lunes, 9 de enero de 2017

El Matrimonio Bendecido y la Vida Eterna

El Matrimonio Bendecido y la Vida Eterna
Discurso de la Dra. Hak Ja Han Moon
Conferencias - Primavera de 1998

Distinguidos invitados, damas y caballeros, colegas y amigos:

La humanidad está enfrentando ahora el desafío de los Últimos Días. En este tiempo, las familias en todo el mundo se están desintegrando. Esposos y esposas, padres e hijos se convierten en enemigos. ¿Por qué ocurre esta tragedia?

La causa es la falta de amor verdadero. Es igualmente significativo el hecho de que somos ignorantes de nuestra más importante responsabilidad, la de prepararse para la vida eterna. Si tenemos claridad acerca del concepto de la vida eterna, y si aceptamos su realidad en nuestros corazones, entonces podemos dirigir correctamente a nuestros hijos y familias. Pero la verdad es que la mayoría de las personas está en la duda de sí incluso existe el mundo espiritual.

Si realmente entendemos la realidad del mundo espiritual, no podríamos pecar, aun cuando la tentación se presentara. No podríamos vivir de forma egoísta, aunque se nos lo ordenara. Por otro lado, si no comprendemos el mundo espiritual, no podemos entrar al Reino de Dios, sin importar nuestra religión.

En un sentido más amplio, sin saber el significado de la vida eterna, no podemos crear una verdadera revolución social. Si dicha revolución social no está conectada a la vida eterna, podría empeorar la situación. Nadie desea eso.

Hasta hoy, las religiones ni abrazaron ni abarcaron el mundo secular. Como consecuencia, el secularismo controla ahora la cultura. El secularismo supera la influencia de la religión. Esto ocurrió debido a que las religiones no fueron capaces de establecer un concepto claro de la vida en el más allá, que es nuestra vida eterna.

La gente practicó fielmente el cristianismo durante muchos siglos, pero hoy muchas iglesias están confundidas. En los Ultimos Días, están sujetas a los cambios que ocurren en el mundo. Para resolver este problema, debemos reafirmar y proclamar un entendimiento claro de la vida eterna. En realidad, sin embargo, nadie tiene la absoluta confianza que sabe todo acerca de la vida eterna. De hecho, muchas personas ni saben con certeza si Dios existe o no. Cuando se enfrenta con los obstáculos y las tentaciones del mundo, la mayoría de la gente flaquea. Abandonan su fe y siguen un camino secular.

La razón por la que deberíamos comprender la vida eterna

Cuando cumplimos cuarenta o cincuenta años, nos acercamos más al fin de nuestra vida. Naturalmente nos volvemos más serios acerca del concepto de la vida eterna. Al hacernos mayores, nos volvemos más serios. Normalmente, la intensidad del amor declina a medida que la gente envejece. Pero si nuestra percepción de la vida eterna goza de fuertes raíces, entonces nuestro amor crecerá y se profundizará con el paso del tiempo.

¿Cuántas veces se confundieron debido a los cambios que ocurren hoy en nuestro mundo? Si nuestro enfoque acerca de la vida eterna es preciso e incambiable, superaremos las inseguridades del nuestro ambiente cambiante. Podremos asimilar todas las circunstancias de nuestras vidas, y las alegrías y tristezas que nos vienen encima.

Dios creó a Adán y Eva como Sus compañeros en el amor verdadero. Por consiguiente, debemos vivir como los compañeros del amor verdadero de Dios. Esto no debe ser una teoría. Debemos permitir que esta dinámica trabaje en nuestras vidas y ponerlo en práctica todos los días.

Una vez que comprendamos el poder del amor verdadero, nos esforzaremos en contra de la adversidad con el fin de seguir el camino del amor verdadero. En la vida cotidiana, siempre sentiremos la seguridad que surge de la creencia en la vida eterna. Cuando esta convicción nos inunda, nuestras vidas estarán seguras.

Esto tiene implicancias importantes para la educación de nuestros hijos. Si se les explica claramente, los jóvenes pueden abrazar con facilidad el concepto de la vida eterna. Están singularmente bendecidos para sentir la vida eterna resonar dentro de sus mentes y cuerpos.

Hasta que lleguen a los años de adolescencia, los chicos y las chicas poseen la pureza de carácter no caído. Reflejan el carácter original de Adán y Eva, quienes no cayeron hasta los finales de su adolescencia. Debido a eso, es vital que los jóvenes conozcan profundamente a Dios.

Por medio del conocimiento de Dios, podemos entender nuestra relación inseparable con El. Pero para poder saber esto, los jóvenes primero deben comprender el concepto de la vida eterna.

Vida terrestre y vida eterna

¿Cuántos años creen que vivirán? Todos pensamos que viviremos hasta los 70 o 80 años. Es difícil imaginar que moriremos antes de ese momento. En este sentido, todos podemos ser considerados avaros.

Pero en verdad, aun aquellos que parecen tener confianza que vivirán mucho tiempo no tienen idea cuando van a morir. Podría ser tan pronto como hoy o mañana. Aun podríamos morir durante una comida o mientras que dormimos. ¿Dios nos garantiza una vida larga?

Imagínense que supieran que morirían dentro de un año. Tendrían que preparar para su muerte dentro de un período muy corto. Con toda esta nueva urgencia recién encontrada, en realidad podrían ser felices. Después de todo, podrán prepararse para la muerte en menos tiempo. Cuanto menos tiempo que emplean para prepararse para la muerte, cuanto menos tiempo de sus vidas malgastarán. Y si se preparan bien, pueden construir su hogar para la vida eterna.

¿Cuántos años desean vivir? ¿Qué pasaría si Dios les dijera que tendrían que morir esta noche? ¿Qué legado dejarían? ¿Dejarían algo del cual Dios estaría orgulloso? Mientras que vivamos en este mundo, siempre debemos dar lo mejor de nosotros. Deben invertir las 24 horas del día para llevar aun a una persona más al amor de Dios.

El criterio más elevado de la dedicación a Dios es de ni desear detenerse para comer o dormir. No debemos ser consumidos por la preocupación por las necesidades mundanas. Si viven con semejante sinceridad, tendrán vida eterna en el más allá.

Cuanto más esperamos que nuestra vida física sea corta, más valor encontraremos en ella. En este contexto, debemos preguntarnos, ¿Cuánto amo a los demás? ¿Cuánto amo a mi familia? ¿Cuánto amo a mi clan?" "¿Qué significa amar a los demás, amar a mi familia, amar a mi clan?" Esto sirve como el fundamento para amar a toda la humanidad. Es un enfoque sabio hacia la vida. No perderán si viven de este modo.

La razón de vivir una vida eterna

El propósito de la vida de fe es buscar el mundo de la vida eterna y el amor eterno de Dios. El camino de la vida de fe es descubrir y regocijarse en la alegría de Dios como la nuestra. Al vivir de esta manera, llegamos a ser uno con el amor y la vida eternos de Dios.

Por consiguiente, es muy importante que la gente de fe invierta su energía incesante por la vida y el amor de Dios. Las religiones del mundo han expandido durante toda la historia, dentro de las circunstancias de cada cultura. Esto porque el destino humano es vivir una vida eterna.

No existimos solo para vivir en nuestra propia era, sino también en armonía con el universo entero. Una vez que alcancemos el limite de la vida en la Tierra, continuamos la vida en un mundo eterno, ilimitado. Semejante mundo en realidad existe. Aun aquellos que no creen que existe, o que no lo comprenden plenamente, postularon acerca de la vida eterna. Lo hicieron para ayudar y consolar a la humanidad en medio de su sufrimiento y dolor.

Pero la existencia es una realidad más allá del tiempo y del espacio. Cuando asimilamos la profundidad de esta verdad eterna, la misma se convierte en nuestro punto de partida. Luego podemos encontrar las respuestas a las preguntas acerca de la vida eterna y Dios.

¿Para qué motivo y en qué posición creó Dios a la humanidad? Dios creó al hombre y la mujer como Sus compañeros en el amor verdadero. Existíamos para tener el valor único y absoluto de Dios. ¡Esta es una revelación inquietante! Desde esta óptica, el valor de la vida de cada persona es infinito.

Todas las personas están destinadas a nacer en el amor verdadero, vivir y crecer en el amor verdadero, y aún a morir en el amor verdadero. Dios es eterno, incambiable y único. Existimos como el objeto eterno del amor verdadero de Dios. Por lo tanto, somos creados para vivir eternamente. Nuestra vida eterna tiene raíces en nuestra relación con Dios, como Su compañero de amor verdadero.

El eterno compañero de amor del Creador

El amor de Dios es absoluto. Ya que el amor de Dios se perdió por la caída humana, Dios ha experimentado la miseria indescriptible y la tristeza casi desesperada durante toda la historia. Nadie jamás lo entendió; nade pudo consolar completamente a Dios.

Dios, en la profundidad de Su corazón, quiere recrear a Su compañero de amor largamente esperado. Dios quiere abrazar a Sus hijos. Se desplazará cualquier distancia para encontrarse con ellos. Solo al encontrarse con Sus hijos e hijas puede El expresar Su alegría al máximo. En realidad, Dios creó el universo entero para Sus hijos.

Consideren la atmósfera de la tierra. Cuando se forma un sistema de baja presión, un sistema de alta presión automáticamente aparece. Por medio de este fenómeno, la circulación del aire se sostiene.

Dios nos enseñó olvidar el bien que hacemos por los demás. Esto crea un movimiento circular de dar y tomar espontáneo y natural en la vida diaria. Es semejante al fenómeno natural que observamos en la atmósfera. Dicho ciclo constante de dar y tomar se dirige a la vida eterna.

La vida eterna puede comenzar con nada más que el compromiso eterno. Específicamente, mientras que uno vive por los demás, nunca perecerá. Una vida de dar sin duda crecerá y progresará de forma constante. La persona que así vive eventualmente tomará una posición central como el núcleo de la sociedad.

Si Dios buscara un compañero de amor absoluto, )quién merecería semejante posición? Es natural concluir que el compañero de amor de Dios tendría que ser la humanidad. Por eso se considera al hombre como el ser más precioso de toda la creación de Dios.

Cuando somos capaces de aceptar que somos el eterno compañero del amor verdadero del Creador, podemos fácilmente entender que vivimos durante toda la eternidad. El concepto de la eternidad naturalmente surge de esto. (Ocurre aquí mismo! El mundo religioso debe guardar en mente que el fundamento de la vida eterna es la relación del amor verdadero. Dicho en los términos más simples, la vida eterna no es consecuencia ni del hombre ni de la mujer, sino del amor verdadero de Dios.

Solo el amor verdadero proporciona salvación

Hoy, muchos cristianos proclaman que cualquier individuo puede poseer la vida eterna a través de nada más que la creencia en Jesús. Si les preguntara cómo uno puede asegurar la vida eterna, algunas personas contestan, "Solamente cree en Jesús." Me gustaría que consideraran una perspectiva adicional acerca del significado de la vida eterna.

Consideren el aspecto de la continuidad. El funcionamiento del cuerpo físico goza de continuidad. Por ejemplo, la circulación de la sangre, el sistema nervioso y el cerebro deben funcionar continuamente y con facilidad.

Desde esta perspectiva, ¿cómo contestarían si le preguntaran cómo asegurarán la vida eterna? La vida del espíritu también debe tener continuidad. Entonces, pueden verdaderamente reclamar, "Mi vida eterna es garantizada solo por medio de la creencia?" ¿La salvación proviene solo de la creencia? Absolutamente no. Aseguramos la salvación solamente a través de la continuidad de la práctica del amor verdadero desde el mundo físico hasta el mundo espiritual.

Según los principios por los cuales Dios creó este mundo, solamente una persona verdadera puede llegar a ser el compañero del amor verdadero de Dios. Solamente con el amor verdadero puede uno convertirse en tal persona y obtener la vida eterna.

La clave es eliminar de nosotros la ignorancia y las cargas de la caída. La pregunta fundamental es cómo liberarnos del amor malo, la vida mala y el linaje malo. Solo en este contexto la liberación tiene significado. Solamente la total liberación del mal trae la libertad verdadera. La libertad verdadera se sostiene por sí misma.

La idea necesaria para la vida eterna

Somos creados para vivir una vida eterna. De modo similar, somos creados para practicar el amor verdadero. Además, fuimos creados para practicar el amor verdadero aquí en la Tierra. Nos comprometemos en muchas cosas en este mundo. Estas cosas llegan a ser el material que asegura nuestra vida eterna. En otras palabras, todo lo que hacemos en este mundo es entrenamiento para la vida eterna.

¡Somos plenamente capaces de vivir para siempre! ¡Deseamos la vida eterna! En nuestra búsqueda para la vida eterna, ¿qué es lo que no cambia? ¡Solamente el amor verdadero no cambia! Todo en el universo cambia, pero el amor verdadero no cambia.

Esto se debe a que el amor verdadero es el centro. El centro quedará intacto aún si todo lo que lo rodea desaparece. El amor verdadero es el centro del universo. Es el amor de Dios. Por consiguiente, ya que Dios es incambiable, el amor verdadero es incambiable.

¿Qué significa el amor verdadero? El esposo desea que su esposa sea mejor que él. La esposa también quiere que la esposa le supere. ¿Existen padres que no quieren que sus hijos les superan? ¿Por qué compartimos este sentimiento? Es porque todos somos creados a imagen de Dios (Gen. 1:27). En otras palabras, aun Dios quiere que Su compañero de amor sea mejor que El.

Dios es absoluto, pero al mismo tiempo El es nuestro Padre. ¿Podría Dios imponernos un criterio absoluto, sin que lo incluyera a El también? No, no lo puede hacer. Por lo tanto, nuestro valor es el más elevado en el universo.

De hecho, en el reino del amor verdadero, podemos tener un valor aún más alto que el valor que tiene Dios mismo, en el mismo sentido que los padres desean que sus hijos tengan un valor más alto que ellos. Es por este motivo que nuestras mentes tienen las más altas aspiraciones. Así, debemos sentir verdaderamente que nada es imposible.

Dios originalmente quiso que Sus hijos gobernaran el universo desde la posición del valor más alto. No tendríamos que haber sido desviados o manipulados de ningún modo. Nunca fuimos destinados a estar bajo el dominio de cualquier fuerza o ser.

Para confirmar esto, simplemente examinan sus mentes. La mente desea la libertad completa. Nadie quiere que su mente sea controlada. Una vez que aseguramos la posición del amor verdadero, estamos totalmente libres. Podemos viajar a cualquier lado. Podemos viajar al trono de Dios y convertirnos en el amigo de Dios.

Dios es eterno y absoluto. Por lo tanto, ya que Dios nos creó como Sus compañeros del amor verdadero, es natural concluir que podemos gozar de la vida eterna. Es claro entonces que para que el hombre viva una vida eterna, debe morar dentro del reino del amor verdadero. Solamente por medio del amor verdadero es posible la vida eterna abundante.

El origen, motivo y proceso de la creación de Dios se centró en el amor verdadero. Ningún resultado puede surgir sin que se pasa por un proceso, y el proceso de la perfección se basa en la práctica del amor verdadero. La perfección de la mente y el cuerpo es posible solamente cuando ambos pertenecen al reino del amor verdadero.

Solamente el amor verdadero puede producir el ideal. Esto se debe a que Dios mismo existe para la eternidad sobre el fundamento del amor verdadero. ¿Sobre qué piensan Uds. que Dios centra Su propia existencia? Sin lugar a dudas, la vida eterna de Dios se centra en el amor verdadero.

Por lo tanto, podemos también vivir con amor verdadero como nuestro centro. De este modo creamos el reino de la vida eterna. Para poder encontrar este reino, practicamos el amor verdadero en la vida diaria.

Para conocer a Dios, la vida eterna y el amor verdadero

Aunque no estemos seguros dónde mora Dios en el mundo espiritual, por lo menos debemos entender claramente que Dios es el centro del amor verdadero. El poder del amor verdadero es el más rápido y más directo. El amor verdadero viaja en línea recta. )Por qué piensan que enfatizo tan fervientemente el amor verdadero? Se debe a mi experiencia directa con esta verdad. Una vez que experimentan a Dios y el mundo eterno, Uds. también nunca podrán mantener una actitud indiferente hacia la vida.

Primero, debemos conocer a Dios. Segundo, debemos conocer la vida eterna. Tercero, debemos conocer el amor verdadero. Amor verdadero significa ir más allá de nuestras limitaciones al dar a los demás. De este modo, podemos encontrar la vida eterna. Sin el amor verdadero, no existe la vida eterna. Sin la vida eterna, nunca podemos encontrarnos con Dios.

¿Cómo deben prepararse para el mundo del futuro? Primero, sean altruistas. Segundo, practiquen el amor verdadero. Tercero, busquen la vida eterna. Con la práctica sincera de estas virtudes, podemos manejar el mundo de la era venidera. El camino opuesto es el camino de vida egoísta. Eso es la ideología de Satanás. En contraste con el amor satánico, ¿qué es el amor verdadero? El amor verdadero significa invertirse más allá del punto de la vida y la muerte. Es solamente a través de esta intensidad de amor que podemos encontrar el significado verdadero de la vida.

La raíz fundamental del mal es el linaje satánico. Nuestro linaje pertenece a Satanás. Nuestro amor pertenece a Satanás. Pero el amor de Dios trasciende el amor satánico. Así la Biblia enseña, "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. (Mt. 22:37-38)

¿Qué significa esto realmente? Amar a Dios con todo el alma y con toda la mente significa dar la vida completamente a Dios. Este es el primer gran mandamiento.

El segundo mandamiento es, "Amar al prójimo como a ti mismo." ¿Qué significa esto? Nos dice que amemos a los demás aun a costa de nuestras vidas. Tenemos que invertirnos en este estilo de vida.

Entonces, ¿por qué debemos comprometernos con una intensidad total? A menos que nos comprometamos en este grado, primero, no podemos hacer que Satanás se rinde. Segundo, no podemos liberarnos del ambiente satánico por nuestra propia cuenta. Necesitamos el poder del amor verdadero que es más grande que nuestra vida.

El mundo después de la muerte relacionado con el amor

No existe el concepto del tiempo para Dios. Esto significa que en la eternidad el comienzo y el final son lo mismo. Del mismo modo, el pasado, presente y futuro son lo mismo. Entonces, ¿dentro de Dios qué es lo que armoniza todo y permite que Dios more en paz? Es una pregunta seria. No es la fuerza todopoderosa de Dios. No es Su omnisciencia. No es ninguna otra cosa que el poder del amor. Aun Dios mismo responde incondicionalmente al amor verdadero. Esto se debe a que Dios no necesita de otra cosa que no sea el amor verdadero.

La mayoría de la gente está de acuerdo que entraremos en el mundo espiritual tras nuestra muerte. Pero el mundo espiritual no es solamente el lugar de morada de los difuntos. El mundo espiritual está conectado con el amor verdadero. El punto de inicio de la creación de Dios es el amor verdadero. Por lo tanto, una vez que aseguremos el amor verdadero en el mundo físico, aquí también se convertirá en el mundo espiritual. Esto por sí solo nos explica cuán poderoso es el amor verdadero.

A través de la perfecta relación de lo vertical y lo horizontal, el movimiento armonioso en todas las direcciones, arriba y abajo, derecha e izquierda, adelante y atrás, puede ocurrir. Pero cuando lo vertical y lo horizontal se desconectan, no existe la armonía. En ese caso, no puede haber unificación.

Solo el amor verdadero puede conectar lo vertical y lo horizontal. Este mismo produce la unificación y la armonía. El pensamiento central de la Iglesia de la Unificación, basado en la perspectiva del Principio Divino, es que el mundo ideal está centralizado en el amor verdadero.

Damas y caballeros, Dios quiere guiar a la humanidad. Dios respira a través del amor verdadero. Ya que el ritmo del universo está en armonía con Dios, el universo existe por la eternidad. En el amor verdadero de Dios podemos encontrar la vida eterna.

Por eso cuando esposo y esposa se conectan en el amor verdadero, encuentran la felicidad completa. Cuando el ritmo del amor verdadero está en equilibrio, podemos amarnos unos a otros. En este ambiente existe una sola dirección en nuestra vida. Esa dirección está centralizada en Dios.

Tanto el mundo espiritual como el mundo físico se mueven en conexión con el amor verdadero. El universo mantiene un equilibrio natural, centrado en el eje vertical del amor verdadero. ¿Cuál es el denominador común del universo? ¿Cuál es la norma universal, por la cual la gente del pasado y del presente puede vivir juntos durante la eternidad? ¿Cuál es el origen del deseo humano? La respuesta a todas estas preguntas es la misma. La respuesta es el amor verdadero. La norma no es el amor egoísta; es el amor verdadero. Solo la práctica del amor verdadero puede abrazar a la gente de todas las razas, todas las naciones y todas las religiones.

Vida espiritual como parejas

El propósito verdadero de la vida es de caminar adelante en el camino del amor verdadero. Debemos crecer a través de las relaciones armoniosas de amor verdadero. Debemos cuidadosamente guardar el ideal del amor verdadero en nuestros corazones. Somos en realidad los representantes del mundo espiritual. Esforzémonos constantemente a expandir el amor verdadero. Sembremos las semillas de amor verdadero durante toda la vida.

Cuando producimos el fruto del amor verdadero y entramos en el eterno mundo espiritual como una pareja de amor, seremos abrazados por el amor eterno de Dios. Entonces verdaderamente llegamos a ser uno con Dios.

Aunque el cuerpo físico se envejece, mientras que vivamos como esposo y esposa centrados en el amor verdadero, ¡nuestro cuerpo espiritual en realidad se vuelve más joven! Esto significa que cuanto más años vivamos, cuánto más guapos como hombres y hermosas como mujeres llegan a estar nuestros cuerpos espirituales.

El espíritu es nuestro yo interno. En el momento adecuado simplemente dejaremos el cuerpo físico. El cuerpo físico podría sentir que no desea retirarse. Pero con el advenimiento de la vejez, eventualmente debe entregar la vida. Por el otro lado, nuestro cuerpo espiritual, como las castañas en el otoño, se vuelve más sólido y más hermoso a medida que se convierte en el sucesor de nuestro cuerpo físico.

¿Por qué es necesario el matrimonio?

Debemos amar las cosas del mundo material, que incluye el cuerpo físico y la comida que lo nutre. No debemos pretender amar a Dios, a quien no podemos ver, a menos que amemos las cosas de la creación, que si podemos ver.

Al amar todas las cosas, absorbemos la esencia de la creación. Al hacer esto, amamos y nutrimos el cuerpo físico.

Sus primeros padres, desde luego, son sus padres físicos. El segundo padre es la Tierra. De la Tierra recibimos los elementos esenciales que el cuerpo necesita para crecer. De este modo la Tierra es el segundo padre.

Después que hemos sido nutridos y cuidados por nuestro segundo padre, nos preparamos para encontrarnos con nuestro tercer padre. Existe un proceso a través del cual pasamos para poder realizar esto. El mismo es la muerte física. No nos encontramos con nuestro tercer padre gratuitamente. Para poder volver a nuestro tercer padre, debemos asemejarnos a nuestro padre original, Dios.

¿Por qué entonces nos casamos? Simplemente dicho, nos casamos para poder asemejarnos a Dios. Dios existe como un ser con características duales. En Dios las características duales están completamente armonizadas en Uno. Cuando las características duales de Dios se manifiestan en nuestro mundo, lo hacen en forma de hombre y mujer. Por consiguiente, en el momento adecuado el hombre y la mujer son como una semilla. Se unen para llegar a ser uno. Así, el esposo y la esposa vuelven a Dios. Juntos son el reflejo de Su naturaleza original.

Precisamos el matrimonio porque es el camino verdadero para desarrollar nuestro amor. En el matrimonio, nos maduramos como una semilla de Dios. Nuestra vida entera debe estar centralizada en el amor verdadero. Debemos nacer de nuevo en el amor verdadero; debemos crecer en el amor verdadero; debemos vivir centrados en el amor verdadero, y debemos volver al amor verdadero cuando morimos.

El camino del amor verdadero es una vida en pro de los demás. Este es el propósito del matrimonio sagrado. Si tomamos cualquier otro sendero, estamos tomando la dirección equivocada para lograr la vida eterna.

Existen más de 5 mil millones de personas que viven en el mundo actualmente. Pero hay muy pocos entre la población mundial que comprenden el significado de la Bendición. Mi esposo y yo fuimos los primeros en adoptar la palabra "bendición" en el contexto del matrimonio. Muchas Bendiciones de matrimonios de este tipo ya se realizaron.

¿Hacia dónde se dirigirá la humanidad en el futuro? La humanidad no puede entrar en el Reino de Dios sin pasar por la puerta de la Bendición. Existen millones de cristianos en el mundo hoy y el Cristianismo entrará al Reino de Dios al pasar por la puerta de la Bendición.

Algunas personas se quejan que la enseñanza del Rev. Moon es santurrona. Por supuesto, no se puede hacer nada acerca de ese punto de vista ya que es propiamente de ellos. No obstante, estoy aquí para expresar que el mensaje de la Bendición de matrimonio de Unificación es el camino verdadero para todos los matrimonios.

No importa cuanta persecución puede provocar, estamos aquí para conectar el mundo espiritual y el mundo físico dentro de nuestras vidas. A través de esta Bendición podemos conectar la Tierra y el Cielo, y entrar en el Reino de Dios.

Otra gente religiosa piensa en la salvación en términos del individuo. Cree que mientras su fe es fuerte, puede entrar en el Reino de los Cielos como individuos. Pero desde el punto de vista del ideal original de Dios, nunca fuimos destinados a entrar el Reino de los Cielos como personas solteras. Entramos solamente por medio de nuestro cónyuge y familia.

La Bendición del matrimonio y la vida eterna se dispensan a través de los Padres Verdaderos. A través de nuestra unión con los Padres Verdaderos podemos cumplir la esperanza original de Dios para el individuo, la familia, la nación, el mundo y el cosmos entero. Por último, podemos completar el ideal de la creación de Dios.

Así, el lugar de nacimiento de los Padres Verdadero es el punto de comienzo desde que la humanidad puede encontrar su verdadero hogar. Es el lugar de inicio para el Reino de Dios en la Tierra y en el Cielo.

Con este fundamento establecido, podemos dar la bienvenida a la era en que Dios es nuestro soberano. La sociedad que así lo hace nunca perecerá. Prosperará continuamente y alcanzará su fuerza más completa.

Les pido sinceramente que contemplen profundamente acerca del significado de este sermón. Si lo practican, encontrarán el camino para recibir la abundante Bendición de Dios y la vida eterna.

Que Dios les bendiga verdaderamente. Muchas gracias.


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