UNA
VIDA CONSAGRADA A DIOS
La
vida del Reverendo Sun Myung Moon es realmente extraordinaria; una vida que
constituye un ejemplo resplandeciente de lo que es visión, fe y amor por todos
los pueblos. El Reverendo Moon ha consagrado su vida a establecer una paz mundial, unidad y armonía con Dios.
Sun
Myung Moon nació el 6 de enero de l920 en el seno de una familia campesina, en
una aldea del norte de Corea. Es el quinto de ocho hijos. De niño
manifestó un sentido extraordinario de
la justicia, una voluntad indómita y un gran amor por el prójimo.
Sin
embargo, no fue hasta los l6 años que Sun Myung Moon comprendió su misión como
líder religioso. En la mañana del Domingo de Resurrección de l936, al estar
sumido profundamente en oración en la ladera de una montaña de Corea, se le
apareció Jesucristo y le pidió que asumiera la labor de establecer el Reino de
los Cielos en la tierra.
Posteriormente
Sun Myung Moon comenzó a buscar intensamente la verdad religiosa. Durante los
nueve años siguientes descubrió los principios fundamentales que en la
actualidad se denominan el Principio Divino.
Estos
años fueron una época de una búsqueda ardua y profunda. El descubrimiento del
Reverendo Moon se obtuvo a través de rezar intensamente, estudiar las Sagradas
Escrituras y experimentar la vida. “Dios
mismo me dijo que la verdad más básica y
central de este universo que es Dios es el Padre y nosotros somos sus hijos.
Todos fuimos creados como hijos de Dios”.
Al
mismo tiempo que se dedicaba internamente a su búsqueda espiritual, el
Reverendo Moon estudió ingeniería eléctrica en la Universidad de Waseda, en el
Japón. En aquella época también se sumó a un movimiento clandestino para
liberar a Corea de la opresión japonesa, país que la había colonizado en l905.
Después
que Corea fue liberada, el Reverendo Moon sintió un llamamiento de Dios para
que predicara en Pyongyang, capital de Corea del Norte y del régimen comunista.
El mensaje del Reverendo Myung se recibió ansiosamente en Pyongyang, y pronto
se granjeó muchos seguidores. Las autoridades comunistas contemplaron que Moon
y su mensaje eran una amenaza y lo arrestaron una noche sin previo aviso. Fue
torturado despiadadamente y golpeado hasta que se creyó que había muerto. Posteriormente los guardias tiraron su cuerpo
en un banco de nieve, afuera del patio de la cárcel. Más tarde, lo hallaron
miembros de su congregación, quiénes tenían pocas esperanzas de que
sobreviviera. Sin embargo, el Reverendo Moon sobrevivió y se recuperó, gracias
a las oraciones y cuidado de sus seguidores.
En
el mes de febrero de l948, el Reverendo moon
fue arrestado de nuevo, y ésta vez fue condenado a ir a un campamento
comunista de trabajo forzado en Hungnam; un campamento de exterminio donde
imperaba el sistema de subalimentar a los presos y hacerles trabajar
excesivamente. El trabajo de ellos consistía en llenar con sulfato de amonio
sacos de 45 kilos y subir los sacos a vagones ferroviarios. El sulfato de amonio, que es una clase de
abono, los despellejó, haciéndoles sangrar y exponiédoles los huesos. Muchos presos soportaron tan sólo unos meses
de esta muerte lenta.
El
Reverendo Moon tomó la determinación de sobrevivir como ejemplo del amor de
Dios.
Posteriormente
comentó: “Jamás oré por ser débil, ni me quejé. Nunca pedí ni la ayuda de Dios.
Antes bien, siempre lo consolaba diciéndole que no se preocupara por mí. Por cuanto Dios ya conocía mi sufrimiento, no
quería recordárselo y afligirlo aún más.
Sencillamente le dije que nunca me vencerían”.
En
el mes de octubre de l950, tras llevar dos años y ocho meses en el campo de
concentración, los efectivos de las Naciones Unidas que fueron enviados para
defender a Corea del Sur liberaron al Reverendo Moon. Al poco tiempo de su liberación, el Reverendo
Moon caminó hacia el sur de cientos de millas.
Se estableció en Pusan y allí edificó su primera “iglesia”, una diminuta
choza de barro hecha con cartón, situada en una ladera montañosa que dominaba
la ciudad.
En
l954 fundó oficialmente en la ciudad de Seúl la Sociedad del Espíritu Santo
para la Unificación de la Cristiandad Mundial (conocida popularmente por el
nombre de la “Iglesia de la Unificación”). En l957 se habían fundado iglesias
en 30 ciudades y pueblos de Corea. En
l958, el primer misionero fue enviado al cercano Japón; y el primer misionero
llegó a Estados Unidos en l959.
El
Reverendo Moon contrajo nupcias con la
Srta. Hak Ja Han en l960. Este fue un
momento crucial en su vida y en la trayectoria de la Iglesia. En la actualidad es el feliz padre de 12
hijos tras llevar más de 28 años de matrimonio.
El
Reverendo Moon emprendió su primera gira mundial en l965, visitando 40 países.
Hizo una segunda gira mundial en l969 y,
por último, vino a vivir a los Estados Unidos en l972.
El
Reverendo Moon afirmó que vino a los Estados Unidos como un “médico” o
“bombero” que viene desde fuera de la casa de alguien para curar al enfermo o
apagar el incendio, acatando el llamamiento de Dios.
Vino
a revivir el verdadero espíritu de la cristiandad, el espíritu del amor, del
perdón y de la unidad. En un lapso de cuatro
años el Reverendo Moon hizo uso de la palabra por lo menos una vez en cada uno
de los 50 estados, al tiempo que se destacaron principalmente sus
comparecencias en el Carnegie Hall de Nueva York (l973), en el Madison Square
Garden (l974) y en el Yankee Stadium (l976), y concluyó con la mayor reunión
religiosa que jamás se ha celebrado en la ciudad de Washington, D.C., en el
Monumento a Washington, a la cual asistieron más de 300.000 personas (l976).
En
l975, en tanto visitaba Corea, el Reverendo Moon celebró la reunión más grande
que jamás ha tenido lugar en ese país, congregando a más de un millón
doscientas mil personas en la “Reunión Mundial por la Libertad de Corea”. También se enviaron misioneros a 120 países
de todo el mundo en l975.
A
partir de 1975, el Reverendo Moon, comenzó a poner en práctica su visión de una
paz mundial. Dentro de los medios de comunicación se han establecido diarios en
Tokio, Nueva York, el Uruguay y Washington, D.C., así como la revista World
& I y la Sociedad Mundial de Medios de Comunicación. En el ámbito universitario se fundaron la
Academia de Catedráticos Universitarios por la Paz Mundial, la Fundación
Cultural Internacional, el Congreso Internacional sobre la Unidad de las Ciencias y la Casa Editorial
Paragon House con el objeto de promover la comprensión mundial y la erudición
en pos de la paz mundial.
Y
sin embargo, los prejuicios religiosos y la falta de tolerancia en los Estados
Unidos, provocaron la persecución del Reverendo Moon y que los medios de
comunicación lo calumniaran. El
Reverendo Moon, fue encarcelado de nuevo el 20 de julio de l984, esta vez por
acusaciones falsas de evasión fiscal.
Más de 40 organismos religiosos y personalidades que representaban a más
de 160 millones de estadounidenses hicieron un llamamiento a la Corte Suprema
de los Estados Unidos por la defensa del Reverendo Moon.
Al
entrar al penal de Danbury, el Reverendo Moon dijo: “Unicamente he tenido una
meta para este país: fortalecer la fibra moral de los Estados Unidos y ampliar
sus posibilidades de cumplir la voluntad de Dios.
Continuaré
rezando y trabajando por éste país. Le
doy las gracias a Dios por emplearme como instrumento de El para ir a la
vanguardia de la lucha por la libertad religiosa y prender la llama del
despertar espiritual de los Estados Unidos en este momento tan crucial en la
historia de la humanidad”
Tras
su excarcelación del penal de Danbury, uno de los primeros actos públicos que
realizó el Reverendo Moon, fue el de dar inicio a la Asamblea de las Religiones
Mundiales el 15 de noviembre de 1985, con la finalidad de fomentar un espíritu
de cooperación y comprensión entre las personas de las diversas religiones.
El
Reverendo Moon sigue consagrando su vida a Dios y a edificar en la tierra el
Reino Celestial de El.
Actualmente
los miembros del Movimiento de la Unificación, ascienden a millones de personas
en seis continentes. Al estar guiado por
principios centrados en torno a Dios, el Reverendo Moon ha establecido en el
transcurso de su vida un movimiento mundial que posee la visión, vitalidad y
posibilidad de transformar nuestro mundo actual en un mundo de una paz
duradera.
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