TODOS QUIEREN VERDADERO AMOR
El reverendo Sun Myung Moon
Distinguidos
y honorables invitados, señoras y señores:
Estoy
profundamente agradecido, a pesar de las muchas responsabilidades de sus vidas,
por haber venido a Corea y asistido al Festival Mundial de la Cultura y el
Deporte 2000.
A través de
mi vida, he dirigido diferentes organizaciones dedicadas a la realización de un
mundo de paz a través de familias ideales. Mi meta ha sido y es cumplir la
Voluntad de Dios en este mundo. Aunque
podemos esperar el surgimiento de la armonía y paz a medida que dejamos el
siglo XX lleno de división y conflicto y damos la bienvenida a un nuevo
milenio, esto no aparece automáticamente.
Más bien,
de acuerdo con el ideal de la creación de Dios, toda la gente en su diversidad
y capacidad, tiene que trabajar juntos para desarrollar un movimiento mundial
con una visión concreta y clara para el futuro, con el tema Un mundo bajo Dios.
Después que
recibí el llamado a la edad de quince años (dieciséis según la edad coreana),
diligentemente busqué entender la Voluntad de Dios, me comuniqué libremente con
Jesús en el Paraíso y otros santos y sabios de la historia humana. Vencí numerosos pruebas y tribulaciones
durante el curso de vida, invirtiendo y dedicando todo por la Voluntad de
Dios. Me di cuenta claramente que la
realización de la Voluntad de Dios es construir el Reino de los Cielos de
libertad y paz en la tierra y en el cielo.
La relación
original y eterna entre Dios y nosotros es la de padre e hijos. Lo que llamamos
la caída quiere decir la rotura de esta relación. Por consiguiente, la restauración es la
reconstrucción de la relación que se había perdido.
Las
diferentes organizaciones que cree para el avance de la paz a nivel local e
internacional, son con el fin de realizar la Voluntad de Dios que ha estado
tratando de lograr la meta de “Un mundo bajo Dios”. Especialmente, la ceremonia
de la Bendición internacional que ustedes ha participado o ha sido observadores
hoy es la estrategia de Dios y la solución fundamental a los conflictos entre
razas, religiones y naciones; conflictos que fueron causados por la caída. Las cinco razas de la humanidad fueron han
sido reunidas y se han unido como hermano y hermana y como esposo y esposa
verdadero. Esta es la realización del ideal santo de un mundo unido con el amor
de Dios.
Nos
acercamos a la finalización de la celebración del 80 aniversario de mi
nacimiento y del Festival Mundial de la Cultura y el Deporte 2000, es una
ocasión histórica. El lema que me
gustaría compartir con ustedes es “Todos quieren verdadero amor”.
Estimados
señoras y señores:
¿Qué es la
cosa más importante que necesitamos más que nada? No es el dinero, el poder o el
conocimiento. Es verdadero amor. El verdadero amor es más precioso que la vida
misma y más importante para todos nosotros que el aire o el agua.
¿Por qué el
verdadero amor es tan valioso e importante?
Se debe a que es el medio por el que podemos encontrar a Dios. Así como los seres humanos desean encontrar a
Dios, Dios también quiere encontrar seres humanos verdaderos debido al
amor. El amor por el que Dios puede ver,
tocar y compartir con el hombre y la mujer al mismo tiempo, es el amor por el
cual el hombre y la mujer se aman mutuamente.
Si algo que no sea el amor fuese reconocido como la cosa más valiosa en
el universo, el hombre y la mujer lucharían entre sí para alcanzarlo para ellos
mismos. Una vez que nos damos cuenta que
le amor es el valor supremo, todos podemos asimismo, dedicarnos completamente a
vivir para los demás y llegar a ser uno con todos las gentes, compartiendo la
felicidad del amor conjuntamente.
Todo el
mundo desea amor. El amor es la única
cosa que puede satisfacer todos los deseos humanos. Es la atracción hacia el amor, sin el más
mínimo parpadeo, de Dios y la humanidad que hace la providencia de salvación de
Dios sea posible. El amor
fundamentalmente pertenece a Dios. Aún así, Dios no puede poseer todo el amor
para Él mismo. El amor requiere una relación mutua. Un hombre o una mujer
aisladamente no pueden experimentar el amor por si mismos. La mujer existe por
el amor del hombre y el hombre existe por el amor de la mujer.
Independientemente de la apariencia externa, cada uno de nosotros en nuestro
corazón desea un compañero/a con el/la que pueda dar y recibir amor en el grado
máximo.
Cuando
examinamos el universo, podemos ver que todos los seres existen por pares,
relacionándose entre sí como sujeto y objeto. En el mundo mineral podemos
observar la relación positiva y negativa. En el mundo vegetal, el mundo animal
y el mundo de los seres humanos podemos ver la relación masculina y femenina.
Esto es así, porque Dios creo el universo para consumar la expresión del amor.
Todos los seres desean la experiencia del verdadero amor por medio de una
relación mutua. El amor es tal clase de poder, que nadie en el universo puede
poseerlo para uno mismo. Una vez tenemos un comparendo/a, el amor nos da el
poder de compartir el universo. De la misma manera, un esposo y esposa
necesitan hijos para poder experimentar la profunda alegría del amor paternal.
Por tanto
podemos decir, Dios creó los seres humanos y el universo como Sus socios
recíprocos para originar amor verdadero. Todos los tipos de amor incluidos el
amor que se recibe de niño, el amor de hermanos y hermanas, el amor de esposo y
esposa, y el amor de los padres. Cuando una pareja logra la unidad con el amor
verdadero, es imposible separarlos. Si
por alguna razón la separación tiene lugar el amor verdadero es destruido. Por
consiguiente, no existe concepto de divorcio con el verdadero amor.
Cuando un
hombre siente el amor, el sentimiento no se ha generado por el mismo. El sentimiento despierta en su corazón por
una mujer en particular. De la misma
manera, el fuego del amor se enciende en el corazón de una mujer no
exclusivamente por ella misma, sino por el hombre que ella ama. De este modo,
debemos dar honor a nuestros compañeros de amor como seres inclusive más
preciosos que nuestro amor. Cada persona debe ser muy agradecida a su esposo o
esposa, y debe vivir su vida por la grandeza del otro. Este razonamiento básico
hará posible que 360 millones de parejas sean bendecidas para vivir juntas toda
la eternidad. Cuando los esposos y esposas viven el uno para el otro, se
respetan mutuamente y logran la unidad total a través del amor verdadero, será
posible desenraizarles completamente del linaje de Satanás.
El amor verdadero
procede tanto de la relación reciproca horizontal como de la vertical. Una relación horizontal de verdadero
amor se eleva gradualmente en la
dirección vertical hasta que eventualmente alcanza el pináculo. Este pináculo
es la posición del Rey y la Reina del Verdadero Amor. En esta posición todo se
sintetiza, todo se abraza, todo se cristaliza en amor y todo florece. Esto es
por lo que todo los seres en el universo quieren transformarse por el amor y
vivir inmersos en el amor. Hemos nacido para el amor y finalmente morimos por
el amor.
No sólo la
gente sino todos los seres desean verdadero amor. Por esta razón los seres
humanos, como seres supremos de la creación deben abrazar y amar la piezas
maestras de la creación de Dios y enseñar a la creación como amar. Toda la
creación está anhelando recibir y experimentar el amor de Dios a través de los
hombres y las mujeres que han llegado a ser uno con Dios en el pináculo del
verdadero amor. Es una vergüenza que todavía
no hemos realizado este grado de amor.
Todos los
seres existen en un cierto nivel de atracción mutua uno con otro. Al mismo
tiempo, todos los seres quieren ser absorbidos por las plantas, las plantas
quieren ser absorbidas por los animales, y finalmente toda la creación quiere
ser absorbida por los seres humanos. A través de este proceso ellos alcanzan
por último la posición donde pueden experimentar la esencia del verdadero amor,
que es el amor que es el que está más cercano a Dios, el origen del amor. Dios
creó todo con una naturaleza intrínseca para proveer valor a un nivel superior.
Por ejemplo, criaturas como anguilas y gusanos que se pescan para comer y
también para proveer ingredientes de medicina natural a los seres humanos.
Criaturas de un nivel superior están supuestas a consumir seres de un nivel
inferior. Sin este proceso el universo no puede existir.
La teoría
de Darwin en relación a la supervivencia del más fuerte necesita ser revisada
en el contexto de esta lógica del amor.
Incluso las hormigas y los microorganismos quieren el verdadero amor de
tal modo que ellos mueren para llegar a ser parte de una entidad superior de
amor. Debido a este principio, los seres humanos creados como los socios del
amor de Dios, pueden consumir todas las criaturas. Podemos disfrutar de todo lo
que deseemos, bajo una condición, que lo hagamos con un corazón que representa
el amor de Dios, el Creador.
El ideal de
Dios fue que una pareja, Adán y Eva, centrados en el verdadero amor, llegaran a
ser la semilla de la que procederían todas las familias del mundo, clanes,
naciones y finalmente la multitud de ciudadanos del Reino de los Cielos.
El punto de
vista que estoy compartiendo es muy diferente de las teorías de Carlos
Darwin. Sin embargo, es a través de esta
perspectiva y no las teorías de Darwin que alcanzaremos un mundo de paz. Esto es porque mis palabras dan testimonio a
los principios fundamentales de la creación.
Darwin
propuso en su teoría de la evolución que las especies evolucionaban a través de
un proceso natural de selección basado en las mutaciones aleatorias. Tal teoría
implica que no hay un significado fundamental, orden o meta en el desarrollo
del mundo natural. Hoy científicos y eruditos debaten la teoría de la evolución
versus la teoría de la creación. La
palabra creación reconoce la existencia de Dios, el creador, y que hay un
propósito que encarnado en el acto de la creación de Dios. Cada ente en la
posición de sujeto y objeto unidos alcanza un propósito superior. Hoy con el
darwinismo, la teoría comunista, basada en el materialismo, también carece de
elemento propósito. La creación de Dios personifica el propósito del verdadero
amor, mientras que el comunismo cree en la lucha y la destrucción. Por tanto
está destinada a desaparecer eventualmente.
En toda la
creación, los entes más valiosos son los seres humanos, el hombre y la mujer.
Más aún, la parte más valiosa de el cuerpo humano no es la nariz, los ojos, las
manos o incluso el cerebro. Son los órganos sexuales, los principales órganos
del amor. Todo en el universo puede ser recreado a través de los órganos
sexuales.
La mayoría de los seres vivos, ya sean plantas o animales, se
multiplican a través del sexo. La familia más preciosa y sobresaliente comienza
con un esposo y una esposa que se hacen uno. Nuestros órganos de amor son el
principal santuario de la vida, ocupando una posición de un valor
increíble donde el linaje de sangre y la
historia se conectan.
El principio fundamental es crear a través de masculino y femenino.
Pero, para que un hombre y una mujer compartan el amor absoluto, deben tener
sólo un compañero. No debemos tener dos o más compañeros, sino sólo uno,
eternamente. Hay absolutamente sólo un hombre para una mujer y una mujer para
un hombre. Es por eso que Dios no creó ni dos Adanes ni dos Evas. Trágicamente,
en el mundo de hoy vemos hijos que han tenido hasta doce padrastros. ¡Cuán
degradado y falso ha llegado a ser el amor!
Cuando hombres y mujeres sostienen y preservan la castidad, están
protegiendo al universo. La disciplina del amor entre hombres y mujeres es el
fundamento del universo. No debemos abusar nuestro amor como si fuésemos
animales. Nuestro amor sólo puede tener un dueño. La palabra “verdadero” en
“amor verdadero” no nos permite la posibilidad de más de un compañero. Puede
haber sólo uno. Esta es una ley absoluta.
No cualquiera puede decir que tiene “amor verdadero”. Sólo Dios puede
realmente amar con amor verdadero, y sólo Dios es absolutamente el dueño del
amor verdadero. La vida verdadera de Dios, el linaje verdadero de Dios y la
conciencia verdadera de Dios, emergen desde el amor verdadero. De esta manera,
la esencia fundamental de Dios es el amor verdadero.
Por lo tanto, para conectarse con el amor
verdadero, primero tenemos que relacionarnos con Dios. Un niño puede decir: “Mi
madre y mi padre no se pelean y vivimos bien”, pero eso no significa
necesariamente que ésta es una familia
de amor verdadero. Un joven y una joven pueden decir: “ Estamos tan enamorados
que podríamos morir”, pero eso no
significa que ese amor es amor verdadero. Si Dios no está presente, entonces,
no es amor verdadero. El amor verdadero siempre está centrado en Dios. Para
llegar a ser un hijo o una hija de Dios, primero tenemos que conectarnos con el
amor, la vida y el linaje de Dios.
El poder, el conocimiento, el dinero y el poder militar no pueden
asegurar que una persona será bienvenida en el mundo del amor verdadero. Todos
quieren el amor verdadero, pero ese amor sólo es posible cuando vivimos para
los demás. Necesitamos sacrificarnos y servir a nuestro compañero. Todos evitan
a la persona que se relaciona con los demás con una mente que dice: “Tú debes
vivir para mí.” Esta clase de individualismo egoísta es la estrategia,
propósito y herramienta de Satanás. El resultado sólo puede ser el infierno. Debemos
vivir por la totalidad. Si una persona vive por los demás, sacrificándose así
misma y sirviendo a la totalidad, entonces cada persona y todo vendrán a
amarla.
Somos creados como hijos de Dios. A medida que crecemos en el amor,
relacionándonos con nuestros hermanos, llegando a ser esposos y esposas, dando
a luz y haciendo crecer a los hijos, Dios está presente en cada paso del
camino, cosechando el amor verdadero. Dios observa y nos guía mientras
crecemos, y se convierte en el dueño del amor en cada etapa. En este sentido,
se puede decir que los seres humanos, a través de los cuales Dios posee todo el
amor, son más preciosos para Dios que Él es para Sí mismo. De la misma manera,
le damos mil veces más valor a la persona que amamos más que a nosotros mismos.
Dios se invierte a Sí mismo para aquellos a quienes El ama y luego se
olvida de esa inversión. Luego, Él invierte de nuevo. Él se invierte cien por
ciento y luego se olvida ciento por ciento. Por eso, Él pude continuar
invirtiendo.
De la misma manera, una esposa que quiera que su esposo sea exitoso se
invierte a sí misma en su esposo y luego se olvida de su inversión. A través de
invertir y olvidarse, ella le permite a él lograr su máximo potencial en la
vida. Cuando nosotros como compañeros continuamos en invertir en cada uno y
olvidar, el nivel de nuestro amor es elevado, y en última instancia nos
encontraremos conectados a Dios. Así es como podemos cumplir nuestra relación
padre-hijo con Dios y tener vida eterna.
Todos quieren ir al cielo, pero aquellos cuya actitud es “Todos deben
vivir para mí” no llegarán allí. El amor verdadero comienza abrazando y
viviendo por el bien de todas las obras de arte de la creación de Dios. La
forma en que podemos alcanzar el cielo es vivir por toda la humanidad y
finalmente por Dios.
Durante nuestras vidas, cada uno de nosotros deberíamos tener por lo
menos tres experiencias en la que dedicamos nuestras vidas a alguien o a un
propósito más elevado. Así es como
podemos indemnizar los actos egoístas involucrados en la caída de la familia de Adán, la crucifixión de Jesús, y
en la persecución contra la familia del Señor de la Segunda Venida.
Y luego, aún después que nosotros figurativamente pasamos a través de la
muerte y la resurrección tres veces, no deberíamos pedir por el halago de Dios
y en vez de ello prometer entregar nuestras vidas a El incluso más. Así es como
podemos encontrarnos con Dios. Cuando estas personas llenen el mundo, éste será
el Reino de los Cielos en la Tierra. Este es el camino que estoy enseñando, y
esta es la clase de mundo que estoy construyendo.
Los hijos son el fruto del amor entre la madre y el padre. Necesitamos
entender que los hijos encarnan el amor, la vida y el linaje de sus padres. Los
hijos pequeños a menudo dicen: “Esto es mío”, pero los padres son el origen de
todo a lo que los hijos se refieren como suyos.
Los padres son la raíz y el tronco. Sin los padres, todos seríamos
huérfanos. No podemos vivir si rompemos la escalera del amor que nos conecta a
nuestros padres.
Somos los hijos de Dios, el padre quien es
el origen del amor verdadero. Los padres son los grandes maestros de amor para
los hijos. La relación padres-hijos es vertical, y la relación esposo-esposa es
horizontal. Las líneas de estas dos relaciones deben cruzarse en ángulos
correctos. Los relaciones entre hermanos forman una tercera dimensión, un eje
frente-detrás. Cuando todos son equidistantes del centro y están circulando
libremente dentro del amor, sus relaciones forman una esfera. Así es como todos
los seres llegan a existir en el amor y el universo como un sólo ser, son
esféricos. Todo el universo se realiza de una forma equilibrada centrada en
este tipo de relaciones. Todo el amor se une y se realiza de una forma dinámica
y armoniosa y pacífica en el punto central de esa esfera de las relaciones de
amor. Este centro, donde todas las relaciones se encuentran entre sí es el
lugar donde Dios reside. Si creamos una imagen de estos tres de una forma
dimensional, podemos ver que Dios es el origen del amor, de la vida, del
linaje, y la conciencia.
En la familia que está centrada en Dios,
el amor vertical y horizontal están unidos en uno solo. Esa clase de familia se
multiplicará y se convertirá en un clan,
sociedad, nación, mundo y cosmos de amor. El centro de pensamiento
fundamental es siempre Dios.
Si Adán y Eva no hubieran caído, habrían realizado el ideal de la
familia centrada en Dios y se habrían convertido en los Verdaderos Padres de la
humanidad. Como Verdaderos Padres, Adán y Eva hubieran sido el modelo de
verdadero marido y esposa, y modelo de amor paternal. La providencia de Dios
para la salvación ha sido la providencia de la restauración. A través de la
historia humana, Dios ha estado trabajando para restaurar los Verdaderos Padres
como modelo para toda la humanidad. El ideal del verdadero amor, verdadera
vida, y verdadero linaje.
Después de que Adán y Eva tuvieron hijos ¿quién hubiera dirigido el
matrimonio de sus hijos? Adán y Eva, como sus padres, hubieran hecho eso.
Tenemos que mirar de una forma seria, la deficiencia de la relación que
mantienen los padres con sus hijos en el momento de su matrimonio dentro del
contexto de la sociedad moderna de hoy.
La Iglesia de Unificación, que tiene Verdaderos Padres, se mantiene en
la posición de padres para dar la bendición matrimonial a todas las gentes del
mundo entero. Estos matrimonios trascienden no sólo la raza, religión, y
diferencias étnicas. A través de conocer
a los Verdaderos Padres, y después de conectarse con ellos, incluso los santos
y personas malas reciben la bendición en matrimonio los unos con los otros. Los
Verdaderos Padres rechazan el amor malo, la mala vida y el mal linaje pero
ellos no rechazan a Caín, quien mató a Abel. Todo el mundo, incluido Caín,
recibe la misma bendición.
En el océano, hay un punto durante el que las fuerzas de las corrientes
producen un equilibrio entre sí. Ocurre algo similar en el momento del punto de
giro en la providencia de la salvación respecto al balance entre las fuerzas
del bien y del mal. A través de bendecir gente buena y mala al mismo tiempo que
ocurre este punto de giro, Satán puede ser expulsado completamente.
La caída humana ocurrió cuando hubo un error en el Jardín del Edén que
estaba relacionado con el matrimonio. Ahora los Verdaderos Padres tienen que
corregir ese error y son los matrimonios bendecidos con el fundamento original
restaurado. A través de limpiar los problemas de Adán y Eva como padres caídos,
los Verdaderos Padres están eliminando el infierno y dando la bendición a
billones de antepasados en el mundo espiritual. En otros mundos, a través del
verdadero amor y restaurando el verdadero amor original, verdadera vida y
verdadero linaje, estamos restaurando la relación verdadera entre padres e
hijos.
De esta forma, llegamos a la perfección del maestro. El modelo del
verdadero amor en los ochos niveles del ideal de la creación de Dios. Esto es,
el establecimiento del incambiable y eterna tradición del verdadero amor a
través de ir por la vida dentro del vientre de la madre, la infancia, la vida
entre hermano y hermana, la vida de adolescente, que es el período donde los
jóvenes se prometen en matrimonio, como novios que gozan del amor conyugal,
como padres, y como verdaderos padres finalmente y verdaderos rey y reino. Con
ese fundamento, podemos perfeccionar el modelo del verdadero amor, y la
relación padre e hijo.
En Dios, el amor, la vida y el linaje son absolutos, únicos,
incambiables y eternos. La humanidad tiene que heredar esta clase de modelo del
verdadero amor. Este modelo nunca cambiará por miles y miles de generaciones.
Centrados en el verdadero amor, podemos alcanzar la unidad en la relación entre
padre e hijo, marido y esposa, hermanos y hermanas.
El padre es el propietario el dueño del
amor a través de su hijo. El marido es propietario del amor a través de su
esposa. El hermano mayor es el propietario del amor a través de su hermano
menor. Por otro lado, hijos sin padre, mujeres sin maridos y hermanos mayores
sin hermanos menores, no pueden encontrar su posición central que es la
posición central de propietario del amor.
Para poder llegar a ser el propietario del verdadero amor, debemos de
servir y honrar a nuestros padres. Haciendo esto, conseguiremos la unidad entre
nuestra mente y nuestro cuerpo como individuos, unidad conyugal entre marido y
esposa, unidad fraternal como hermano y hermana y la paz mundial como naciones.
De esta forma, podemos perfeccionar los niveles del amor definidos en los ocho
niveles del modelo ideal.
De nuevo, la familia ideal y la nación ideal son los lugares donde todos
nosotros como padres, hijos, parejas, hermanos y hermanas y naciones queremos
establecer el derecho de poseer este modelo en estos ocho niveles, centrados en
el verdadero amor. Desde ese lugar, la paz mundial eterna emergerá, el Reino de
Dios en la Tierra será establecido y el Reino de Dios en el Cielo florecerá.
Empezando desde al año 2000 en cada
esquina del planeta, incontables familias bendecidas unidas con los Verdaderos
Padres del Cielo y de la Tierra iniciarán la nueva revolución de la familia y
la revolución de la moral en todo el mundo, centrados en el verdadero amor.
Dios espera desesperadamente el momento en que pueda ver su eterno Reino Ideal
de Dios edificado lo mismo en el Cielo que en la Tierra. Unámonos todos en esta
santa tarea. Oro para que todos ustedes lleguen a ser los propietarios del
verdadero amor de Dios.
Que las bendiciones de Dios sean abundantes en todos ustedes y en todas
sus familias.
Muchísimas gracias.
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