Sermón del día
de Dios de 1973
1 de enero de 1973
Tarrytown, Nueva York
Reverendo sun Myung Moon
Como sabéis, hoy es el sexto día de Dios. Han
pasado cinco años desde que fijamos este día histórico sin precedentes. En el
mundo se celebran muchos días memorables, como los cumpleaños, el cumpleaños de
nuestros padres, o días nacionales, como el día de la independencia. Hay
incontables naciones y pueblos en el mundo, cada cual con sus ceremonias y
festivales celebrando sus días nacionales. Si una nación ha sufrido bajo la
dominación extranjera, el día de su independencia o liberación se convierte en
el más feliz. Suponed que alguien hubiera perdido a su hijo pero reaparece hoy,
¿No haría eso de hoy el día más feliz de su vida? El segundo día más feliz de nuestra
vida debe ser el de nuestra bendición o boda.
Pero en todos esas ocasiones especiales,
nunca se ha fijado un Día de Dios. Cuando revisamos la historia humana a la luz
de la providencia divina, podemos percatarnos de que el Día de Dios sólo pudo
establecerse cuando otros días son llevados al lado de Dios. Celebramos muchos
días importantes a lo largo de nuestras vidas, pero nunca hemos dedicado un día
sólo para Dios.
El Día de Dios originario
Si Adán y Eva hubieran alcanzado su
perfección sin caer en el Jardín del Edén, el día en que lograran su
madurez sería el de máxima alegría tanto para Dios como para el hombre. En ese
día más dichosa de su vida, Dios les habría bendecido en matrimonio. También
sería el día en que se instalaría los Verdaderos Padres de la humanidad,
marcando el comienzo de una vida marital maravillosa. Esa familia triunfante
representaría todas las familias futuras de la tierra, haciendo de ese día una
de regocijo para Dios, y toda la creación incluidos los ángeles. Sería verdaderamente
el Día de Dios. Él estaría orgulloso de sus hijos y toda la creación habría
dado la bienvenido al hombre de perfección como su señor. De acuerdo al
Principio de la creación, ese día sería simultáneamente el Día de Dios, el Día
de los Hijos, y el Día de todas las cosas o del Mundo.
Pera a causa de la caída humana, esos días
fueron nulificados. Según el Principio, se deben invertir el orden de los
eventos para restaurar lo que se ha perdido. Para restaurar el Día de Dios,
primero tuvimos que restaurar el Día de los Padres, el Día de los Hijos y el
Día de la Creación. En 1960, en el día 16 de abril, (cambiado más tarde al día
1 de marzo en el calendario lunar) fijamos el Día de los Padres por primera
vez. A partir de ese momento empezamos a restaurar sobre una base sólida
cosas en el nivel individual, familiar, nacional y mundial. Poco tiempo después
establecimos el Día de los Hijos centrado en el Día de los Padres.
No ha habido ni una sólo familia que Dios
pudiera reconocer verdaderamente en la toda historia humana. Desde el punto de
vista de un estado completamente inmaculado, no ha habido verdaderos
padres ni verdaderos hijos. Para que los hijos del mundo renazcan como
hermanos y hermanas, necesitan tener padres comunes que les dé renacimiento. Ahora
tenemos el Día de los Hijos, significando el día en que nos convertimos en los
verdaderos hijos renaciendo de nuestros Verdaderos Padres. Basado en el
fundamento del Día de los Padres y de los Hijos, pudimos a continuación
establecer el Día de todas las cosas o del Mundo.
El establecimiento de las Tierras Santas
Hice mí primera gira mundial en el año1965,
visitando 40 naciones. En esas naciones establecí 120 tierras Santas. Después
de haber asentado a la verdadera familia, con los Verdaderos Padres y los
Verdaderos hijos, enlacé a esa familia con el mundo entero bendiciendo a
tierras Santas en tantos sitios. Al fijar esas tres cosas, he alcanzado el
nivel nacional en mí misión.
Jesús quiso establecer esas condiciones,
centrado ene la gente elegida de Israel. Si hubiera conseguido poner esa
condición en nivel de clan o tribal, podría haber avanzado a escala nacional.
Habiendo logrado todo eso, Jesús podría haber establecido el Día de Dios
durante su vida. Pero debido a la crucifixión, Jesús dejo todo eso pendiente.
Por tanto, ha sido mí misión establecer el
Día de Dios, lo cual hice en 1968. Pero solamente lo logré después de
establecer primero el resto de los días. A partir de ahora, con estos días
festivos fijados, la providencia de Dios de la restauración puede incorporarse
a la corriente principal.
Por la caída, Adán y Eva no pudieron
establecer esos días. Sabéis que el ser humano cayó en la cima de la etapa de
crecimiento, antes de llegar a la etapa de cumplimiento. Para que el ser humano
avance e la etapa de cumplimiento desde la etapa de crecimiento, debe tener
padres que no tengan nada que ver con el pecado. Pero debido a la caída, los
primeros padres, Adán y Eva, y todos los padres subsecuentes, cayeron en un
estado muy por debajo de la etapa de crecimiento. Para que el ser humano sea
salvado o elevado a la siguiente etapa, deben venir los Verdaderos Padres y
darles renacimiento.
Para atravesar por la etapa final de
crecimiento, deben pasar un periodo de siete años. Hay tres unidades en
cada etapa del periodo de crecimiento lo cual suma en total nueve. La
perfección aparece en la cima de la etapa de cumplimiento, que hace el número
diez. Cada etapa involucra siete años, así que sólo después de 21 años
alcanzamos el punto final. Por eso la sociedad considera una persona adulta
cuando alcanza los 21 años.
Después de la boda sagrada de 1960, tuve que
fijar muchas cosas hasta el año 1967, cuando pude empezar a trabajar en
el siguiente nivel. A lo largo de esos siete años he establecido el papel de
los Verdaderos Padres. Con esa calificación, trabajé para abrir la puerta, la
senda desde el nivel individual hasta el familiar, avanzando incluso a
escala nacional y mundial.
El segundo curso de siete años
Entonces empezó el segundo curso de siete años.
Si no fuera por la caída, siete años hubieran sido suficientes pero la caída ha
hecho necesario el segundo curso de siete años.
Por ejemplo, antes de la venida de Jesucristo
existía el pueblo elegido de Israel y ambos deberían haberse unido. Pero cuando
la gente no creyó en él, no pudo cumplir su misión durante su vida, y no pudo
desempeñar el papel de Verdadero Padre aquí en la tierra. Para restaurarlo por
indemnización, debemos pasar por todas esas cosas. Cuando la persona en la
posición de padre logra cumplir su misión, los hijos tendrán que cumplir su
parte de responsabilidad. Los padres e hijos deben restaurar juntos la nación y
el mundo.
Es nuestra misión restaurar la nación
escogida de Dios, perdido en el tiempo de Jesús, asentando esos tres días, el
Día de los Padres, el Día de los Hijos, y el Día del Mundo. Estaba entonces
calificado para establecer el Día de Dios al termino del primer curso de siete
años.
A lo largo del segundo curso de siete años,
todos los hijos que hayan heredado el fundamento puesto por los Verdaderos
Padres, pudieron empezar a desempeñar su propia misión en el nivel nacional y
mundial. A lo largo del segundo curso de siete años tuvimos que restaurar una
nación a Dios, de modo que lo que no se cumplió en los días de Jesús centrado
en Israel, pudiera realizarse centrado en nosotros.
Originariamente, la intención de Dios fue de
mandar el Mesías sobre un fundamento nacional sólido, de manera que Jesús
pudiera comenzar desde allí su misión. Pero Jesús tuvo que empezar a restaurar
desde un nivel inferior. Si se hubiera apoyado en el fundamento nacional, con
la cooperación de la gente de su era, podría haber abierto el portón a la
escala mundial en aquel tiempo.
Jesús, el Mesías, vino en la capacidad de los
Verdaderos Padres. Originalmente, los Verdaderos Padres deberían aparecer sobre
el fundamento sólido de la nación escogida. Así, sin tener que poner
condiciones adicionales de indemnización, habría tenido éxito en la providencia
de la restauración a escala mundial.
Conectando el nivel espiritual y físico
La crucifixión de Jesús hizo que la conexión
entre el nivel espiritual y físico fuera imposible. Nuestra meta por tanto es
conectar el nivel espiritual con el físico. Si de verdad hubiéramos cumplido
nuestra misión a escala nacional, entonces los Verdaderos Padres podrían haber
empezado su misión a escala mundial en sentido espiritual, enlazándolo más
adelante también en el plano físico.
Este año empezamos la restauración a nivel
nacional en el sentido espiritual. Nos dirigimos a nivel del mundo. El segundo
curso de siete años debería terminar en 1974. Antes de eso, debemos vincular en
sentido espiritual el nivel nacional. Si realmente pudiéramos poner el nivel
nacional en el plano físico, el nivel mundial se abriría en el mismo
momento.
El hecho que Corea recientemente empezara
reformas por medio del diálogo Norte- Sur no fue accidental. Si Jesús pudiera
haber trabajado en el nivel nacional y vincularlo a la gente judía, le hubiera
dado el fundamento para moverse al siguiente nivel. El pueblo Coreano está
ahora sobre el fundamento nacional puesto por los Verdaderos Padres, y si
elevan ese fundamento a esala mundial entonces pueden convertir la misión de
Corea como país escogido en un éxito en el futuro próximo. Cuando vine aquí en
mí cuarta gira mundial, ya había superado el nivel de misión a escala nacional
y estoy conectándolo ahora mismo a escala mundial.
Ampliándonos a escala mundial
Ya que los EEUU es a la nación dirigente el
mundo, es mí esperanza que en tres años empezando el año pasado, extender la
restauración a escala mundial. Que nuestro movimiento pueda crecer a pasos
gigantescos. Además, voy a traer personal de Europa y de oriente, para
concentrarnos en el trabajo aquí. Después de este tercer curso de siete años,
nuestra ideología debería guiar al mundo. Cuando me refiera a pasar de nivel
nacional a mundial, quiero decir que puedo ir tan lejos como lo que ya se ah
conseguido en Corea. Quiere que lo tengáis presente al realizar vuestras
misiones.
Lo que estáis haciendo por los EEUU no es
sólo para este país Os apoyáis en el fundamento puesto por la gente coreana,
centrado en mí misión. Esto significa que podréis cumplir vuestras
misiones cuando heredéis lo que yo he logrado. No estáis calificados para cumplir
vuestra misión son mí ayuda. Es una misión difícil y aparentemente imposible,
pero se hará posible si heredáis el fundamento que yo ya he puesto uniéndoos
conmigo. El trabajo de la restauración por indemnización se puede hacer girando
alrededor del eje, que soy yo.
Con los Verdaderos Padres en la tierra,
debéis llevar a cabo lo que los hombres espirituales en el vasto mundo
espiritual han dejado incompleto, incluido Jesús. Debéis ser concientes de que
cargáis con su misión. De hecho, estáis en el lugar de Jesús, restaurándoos en
el nivel individual, y luego restaurando vuestras familias y clanes. En ese
papel, es como si fueseis Jesús habiendo logrado todo eso en su vida en el
plano físico con sus doce apóstoles, setenta discípulos y ciento veinte seguidores.
Por eso, ahora en la iglesia de unificación nos toca transformar la
restauración de clan en la de una de nivel nacional. Os corresponde ser, de
muchas maneras, incluso mayores de lo que fue Jesús, más grandes que todos los
santos fallecidos quienes vinieron y murieron sin completar su misión en el
nivel tanto físico como espiritual.
Con esos pensamientos en mente, debéis
intentar uniros conmigo. Así podremos avanzar juntos a un nuevo nivel a escala
mundial. Hasta el momento, los santos cristianos han pagado el precio de
martirio, de miseria y tribulaciones indecibles, siempre que intentaban
realizar sus cometidos, debido a que Jesús dejó todo eso sin cumplir en el
plano físico. Nuestra misión es restaurar todo eso tanto física como
espiritualmente, por tanto, aunque nos enfrentemos a dificultades indecibles a
lo largo del camino, debemos perseverar y cumplir todas esas misiones en
nuestra vida. Después de poner condiciones en el nivel espiritual, podemos
asegurarnos ganarla victoria en el nivel físico. Con esta formula, podemos
estar seguros en el desempeño de nuestras misiones. Pero no será fácil realizar
nuestras misiones si no estamos dispuestos a sacrificarnos por la causa
mayor.
Después del tercer curso de siete años, en el
año 1981, deberíamos encontrar canales abiertos en todas las direcciones.
Tendríamos que realizar la misión inacabada de Jesús y los santos desde
entonces hasta el momento. ¿Lo tenéis esto claro? Sin saber estos hechos, no
podéis realmente conocer donde estáis situados en la providencia de Dios y
cuando yo he conseguido. Estoy cumpliendo la fórmula del Principio, sin que os
percatéis.
Pero debéis saber que los días festivos, el
Día de Dios, el Día de los Hijos y el Día del mundo, lo celebramos solo en la
iglesia de unificación, el mundo de fuera no los reconocen. Los Verdaderos
Padres se han entregado por el bien de toda la humanidad. No se puede decir que
un día sea especial en el sentido auténtico, hasta que no sea reconocida por
todo el mundo. ¿Reconocen todo el mundo estoa días? No. Así que debemos darnos
cuenta de lo apenado y dolorido que Dios esta de que sólo un puñado de
personas celebren estos días.
El cielo es el lugar donde entramos después
de haber celebrado el Día de Dios, el Día de los Hijos y el Día del mundo a
escala mundial. Sólo después de vivir ese estilo de vida podemos entrar en el
cielo. Este es el punto de vista del Principio ¿Pero es esa vuestra situación?
Habéis dicho que no. Eso significa que si cualquiera de vosotros os morís hoy
irías al paraíso o a un nivel inferior, pero no podríais entrar en el reino de
los cielos. Este es el punto de vista del Principio. Estamos ansiosos por pasar
del nivel nacional de la providencia a escala mundial. A menos que no hagamos
esto, el mundo quedará como está.
Tenemos familias bendecidas en la iglesia de
unificación. Si no puedo cumplir el ideal de la unificación a escala mundial,
sin la cooperación de las familias bendecidas, será más difícil llevaros
conmigo. Si yo tengo que cargar con todos vosotros en la iglesia de unificación,
las cosas se podrán más difíciles .Originalmente, el Principio no usaba el
término segunda venida en el nivel familiar. Con todo esto en mente, estoy
pensando seriamente como elevaros más allá del nivel nacional al nivel mundial
de la providencia. De hecho, he abierto la brecha hacia el siguiente nivel de
la providencia a nivel mundial. Haciéndolo así, los sabios tratarán de devolver
una nación a Dios, cumpliendo las esperanzas de todo el mundo.
A los ojos de Dios, no significa nada si las
naciones comunistas o democráticas van en auge o en decadencia. Incluso si
ambos campos caen, si Dios encuentra a la nación de su elección con una persona
en el centro, hay esperanza para la humanidad. Si tengo éxito en mí misión,
restaurando a mí familia y a una nación para Dios, el mundo entero será
restaurado En ese contexto, Dios esta dispuesto incluso a sacrificar a mí
familia en el proceso de salvar al mundo.
Encauzándoos en todo eso, debéis ser capaces
de uniros en una armonía enorme, con una nueva meta unificado en la
providencia de Dios de la restauración. Pero si estáis desavenidos, como los
discípulos de Jesús, entonces no podéis esperar que quede algo de lo que estáis
haciendo. En la iglesia de unificación debemos unirnos en perfecta unidad. Nunca
debemos criticarnos los unos a los otros. Nunca protestéis diciendo que no
podéis ir, si lo hacéis, no podéis esperar llevar a ninguna parte. Este es una
ley grande; que vamos en una senda de sentido único y no hay vuelta atrás.
Nos enfrentamos ahora a una situación grave,
pero estamos llenos de esperanza al encaminarnos hacia la meta única. Hasta el
año 1981, al terminar el tercer curso de siete años, debéis ser capaces de
uniros realmente con los Verdaderos Padres. Sean cuales sean las dificultades
que se nos presenten, debemos estar dispuestos alcanzar nuestra meta.
Una tarea sin precedentes
Estáis haciendo cosas que ninguna otra
persona o nación jamás ha soñado. Si no estáis de
verdad dedicados y serios en esa tarea, abortaréis la causa de Dios. Pero no
podemos fallar nuca ya que Dios está de nuestra parte y tenemos el Principio,
que nos incentivará a ir adelante. Lo que importa es; lo honestamente que
estáis unidos a los Verdaderos Padres, lo fervientemente que oráis por el éxito
de la causa y lo seriamente que trabajáis por la misma. Si estáis dispuestos a
todo esto, el éxito esta asegurado.
Vosotros podéis echaros atrás en el camino y
tomar un respiro, pero yo no puedo. En los días de Jesús, si la gente de la
nación de Israel se hubiera unido con Jesús, él no tendría por que haber ido el
camino de la cruz. Debemos ponernos en el lugar del pueblo judío de la nación
de Israel y convertir nuestra misión en un éxito. Imaginaos que sois un sumo
sacerdote de aquel tiempo. O incluso poneros en el papel del rey de aquel
entonces y cumplid la misión que se os ha sido asignado. ¿Si no entendéis lo
que os estoy diciendo, cómo podréis hacer realidad todas esas cosas? ¿Qué
significa el versículo bíblico que dice:”Quien quiera salvar su vida, la
perderá, y quien pierda su vida por mí causa, la ganará”? Si de verdad
entendéis ese pasaje, podréis hacer cualquier cosa por la causa, a riesgo de
vuestra propia vida.
El lado celestial esta muy serio y Dios está
realmente anhelando convertir Su providencia en in éxito esta vez. ¿Por qué?
Sabemos que la Voluntad de Dios esta detrás de la historia humana. La gente no
cae en la cuenta de que lo que están haciendo ahora puede destruirles a ellos
mismos, a sus familias, a sus naciones, y al mundo. Pero si pudieran
percatarse de que Dios está guiándoles con Su Voluntad, podrían cogerse de la
mano de Dios. Si la gente en el mundo continua viviendo a dispensas de la
Voluntad de Dios, será hundida. Nosotros somos el centro, y sabiendo todo esto,
debemos cumplir nuestra responsabilidad solemnemente.
Si ansiáis las cosas que pertenecen al pasado
y miráis hacia atrás echándolo en falta, seréis fracasos a los ojos de Dios.
Tenéis cinco sentidos espirituales. Sé que poseéis una voz interno que os dice
que debéis seguir adelante, superando los límites de la familia de Nueva York y
la americana. Vuestro destino es atravesar penalidades inefables para cumplir
aquello que Jesús no pudo hacer en el plano físico. Debéis hacer incluso cosas
mayores que Jesús puesto que estáis viviendo ahora en la tierra.
Necesitáis a los Verdaderos Padres
En mí charla acerca de la bendición os dije
que para poder ser bendecidos debéis tener tres años de vida pública y
conseguir tres o más hijos espirituales. Pero eso sólo es superficial. Los tres
años de vida pública se refiere realmente a una vida de entrega, de dedicación.
Traer a tres hijos espirituales involucra cuidar de ellos hasta que reciban la
bendición de matrimonio sagrado. Pero aunque logréis tanto, no podéis ir solos
al cielo. Sin los Verdaderos Padres no estáis calificados para entrar en el
cielo. Lo que hagáis representa como mucho el cinco por ciento. Con el 95 por
ciento cumplido por Dios y los Verdaderos Padres, podéis disfrutar del cien por
cien. Sin los logros de los Verdaderos Padres, no estáis calificados para
disfrutar de esa situación.
¿Qué sabéis vosotros de verdad sobre el
Principio? Se os otorgo la calificación de ser hijos de los Verdaderos Padres,
así que si os adherís a ellos uniéndoos en servicio serio se abrirá el camino
para que alcancéis vuestra meta.
Se os ha dicho que tenéis a los Verdaderos
Padres, pero no sois realmente conscientes de lo que eso significa. Debéis
sentir más hacia los Verdaderos Padres de lo que sentís hacia vuestros
padres físicos. Debéis pensar más en vuestra figura central que en vuestros
familiares. Debéis tener una nación de la elección de Dios, y debéis echar de
menos esa nación todo el tiempo, más de lo que echáis de menos a vuestra
nación. Si carecéis de ese sentimiento, estaréis siempre dudando, titubeando
entre dos objetivos. Si alguien os dijera que vuestros padres naturales no lo
son, ¿cómo os sentiríais? ¿Podría algo haceros negar a vuestros padres? Aunque
os amenazarán con ahorcaros, todavía reconoceríais a vuestros padres. Si es así
con los padres naturales, ¿cuánto más debe serlo con los Verdaderos Padres? Eso
es lo que nos enseña el Principio.
¿Estáis unidos como individuos a los
Verdaderos Padres? ¿En el nivel familiar? ¿En el nivel nacional y mundial?
¿Podría algo o alguien separaros jamás de mí? Aunque seáis apaleados
hasta la muerte, si permanecéis obedientes y devotos, la senda celestial estará
asegurada para vosotros. Eso es una de las enseñanzas más fuertes de la iglesia
de unificación.
“Verdaderos Padres” son las palabras
más temibles y más extraordinarias. Incluso Dios y Satán temen esas palabras.
Es muy difícil que los hombres caídos realmente puedan entender lo que estas
palabras significan y dedicarse a llegar a ser hijos de los Verdaderos Padres,
pero si se desvían pueden incurrir en juicio. Para Satán estas son las palabras
más temibles porque cuando la gente se une a los Verdaderos Padres se separan
de él. Por un lado, Dios nos pide de servir a los Verdaderos Padres, mientras
que por otro lado Satán trata de extraviarnos de ellos. En medio de ese tira y
afloje luchamos para pertenecer al lado de Dios. Debéis entender que estáis en
la cuerda floja, un paso a la izquierda o la derecha puede determinar si
viviréis o moriréis. Así de serio es.
Sabed donde estáis
Debéis saber donde estáis situados, donde
esta Dios, y donde yo estoy en referencia a la providencia de la restauración.
Al empezar un nuevo año debemos saber con claridad dónde estamos situados.
Nuestra posición nos exige que hagamos nuestras misiones de restaurar el mundo
de vuelta s Dios. Incluso para Dios este es la causa cardinal. Aunque no
podamos cumplir nuestra misión a lo largo de nuestra vida, debemos volver a
través de la resurrección de retorno, ayudar a la gente de la tierra y
elevarnos de un nivel a otro hasta alcanzar la perfección.
Por tanto, debemos ser muy serios respecto a
nuestra misión mientras vivimos en la tierra, para que así algún día nos
encontremos en el seno de Dios, libres del pecado y de las interferencias de
Satán. Hasta que no hagamos eso, no puede haber, en el verdadero sentido de la
palabra, un Día de Dios, Día de los Hijos o Día del Mundo Debemos establecer
esos días en su sentido más auténtico, de modo que podamos glorificar a Dios y
deleitarse en esos días sin ninguna reserva. Al final, no sólo la iglesia de
unificación sino el mundo entero celebrará el Día de Dios, el Día de los Hijos
y el Día del Mundo. Hasta que no lo hagan no podemos regocijarnos realmente en
esos días. Debemos tener una determinación de hierro hasta que llegue el día en
que todos los habitantes del mundo celebren con nosotros esos días festivos,
sin que nadie lo impida, ni siquiera de Satán. Debemos avanzar hasta ese
día, cuando ganemos y podamos disfrutar de todas esas cosas.
Debo recordaos de nuevo que si os vais al
otro mundo sin realizar esto, deberéis volver y hacerlo otra vez. Tomemos la
resolución de cumplirlo todo a lo largo de nuestras vidas e incluso acortar el
tiempo del trabajo, si posible. Decidámonos. Determinémonos a dedicar nuestras
vidas para este objetivo vital, para cumplir esta meta. Recordad que estamos
trabajando duramente para que todo el mundo pueda disfrutar celebrando estos
días festivos. No dejéis pasar ni un minuto sin pensar en eso. Quiere que
realmente os dediquéis a la causa principal. Si estáis resueltos a
hacerlo, y realmente queréis prometerlo ante Dios, levantad las manos.
Si tenéis alguna pregunta la podéis hacer. Si
no preguntáis nada quiere decir que lo habéis entendido todo, ¿verdad? ‘¿Lo
habéis pensado? Lo que acabo de decir no se puede encontrar en el libro del
Principio. En el libro del Principio, podéis leer hasta la providencia en los
días de Jesús. El libro del principio nos habla del pasado. En el tiempo de
Jesús la gente tenía que creer en él, pero ahora debéis entenderlo y
llevarlo a cabo.
Existen muchas situaciones complicados
en el mundo, pero todo puede resolverse a la luz del Principio. No el Principio
del libro, sino lo que yo voy a revelar. Puedo revelar cierta cantidad de cosas
ahora porque ya lo he hecho realidad. Los Verdaderos Padres, libres de pecado y
de la caída, pueden conocer y desvelar los secretos del cielo, nadie más está
autorizado para hacerlo. En el curso de la restauración, no hay nadie que pueda
entender lo que los Verdaderos Padres deben hacer. Los eruditos o
científicos renombrados no están acreditados. Jesús, como Verdaderos Padres, no
lo pudo hacer todo, por tanto, los que vienen como Verdaderos Padres deben
empezar restaurando todo eso.
Estáis esperando nacer
Decís que estáis dispuestos a cooperar
conmigo, pero por mucho que lo intentéis, en ciertas cosas no podéis ayudar.
Los que aún no han sido restaurado es como no han nacido todavía. ¿En esa
situación, cómo vais a pretender que entendéis lo que los Verdaderos Padres os
dicen? No podéis decir, en el sentido verdadero de la palabra, que me obedecéis
o cooperáis conmigo si aún no habéis nacido. Decís que trabajáis para los
Verdaderos Padres, pero de hecho no es así. Estáis todavía en el vientre de la
madre, desarrollándoos, creciendo, siendo nutridos. Por tanto, tampoco podéis
pretender trabajar para la iglesia de unificación. En el verdadero sentido,
podéis decir eso sólo si renacéis. Entonces podéis decir que cooperáis con los
Verdaderos Padres, y con la iglesia de unificación. Mientras estáis en del
vientre de la madre, sólo podéis presumir que los nutrientes os pertenecen,
pero nada más.
Sin las instrucciones de los Verdaderos
Padres, no podéis trotar en la senda de cielo. ¿Puede haber otro camino la luz
del Principio? Si de verdad anheláis el Reino de los Cielos, si queréis morar
en ese mundo, si lo queréis disfrutar y poseer, o s debéis sentir absolutamente
unidos a los Verdaderos Padres y suspirar por ellos. Así podréis orientar
de nuevo vuestros pensamientos y acciones.
En el camino del Principio no está Satán,
sólo Dios. En otros caminos os topáis con Satán Moraleja, si encontráis a
Satán rodeándoos, entonces no vais por el camino del Principio. ¿Estáis seguros
de que vais bien, caminando por la senda del Principio? Si realmente seguís ese
camino debéis estar unidos al Verdadero Padre o ser parte de mí. Aunque de
alguna manera estáis conectados a mí, vuestros familiares y el mundo exterior
os querrán sacar. Así que liberaos de las ataduras mundanas. De algún modo, ya
lo estáis, porque vuestros padres, hermanos y amigos, se oponen. Si querréis ir
por este camino, debéis aferraros a mí. Si sólo os agarráis de un lado, Satán
podría cogeros del otro.
Día y noche, despiertos o dormidos, siempre
debéis pensar en el Principio, en cómo llevar a cabo vuestra misión, nunca
soñéis con cosas mundanas. Algunas veces os relajáis, y deseáis las cosa que el
mundo ofrece, diciendo;” Si estuviera allí fuera, tendrían tal y tal puesto,
esa u otra cosa…” Cuando os vais al mundo espiritual, será demasiado tarde.
Entonces os daréis cuenta de que lo os he enseñado es cierto. Si lo entendéis
mientras estáis en la tierra sois personas afortunadas. “Lo que atéis en la
tierra, quedará atado en el cielo”. El plano físico es el sitio crítico.
Enmendar el pasado
El curso de 21 años representa los 2.000 años
del pueblo judío dispersados por el mundo, después de perder su nación. Lo que
se pierda en la dimensión vertical debe restaurase en el nivel físico.
A lo largo de nuestra vida, las condiciones
verticales son enmendadas en el nivel horizontal. Por eso, en los países
comunistas la gente religiosa ese todavía martirizada. ¿A cuánta gente creéis
que ha masacrado el presidente Mao Che de la China roja? Unos 50 millones. Ese
número es el equivalente a la populación entera de Corea. ¿Y a cuántos mató
Stalin? Quizás algunos menos, unos 30 millones de personas fueron masacrados
bajo Stalin.
Los 6.000 años de historia humana deberían
ser restaurados por indemnización en el plano horizontal, contando 60 años
desde el nacimiento de la nación comunismo. Los años 1977 y 78 serán, por
tanto, muy críticos. Si realizamos nuestra misión con éxito para entonces, el
mundo comunista estará destinado a perecer. No ha habido ningún historiador que
ha podido señalar este momento. Sólo nosotros sabemos este hecho.
La gente no sabe lo que parará en el futuro.
Cualquier individuo que sabe lo que le depara el futuro puede ser feliz.
Cualquier familia o nación que sepa eso puede ser feliz. Nosotros, que
estamos en esa posición, debemos estar agradecidos. ¿Os sentís realmente
felices? Podemos decirle con confianza al mundo:”Lo que tengo es correcto.
¡Seguidme! Os llevaré a la meta que Dios ha puesto ante nosotros” Ese tipo de
confianza nos hace sentir jubilosos, ¿no es cierto? ¿Queréis que sigua hablando
de cosas serias? Una cosa que debéis saber es que soy una persona seria,
pensando en todos esos asuntos. No aparento ser tan serio, o hablo usando
muchas bromas. Pero en mí corazón estoy agonizado y serio. Dios también está
lleno de agonía y seriedad, sufriendo con la humanidad. Pero Él esconde esos
sentimientos. ¿Si Dios depositará su dolor en vosotros, os desmayaríais,
verdad?
Dios intenta que superéis los obstáculos de
la manera más fácil, pero es inevitable que paguemos indemnización cuando
cruzamos cualquier frontera a un nuevo nivel. Estoy siempre agonizado con un
montón de carga que me hunde, pero por fuera no puedo aparentar estar
presionado. Pero cuando rezo, soy realmente serio, hablando con Dios que conoce
mí corazón.
Aunque sois japoneses, ya no sois hijos de
antepasados japoneses, sino hijos de un nuevo linaje de sangre. La iglesia de
unificación ha hecho eso posible. Estamos en otra dimensión, la esfera que
quita la acusación de Satán.
¿Cuál es vuestra situación? A menos que no
alcancéis el nivel de perfección de la etapa de crecimiento no podéis ser
bendecidos. En el tiempo de la caída, un hombre y una mujer fueron
expulsados del Jardín del Edén. Por eso, en el curso de la restauración, un
hombre y una mujer deben superar una situación hostil. Ese es el significado de
la bendición. Mí propio Día de Dios, el Día de los Hijos y el Día del Mundo han
sido declarados a esala mundial y cósmica. Podéis ser bendecidos y participar
de ese nivel pero no habéis ido por el mismo curso que yo. En realidad, como
verdaderos antepasados de un nuevo linaje, tenéis que establecer vuestro propio
Día de Dios, el Día de los Hijos y el Día del Mundo. Los miembros de la iglesia
de unificación deben hacer todo eso. Por esa razón hemos empezado el segundo
curso de siete años.
Pese a que sois los descendientes de la
caída, debéis sobrepasar el estándar de Adán y Eva, avanzando valientemente
sometiendo la acusación de Satán.
Esto no lo debemos hacer solamente nosotros
sino todo el mundo. Hombres y mujeres, jóvenes y mayores deben hacerlo. El
segundo curso de siete años es el periodo de avance total.
He sacrificado a mis familiares
A lo largo de mí curso de 21 años, lo único
que lamento es que aún no he podido dar testimonio ni impartir la verdad a mis
propios familiares. También fue la pesadumbre de Jesús. Por supuesto, mis
padres y mis hermanos y hermanas sentían que era una persona especial, haciendo
algo grande. Pero nunca he podido hablar con ellos acerca del significado precioso
del Principio. Este ha sido mí agonía, no podía amar a mis padres o hermanos
aunque estaban cerca de mí. En vez de amar a mis familiares he tenido que amar
a la gente tipo Caín. Pero gracias a ese sacrificio, la iglesia de unificación
ha podido prosperar.
Sin amar de esa forma, no puedes ganarte el
corazón de Caín. Sin Caín, Abel no puede mantenerse. A no ser que eduquéis a
gente que tenga más piedad filial hacia vosotros que vuestros hijos, no podéis
completar el trabajo de la restauración por indemnización. Pero hacerlo
requiere un gran sacrificio. Si no amáis a la gente sin comer ni dormir, no
podréis dominarles con amor.
Yo he vivido esas situaciones, pero para
vosotros no es así, en el segundo curso de siete años podéis dar las cosas
preciosas a vuestros familiares, padres y hermanos, de modo que seáis
Mesías para vuestra familia. A lo largo del segundo curso de siete años,
debéis llegar a ser el Mesías de vuestra tribu, cumpliendo con vuestros
familiares lo que Jesús y yo no logramos. Ganando la victoria en vuestra propia
tribu, centrado en vuestros padres y hermanos, podéis completarlo todo. Lo
podéis hacer en el nivel individual, familiar, tribal y nacional. Podéis abrir
el camino para el mundo entero.
El punto de partida para el segundo curso de
siete años es hacer lo que Jesús quiso hacer 2.000 años atrás, revelar la
Voluntad de Dios a Maria y José, dejándoles participar en la providencia de
Dios. Yo podría haberlo hecho, pero de haberlo hecho la providencia de Dios no
habría avanzado.
Siempre se le pide al más amado sacrificarse
tomando su cruz. La providencia de Dios nos muestra que debemos sacrificar a
nuestros hijos amados, familia, tribu, y amar en primer lugar a las familias y
las tribus de Satán.
Dios ama y bendice a sus enemigos. Cuando
Jesús fue crucificado, Oró a Dios;” Padre, perdónalos porque no saben lo que
hacen”. Jesús era capaz de decir eso porque conocía el corazón de Dios. El
curso de la restauración no se logra con la fuerza de los puños, sino con la
fuerza del amor. La indemnización debe pagarse de esa forma. Debemos ser
concientes de eso. Deben obtener la bendición que Jesús no obtuvo. Así se puede
lograr la restauración y bendición perfectas.
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