La Unificación de Corea del Norte y del
Sur y la Unificación del Mundo se logrará a través del Amor Verdadero"
Sun Myung Moon. 10:00 am, 10 de febrero del 2000, Seúl,
Corea.
Nota: Entre los asistentes a los eventos
conmemorativos del octogésimo aniversario de el Padre Moon el día 10 de febrero
de 2000, donde se articuló el discurso siguiente, se encontraban: el Arzobispo Emmanuel Milingo del Vaticano,
el Reverendo T.L. Barrett de la Iglesia Protestante Dios en Cristo; el Ex Vicepresidente
Dan Quayle de los EEUU; el Ex Primer Ministro Sir Edward Heath del Reino Unido;
el actual Presidente Abdurraham Wahid de Indonesia ; el Ex Presidente Kenneth
Kaunda de la República de Zambia; el Ex Presidente de Bielorusia Stanislav
Sivichevich y su Señora; el Ex Presidente Sato Mosivatiov Almaguen de Mongolia;
el Ex Presidente de Costa Rica el Sr. María Echand y su esposa; el Ex
Presidente Marco Vinicio Cerezo de Guatemala; la Primera Dama de las Islas
Marshal la Sra. Orient Otiff y otros 700 líderes entre ellos políticos, religiosos,
académicos, científicos, periodistas, inversionistas y activistas
juveniles. Este discurso será repetido
por el Padre, la Madre y algunos de los hijos(as) Moo, a partir del 21 de
Febrero del 2000, en un tour mundial por 21 ciudades de Corea del Sur, 36
ciudades de Japón, 50 capitales en los EEUU y otros 80 países del mundo.
Distinguidos
invitados que anhelan fervientemente la unificación del norte y el sur de Corea
y del mundo entero, damas y caballeros: el nuevo milenio que recientemente
comenzó es el momento para resolver los conflictos y borrar las divisiones
surgidas el siglo pasado; también la ocasión es para manifestar el precioso
ideal de construir una familia global de armonía y unificada de corazón. Me gustaría comenzar agradeciéndoles sus felicitaciones
en mi octogésimo cumpleaños y, primordialmente, me gustaría retornar a Dios
todo el honor y la gloria que me han conferido, porque ha sido Él quien me ha
protegido hasta este día. Cuando miro
hacia atrás, puedo recordar que mi vida nunca ha sido fácil; mi vida ha estado
entrelazada con la historia de sufrimiento de nuestro pueblo y las numerosas
dificultades que nuestra gente ha padecido en medio de disputas entre grandes
potencias.
Cuando era un joven
de 16 años, entré en contacto con la voluntad del Cielo a través de la oración,
y después de ello, he dedicado mi vida entera con devoción para cumplir con la
Voluntad de Dios. Yo pude entender que la causa fundamental de la infelicidad
humana es que la relación con Dios fue violentada por la Caída. Como resultado
de la Caída, los seres humanos quedaron inmersos en un estado de ignorancia
espiritual. En un esfuerzo por resolver los problemas fundamentales que esto
ocasionó entre los humanos y en el universo, he hablado públicamente en más de
10.000 ocasiones en muchos lugares alrededor del mundo, divulgando una
perspectiva verdadera de la humanidad, una perspectiva verdadera del mundo y
una perspectiva verdadera de la historia basada en el Diosismo, es decir, una
cultura centrada en Dios.
Todos mis discursos
han sido traducidos en doce idiomas y publicados en más de trescientos
volúmenes. El contenido de estos sermones no es el resultado de un estudio
analítico de documentos históricos, tampoco son conclusiones de investigaciones
académicas; por el contrario, encontré las respuestas a interrogantes básicas y
fundamentales a través de mi experiencia comunicándome con los mundos visible e
invisible.
La unificación de la
Península Coreana es el deseo solemne de nuestra gente y el acto que pondrá fin
a la Guerra Fría mundial. Por ello en
este día, al tiempo que expreso mi gratitud por haber preparado este magnífico
foro, me gustaría compartir con ustedes el tópico: “La Unificación de Corea del
Norte y del Sur y la Unificación del Mundo se lograrán a través del Amor
Verdadero”, y revelar la respuesta básica de cómo alcanzar la unificación.
La unificación de
nuestro país implica mucho más que la mera unificación del territorio nacional;
esta, comienza con la unificación de la mente y el cuerpo humano que fueron
divididos y puestos uno en contra del otro como el resultado de la Caída. La unidad mente/cuerpo constituye un modelo
para la unificación del mundo que ha sido también dividido en dos campos: la
Democracia y el Comunismo. Igualmente,
este asunto debe ser concebido según la perspectiva de la providencia de Dios
de la salvación y debe ser resuelto según este entendimiento providencial.
¿Cuál es el objetivo
último de Satanás detrás de la historia de conflictos entre el bien y el mal
originados como resultado de la caída de los primeros ancestros de la
humanidad? Satanás tiene su vista puesta
en Dios mismo. Dios es eterno,
incambiable, absoluto y único; por lo tanto, el patrón del ideal que Él mismo
tenía al comienzo de la creación debe poseer las mismas cualidades de Su ideal
hoy en día y siempre.
Si ustedes le
preguntaran a Dios directamente, yo pienso que Él confirmaría lo que les estoy
diciendo. ¿Cómo contestaría Dios si Satanás le preguntara: Dios, en el comienzo, cuando me otorgaste la
posición de arcángel, estuvo ese acto basado en amor temporal o en el amor
eterno? Yo pienso que Dios le
contestaría que lo creó para amarlo
eternamente. Si Dios dijera que Su amor
fue transitorio, eso Lo convertiría en un ser efímero. Si Dios no mantiene Su amor a Satanás
eternamente, llegará el momento en que Dios no podrá ejercer más Su autoridad
como Dios con respecto a Satanás. Por
tanto, independientemente de cuanto se oponga Satanás a Él, Dios no tiene otra
opción diferente de establecer la condición para amar a Satanás.
Bueno, la filosofía
de Dios es la de no ejercer resistencia. ¿Por qué razón? Porque hasta que el
mundo ideal del Dios no se haya manifestado en forma sustancial en la tierra,
Dios debe amar al arcángel que se ha convertido en Satanás, independientemente
de las circunstancias que prevalezcan.
Satanás afirma,
dirigiéndose a Dios: yo me convertí en un ser de maldad como resultado de la
Caída; sin embargo, Ud. y la gente buena no pueden utilizar métodos similares a
los que yo he practicado, ¿o sí? A mí me
gustaría pelear, pero Ud. no esta supuesto a disfrutar de la lucha. Incluso en los peores momentos, Usted debe
contenerse, ¿no es así como lo hace?
Sin importar cuantos problemas Satanás pueda
causar, Dios no puede castigarlo ni erradircarlo. Independientemente de las circunstancias Dios
ama a Satanás, a pesar de odiar sus malas acciones. Dios puede obtener la victoria completa sólo
cuando Satanás confiese: Oh Dios, eres
realmente Dios y yo me rindo ante Ud.. Este
es el problema, Dios se encuentra atado a Satanás porque no puede dejar de
amarlo.
Como el camino regido
por los principios de la providencia de la restauración del mal, incluyendo a
Satanás, está diseñado para vencer sólo a través del amor incondicional,
nosotros, Sus hijos, debemos seguir ese mismo camino.
No importa si una
persona es perseguida alrededor del mundo y es considerada un enemigo mundial.
Esta persona debe comenzar a amar a sus opositores y sustentarse sobre este
mérito. Según esta perspectiva, podemos entender la sorprendente certeza en las
palabras de Dios cuando dice “ama a tus enemigos”, como un método para vencer
naturalmente a la maldad. En realidad,
esta es la mejor estrategia de guerra de Dios.
Aunque suenan simples
estas palabras, nadie ha sabido que ellas demarcan la línea divisora entre la
victoria y la derrota en la batalla entre Dios y Satanás. Si Dios viera a
Satanás como su enemigo y decidiera vengarse de él, entonces Dios nunca estaría
capacitado para llegar al pináculo de la victoria. Por esta razón Dios ha
dicho: ama a tu enemigo; y ha venido practicando dicha estrategia de amor para
vencer; las palabras “ama a tu enemigo” representan la cúspide de las
enseñanzas de Jesús.
Es notable que Jesús,
el hijo unigénito de Dios, enfrentara a Satanás y orara por él, a pesar de que
Satanás estaba tratando de asesinarlo.
Si Jesús, mientras moría colgado en la cruz hubiera dado lugar a
cualquier sentimiento de malicia para con sus enemigos, la Providencia de
Salvación hubiera dado un giro contrario a la Voluntad de Dios. Precisamente, gracias a que Jesús sobrepuso
la muerte con el deseo de bendecir y amar a sus enemigos, Satanás se rindió
inmediatamente.
Este es el camino
para calificar como hijos e hijas eternos de Dios. Inclusive Satanás también lo
reconoce así y firma su aprobación.
Ustedes también podrán decir: Oye Satanás, ¿acaso no soy yo un hijo de
Dios? A lo que él contestaría sí, tú
eres un hijo de Dios. Debemos
conducirnos de una manera tal que podamos decirle a Satanás: No hay problema. Entonces, si las personas que viven como yo
expanden el ámbito de acción recíproca con Dios, comenzando a nivel individual
y proyectándolo hacia la familia, el clan, la sociedad, la nación y el mundo,
la respuesta obligada de Satanás será:
ese es el Principio del amor sacrificado, de manera que no puedo hacer
nada al respecto.
Basado en este
Principio, Dios ha conducido la providencia con la esfera cultural cristiana
como eje central. Ya sea que andemos por
el camino del sacrificio, o por la senda de los mártires, o nos ubiquemos en
medio de una batalla sangrienta, debemos desarrollar un movimiento de amor a
Dios y a nuestros enemigos. Tenemos que desarrollar este movimiento en nuestras
familias, sociedades, naciones y en el mundo entero.
El Imperio Romano
persiguió severamente al Cristianismo; pero, fue forzado a rendirse ante el
amor recibido por los Cristianos, quienes lo amaron aún siendo un país enemigo.
Fue así como el Cristianismo se convirtió en una religión mundial. El punto de partida hacia el camino del cielo
estaba dentro del mismo país que era enemigo del Cristianismo. Hasta el
presente, los Cristianos han creído que sólo hay que amar a nuestros enemigos
personales; sin embargo, eso es
incorrecto, debemos amar al país que se comporte como nuestro enemigo e incluso
al mundo que sea nuestro enemigo.
El punto de partida
del camino hacia el cielo está dentro del país enemigo. Si no creamos una base
constituída por los méritos de una tradición de amor verdadero y nos apoyamos
sobre ese fundamento, no podremos construir el Reino de los Cielos en la
Tierra. Cuando establecemos esta
tradición no puede existir filosofía o pensamiento que pueda colocarse por
encima de ella.
Cuando Corea estaba
bajo el dominio del Imperio Japonés, los cuatro países providenciales Corea,
Japón, Alemania y Estados Unidos eran
enemigos entre sí. Según las
circunstancias de ese tiempo, los japoneses y coreanos eran enemigos; los
japoneses y los americanos eran enemigos, y los americanos y los alemanes
también eran enemigos. Aún así, yo puse
en practica la estrategia del Cielo de amor verdadero llevando a japoneses y
alemanes a América, su país enemigo, diciéndoles que la moral de América estaba
declinando y que su ayuda era necesaria para salvarla.
Adicionalmente, a los
japoneses y alemanes les enfaticé que no podrían establecer un nuevo
pensamiento capaz de liderar a la humanidad hacia el mundo que el Cielo anhela,
a menos que demuestren que pueden amar a su antiguo enemigo, América, incluso
más de lo que aman a su propia tierra natal. Así establecí esta tradición de
amor verdadero y un nuevo comienzo.
El Reino de los
Cielos no podrá ser una realidad en la Tierra si las personas no desarrollan
esta tradición de amar a los países enemigos tanto como al suyo. Es sólo dentro del amor verdadero de Dios que
tal tradición histórica puede ser construida.
Cuando yo fui
humillado por el gobierno federal de los Estados Unidos e injustamente llevado
ante los tribunales, mi respuesta fue trabajar más arduamente para dar vida
moral a América mediante la fundación de un periódico conservador, el
Washington Times y una estación de televisión.
Recientemente, estoy
haciendo esfuerzos para reunir prominentes planificadores de todas partes del
mundo y definir estrategias para ayudar a China. Este es un ejemplo de cómo
todas las organizaciones que he iniciado están listas para involucrarse en
cualquier proyecto del Cielo que requiera amor.
En el futuro, incluso aquellos con capacidades extraordinarias serán dominados
por otros si no han acumulado suficientes méritos de amor verdadero.
Todos los aquí
presentes deben tener esto en cuenta. Yo
participé en el movimiento de resistencia anti Japonés cuando Corea era
dominada por este Imperio y, desde esa perspectiva, podría decirse que el
pueblo japonés era mi enemigo, tanto del punto de vista personal como
nacional. Sin embargo, después de la
derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial yo he amado a los japoneses.
Después de la guerra,
yo pude haber denunciado a la policía japonesa por haberme detenido y torturado
cruelmente debido a mi participación en el movimiento independentista del
pueblo coreano. De haber hecho esto,
hubiera ocacionado la ejecución de todos ellos. En una oportunidad
cuando me tropecé con uno de esos policías japoneses que huía para salvar su
vida, le preparé algunas provisiones y lo ayudé a escapar a salvo en la
oscuridad de la noche.
¿Saben ustedes por
qué muchos jóvenes japoneses ponen sus vidas a mi disposición y me juran
lealtad? Esto es debido al principio
universal de causa y efecto según el cual ellos deben retornar lo que han
recibido. Esto sucede gracias a que
planté semillas del amor verdadero en el mundo, transcendiendo barreras
nacionales y en conformidad con el corazón de Dios. Esto acontece porque establecí una tradición
de amar siguiendo un corazón puro y sincero centrado en el corazón de Dios y
hoy es un ejemplo para guiar a las personas para que vivan amando a sus países
enemigos. El resultado hoy día es que
Japón es mi prisionero, y aún sin estar conciente de ello, Japón esta
respondiendo al llamado del Cielo como nadie en el mundo.
Después de la
ocupación japonesa, yo tenía razones para albergar resentimientos hasta por el
mismo emperador japonés; pero, él ya había sido derrotado y el Cielo nunca
golpea a una persona que ya fue vencida; por el contrario, el Cielo muestra
misericordia hacia aquellos que entienden sus pecados y se disculpan. Ya que
esta es la norma del Cielo, si una persona levanta su espada y golpea a otra
abatida, conducirá a sus descendientes directamente a la ruina.
Los Estados Unidos
también es un país que me consideró su enemigo. Sin embargo, yo abandoné a mi
familia y desvié la atención de mi tierra natal, Corea, para salvar moralmente
a este país. Yo abandoné todas mis pertenencias con el propósito de salvar al
mundo dominado por Satanás.
Piensen también en
cuánto odio desplegado por las miles de denominaciones Cristianas en contra de
la Iglesia de la Unificación. Se podría decir que somos enemigos. No obstante, en lugar de luchar unos contra
otros como enemigos, debemos unirnos con amor. ¿Qué ocurre si nos unimos
centrados en el amor? Abrazando a Corea del Norte, las dos partes se vuelven
una a través del amor y pueden conducir a la República unificada de Corea a
cumplir con la Voluntad del Cielo. Si las denominaciones cristianas coreanas y
la Iglesia de la Unificación se hubiesen unido inmediatamente después de la
liberación de Corea del yugo japonés, todo se hubiera resuelto.
Debido a que eso no
ocurrió, hemos tenido que hacer sacrificios extraordinarios para combatir a los
enemigos del individuo, a los enemigos de la familia, a los enemigos del clan y
a los enemigos de la gente para recuperar la posición original que habríamos
alcanzado en el inicio si este conflicto no se hubiese presentado. Hemos trabajado para superar un camino de
sufrimiento a lo largo del cual no podíamos golpear al enemigo.
Distinguidas damas y
caballeros, la gente de Corea del Norte esta armada con el Pensamiento “Chuche”
(Totalitarismo). Nosotros, debemos armarnos con la filosofía que sostiene que
el amor verdadero es capaz de abrazarlos y ganar su corazón opresor. Corea del Norte es parte de la cultura
norteña que ha recibido la influencia de los vientos fríos de la cultura
soviética. Debemos trabajar para
derretir sus corazones naturalmente con nuestra civilización correspondiente a
una región cálida; de lo contrario, ambos países se irán a la ruina; en
conclusión, debemos armarnos filosóficamente.
Esta filosofía no
debe ser de las que buscan primero satisfacer los deseos personales, sino que
debe procurar la salvación de toda la humanidad en primera instancia. Es decir, no debe estar centrada en el
individuo mismo, no debe ser egocentrista.
El comunismo sostiene que todos deberían trabajar para el beneficio de
algunos líderes del Partido; esta es la razón por la cual ellos eliminan a
cualquiera que sobresalga como un rival potencial. Nosotros no actuamos de esa manera, nuestra
idea es la de unirnos en mutua ayuda y prosperidad con el ambiente para poder
avanzar y establecer un modelo de reciprocidad en un nivel superior. Esto significa que Caín y Abel deben unirse
primero para poder recibir a sus padres en un nivel de totalidad o unidad más
elevado, con más alegría y más bendiciones.
Yo creo que Corea del
Sur no debería intentar dominar a Corea del Norte por vía militar; por el
contrario, debemos amar su nación más de lo que ellos mismos la aman, debemos
de ejercer el poder del sistema filosófico de amar a Dios más de lo que ellos
aman el comunismo. Tenemos que convertirnos en hombres y mujeres capaces de
hacer que ellos se rindan de manera natural. No existe otra forma de conquistar
a Corea del Norte.
En otras palabras,
tenemos que llegar a impresionarlos con nuestro estilo de vida. Tenemos que
asombrar a esas personas armadas con la ideología comunista con nuestra visión
celestial de la vida y nuestro estándar de bondad.
No podremos restaurar
la nación tipo Caín (Corea del Norte) a menos que mantengamos un ambiente que
pueda influir eficazmente sobre ellos. Si no podemos salvar a la nación tipo
Caín, no podremos establecer el país restaurado capaz de formar una nación
Mundial centrada en el Reino de los Cielos.
A pesar de que Corea del Norte y del Sur están divididas y enfrentadas
una en contra de la otra, tenemos que liberar a Corea del Norte sin luchar
contra ella.
La gente coreana, en
el Norte y en el Sur de la península, desea fervientemente ver al país
unificado; pero ¿cómo podría ser realizado este anhelo? La unificación sólo
puede obtenerse cuando establecemos un método sofisticado para la unificación
que permita que ambos lados puedan convivir.
Cuando la gente del sur va al norte o la del norte va al sur y
dice: “Hagámoslo a nuestra manera”, la
unificación no llega a ser un hecho sustancial.
Por esta razón, debemos encontrar un amor que beneficie a ambas partes.
Damas y caballeros,
en este momento, Corea del Norte y Corea del Sur siguen direcciones opuestas,
una intenta ir hacia el Sur y la otra hacia el Norte, recorren caminos
divergentes con propósitos distintos. Si
ambos polos insisten en mantener su propia posición, seguramente esa situación
terminará en otra ruptura cada vez más peligrosa.
La interrogante es
¿qué se puede hacer para resolver esta situación? Debe aparecer una persona en
Corea del Sur que ame a Corea del Norte más que a su propia nación sureña.
Igualmente debe surgir una persona en Corea del Norte que ame a Corea del Sur
más que a su propia nación norteña. No
existe otra opción o solución mejor que esta.
Si existiera una
persona cuyo patriotismo fuera mayor que el de cualquier surcoreano y superior
que el de cualquier norcoreano, entonces aparecería automáticamente el camino
de la unificación. ¿Puede existir alguna
otra vía? No importa cuánto lo piensen,
no hay otra solución. Entonces, ¿qué tiene que hacer el pueblo coreano? Nuestro país marca el borde limítrofe entre
la izquierda y la derecha con el Paralelo 38. Fuimos nosotros quienes nos
colocamos en esa línea, y por tanto, ¿qué debemos hacer? Esta es la
interrogante. El asunto es cómo resolver
este problema. La respuesta es que tenemos que sufrir aún más que los
norcoreanos y aún más que los surcoreanos. ¿Cómo podremos mantener este nivel
de patriotismo establecido por medio de sufrimiento y de haber trascendido las
barreras de nacionalidad? Este es el
camino para iluminar, dar vida y resolver los problemas de este país.
El mismo principio se
aplica para unificar el mundo de bondad y de maldad. Alguien debe aparecer en
el mundo de bondad que sea el patriota más grande del mundo. Tiene que aparecer
una persona que pueda establecer un modelo de lealtad a su nación superior al
de cualquiera de sus ancestros que hayan procurado el bien. Esta es la única
alternativa para resolver la historia dividida.
Jesús se destacó muy
particularmente en este aspecto. Él sabía que no existía provecho en las
pugnas. La única alternativa posible de vivir para beneficiar a Dios y al pueblo
de Israel era sufrir y morir por Dios y por su gente. Este es el razonamiento que sostiene la
crucifixión.
El amor de Jesús por
la humanidad fue mayor que el de cualquier otra persona desde el comienzo de la
historia, y su amor por Dios también fue mayor que el de cualquiera en la
historia. Debido a ello, su muerte hizo
que la historia, que estaba destinada a la destrucción, tomara una nueva
dirección y propósito hacia la construcción de un mundo cristocéntrico, donde
muy pronto reinará el amor de Dios. Esto
es una realidad histórica. Así, la única
forma de unir el norte con el sur es convertirnos en personas que puedan morir
por el norte y por el sur. No existe
otro camino para alcanzar la unificación; tenemos que hacer prevalecer un
corazón que verdaderamente desee vivir en armonía con los hermanos del otro
lado.
Cuando una persona
medita en cómo conducir su vida debe considerar los fundamentos prácticos más
básicos del amor que pueden ser expresados como: el camino de un hijo o hija devoto de sus
padres, el camino de un patriota leal, el camino de un santo y el camino de un
hijo o hija de Dios.
¿Acaso no es este el
corazón de alguien que desea vivir en armonía con otros eternamente sin
importar si ocupa un nivel alto o bajo, y trancendiendo los límites adelante y
atrás, a la derecha y a la izquierda?
Esta es la conclusión lógica.
¿Cuál es el
denominador común entre aquellos que dicen:
yo quiero vivir en armonía con otros?
No es el poder. El poder no puede
transcender la historia y está limitado a un período específico en el tiempo.
Lo mismo sucede con
el conocimiento; el mundo del conocimiento se caracteriza por la tendencia
innata de desarrollarse. ¿Acaso el
conocimiento nos provee el corazón que siente y afirma “yo quiero vivir eternamente
con este pedazo de conocimiento”?
Evidentemente, no
podemos conservar el conocimiento o la riqueza eternamente. ¿Entonces, cuál es el común denominador que
transciende las dimensiones de arriba y abajo, frente y atrás, derecha e
izquierda, y las diferencias entre el pasado, el presente y el futuro? No puede ser otro más que el amor verdadero
centrado en Dios.
Partiendo de aquí, un
hijo con devoción filial es aquel que vive en su familia manifestando un amor
profundo por sus padres, con obediencia y diligencia. Un patriota, es aquel que
vive una vida de amor profundo por su país; un santo es aquel que vive una vida
de amor profundo por la gente del mundo; y un hijo o una hija de Dios es aquel
que vive una vida de amor profundo por toda la humanidad y por Dios.
Entonces, el problema
yace en desarrollar un fundamento verdadero de corazón por medio del cual una
persona pueda desear tener el corazón de un patriota. Tal persona desearía que su vida estuviera
acorde con la fortuna de su pueblo. Tal
persona consideraría cualquier dificultad que su pueblo enfrente como si fuera
la suya propia. Esta persona sentiría cualquier felicidad experimentada por su gente
como una alegría eterna para ser compartida con todo el mundo, en lugar de una
alegría transitoria. A el individuo que
vive relaciones interpersonales con amor y un corazón sincero se le ha otorgado
una autoridad especial para participar en el reino de la unificación.
Damas y caballeros,
aunque una mujer carezca de educación formal ella podría casarse con un hombre
con un grado de doctorado y repentinamente convertirse en la esposa de un
académico. ¿No es verdad? Cualquiera que haya experimentado ampliamente
relaciones humanas de corazón, queriendo sinceramente vivir en armonía con
otros, tiene el derecho de participar hoy día en la esfera de la
unificación. Dios mismo es tal ser. Por lo tanto, si una persona desarrolla un
corazón con la capacidad de unirse fácilmente a su enemigo, esta persona
automáticamente califica para participar
en el ámbito de la unificación.
¿En dónde deberíamos
comenzar el proceso de la unificación?
¿En dónde deberíamos comenzar si queremos alcanzar la unificación del norte
y el sur? ¿Cuál es el primer paso? ¿Comenzamos usando los puños o las
armas? Si subyugamos al otro lado por la
fuerza, eventualmente ellos desarrollarán un poder superior al nuestro y el
conflicto se reiniciaría una y otra vez.
La unificación no se puede lograr con este método. El camino hacia la unificación se abrirá
cuando cada uno de nosotros tenga un corazón que pueda decir: “Aunque yo vivo
en el sur, sinceramente quiero vivir en armonía con los hermanos del norte,
realmente deseo convivir con ellos y ser uno de ellos.
Supongan que las
personas en el sur derramaran lágrimas al ver las condiciones miserables en que
viven los compatriotas del norte. Supongan que les decimos: “yo quiero compartir sus dificultades”. Supongan que les prometen que muy pronto
estaremos frente a ellos en el día de la unificación. Supongan entonces, que desarrollamos un
movimiento práctico para la unificación con este tipo de corazón. Si hiciéramos esto, estoy seguro de que el
día de la unificación estaría a la mano.
Damas y caballeros,
debemos pensar cómo podemos vivir en armonía con nuestros coterráneos. Nadie puede ser un patriota si no desea vivir
con sus padres y sus compatriotas, y cualquier clamor de patriotismo que pretenda
hacer una persona así, sería una mentira.
Una persona primero
debe desarrollar la capacidad de vivir en armonía con su propio país antes de
poder vivir en armonía con el mundo. Más aún, una persona primero debe vivir en
armonía con el mundo antes de poder vivir en armonía con Dios. Por lo tanto,
una persona no puede ser un patriota a menos que primero ame a sus compatriotas
y dé amor a esa sociedad en particular.
¿Cuánto aman su país
nuestros líderes políticos? Cualquier político que carezca de un corazón que
desea sinceramente compartir su vida con la de los ciudadanos desaparecerá
pronto. No importa cuán formada o culta
esta persona pueda ser, desaparecerá como una burbuja de aire en la superficie
del agua.
Cualquier líder que
no ame a los ciudadanos no podrá escapar al juicio de la gente de su país y de
la historia. Resolver la división entre el norte y el sur no es un proceso
sencillo. Mientras nuestros compatriotas
luchan por resolverla, necesitarán desarrollar la determinación de trabajar incontables
noches sin dormir, transcender en el tiempo y superar toda clase de
dificultades.
Yo deseo sinceramente
vivir con ellos. Yo no quiero morir sino puedo morir junto a ellos. Yo no deseo
vivir sino puedo vivir con ellos. El
movimiento para la unificación del norte y el sur comienza cuando ambas partes
tienen este tipo de corazón el uno por el otro.
Cuando la unificación
del norte y el sur sea un hecho, será el punto de partida del esfuerzo para
finalmente unir los mundos democrático y comunista. Cada uno de nosotros, como representantes de
la humanidad, debe considerar el futuro de nuestro pueblo y del mundo; sí, como
un representante de seis mil millones de seres humanos, o de tres mil millones
de asiáticos, o de su escuela o un representante de todos los estudiantes. Tenemos que asumir la responsabilidad de
impulsar un movimiento que verdaderamente nos permita compartir la vida con
nuestros compatriotas.
Cuando tal esfuerzo
los conecte con el camino de los santos, entonces comenzarán a parecerse a un
santo. Si ustedes practican esto con
respecto a Dios, con la lealtad de un hijo o hija de Dios, entonces se
convertirán en los herederos de Dios y los sucesores de la herencia de
Dios. Les digo todo esto porque ya he
confirmado su certeza en mi propia vida.
Una vez que la unificación Norte/Sur sea completada en Corea, la
unificación del mundo surgirá automáticamente.
¿Creen ustedes que el poder político, la fuerza militar o las riquezas
económicas lograrán la unificación mundial? No existe la menor oportunidad para
ello. Por eso les hablo de esta
manera. ¿Pueden las armas, la riqueza o
el conocimiento acabar con filosofías podridas?
No, no pueden, porque los pensamientos sistematizados son muy poderosos. Sólo el amor verdadero puede ganar. Dicho amor es el amor que proviene de Dios.
Cuando una persona
comienza una relación de amor verdadero con Dios, recibe una autoridad especial
para tener dominio, propiedad y derechos de herencia. En el mundo de la mecánica, la energía
producida por el sistema es menor que la energía puesta en el sistema; sin
embargo, en el mundo del amor verdadero, la energía producida es mayor que la
invertida.
¿Qué es el amor
verdadero? Es la acción de vivir por el beneficio de los demás, dando amor
ilimitadamente y olvidando lo que se ha dado.
Este amor no guarda memoria de cuánto ha dado porque es un amor que
nunca se cansa de dar. Una madre de 90
años puede mirar a su hijo de 70 y decirle, “ten cuidado cuando cruces la
calle”, y no habría nada de extraño en ello; incluso, si la madre ha repetido
esas mismas palabras un sin número de veces durante décadas, ella siempre
estará lista para repetirlas una vez más.
Si esto es cierto
para los padres del mundo caído, ¿cómo podríamos cansarnos de dar y recibir el
amor de Dios en el mundo? Cuando establezcamos en nuestra vida una base de
reciprocidad con Dios, entenderemos la gloria incambiable del amor verdadero
por primera vez. Entonces, estaremos en
la capacidad de justificar la ética de la vida eterna centrada en el amor
verdadero de los seres humanos. ¿Quién
en este mundo esta consciente de esto?
En 1984, yo estaba
acostado en la cama de una cárcel americana donde fui injustamente encarcelado,
cuando Dios vino a mí y me dijo, “tú eres la única persona en quien puedo
confiar. Yo quiero que soluciones la
situación en Nicaragua”. ¿Soy yo
realmente la única persona a quien Dios puede acudir para dar semejante
mandamiento?
Se dice que América
es una gran nación entre los países desarrollados, tiene una población de 240
millones de habitantes y un gran número de líderes religiosos. ¿Cuán necesitado debe haber estado Dios que
no pudo acudir a ninguna de esas personas sino que tuvo que venir a mí? Por lo menos, es una fortuna que Dios sabe
como encontrar a una persona por medio de su amor. Si yo no hubiese trabajado por el beneficio
del mundo en ese tiempo a través de las campañas anticomunistas, América
Central y del Sur habrían sido arrasadas por las guerras y el comunismo.
La unificación del
norte y el sur es el deseo ferviente del pueblo coreano y es el más serio deseo
de Dios en esta era. Es el anhelo del
Cielo que Corea del Norte y Corea del Sur puedan quedar reunificadas y que el lugar
donde Dios pueda descansar sea establecido en nuestros hogares, en nuestras
iglesias y en nuestra familia mundial centrada en Dios.
Entonces, ¿cómo
debemos servir a Dios? ¿Cómo podemos
limpiar todo lo manchado? ¿Qué podemos usar para purificar todo y Dios pueda
afirmar: esta completamente puro? Este
es el problema.
Sin embargo, la
respuesta es sencilla, debemos limpiar todo el ambiente alrededor centrados en
un amor verdadero que supere nuestro amor hacia nuestros padres, hacia nuestro
cónyuge y hacia nuestros hijos. Sólo cuando nuestras ofrendas en el altar estén
centradas en semejante amor, el ideal de la unificación del norte y el sur será
un hecho. Aquí es donde el ideal de la
integración de las culturas de Oriente y Occidente puede ocurrir; aquí es donde
la liberación del infierno y el establecimiento del cielo se hace
realidad. No podemos abrir este camino
sin amor verdadero. Necesitamos la llave
del amor verdadero.
La unificación que
surge por medio del amor entre el cuerpo y la mente de una persona siempre se
puede manifestar como la unificación del amor en la familia. Un esposo y una esposa que viven con amor
verdadero y conforman una familia armoniosa siempre verán su amor
sustancializado en la familia extendida.
Si un esposo y una
esposa que se aman, se unen como un solo ser, ¿quién podría atreverse a
separarlos y profanar su relación? Un
mundo formado por personas armoniosas, familias armoniosas, gobiernos
armoniosos, naciones armoniosas y Cielo y Tierra armoniosos une a los seres humanos
y a Dios, los vuelve uno. ¿Acaso es este
una utopía del amor verdadero? En tal mundo, hay diferencias pero no hay
posibilidad para la discordia. El amor
sería el elemento de vida para todas las personas, de la misma forma como las
plantas reciben elementos de vida absorbiendo los rayos del sol. Nuestro deseo ferviente es construir el Reino
de los Cielos en la Tierra y en el Cielo, donde podamos resonar con el amor
verdadero eternamente. ¿Cuántas personas
hay en este mundo? Piensen, ¿Quiénes
constituyen la pareja sujeto o la pareja objeto del amor verdadero que pueden
levantarse como personas de carácter que califican para ser responsables por
todas las cosas? ¿Y quiénes poseen tanto
el valor de una vida destacada como la auoridad moral obtenida con ese estilo
de vida?
Yo espero de todo
corazón que cada una de las personas que participan hoy recuerden lo que he
dicho y puedan disciplinar y unir sus mentes y cuerpos; espero que en esta
nueva era inicien la conversión en personas que viven por el beneficio de su
cónyuge y continúen madurando hasta llegar a ser personas verdaderas que viven
por el beneficio de su familia, su pueblo, su nación y el mundo.
Si ustedes actúan
así, la unificación del norte y el sur será bien realizada. La filosofía
comunista-atea será absorbida fácilmente y desaparecerá cuando sea ubicada en
centro del amor de Dios. Hasta ahora, el
problema era que no conocíamos esto. Una
vez que desarrollemos nuestro corazón de amor incondicional, la unificación del
norte y el sur no será un problema.
Pero, esto no es
todo. Los problemas entre el Oriente y
Occidente y el conflicto mundial de la relación hemisférica Norte-Sur, que
involucra las diferencias entre naciones ricas y pobres, también podrá
resolverse completamente a través del amor verdadero.
Debemos interiorizar
la visión de un mundo centrado en el Ideal de Dios como el que yo he descrito,
comenzando por desarrollar el ideal de la nación. Luego, debemos movernos hacia la esfera de la
paz sin fronteras, un mundo ideal que conecta el ideal de la nación con el ideal
de la familia extendida, la familia como núcleo y el individuo. Esto es sin duda, la manera en que la utopía
del amor verdadero que Dios ha anhelado puede ser construida en la Tierra.
No podemos combatir
al mundo comunista con pistolas y espadas o cualquier otra forma que implique
fuerza física. Tenemos que enfrentarlo
con amor verdadero. El comunismo busca destruir el mundo democrático para
construir un mundo totalitarista. En su
lugar, debemos levantar una estructura que brinde salvación no sólo al mundo
democrático sino también al mundo comunista.
El Paralelo 38 es el
lugar para preparar el cimiento final donde el norte y el sur pueden unificarse
mediante el amor verdadero. Cuando
borremos esta demarcación con amor verdadero, entonces Corea del Norte dirá: no
hay nada que podamos hacer al respecto, Rusia dirá lo mismo y China
también. El gobierno y los partidos de
oposición en Seúl dirán: no hay nada que
podamos hacer. Aún los Estados Unidos y
Japón dirán que no hay nada que se pueda hacer.
Si esto ocurre, habremos llegado al final del conflicto; entonces,
¿prosperaríamos o nos arruinaríamos?
Sería el fin de toda maldad y el comienzo de toda bondad. Esta es la razón por la cual debemos integrar
a los ciudadanos de nuestro país y continuar con esta campaña de
unificación. Por ejemplo, el número de
participantes en la campaña para la Victoria sobre el Comunismo en Corea del
Sur está cerca de siete millones y en Japón hay más de 30 millones; pero, hemos
guardado esto como reserva. En América,
reuniremos 10 millones de los participantes en el movmiento CAUSA. Estamos listos para triunfar.
Yo declaré este
principio fundamental para la unificación hace más de 40 años. Desde entonces,
he desarrollado un movimiento mundial centrado en el Diosismo. He trabajado en los cuatro principales países
que rodean la península coreana para establecer una base de esfuerzo
internacional por la unificación.
A lo largo de los
años, líderes de muchos países y de las esferas intelectuales han reconocido el
Diosismo como la única filosofía capaz de absorber los sistemas filosóficos del
materialismo y el ateísmo, los cuales son diametralmente opuestos al Diosismo,
y también como la única filosofía que puede liberarnos del humanismo secular.
Mis amados
compatriotas, estamos llenos de esperanza apasionada por la unificación del
norte y el sur. Establezcamos juntos un
sistema de valores sobre la base del Diosismo y unamos fuerzas para armar a las
personas de este país con esta nueva filosofía.
Convirtamos la unificación del norte y el sur en un asunto de fe por
nuestro beneficio, por el bien del pueblo Coreano y en pro de la paz mundial. Levantémonos para responder al llamado
histórico de la era y del Cielo.
Convirtámonos en líderes y personas justas que marchan en la vanguardia
del movimiento por la unificación del norte y el sur y de toda la humanidad.
Oro para que la
Bendición de Dios llegue a sus familias.
Muchas gracias.
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