellos mismos. Esto causó la caída. La naturaleza
intrínseca de Dios era el desinterés en hacer las cosas para los demás. Pero en
vez de multiplicar la naturaleza de Dios, los seres humanos después de la caída
comenzaron a hacer las cosas en la forma opuesta, por su propio provecho.
Nosotros somos precisamente los descendientes de los antepasados caídos. Por
tanto, somos la forma contraria de lo que Dios se propuso que fuéramos.
Aunque nuestra naturaleza intrínseca es algo
bueno, estamos más inclinados a hacer cosas malas. Hay una voz en nuestra
conciencia, diciéndonos que hagamos cosas para el bien de los demás. Pero en
alguna gente, sin embargo, la conciencia les aviva a hacer cosas para ellos
mismos. En general nuestras conciencias están más unidas a Dios que nuestros
deseos y demandas carnales. Si sabéis que hay una frontera entre el bien y el
mal, entonces ¿pensáis que habéis atravesado la frontera para uniros al lado
del bien? Vosotros mismos sabéis muy bien la respuesta. No tenéis que aplicar
la ley constitucional o cualquier otra clase de ley para decidirlo. Podéis
inmediata y correctamente determinar si estáis en el lado del bien o del mal.
Interiormente, sabéis como distinguir el bien del mal. Por tanto, debéis
apartaros del mal y cultivar el bien dentro de vosotros. El egoísmo, el
centrarse en si mismo - estos son vuestros mayores enemigos. Debéis ser capaces
de resistir a estos poderes, y debéis estar listos para hacer cosas para los
demás. Poned vuestro máximo esfuerzo en hacer cosas buenas, y llegaréis a
pareceros a Dios. Entonces os agradara lo que estáis haciendo, y Dios se
agradara de vosotros.
EL PAPEL DE LA RELIGION
Dios estableció muchas religiones en el mundo
porque quería conducir a la gente al lado del bien, a través de enseñanzas
religiosas. Si reconocéis el hecho de que hay muchas religiones conduciendo a
la gente al lado del bien, no podéis negar que Dios está obrando detrás de las
escenas de la historia. Esto es indudable. Dios existe. Ya que Dios es
absoluto, omnisciente y omnipotente, debe ser posible restaurar la posición
original.
Hubo un propósito para la creación del hombre
dado por Dios. Entonces Dios nos ayudará a realizar ese propósito original. Si
no somos capaces de hacerlo, el propósito entero de la creación será anulado.
Dios no puede establecer su Reino en la tierra, sin obrar a través del hombre.
Dios mismo creo el mundo y cualquier cosa es buena para el hombre. Entonces el
hombre debe ser capaz de establecer Su Reino en la tierra. Entonces la
esperanza de Dios es encontrar a un hombre con la personalidad del Ultimo bien,
que pueda establecer para El, el Reino de Dios en la tierra.
Si hay una ideología, una doctrina, un
"ismo" o una religión que va a cumplir esta misión de establecer el
Reino de Dios en la tierra, Dios confiará en el grupo que abrace tal forma de
pensamiento. Dios está en la posición de Sujeto último o cósmico, entonces El
querría a una persona de este valor, de Su dimensión, para obrar a través de
ella; una persona de tal cualidad es lo que Dios desearía tener. En el lado de
Dios no hay fronteras nacionales. No hay discriminación entre individuos.
Cualquier individuo tiene igual derecho a clamar a Dios y a tener igual valor.
Debe llegar a existir un individuo o un grupo de gente que piense del mismo
modo que Dios. Se asemejarán a Dios, y deben restaurarse a si mismos a la
posición original. Hay muchos países en el mundo, pero ninguno de ellos está
completamente de acuerdo con la voluntad de Dios. Hay muchos grupos religiosos
existentes en el mundo, pero ninguno de ellos está a la altura de Su modelo.
Por consiguiente debe aparecer un grupo de gente bajo un punto de vista
religioso o una ideología que esté de acuerdo con la voluntad de Dios. Dios
está muy ansioso de encontrar a tal gente, a tal nación.
Debemos reconocer que nosotros mismos estamos
aquí para llevar a cabo la misión en beneficio de la humanidad entera, por la
voluntad de Dios. Con esta confianza inundando nuestras mentes, debemos ser
suficientemente bravos y valientes como para superar cualquier dificultad. Si
continuamos, todo el destino celestial estará de nuestra parte, y nos empujará
hacia adelante. Más pronto o más tarde alcanzaremos nuestra meta, y entonces
seremos uno con Dios mismo. Si estamos en la posición de objeto del último
Sujeto, Dios, entonces estamos situados en el punto central del universo. Y
todo el universo está destinado a acercarse y unirse con nosotros.
Si estás en esta posición, eres el centro de
ti mismo como individuo, de tu familia, de tu tribu, de tu nación y del mundo.
La esencia de Dios, o el corazón de la bondad inherente en Dios vendrá a través
de ti como un eje para hacer girar a todo el mundo. Ya que estás haciendo todo
esto por los demás, estás en el punto central, y ya que estás en el punto
central, eres la base del bien. Dios obrará a través de ti para mover el mundo.
No tendrás nada que ver con la base del mal. En ese caso estás haciendo cosas
de acuerdo con el propósito del principio de la creación. Eres el instrumento
que lleva a cabo la voluntad de Dios, y estás gozando del valor del hombre que
Dios creó originalmente. Tomando esta responsabilidad para ti mismo, llegas a
ser indispensable para Dios, y estás naturalmente situado en la posición
central. Vas a ser la base del bien; no tienes que ver nada con el mal. Esta es
la clase de persona que Dios desearía tener.
Entonces, si estás dispuesto a comer y
dormir, y a hacer todas las cosas por la humanidad, nunca puedes ser invadido
por el poder del mal. Para algunos puede tomar toda la vida llegar a ser
hombres de tal personalidad, pero si conocemos el Principio, queremos ser esta
clase de persona. Queremos fundar esta clase de personalidad en nosotros mismos
en siete años, o si es posible en un año o menos. Aunque tengamos que pagar un
tremendo precio de indemnización, queremos tomar este camino. Si queréis ser
esta clase de persona, tendréis que sufrir en gran cantidad. Debemos estar
listos para ir a través de cuanto sea necesario.
Hay egoísmo e individualismo en los Estados
Unidos y en el mundo de hoy. En el medio de todos los problemas debemos llegar
a ser el corazón de esta sociedad, limpiando todo lo feo. Hay una gran
pretensión delante de nosotros. Vamos a atacar todo lo malo y conducirlo fuera
de este país y del mundo. Según la definición que hemos dado, estamos seguros
de que podemos vencer a las fuerzas del mal de este país. Si trabajamos
enérgicamente tendremos éxito. Queremos llevar a cabo la tradición de nuestro
Padre Celestial. Dios ha estado trabajando a través de los 6.000 años bíblicos
de historia providencial, día y noche sin descanso, por toda la humanidad. Si
hemos heredado Su voluntad ¿no podemos hacerlo nosotros? ¿Se ha quejado Dios de
que ha tenido que trabajar tan duramente? El sabe que por muy grande que sea la
dificultad por la que ha tenido que pasar no es nada comparado con lo que
finalmente habrá sido alcanzado. Entonces tenemos que asemejarnos a El, y
luchar para alcanzar la meta.
Ya que Dios es omnipotente y nosotros
asemejamos a Dios, si dejamos algo sin hacer es porque no hemos luchado
suficientemente. Si hemos luchado de todo corazón para alcanzar la meta, no es
posible la desesperación, aflicción o queja. En vez de esto, verteríamos toda
nuestra energía, todo nuestro ser en esta causa, y tendríamos éxito. No existe
nada malo en el lado de Dios. Solamente es posible el progreso, solamente es
posible la victoria en el lado de Dios. Si sabéis realmente que habéis heredado
esta clase de tradición de Dios como Sus hijos, entonces no podéis quejaros
ante El de lo que tengáis que hacer. Es imposible. Debemos estar indignados
ante la existencia del mal, y querer extirpar sus últimos restos. Sobre la base
sólida de bondad que Dios ha establecido para nosotros, queremos eliminar todo
mal del individuo, de la familia, de la sociedad entera. Después de apartar los
malos elementos de nosotros mismos, debemos purificar el mundo entero.
Debéis de estar dispuestos a ser alguien que
se eche a la espalda la responsabilidad de purificar el mundo, promoviendo la
bondad, no teniendo nada que ver con el mal. Quiero que seáis así, y tengo
confianza en que vais a cumplir vuestra misión.
En atención a que estáis en el lado del bien,
heredando la tradición de Dios, quiero que hagáis las cosas por la gran causa
de Dios, purificando toda la humanidad. Esta, siendo la nación conductora del
mundo, es en la que vais a trabajar. Os quiero victoriosos para esta causa.
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